Por Obii Pax-Harry
Una hora ungida de restauración
Existe una unción especial para recuperar en esta hora profética para la restauración que se soltó para los santos, pero muchos sentirán su impacto a medida que el año avance y será conforme a la medida de su fe.
Llegó la hora reunir los despojos de las batallas espirituales de los últimos años, aunque seremos fortalecidos para las nuevas batallas en el futuro.
Recuperar significa: “Retornar a un estado normal luego de una experiencia desagradable o inusual o un periodo de dificultad, recuperando lo perdido o robado; volver a ganar una posición, nivel o status perdido”.
Restaurar significa: “Volver a una condición, lugar o posición anterior; devolver lo robado o perdido a su dueño legal”.
Restauración de 28 años
El significado en el diccionario de la palabra restauración está muy cercano al plan de Dios para este tiempo, el cual va más allá de llevarnos hacia una condición, lugar o posición pasada. Dios está entregando el doble por las pruebas del pasado (Isaías 61:7). El mandato de multiplicación que desata la doble porción para el futuro, en una dimensión que muchos creyentes están a punto de alcanzar, está destinado para aquellos cuya fe pueda sostener su profundo plan de restauración para esta hora. Se restaurará un total de veintiocho años sobre los creyentes.
¡Los vientos significan un tiempo de aceleración, velocidad y tiempo oportuno, necesarios para garantizar que las brechas del pasado sean resueltas para que el futuro venga hacia nosotros ahora! Luego de una visitación divina, la viuda con el aceite en 2 Reyes 4, recuperó la dignidad y el honor de su familia. La restauración vino por vía de un milagro donde el aceite fluía con libertad, habilitándola para cancelar las deudas pasadas de su familia. Además se aseguró la recompensa por la tarea pasada de su esposo como profeta.
En el plan de Dios para el futuro de sus hijos descansa una promesa sobresaliente de restauración que emerge del pacto. El Señor reveló que los creyentes que se pararon en contra del enemigo con fiereza, sosteniendo una actitud de fe desafiante, no encontrarán en sus nuevos comienzos los mismos problemas que enfrentaron en el pasado. La palabra del Señor para Israel luego de su liberación de la cautividad en Asiria, es la misma que le habla a los creyentes hoy para que avancen hacia su propio futuro. El Señor prometió que “esa aflicción no se volverá a levantar” (Nahúm 1:9). No habrá necesidad que los creyentes sigan dando vueltas en círculos o atados a los ciclos de derrota del pasado.
Una temporada de recompensa
A menos que usted alcance las metas de desempeño en su trabajo o en las tareas asignadas, un trabajador no recibirá el pago por ellas. Aunque esta analogía se refiere a un escenario natural, existe la misma dinámica en relación a los temas espirituales. Siempre existe un tiempo cuando el Señor ve todo el trabajo de amor realizado por el creyente y determina un día para recompensarlo adecuadamente (Hebreos 11:6, Gálatas 6:9).
La concreción de un contrato de servicio no se puede certificar hasta que haya sido completamente ejecutado. En la mayoría de los casos, esto no sucede hasta que se haga una inspección. El resultado de una inspección como esa determinaría el pago (Gálatas 6:7). Mientras el Cuerpo de Cristo atraviesa un período culminación y perfección divina, los libros de registro Celestiales están abiertos para certificar los actos y las palabras de generosidad, así como muchas cosas más (Daniel 7:10-11).
Alineado con la promesa bíblica de recompensa, Santiago 1:12 dice que Dios les prometió una corona de vida esperando por aquellos que lo aman, luego de haber atravesado las pruebas hasta el fin. Respecto a la guerra espiritual inherente al andar de todos los cristianos, 2 Timoteo 2:4 anima a los creyentes a mantenerse enfocados y no enredarse con las distracciones terrenales para agradar a Dios hasta el final. Santiago 1:3-4 también les enseña a los creyentes a ser pacientes en los tiempos de prueba, porque al final de ese proceso, serán “maduros y completos, sin perder nada”. Estamos en medio de un tiempo de recompensas divinas de un Dios Santo que sólo puede servir para establecer el fundamento para nuevos comienzos.
Los puntos de recompensas espirituales sirven como “semillas”
Los puntos de recompensa espiritual obtenidos por la fidelidad en el pasado, servirán como semillas que deben sembrarse en experiencias (campos espirituales) frescas, nuevas y pioneras que asegurarán el futuro para muchos. José no recibiría honor de sus hermanos que lo traicionaron, hasta no enfatizar que su traición fue el fundamento para su posición de gobierno que salvaría a muchos en el futuro (Génesis 50:18-21). Hacia el final de un período de revisión espiritual, se halló que Abraham fue obediente al “Dios en el cual creía” y eso le fue “contado” por justicia (Génesis 15:6, Romanos 4:3).
El 2008 es un año de nuevos comienzos, pero las semillas espirituales que asegurarán el futuro, son similares a los puntos de recompensa obtenidos por los clientes en los supermercados o en las tiendas. Esas semillas se traducen en manifestaciones físicas de “sanidades, liberación de viejas ataduras, reconciliaciones (especialmente en las líneas familiares), estrategias divinas en relaciones ministeriales y mucho más”.
Los minoristas a menudo entregan los puntos o bonos de recompensa a los clientes como una valoración y reconocimiento a las compras en el pasado. Aunque los puntos de recompensa se entregan en honor a las compras del pasado (su fidelidad en el pasado), confieren beneficios o derechos sobre las compras en el futuro. Paralelamente, su fidelidad al Señor Jesucristo en el pasado está por traerle un crecimiento acelerado por la recuperación del monto de los 28 años que pasaron.
Prepárese para sembrar fuego fresco y fervor en los nuevos fundamentos de amistades, socios y contactos de negocios estratégicos para el 2008. A través de estas relaciones estratégicas emergerán oportunidades divinas y puertas abiertas de favor extraordinario.
Sobre nosotros hay un tiempo de restauración
Estaba orando para tratar de entender lo que deben hacer los creyentes para garantizar la dote espiritual y las posesiones que perdieron, y así poder recuperarlas, como muchos profetas lo declararon. Parece justo esperar que los años de hambruna espiritual sean restaurados para garantizar una transición suave hacia los nuevos comienzos. Necesitamos culminar con las viejas experiencias para poder alcanzar apropiadamente “lo nuevo” para nuestra vida.
Mientras clamaba al Señor, recibí en el lugar de oración lo que llamo matemáticas celestiales. Debo admitir que soy una persona de “cómo” y es con esa mentalidad que entro en intercesión, orando para recibir las estrategias apostólicas que permitirán una cosecha suave de las palabras proféticas en el tiempo adecuado.
En un tiempo de restauración, Dios entrega una doble porción de bendiciones. Dios promete en Isaías 61:7: “En vez de su vergüenza, mi pueblo recibirá doble porción; en vez de deshonra, se regocijará en su herencia; y así en su tierra recibirá doble herencia, y su alegría será eterna”.
El profeta Eliseo vio un tiempo de siete años de hambre sobre la tierra y luego le dio un consejo a la mujer sunamita con quien compartía una historia del poder milagroso de Dios (2 Reyes 8:1). Le aconsejó que se trasladara hacia un lugar de su elección con su familia hasta que terminara la hambruna. Ella habitó en la tierra de los filisteos por siete años. En el séptimo año, la mujer tomó la decisión de reubicarse junto a su familia en su tierra natal. Confiaba en la palabra de Dios que salió de la boca del profeta donde el hambre acabaría luego de siete años.
Muchos creyentes literalmente habitaron en la tierra de los “problemas gigantezcos” en los últimos siete años, pero sobrevivieron a los filisteos espirituales (problemas gigantes). El tiempo llegó para reubicarse en el plan original de Dios para nuestras vidas, para que la palabra profética del Señor pueda reubicarnos. En un tiempo de restauración, Dios suelta una unción de recuperación para asegurar lo que se había perdido. Dios determina “cómo” regresará lo que se había perdido, no sólo en su valor original, sino en su valor actualizado.
Se restaurarán 28 años sobre los creyentes
Dios está soltando abundancia y milagros sobrenaturales en las vidas de los creyentes que se paran en fe por ver aperturas en las aéreas donde fueron desafiados en el pasado. Se restaurarán veintiocho años de abundancia sobre aquellos que creen en esta estación de la doble porción de bendiciones. Imagine a un niño que nació ciego hace 28 años y de pronto recibe la vista. Esta clase de milagros establece a la persona ciega en la posición de alguien que nunca sufrió por la ceguera. La restauración de la vista será igual a los 28 años que se restauraron sobre esa vida en un sólo milagro.
Los nacimientos sobrenaturales serán otra señal del tiempo de restauración y recuperación de los 28 años. Las mujeres disfrutarán de nacimientos múltiples (mellizos, trillizos y cuatrillizos).
Imagine a una mujer de cuarenta años que luego de pasar por varios tratamientos de fertilidad sin obtener éxito y sufriendo toda clase de frustraciones, dando a luz mellizos o trillizos. Un milagro como ese cierra las brechas creadas en los años pasados por las frustraciones y los traumas, también devuelve a la mujer a su posición original como si hubiera dado a luz en el número designado de años.
Otro ejemplo acerca de cómo el plan de restauración de Dios impactará las vidas, se puede ver a través de la vida de una persona que cae dentro del número de años a ser recuperados (28 años).
Algunas personas nacieron veintiocho años atrás y experimentaron toda clase de desafíos a lo largo de sus vidas hasta el día de hoy. Pero ahora muchas de esas vidas experimentarán milagros de sanidad, liberaciones de las tinieblas y un favor divino de una manera repentina que los llevará donde se supone que debían estar (posiciones, experiencias y situaciones de influencia), en lugar de los tiempos de desafío del pasado. En efecto, su año número 29 anuncia un tiempo de nuevos comienzos en el Pacto de Dios.
Rastrear el pasado lo ayudará a recuperar el futuro
La unción de recuperación que se soltó en este tiempo, reubica a los creyentes espiritual, mental, emocional y físicamente para recuperar los 28 años de derrotas, pérdidas y opresión. Esto ocurrirá por medio de milagros tangibles con la capacidad para restaurar a los creyentes a su status original, como si esas pruebas, tribulaciones y circunstancias nunca hubieran ocurrido. La corte de los Ancianos de Días está en sesión y abrió el libro por el período de los años 2000-2007 (Daniel 7:10).
Los siete años de la guerra personal y corporativa intensa de una magnitud colosal, similares a la que tuvieron Job y José, por fin pasaron. Otro tiempo de guerra comenzó para muchos creyentes, pero al mismo tiempo, capitalizarán las experiencias de los últimos siete años y serán recompensados conforme a ellas (Gálatas 6:7-9).
Llegó el tiempo para la doble honra
El tiempo o la estación adecuada para la doble honra y la restauración ha llegado (Salmo 102:13). Dios está entregando una recompensa de doble honra por las pruebas de los últimos siete años, pero restituirá una doble porción. La suma total de los años que recuperará un creyente será de 14 años pasados (2000-2007 x 2 = 1993-2007). A estos efectos, los creyentes deben rastrear sus experiencias a lo largo de los últimos 14 años para establecer todo lo que perdieron o les fue robado por el enemigo.
Poco tiempo después que el Señor me revelara esta fórmula matemática, la cual debería determinar nuestros niveles de expectativa en este tiempo de recompensa, recuperación y restauración, mi hijo, a quien le diagnosticaron una clase rara de autismo años atrás, comenzó a caminar en el cumplimiento de esta palabra profética que comparto con usted. Se arrastró fuera de nuestra casa y caminó por lo menos cinco kilómetros hasta nuestro local en un shopping center, pasando las siguientes dos horas en varios negocios antes de regresar a casa a salvo. Para sorpresa de todos, respondió con claridad e inteligencia ante un cuestionario que le hizo un policía y sus progresos desde ese día nos llenan de gozo a todos nosotros.
A menos que una parte de las pérdidas se aseguren de una manera adecuada y se realicen esfuerzos conscientes para presentarse ante el Señor, como lo hizo la sunamita con la palabra profética que le entregó Eliseo, muchos creyentes pueden perder la unción de recuperación de los últimos 28 años.
En el caso de mi hijo, él hizo algo que un joven de 17 años haría sin signos de discapacidad, haciendo que nuestra casa participara en primer lugar de la estrategia apostólica profunda para la recuperación y la restauración. El pasado contiene las claves vitales para el futuro de las personas, las naciones y los continentes.
La matemática celestial es crucial para la restauración
Los retrasos del pasado (1993-2007) también causarán retrasos en el futuro (2007-2021). Imagínese estar atrapado en medio del tráfico por horas mientras se dirige a la reunión que cambiará su vida. El retraso sufrido puede costarle una apertura crucial. Cada retraso del pasado debe ser restaurado en una doble porción de bendición en el 2008. El Señor le habló a mi corazón revelando que esa doble porción de bendiciones de los últimos 14 años, será atrapada por los creyentes cuya fe pueda sostener la palabra del Señor (años 1993-2007 x 2 = año 2021).
Cuando los retrasos de los últimos 14 años se contabilizan para alinearse con Isaías 61:7, la suma total de las pérdidas por las pruebas, tribulaciones y demás en esos años, también calificará a los creyentes para recuperar los 14 años del futuro (1993-2007 x 2 = 2021). Por lo tanto, el número total de años a ser recompensados y restaurados equivale a 28 años. Este es el camino por medio del cual el futuro vendrá hacia las experiencias actuales, a través de milagros y transformaciones, tangibles y creativas.
En los cálculos del Cielo, muchos creyentes que pelearon la buena batalla con esta visión profética, experimentarán cambios en sus circunstancias personales que los dejarán como si nunca hubieran experimentado alguna opresión espiritual.
La mayoría de las naciones del mundo declararon programas de “visión 2020”, a través de objetivos alcanzables, pero la palabra del Señor promete que los hijos de pacto con Dios serán cabeza y no cola. Ser cabeza establece a los creyentes en el año 2021, un año por delante de los gobiernos naturales.
Recuperando la vista: Visión 2021
Así, las palabras proféticas deben hablarse en el presente hasta el año 2021, con revelaciones que les permita a los oyentes prepararse y acceder a las aperturas tangibles para cerrar las brechas entre los años pasados y los años por venir. La historia de la sunamita de 2 Reyes 8:1-6, arroja luz sobre la revelación que trato de comunicar.
En ese relato, Giezi no hablaba acerca del milagro de los siete años anteriores de la vida de la sunamita, porque sabemos que ella estaba en el exilio por la gran hambruna nacional (verso 2). Obviamente estaba le hablando al rey acerca del milagro de la resurrección del hijo de la mujer, eso sucedió en los siete años previos a los siete años de hambre (2 Reyes 4:8-37). Giezi hablaba de un tiempo donde la mujer tenía suficiente comida para ella, su familia y Eliseo; y suficiente dinero como para edificarle un cuarto al profeta.
La matemática celestial sumó siete años de plenitud + siete años de hambre en la tierra de los filisteos; 14 años x la doble porción (2) = 28 años de restauración merecida.
La sunamita volvió a la posición y al status que tenía antes de la hambruna. Además recibió la doble porción de los años que el diablo le robó por medio de la hambruna, con los beneficios acumulados y sumados por los 7 años de hambruna + lo acumulado como si ella hubiera estado presente durante los 7 años de duración de la hambruna = 14 años x 2 = 28 años merecidos por la titularidad de la tierra.
El valor de su propiedad se habría elevado por causa de la inflación, por lo tanto, su valor de mercado era mucho mayor en el año que recibió la restauración.
Observe el mercado inmobiliario en este tiempo y profetice sobre los tratos de propiedades para asegurar su futuro.
Siempre que se recupera el pasado, se asegura o recupera el futuro. Cuando son recuperados catorce años perdidos de su pasado, la persona se establece 14 años en el futuro, recuperando un monto de 28 años.
Dios siempre traerá de nuevo lo que el diablo trató de retener o impedir. El Espíritu de Dios reveló que este es el camino y, por medio de este cálculo, los Cielos están trayendo aceleración sobre el pasado, velocidad sobre el presente y un tiempo oportuno para el futuro.
En tiempos como estos, el proceso de recuperación recupera el pasado aunque la restauración atrae el futuro hacia usted ahora, por eso lo transforma en una persona que en realidad nunca sufrió una pérdida. Así, el 2008 es un año de nuevos comienzos que además sirve como puerta para las recompensas futuras. Así como con Job, Dios soltó un tiempo por medio de una orden para que se le restaure a los creyentes “dos veces”, sobre lo que tenían antes (Job 42:10).
Los gobiernos terrenales y el Espiritual, convergerán en los días por venir
En un tiempo de restauración, Dios ubica los corazones de los líderes de gobierno, que a menudo son utilizados estratégicamente para hacer cambios en las leyes y procedimientos para beneficiar a los cristianos. Nehemías, el copero del rey, recibió asistencia real para la restauración de los muros derribados de Jerusalén (Nehemías 1).
El rey Ciro asistió al regreso de los exiliados judíos para que reconstruyeran el templo en Jerusalén (Esdras 1). El rey Asuero asistió a Ester en el tiempo de la restauración de los judíos (Ester 5). Zorobabel, el gobernador, jugó un rol clave en la reconstrucción del templo de Dios (Zacarías 4). En la historia de la mujer sunamita, el rey se interesó de una manera repentina en el poder milagroso de Dios, expresado a través del ministerio del profeta Eliseo.
En tiempos de restauración, Dios específicamente dirige los corazones de los oficiales de gobierno. El rey le dijo a Giezi, el asistente de Eliseo: “Cuéntame todas las maravillas que ha hecho Eliseo” (2 Reyes 8:4). En tiempos de restauración, las brechas espirituales y naturales se cierran cuando Dios ordena los pasos de un buen hombre o una buena mujer de una manera sobrenatural, como sucedió en el caso de la sunamita (Salmo 37:23-24). La sunamita estaba en el lugar correcto (la corte del rey) y en el momento justo (era el tema de conversación).
Estos son días donde los cristianos necesitan orar diariamente acerca de sus movimientos (Salmo 119:105). La mujer que sería restaurada había dejado de ser una historia, parándose ante el rey y Giezi, para permitir que los “tendones, la carne, la piel y la respiración”, cayeran sobre lo que fue una simple historia (Ezequiel 37:6). La mujer pudo corroborar la historia de Giezi con su presencia física. El rey no tuvo opción sino señalar al oficial para ordenar su restauración. Hizo un decreto: “Devuélvele todo lo que le pertenecía, incluso todas las ganancias que hayan producido sus tierras, desde el día en que salió del país hasta hoy” (2 Reyes 8:6).
En este tiempo, Dios sigue trabajando con los vientos
Dios sigue trabajando con los vientos naturales como una señal para la estación de aceleración, velocidad y tiempo oportuno, cerrando las brechas creadas por los sufrimientos del pasado. Dios está apresurando su palabra para establecerla en la vida de sus hijos (Jeremías 1:12). Muchos más avivamientos se encenderán a lo largo de las naciones. Aquellos cuyos corazones estén abiertos al nuevo mover de Dios, serán grandemente impactados. Dios es el dueño de los vientos: “Después de esto vi a cuatro ángeles en los cuatro ángulos de la tierra. Estaban allí de pie, deteniendo los cuatro vientos para que éstos no se desataran sobre la tierra, el mar y los árboles” (Apocalipsis 7:1).
Dios también trabaja con los vientos. Dios juzgó a Egipto con el viento del Este (Éxodo 10:12-14), y también alejó el juicio de las langostas sobre Egipto con un “viento recio del Oeste” (Éxodo 10:18-20). Dios aquietó la tierra por medio del “viento del Sur” (Job 37:20-22). La Biblia revela que Dios trabaja con su “su soplo violento al soplar el viento del Este” (Isaías 27:8). Los vientos que vienen con furia a menudo son inusuales como lo vemos en el Antiguo y el Nuevo Testamento. La Biblia enseña que: “sin cesar va girando el viento para de nuevo volver a girar” (Eclesiastés 1:6). Un viento tempestuoso se menciona en Mateo 14:29-31. Reciba el doble honor en este tiempo de restauración.
Obii Pax-Harry