Por Sandie Freed
Estamos en un tiempo donde Dios trae a la luz algo nuevo. Cuando oímos esta declaración la recibimos de inmediato y la creemos con todo nuestro corazón, ¿Cierto? Después de todo, ¡esa es la respuesta de todo buen cristiano! Sin embargo, cuando caemos a nuestra realidad, es un escenario completamente diferente. El nacimiento es un proceso, ¡eso sin considerar el compromiso necesario para la concepción! Podría escribir un artículo diferente sobre ese sólo tema, enfocado en la intimidad, el tiempo ante el trono y el pacto con el Señor para concebir su propósito. Existen muchas estrategias en el trono para cumplir nuestro propósito y destino (incluido dar a luz el propósito de Dios) que están a nuestra disposición si pasamos tiempo en intimidad con el Señor. Uno de mis libros recientes, “Estrategias desde el trono celestial: Reclamando la vida que Dios quiere para nosotros”, ahora está disponible para ayudarnos a oír desde el Cielo y comenzar a echar a andar el proceso de Dios.
Siento como si fuera más proactivo en el proceso de concreción de mi destino, ¿usted no? Quiero decir, justo ahora, piense acerca de ello. ¿Cuánto procesamiento necesitamos en realidad? Me detuve hoy y medité acerca de la palabra proceso. Lo que vino a mi mente fue la “carne procesada” y el “queso procesado”. ¡Esto es lo que se hace para procesar algo por completo! Comencé a cambiar mis pensamientos. Pude cambiar desde mi mentalidad natural a la mentalidad del espíritu y volver a enfocarme en lo que realmente significa estar involucrado en un “proceso”.
Seriamente, luego comencé a considerar un caso judicial y el concepto del “debido proceso legal”. ¿Se ha dado cuenta que existe una corte Celestial que activamente condena a nuestro enemigo? Amados, Dios está en control y ya derrotó al acusador de los hermanos a nuestro favor. Daniel 7 habla del Anciano de días, sentado en el trono de la Corte Celestial, destronando al poder del anticristo y su sistema sobre la tierra.
El Señor no sólo es el juez, es el “jurado” que ejecuta el juicio en contra de nuestros enemigos, especialmente el anticristo. Actualmente, el enemigo no tiene el “debido proceso legal”, porque ya está condenado en los Cielos como culpable. Sin embargo, como santos recibimos el debido proceso en la ley de Dios, ¡su proceso cumpliendo su Palabra en nuestras circunstancias!
El anticristo
Para dejarlo claro, el anticristo es satanás mismo, pero también todo lo que tiene que ver con él y es, obviamente, contrario a Cristo. Satanás es el enemigo de Cristo y todo lo que involucra a Dios y a su naturaleza divina. El sistema del anticristo es una estructura demoníaca y una fortaleza bajo el dominio de satanás que infiltró los diferentes sistemas sobre la tierra: económico, político y religioso. No soy una teóloga ni una historiadora bíblica, sino una profeta que oye y declara lo que recibe. Entonces, sólo comparto lo que está en mi corazón en este tiempo. Lo que conozco en mi corazón y es cierto, es que el espíritu del anticristo está tratando de entorpecer e interrumpir nuestro proceso de apertura.
Daniel 7:25 nos dice que existe alguien que “habla en contra del Altísimo y oprimirá a los santos”. Permítame alentarlo a leer todo el capítulo 7 de Daniel. Pero, por ahora, nos enfocaremos en este verso:
“Hablará en contra del Altísimo y oprimirá a sus santos; tratará de cambiar las festividades y también las leyes, y los santos quedarán bajo su poder durante tres años y medio”.
Muchos teólogos concuerdan en este pasaje que se refiere al anticristo alardeando de su habilidad para cambiar nuestros tiempos y circunstancias, mientras “oprime a los santos”. ¡Santos como usted y yo!
Existen dos factores importantes respecto de la habilidad del anticristo y su sistema. En primer lugar, desea cambiar su tiempo y sus circunstancias para oprimirlo. Si puede oprimirlo y desalentarlo, tratará de cambiar sus circunstancias. ¿Cómo podemos hacer esto? Bueno, si estamos abatidos, es fácil alinearnos espiritualmente de la manera apropiada. En otras palabras, estamos tan oprimidos que comenzamos a ponernos de acuerdo con el espíritu del anticristo, en lugar de hacerlo con Dios. (Aparte, cuando nos ponemos de acuerdo con Dios, se produce la concepción y el nacimiento; no importa cuán intensamente esté peleando el enemigo en su contra; ¡desea abortar su propósito!)
No permita que su enemigo lo oprima, ¡échelo!
Si usted es como yo, ¡se sentirá oprimido! Si pudiera, dejaría todo, tiraría la toalla y correría en la dirección opuesta. ¡Pero no puedo hacerlo y usted tampoco! No debemos olvidar que el enemigo sólo puede intentar oprimirlo. Seguro, tratará de arrojarle todo lo que pueda en su contra para bloquear su camino hacia la victoria, pero siempre debemos recordar que Dios tiene un plan redentivo y promete llevarnos hacia su cumplimiento. Sin embargo, no podemos abandonar. En lugar de ello, debemos presionar y terminar el proceso para llegar al cumplimiento. Antes de abandonar debido a que no quiere seguir avanzando, ¡por favor siga leyendo!
Me doy cuenta que muchos de ustedes que leen este artículo están bajo opresión. Permítame explicarle el significado de la opresión en este pasaje. La palabra “oprimir” en griego significa (en un sentido mental) “afligir”. Sin embargo, podemos decir que el enemigo desea atacar nuestras mentes y oprimirnos en nuestra manera de pensar. Ustedes y yo estuvimos reprendiendo a un bombardeo en contra de nuestra mente. El enemigo lanzó en contra de su mente temor, duda e incredulidad acerca de la apertura futura. Satanás desearía que no confiáramos en Dios y, por lo tanto, caigamos en la apostasía.
La palabra “opresión” reconoce otra raíz griega que significa “fallar, decaer y posiblemente ser consumidos”. ¡Mi Dios! Piense acerca de esto por un momento. El espíritu del anticristo busca atacar nuestras mentes y consumir nuestros pensamientos. Desea que nos pongamos de acuerdo con la negatividad y la duda. Si nos ponemos de acuerdo con el enemigo, él establece una estructura de muerte sobre nuestras vidas y nos esclaviza. Amados, debemos levantarnos y destronar a satanás de nuestras mentes y pensamientos. El enemigo se mantuvo sentado sobre nuestros pensamientos por demasiado tiempo. Debemos levantarnos, echarlo y desterrarlo de nuestra mente y de todo el proceso de pensamiento.
Cómo podemos echar de nuestra mente al enemigo
Se nos enseñó a llevar todo pensamiento a la cautividad, ¿cierto? Examinemos más de cerca el siguiente pasaje, porque tiene que ver con echar a satanás de su posición de soberbia en nuestros patrones de pensamiento.
“Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo” (2 Corintios 10:5)
¿Qué argumentos estamos derribando? ¡Derribamos las “suposiciones” acerca de lo que él puede hacernos! ¡Sí! ¿Se dio cuenta de ello antes? Para comprender esto con mayor profundidad, necesitamos volver a ver Daniel 7:25. Allí dice que satanás no sólo trata de oprimir a los santos, “piensa” cambiar nuestros tiempos y leyes. Las suposiciones o pensamientos de satanás pueden impedirle alcanzar su tiempo de apertura. Amados santos, el demonio no desea que usted salga de su ciclo en el desierto. Está tratando de cambiar la Palabra de Dios, ¡la “ley escrita” y los “decretos divinos” establecidos para su futuro!
Debemos derribar lo que satanás está pensando. Se estableció a sí mismo como algo “elevado” y cree que sus palabras acerca de nosotros se levantaron por encima de las declaraciones de Dios. ¡Nuestra parte es echar al diablo y llevar nuestros pensamientos a la cautividad para ponernos de acuerdo con lo que Cristo hizo en la cruz por nuestra redención y victoria!
Por años, leí este pasaje de una manera diferente. Apliqué demasiada presión en mi propia habilidad para controlar mis pensamientos, pero ahora me doy cuenta que satanás tuvo mucho que ver con esta guerra. Si lo echo en primer lugar y sujeto todas las palabras negativas en mi contra (palabras que están en mi mente y en el sistema de creencias), entonces también estoy echando cada palabra que habló, queriéndose exaltar a sí mismo por encima de lo que Dios declaró.
Me condené a mí misma una y otra vez por no controlar ciertos pensamientos y, finalmente, me di cuenta que el sistema del anticristo está trabajando constantemente para levantar una estructura de falsa creencia. Mi trabajo es reconocer la obra del anticristo y su sistema (sistema de falsas creencias, viejos paradigmas, dolores y traumas del pasado), luego atarlo y sujetar sus palabras, clamar por la Sangre de Jesús y declarar su obra final en mi vida y en mi mente. Sólo luego estoy capacitada para desarrollar la mente de Cristo. Amados, una vez que nos damos cuenta de esto, no necesitamos seguir sintiéndonos equivocados porque peleamos para dominar nuestros pensamientos. Ese es el diablo, puro y simple. Sin embargo, debemos entrar en guerra espiritual, atando a satanás y sus poderes que nos bombardean a diario.
Como probablemente usted conoce, Job 41:34 describe a satanás como aquel que contempla a todos con “desdén” y como “rey de todos los soberbios”. Amados, satanás desea elevarse por encima de todo lo que Dios declaró sobre usted. Es orgulloso y jactancioso en sus intentos para hacernos inclinar ante él y creer sus mentiras. (Recuerde, en Daniel 7 el espíritu del anticristo se jactaba de su habilidad para oprimir a los santos). Santos del Altísimo, debemos levantarnos y resistirlo, echarlo de cualquier suposición que lo exalte en nuestra vida. Job describió al leviatán como el “dragón” que trabajaba con el anticristo. Cuando trabajan juntos, se combinan para traer confusión y hechicería, haciéndonos dudar de Dios y sus promesas.
El proceso
En el diccionario Webster, un proceso se define como “una serie sistemática de acciones dirigidas hacia un final: como el proceso de homogeneizar la leche”. La leche homogeneizada nos da una idea natural de lo necesario para hacer que algo sea útil y sirva para un propósito; lo mismo sucede con nosotros. Dios permite que seamos procesados. En otras palabras, nos permite atravesar una serie de acciones para llevarnos hacia un “final” o un “final esperado”.
El diccionario Webster también se refiere al “debido proceso legal”; es el lugar donde podemos apelar espiritualmente ante la corte Celestial para procesar nuestro caso ante el Anciano de días. ¿Qué debemos pedir?
1. ¡Clame por la Sangre de Jesús!
Fuimos comprados por un gran precio, la Sangre de Jesús. Como Él pagó por nuestra redención, podemos ser sanados y restaurados. Si estamos cansados y oprimidos, podemos apelar al Anciano de días y recordarle a Él la sangre del pacto.
2. Podemos ordenarle a nuestro enemigo que sea destronado de nuestras mentes y pensamientos
Si satanás ocupó una posición, podemos destronarlo hoy. Tratará de cambiar su tiempo de apertura con pensamientos de ansiedad, duda y temor a equivocarnos. Sin embargo, tenemos la mente de Cristo (vez 1 Corintios 2:16). ¡Colóquese toda la armadura y ordénele al demonio que se vaya!
3. ¡Conozca que el Anciano de días regresó del futuro!
En mi libro reciente, Estrategias desde el Trono Celestial, hablo de la habilidad de Dios para ver nuestro futuro y cómo traerlo de vuelta a nuestros días para alentarnos a alcanzar nuestro potencial. Amados, ¡Dios conoce que usted tiene las semillas del destino dentro suyo y es capaz de tomar su monte! Háblele a la montaña que impide su apertura y posee su futuro.
4. El Anciano de días está sentado sobre sus circunstancias y el “juicio está montado” en contra de su enemigo (Daniel 7:26)
En otras palabras, ¡el enemigo está derrotado! Cuando atrape esta revelación, ¡se levantará y comenzará a brillar!
Amado creyente, este proceso que está experimentando tiene el propósito de desarrollar una “palabra procedente”. Jesús desarrolló una palabra procedente en medio del desierto. ¿Recuerda? Satanás lo estaba tentando y le dijo: “…Escrito está: “No sólo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios” (Mateo 4:4).
Hoy necesitamos esa palabra procedente. Cuando usamos este ejemplo, como Jesús lo hizo, nuestro enemigo es derrotado. De hecho, ¡el Anciano de días declaró su victoria antes de nuestro nacimiento! Entonces, póngase de acuerdo con lo que Él decretó y comience a declarar su victoria hoy… ¡Ya está hecha en la corte Celestial!
Mi oración por usted:
Padre Dios, sé que nos elegiste para un tiempo como este. Somos como la reina Ester, ungida para un tiempo y una estación como esta para proclamar un decreto divino en contra de nuestro enemigo. Oro para que fortalezcas a cada lector con tu Espíritu de Poder. Oro para todos desarrollemos la mente de Cristo y seamos capacitados de una manera sobrenatural para echar cada suposición que satanás tramó para derrotarnos y hacernos abortar nuestro destino.
En el nombre de Jesús, ato cada espíritu maligno de oposición que trata de oprimir a los santos y piensa cambiar nuestros tiempos y estaciones. Clamo para cubrir con la Sangre de Jesús a cada lector y te agradezco por la victoria completa, gracias a tu Victoria en la Cruz. Continuaremos sometiendo nuestras vidas y pensamientos a la obediencia de Cristo y concretar nuestro destino en victoria total y en acuerdo con su Palabra. Amén.
Sandie Freed