viernes, 11 de diciembre de 2009

2010: Confrontando para mostrar la Gloria del Reino

 

Por Bladimiro Wojtowicz

clip_image002Luego de un tiempo de oración y búsqueda del Señor para recibir una palabra que defina los tiempos que deberíamos afrontar a nivel personal y como ministerio durante el año que viene, recibí las siguientes impresiones en mi espíritu.

Daremos razón de nuestra fe

Judas 1:3 dice: “Amados, por la gran solicitud que tenía de escribiros acerca de nuestra común salvación, me ha sido necesario escribiros exhortándoos que contendáis ardientemente por la fe que ha sido una vez dada a los santos” (Énfasis añadido).

Desde que la Iglesia ingresó en el Tercer Día del Señor, se acentuó el proceso de transformación que comenzó durante los últimos años del Siglo XX. La restauración del gobierno apostólico y profético sobre la Iglesia, se manifestó en un crecimiento notable a lo largo del continente Latinoamericano. Esto comprende tanto en el número de personas ganadas para el Reino de Dios, como en la presencia progresiva de la Iglesia en áreas clave de la sociedad.

Pude ver en mi espíritu que todos estos años fueron de preparación y maduración para lo que vendrá: Un tiempo de confrontación, donde seremos llamados a dar razón de nuestra fe. Todo aquello que declaramos creer a lo largo de estos años, será confrontado por el espíritu humanista de este siglo. El Señor abrió un espacio de tiempo lo suficientemente amplio para prepararnos en el mover apostólico y profético para estar listos para la confrontación en la hora que viene.

Pude ver en mi espíritu que a partir de este tiempo, los apóstoles y profetas serán convocados por las autoridades que gobiernan la sociedad para aportar soluciones definitivas a los problemas que escaparon a su control. Tenemos que estar listos para dar una respuesta viable y contundente en áreas como el abuso de drogas, la delincuencia juvenil, la violencia cotidiana, la homosexualidad, la corrupción desbordada, la escasez de viviendas dignas y los conflictos familiares crecientes; sólo por nombrar algunas.

Los líderes cristianos que no tengan una respuesta clara y contundente ante estas demandas que asfixian a nuestra sociedad, quedarán expuestos ante los ojos del pueblo como meros teóricos de la Palabra. La gente no se conformará sólo con un mensaje inspirador, demandará las señales que acompañan al gobierno apostólico y profético.

Tiempos de aceleración

Pude ver en mi espíritu que se producirá una gran aceleración en los procesos madurativos dentro del pueblo de Dios, tanto en las personas nuevas como en los cristianos maduros. Esto acotará los plazos para la manifestación de los diseños de Dios en las naciones.

El Señor me mostró que esto no ocurrirá por causa del trabajo de esta generación, será el fruto de la fe y la fidelidad de las generaciones anteriores que clamaron y anhelaron ver nuestros días.

Veremos personas llegando a los pies del Señor por medio de conversiones dramáticas que no dudarán ni un segundo en consagrarse al servicio del Rey de una manera drástica. Pude ver en mi espíritu que se manifestará una unción de radicalidad sobre el pueblo de Dios que le permitirá confrontar al espíritu humanista con una audacia nunca antes vista.

Impartición de la fe de Abraham

Hebreos 11:8-11 dice: “Por la fe Abraham, cuando fue llamado para ir a un lugar que más tarde recibiría como herencia, obedeció y salió sin saber a dónde iba. Por la fe se radicó como extranjero en la tierra prometida, y habitó en tiendas de campaña con Isaac y Jacob, herederos también de la misma promesa, porque esperaba la ciudad de cimientos sólidos, de la cual Dios es arquitecto y constructor. Por la fe Abraham, a pesar de su avanzada edad y de que Sara misma era estéril, recibió fuerza para tener hijos, porque consideró fiel al que le había hecho la promesa” (Énfasis añadido).

Pude ver en mi espíritu que el Señor impartía la fe de Abraham sobre su Iglesia. Esto se manifestará en una osadía y atrevimiento nunca antes vistos para avanzar en proyectos que conquistarán áreas de la sociedad que hoy se encuentran bajo el dominio de las tinieblas. Nacerán ministerios de mercado, donde apóstoles, profetas, maestros, pastores y evangelistas, ocuparán los lugares de autoridad en todas las áreas de la sociedad, marcando la pauta a seguir en las artes, las ciencias, la economía, la educación, la filosofía, los deportes, las fuerzas armadas, el poder judicial y la política; sólo por citar algunas de ellas.

Así como Abraham, los hijos de Dios no temerán pisar terrenos que hasta ahora estuvieron vedados para la Iglesia o donde su expresión fue muy tenue, manifestando el gobierno apostólico y profético. Este es el tiempo donde los diseños divinos alcanzarán su máxima expresión por medio de la gente del Reino que se atreva a encarar proyectos imposibles ante los ojos de los hombres. Estos serán los beneficiarios de una gran transferencia de riquezas que están aguardando el día que decidan dar el primer paso.

Cuando Abraham dejó su tierra y su parentela, era un hombre próspero. Pero sus riquezas se multiplicaron de una manera incontable luego que tomó la decisión de avanzar hacia la tierra que Dios le entregó. Esta es una expresión clara de la transferencia de riquezas que viene sobre todos aquellos que se muevan bajo la misma unción de osadía y atrevimiento que reposó sobre Abraham.

Manifestación del fruto de los padres de fe

Pude ver en mi espíritu la manifestación del fruto de la fidelidad de los padres de fe que decidieron abrir una brecha en la tierra para la expansión de sus linajes. Así como ocurrió con Abraham, llega un tiempo en la vida de todo padre donde decide dejar de vivir para sí mismo y comenzar a vivir por el destino de su linaje. Estos no dudarán en poner sus espaldas para soportar los ataques y las pedradas de los enemigos de la fe, con tal de proteger a su simiente. Esta es la marca que caracteriza a todo padre de fe.

Este es el tiempo donde los padres de fe cosecharán el fruto de su fidelidad al ver la manifestación de la gloria de Dios sobre sus linajes.

Abandono sistemático

Filipenses 3:13-14 dice: “Hermanos, no pienso que yo mismo lo haya logrado ya. Más bien, una cosa hago: olvidando lo que queda atrás y esforzándome por alcanzar lo que está delante, sigo avanzando hacia la meta para ganar el premio que Dios ofrece mediante su llamamiento celestial en Cristo Jesús” (Énfasis añadido).

Pude ver en mi espíritu que se manifestaba una unción que capacitaba a los hijos de Dios para entrar en procesos de abandono sistemático. Así como sucedió con los discípulos de Jesús, en estos días veremos personas que no dudarán en dejar todo lo que tienen por seguir al Señor para alcanzar mayores niveles de gloria. Esta unción se caracterizará por un gran desapego ante cualquier posesión material o posición social que pudiera detener su avance dentro del Reino de Dios. Para los ojos de los hombres esto será una gran locura, pero la gente del Espíritu reconocerá un referente a seguir dentro del Reino.

Año de recompensas integrales

Marcos 10:29-30 dice: “Les aseguro, respondió Jesús, que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos, recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna”.

Pude ver en mi espíritu que a partir de este año, el Padre entregará recompensas integrales sobre sus hijos. Esta cosecha no se limitará a las semillas que sembramos en el Reino, abarcará todas las cosechas que quedaron retenidas en nuestras generaciones pasadas. Toda generación llega a esta tierra con la provisión de recursos necesaria para consumar su propósito, pero si estos recursos no son reclamados por gente piadosa, pasarán a la siguiente generación.

Pude ver en mi espíritu cómo en este tiempo se levantarán hijos de Dios que caminarán en fidelidad al pacto que hicieron con su Padre y esto los calificará para acceder a las cosechas integrales e inesperadas que quedaron retenidas en sus generaciones pasadas. Dirán: “Señor, ¿cuándo sembré para cosechar esto?”. El Señor les responderá: “Como sembraste una semilla de fidelidad y lealtad, en este tiempo recibirás todos los recursos que tus generaciones pasadas desecharon porque no comprendieron su propósito en la vida”.

Conclusión:

A partir del año 2010, se abre un tiempo para los hijos de Dios caracterizado por grandes confrontaciones en todas las áreas de la sociedad. No puede haber manifestación de la gloria del Reino de Dios sin una confrontación previa contra el espíritu de este siglo.

El espíritu humanista enquistado en nuestra sociedad será aplastado por medio de esta confrontación y en cada campo de batalla, brillará la gloria de Dios como un estandarte en medio de su pueblo.

Los amamos y bendecimos,

Prof. Bladimiro y Magui Wojtowicz

“2010: Es tiempo de creer por imposibles”

 

Por Barbie Breathitt

clip_image002Con Dios, todas las cosas son posibles

Es tiempo de ver y creer que con Dios todas las cosas son posibles (Lucas 1:37). Así como el ángel del Señor le habló a María acerca de su pariente Elizabeth en Lucas 1:36, una mujer que era estéril, pero tenía seis meses de embarazo; así será para muchos en el 2010. En contra de toda la oposición, surgirá en abundancia el fruto de todo lo que estuvimos esperando ver.

Elizabeth y su esposo sirvieron con fidelidad. Elizabeth esperaba un hijo aún cuando fue etiquetada como estéril. Dios nos dará el deseo de nuestro corazón como una señal de su fidelidad y esto será por medio de caminos extraños e inusuales. Cuando vengan, necesitarán nutrición y mucho cuidado. Elizabeth era conocida como estéril. Ana era estéril, despreciada y escarnecida por Penina, la otra mujer de Elcana. Pero Dios recordó a ambas. Si una mujer anciana y estéril pudo fructificar a su edad, ¿qué podría detenernos de ser fructíferos? A menudo se simboliza a la Iglesia como una mujer, mientras oramos por las almas, nacerán muchas en el Reino de Dios.

Este año veremos verdaderos alineamientos con otros para el propósito de Dios. Así como María necesitó ir a Elizabeth para cumplir la profecía y el destino, Dios nos alineará con la gente correcta por el propósito, sin importar cuán grande o pequeño pudiera ser. Cuando María se acercó a Elizabeth, el bebé saltó dentro de su vientre (Lucas 1:41) y fue llena del Espíritu Santo, proclamando bendición sobre María y el fruto de su vientre. En los verdaderos alineamientos, existe un reconocimiento y una bendición del fruto y la promesa en el Espíritu que carga toda persona.

Juan el Bautista estaba lleno del Espíritu Santo desde su concepción. Debido a nuestras experiencias del pasado, aprendemos el valor de lo que se nos entregó. Cuando Dios nos da un nuevo comienzo al activar o avivando los dones dentro de nosotros por el Espíritu Santo; aparecerá lo nuevo. Este nuevo comienzo traerá un fruto eterno. Anímese, no cayó en el olvido o el anonimato.


Nuevo orden en el 2010

Diez es el número de la ley, el gobierno, la restauración, la nutrición, el orden, las pruebas y los juicios en nuestro peregrinar por el desierto, además es el número de la responsabilidad. Cuando la economía mundial parece decrecer, creo que es vital incrementar nuestros diezmos y ofrendas para mantener la provisión espiritual y sobrenatural en nuestra vida. Diez es el número que representa al Pastor y el testimonio. Veremos la culminación de muchas cosas que llegarán a la plenitud de los tiempos, trayendo una nueva perfección de orden. El Señor le recordará que el 2010 es el año para tomar responsabilidad por el nuevo orden divino que nos entregó. El nuevo orden de Dios traerá la restauración de las cosas que nos robaron durante la peregrinación por el desierto.

Este será un tiempo de intimidad y nutrición con Dios, desarrollando nuestras relaciones y asegurando el correcto alineamiento en el Cuerpo de Cristo. Muchos en el Cuerpo de Cristo vieron el favor y las bendiciones de Dios llegando por caminos inesperados. Recuerde, la provisión de Dios a menudo llega en nuestra hora más oscura. Observe a Dios enderezando relaciones y restaurando las cosas que perdió o le robaron. Vea el carácter de Cristo presionando desde la profundidad de su ser.

La manifestación de los nueve dones del Espíritu comenzarán a incrementarse en nuestras vidas como nunca antes (1 Corintios 12:8-10). Dios recompensará nuestra fidelidad y las obras que hicimos, a pesar de las dificultades y las pruebas que debemos atravesar.

Isaías 60:1 es para hoy. La gloria del Señor se incrementa sobre los individuos. “¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti!”. Conoceremos las realidades de esta Escritura en dimensiones crecientes, mientras creemos en los dones de Dios dentro de nosotros. Crea en el Cristo que está dentro suyo y permita que su fe lo lleve hacia el fluir de la unción y la gloria, mientras Él sopla sobre usted y agita los dones que estableció dentro de su ser.

Venceremos “repentinamente” los obstáculos y las distracciones que una vez parecieron insuperables, como dolores de parto inesperados. Estas cosas repentinas traerán cambios significativos y aperturas, atrayendo a los miembros de la familia, los amigos y conocidos hacia Dios para ser salvos.

No tema la oposición o la persecución que vendrá desde los enemigos. Permita que sus enemigos trabajen para usted. Recuerde, Dios es capaz de revertir todas las cosas para su beneficio, si continua confiando el Él en toda circunstancia. Las dificultades que vienen sobre su vida, purificarán su corazón. Manténgase enfocado en Dios en oración. No permita que el temor, la ansiedad, el pánico o la intimidación, tengan lugar en su vida.

Verdaderos alineamientos y un año de cumplimiento

Las opiniones de la gente tratarán de impedir que podamos establecer verdaderos alineamientos. Aprenda a reconocerlas por el Espíritu. Vea las oportunidades a través de los ojos de Dios; no juzgue por el pasado, sepa lo que carga la gente piadosa en su interior y lo que están llegando a ser en Cristo.

Para alinearnos correctamente, necesitamos confrontar y tratar los asuntos del corazón. Si no tratamos estas áreas, pueden guiarnos hacia errores o desacuerdos. Reconozca la ambición egoísta y resista la tentación de alinearse con otros, estrictamente por su propósito o beneficio personal para “verse bien”, usando a otros por lo que tienen para ofrecer. El 2010 también será un año para discernir y juzgar las cosas con nuevas impresiones espirituales. Esto garantizará el orden apropiado para ayudarnos a corregir los errores del pasado, haciendo bien las cosas para no volver a repetir los antiguos ciclos destructivos.

Este es un año de “cumplimiento”. Dios quiere remover todas las relaciones negativas e hirientes, las grietas de carácter y los patrones de pensamientos destructivos en nuestras vidas. Dios juzgará con severidad los pecados que decidamos conservar este año. Dios quiere que seamos vasos consagrados para Él. Para entrar en la presencia de Dios en el lugar Santísimo, necesitamos arrepentirnos de todos los pecados o apetitos conocidos que nos impiden rendir nuestro corazón por completo ante Él.

Es tiempo de rendirse por completo para poder alinearse y alcanzar nuestro mayor potencial y nuestro destino. Dispóngase a entrar en lo nuevo y poco familiar. El Señor tratará con las cosas que tratan de robar o impedir que prospere o alcance su destino. Pídale a Dios que envíe el viento del Este para sepultar a los “ladrones de destinos” (Salmo 48:7) y destruya la ambición egoísta que la robaría de otro. Muchos necesitan arrepentirse por impedirle a otros alcanzar su potencial, porque están esclavizados por los propios beneficios que alcanzaron. Cuando una persona sufre, todo el Cuerpo de Cristo sufre con ella. Sólo Dios controla nuestro futuro, destino y eternidad.

Recuéstese en Dios este año y descanse en Él

Aprenderemos a recostarnos en Dios más y más este año. Recostarnos en Cristo nos permite despojarnos de las cargas de la vida y descansar a sus pies. Al confiar en Él para que lleve nuestras cargas, abandonamos la necesidad de preocuparnos y controlar nuestras circunstancias.

El Salmo 36:7-9 dice: “… ¡cuán precioso, oh Dios, es tu gran amor! Todo ser humano halla refugio a la sombra de tus alas. Se sacian de la abundancia de tu casa; les das a beber de tu río de deleites. Porque en ti está la fuente de la vida y en tu luz podemos ver la luz”. Aprender a descansar y soñar en su paz nos permite dormir sin preocupaciones, sabiendo que nuestro Dios nos sostiene, nos guía y nos protege. El Salmo 63:6-8 dice: “En mi lecho me acuerdo de ti; pienso en ti toda la noche. A la sombra de tus alas cantaré, porque tú eres mi ayuda. Mi alma se aferra a ti; tu mano derecha me sostiene”. Minuto a minuto, a través de toda circunstancia de la vida, confiamos en Dios para que nos sostenga con su diestra de fuerza y amor. Medite en las Escrituras.

Dios está haciendo algo nuevo y diferente. Como David, debemos depositar nuestra verdad y fe en la misericordia de Dios en la tierra de los vivientes. Isaías 43:18-19 dice: “Olviden las cosas de antaño; ya no vivan en el pasado. ¡Voy a hacer algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en el desierto y ríos en lugares desolados”. Debemos buscar las oportunidades para ser hospitalarios, satisfaciendo las necesidades de los demás con la simpleza de las cosas.

“Conmigo, todas las cosas son posibles. ¡Cree solamente!”

Palabra profética del Señor: “Sintoniza tu corazón con el oído de la exhortación de mi Palabra. Es tiempo de reunirse, unificarse y levantarse. Es tiempo de remover el barbecho y cavar dentro de la Palabra para buscar agua fresca para este tiempo. Vuelve a cavar los pozos de las unciones pasadas que se perdieron. Luego cava nuevos pozos que te fortalecerán en gran manera. Ciertamente, la unción traerá la gloria y la presencia de mi Reino sobre tu vida”.

“Cava, bebe profundamente y canta a los pozos en tu vida para que broten y fluyan desde tu ombligo como agua viva. Cava y no te detengas de hacerlo hasta que se satisfaga tu sed. El río de vida fluye por todo mi Reino. Recuerda, mi Reino está dentro de ti. Los misterios, el poder y los secretos de mis promesas divinas están en el agua viviente de mi Palabra. Plántate cerca del río de agua viva y bebe profundamente de mis aguas salutíferas para que se remueva la esterilidad”.

“Peregrinaste al calor del desierto por el valle de sombra de muerte. Pero en el 2010 llegas al oasis de agua viva donde fluye con claridad desde la profundidad de los depósitos de mi Reino. Por tanto, cava y bebe mi vida eterna y mi fortaleza. Mientras bebes hasta saciarte, las tinieblas se irán; mi poder glorioso y la presencia sanadora de mi Reino, se manifestarán a través de tu vida. Usa la pala de tu fe para cavar pozos de sabiduría en los patrones de los patriarcas de la antigüedad como Abraham, Isaac y Jacob”.

“Rechaza la voz de desaliento del enemigo, quien tratará de impedir que cumplas tu destino. Estás llamado a demostrar la luz del Reino de Dios en esta hora. Vives en la generación donde las tinieblas tratan de atarte, pero la gracia y la verdad de Dios abundarán mucho más. Te llené de poder para que hagas lo imposible, porque conmigo todas las cosas son posibles. ¡Sólo cree!”.

“Para los hombres es imposible, aclaró Jesús, mirándolos fijamente, mas para Dios todo es posible” (Mateo 19:26)

Que Dios sople en usted,

Barbie L. Breathitt

miércoles, 2 de diciembre de 2009

“Una visión de apertura con Cristo”

 

Por Paige Norfleet

clip_image002Recientemente, el Señor vino hacia mí con una visión:

“Mientras estábamos cara a cara, mis manos estaban en alto con las palmas abiertas hacia Él. Puso sus manos sobre las mías y se intercambiaron como si fuéramos a danzar. Nuestros pechos se apretaron y entraron en contacto de tal manera que nos atravesábamos y podíamos ver a través de ellos como si fueran traslúcidos. El lugar donde debían estar los dos corazones, ahora eran uno y mi corazón comenzó a latir junto con el del Señor. Pude oír y sentir que el bombeo de la sangre a través de todo mi cuerpo no era sólo mía, sino del Señor Jesús. Mi respiración era lenta y profunda, hasta que me di cuenta que respirábamos como uno”.

“Luego comenzamos a danzar. Ambos comenzamos a movernos como una sola persona, mientras danzábamos graciosamente en una danza gentil y pura. Mis movimientos ya no eran propios ni desgarbados, no tuve que trabajar para moverme al unísono con Él. Era una con Él; no sólo en espíritu, sino en cuerpo y simplemente nos movíamos como un sólo cuerpo”.

“Hubo un contentamiento que no conocía y las lágrimas comenzaron a caer mientras me rodeaba el amor por mi Salvador y su amor por mí. Mientras mis lágrimas comenzaron a caer, me pidió gentilmente que mirar a hacia sus ojos. Cuando lo hice, pude ver los ojos más hermosos, cristalinos y azules que estaban llenos de profundidad, revelación y amor”.

“En ese momento supe que Él me aceptaba por completo. No me sentía avergonzada por el gran amor compasivo que sentía. El amor que se irradiaba de su ser era tan poderoso que todos los pensamientos de vergüenza o complejos de inferioridad, eran arrastrados por este fluir. Literalmente no pude sentir nada más allá que su amor por mí. Supe que quería que estuviera allí entrelazado con Él sin ver ningún error en mi vida. Verdaderamente era uno conmigo porque disfrutaba tanto de esa unidad como yo”.

Le dije al Señor que quería quedarme en ese lugar con Él para siempre y le rogué que no me dejara ir. Me respondió con estas palabras que no eran sólo para mí, sino para todo el Cuerpo que Él ama:

“Este es el lugar donde siempre me encuentro, aquí como uno contigo. Nuestros corazones siempre laten como uno y nuestras manos están siempre entrelazadas, pero hoy están quietos y concentrados en Mí. Te permití ver lo que siempre está presente en tu vida. Nada cambia sino lo que ves, mi pequeña. Siempre estoy contigo de esta manera, danzando contigo. Hay momentos cuando tú me permites guiarte en la danza y danzamos como uno, pero también hay momentos cuando no sientes mi presencia contigo porque no estás completamente rendida ante Mí”.

Luego le pregunté al Señor si debía compartir esta experiencia con otros, porque este momento fue tan precioso para mí que no podía albergar la idea que alguien pudiera tomarlo a la ligera o rechazarlo. El Señor me confortó hablándome estas palabras: “La verdad no cambia simplemente porque existen aquellos que eligen no recibirla. La reciban o no, no cambia este momento o su valor para todos aquellos que la reciban y me permitan ser uno con ellos también”.

Somos uno en Cristo y aceptados por Él

Saber que somos uno con Cristo y totalmente amados y aceptados por Él, es una de las mayores revelaciones que como hijos de Dios podemos tener. Todo lo que hacemos toma un nuevo propósito cuando nos damos cuenta que no hay un momento de nuestro día donde Él está ausente y que nunca enfrentamos un desafía solos. Dios me reveló una verdad asombrosa cuando ministraba e imponía manos sobre las personas para orar.

Repentinamente, tuve una visión de una mano con una cicatriz que se colocaba sobre la mía. Mi fe se remontaba mientras me daba cuenta que no era mi mano, sino la del Cristo que se presentaba para sanarlos. Cualquier duda acerca de estar lo suficientemente capacitada o ungida, se diluyó cuando me di cuenta de la realidad de su presencia conmigo en ese momento.

Me encantaría ser capaz de decir que siempre supe cuando caminaba con Jesús. Tristemente, a menudo necesito recordar que todos los días me lava con su sangre y sus misericordias son nuevas para mí. Hay momentos cuando permito que el enemigo me acuse en mi propio corazón, diciéndome que hay alguna imperfección dentro de mí que me descalifica de alguna manera para no ser completamente aceptada por Dios.

La verdad que contradice esta mentira se encuentra en Romanos 8:1-2: “Por lo tanto, ya no hay ninguna condenación para los que están unidos a Cristo Jesús, pues por medio de él la ley del Espíritu de vida me ha liberado de la ley del pecado y de la muerte”.

Como mi ser anterior murió en la cruz con Cristo, soy aceptada sin importar lo que diga el enemigo. Mientras aprendía a rendir mi vida más y más ante Él, podía guiarme y dirigirme, mostrándome una senda que nunca había imaginado.

La danza del Señor

Esta es la danza del Señor, donde nuestros corazones laten como uno con el suyo y comenzamos a movernos mientras Él se mueve. La respiración que respiramos y las palabras que hablamos no sólo nos recuerdan las palabras del Padre, se transforman en su voz porque estamos llenos del mismo Espíritu que levantó a Cristo de la muerte.

Romanos 8:10-11 dice: “Pero si Cristo está en ustedes, el cuerpo está muerto a causa del pecado, pero el Espíritu que está en ustedes es vida a causa de la justicia. Y si el Espíritu de aquel que levantó a Jesús de entre los muertos vive en ustedes, el mismo que levantó a Cristo de entre los muertos también dará vida a sus cuerpos mortales por medio de su Espíritu que vive en ustedes”.

Dios anhela tener ese dulce lugar de intimidad con cada uno de nosotros para que pueda fluir en nuestra vida con amor y nuestras vidas testificarán de Él. Juan 17:20-21 dice: “No ruego sólo por éstos. Ruego también por los que han de creer en mí por el mensaje de ellos, para que todos sean uno. Padre, así como tú estás en mí y yo en ti, permite que ellos también estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me has enviado”.

Nuestras vidas deben ser testimonios vivientes de Él. No podemos predicar de su amor sin experimentarlo primero en nosotros mismos. Cada vez que permito que mi Padre me rodee, salgo transformada. En esos momentos de intimidad con Él, soy llena con una descarga de su amor y experimento un sentido abrumador de amor y compasión por otros. Me mueve a ir hacia Él una y otra vez. Comencé a darme cuenta cada vez más que Él caminaba conmigo y tenía un propósito para cada uno de mis días. Dios desea para cada uno de nosotros que valoremos cada momento y aprovechemos cada oportunidad para soltar su amor hacia aquellos que entran en contacto con nosotros.

Oración:

“Señor, te pido que nos lleves hacia el lugar de la revelación donde somos uno contigo. Permítenos experimentar la realidad de tu amor y limpieza sobre cada uno de nosotros para poder conocer que siempre estás presente y listo para tocar a quienes nos rodean. Te agradezco por aceptarme. Ven y comparte tu corazón conmigo para que pueda conocer tu voluntad en cada situación. En el Nombre de Jesús, Amén”.

Paige Norfleet

martes, 1 de diciembre de 2009

“El gigante se despierta de un largo sueño”

 

Por Theresa Phillips

clip_image002Él está sacudiendo al gigante aletargado

¡No puedo ayudar en eso, estoy encendida con mucho gozo y una gran expectativa! Pude ver y oír que muchos tienen una gran expectativa por algo. ¡La gente está buscando algo desde el Cielo! ¡Estuve buscando algo para mí misma, hasta que estuvo delante de mí! ¡La Escritura llamó mi atención como si fuera un golpe, justo en la página que tenía delante de mí! Esto saltaba dentro de mí, despertándome y trayendo una nueva revelación:

“Pero todo lo que la luz pone al descubierto se hace visible, porque la luz es lo que hace que todo sea visible…” (Efesios 5:13-14a).

Cuando se estableció la revelación, quedé bajo su completo control.

“…Despiértate, tú que duermes, levántate de entre los muertos y te alumbrará Cristo” (Efesios 5:14b).

¡Él está llamando a un gran despertar! Este nuevo despertar será una revelación fresca. Será su Iglesia gloriosa. Sí, ¡será! Este gigante se levantará con sanidad en sus alas. Sí, la sanidad es el pan de los hijos: surgirá una Iglesia sana; sanidad de la apatía, sanidad del temor y mucho más.

El Señor dice: “La Iglesia es mucho más grande de lo que te imaginas. Europa se despertará, Sudamérica se despertará y América ya se está desperezando, porque el gigante dormido se está sacudiendo las sábanas que lo mantenían escondido. Ahora elevarán sus ojos hacia el único lugar desde donde puede venir la ayuda: Yo en los Cielos, lo estoy haciendo”, dice el Señor.

“Así que tengan cuidado de su manera de vivir. No vivan como necios sino como sabios…” (Efesios 5:13-15).

Los ojos de la Iglesia se están abriendo. El sueño se está alejando, porque nos está cautivando el brillo de la persona de Cristo, llena del poder del Espíritu Santo. Aún muchos que desconocen la gloria que estamos oyendo, tendrán hambre por ella y despertarán.

“Muchos están oyendo sobre las señales, maravillas, milagros y sanidades y las están deseando”, dice el Señor.

Él lo dijo y no demorará, está sacudiendo al gigante dormido. Sus señales y maravillas están explotando por toda la tierra.

“Porque así como las aguas cubren los mares, así también se llenará la tierra del conocimiento de la gloria del Señor” (Habacuc 2:14).

Luego pude ver en el Espíritu una gran nube remolineando ante mis ojos

“¡Preñada! La nube está preñada con agua del Espíritu Santo a punto de derramar más de Mí”, dice el Señor. “La opresión cesará. Las falsas enseñanzas serán corregidas y se restaurará el honor en la Casa del Señor. ¡Vendré y reedificaré mi Casa! Aún ahora muchos están recibiendo visiones y están actuando sobre ellas”.

Mientras continuaba recibiendo esta visión vigorosa, pude ver olas de almohadas ascendiendo justo delante de mis ojos. La gloria, esa presencia tangible de la realidad celestial, estaba delante de mí, tejiéndose por toda la atmósfera de una manera gloriosa y sobrecogedora. Pero lo tremendo es que la gloria es el poder de la Iglesia: “Las cosas que se sueltan en los Cielos, se atraparán en la tierra”.

Apocalipsis 7:12 dice: “¡Amén! La alabanza, la gloria, la sabiduría, la acción de gracias, la honra, el poder y la fortaleza son de nuestro Dios por los siglos de los siglos. ¡Amén!”. Él está compartiendo su poder con la Iglesia, la Iglesia del último tiempo, entregándole sabiduría, gratitud y fuerzas para hacer las cosas para Él.

Estamos comenzando a movernos dentro de la nube

Pude ver un cuerpo atrapado en la nube que se comenzaba a mover. El cuerpo estaba vestido con jeans oscuros y una camisa blanca, pies descalzos y tenía el cabello largo, no era hombre o mujer. En eso comenzó a moverse. Estaba recostado sobre su derecha y sepultado bajo la nube (el lado derecho significa la intercesión personal, vea Ezequiel 4:6).

El ser se estaba moviendo y gruñendo, comenzando a estirar sus brazos hacia el cielo azul para tocarlo con la punta de sus dedos y atrapando la eternidad. La Iglesia estaba en la nube; su Iglesia estaba en la nube y moviéndose con ella.

Dios está despertando al Cuerpo de Cristo. Está sacudiendo al Cuerpo. Está derramando su pasión por tener intimidad en la alabanza y adoración para ascender hacia su trono. La Iglesia, donde alguna vez se consideró como un lugar de cuatro paredes, tres canciones y donde se daba ofrenda para recibir una homilía, está cambiando. Está saliendo de las cuatro paredes y comenzando a brillar con una revelación interior sobre aquellos que la rodean.

La Iglesia comenzará a prestar y dejará de pedir prestado, sin pensar en sí misma y se catapultará hacia el mismo frente de preferir a otros en lugar de ella misma… Sí, la Iglesia se está despertando del sueño.

Dice el Señor, “Quítate esas vestiduras y vive. Vive y observa cómo te cubro con mi gran presencia”.

Moviéndonos como uno para el siguiente mover de Dios

La nube comenzó a moverse y el ser comenzó a crecer de una manera interesante. Luego supe lo que estaba ocurriendo delante de mí. Estaba aterrada y asombrada. ¡Terror y asombro! No era un gigante como Goliat o un enemigo del Señor, tampoco era un arma en contra de los creyentes. Eran los creyentes que anhelan ser uno, ¡moviéndose juntos para el siguiente mover de Dios!

Lloré ante esta visión. Era simple, pero la atmósfera era majestuosa y cargada de anticipación. Los jeans eran un recordatorio del vestido de los granjeros y sin importar cómo se los ponga, siguen siendo ropas de granjeros. Pero son durables porque son ropas de trabajo. Dios está llamando a la Iglesia a volver a trabajar. ¡El trabajo en los campos de Salvación equivale al evangelismo que viene!

La camisa blanca es una vestidura blanca sobre nuestro corazón. Un corazón blanco lleno de gozo es el cabello blanco que crecía en el ser. La Biblia dice que el cabello de una mujer es su gloria (la mujer es un símbolo de la Iglesia). Dios está derramando su gloria en la Iglesia. El Señor dice: “Pies descalzos, pasos limpios. Tendrán pasos limpios”. ¡Gloria a Dios!

¡Sí, los dormilones se están despertando y quiero mi parte!

Theresa Phillips