miércoles, 19 de enero de 2011

“Los planes de Jesús son un millón de veces mejores de lo que esperamos”

Por Bob Hartley

clip_image002Jesús comenzó a definir algunos de sus planes fascinantes, alentadores y más allá de lo que puedo imaginar. Son un millón de veces mejores de lo que consideré alguna vez. 1 Corintios 2:9 dice: “Sin embargo, como está escrito: Ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente humana ha concebido lo que Dios ha preparado para quienes lo aman”. Jesús dijo: “Ahora compartamos lo que vamos a hacer en el 2011”.

Primero me mostró a muchos en la Sinfonía de Esperanza que Él estaba acomodando. Me maravillé por su sabiduría. Aunque cada miembro de la familia de Dios tenía roles, oportunidades, temperamentos y sensibilidades específicas, manifestaban una adoración y un amor único por Dios como una tripulación de esperanza, llenos de una esperanza radiante en esta reforma de esperanza.

Pude ver una gloria sin igual en la gente, como nunca antes pude imaginar. Jesús se volvió hacia mí y me dijo: “Hijos, esta tripulación ungida es mucho más de lo que piensan. Son mucho más que suficientes en Mí para manejar y edificar casas radiantes de esperanza como en Hebreos 3:13, en medio de las olas que vienen”.

“Más bien, mientras dure ese hoy, anímense unos a otros cada día, para que ninguno de ustedes se endurezca por el engaño del pecado” (Hebreos 3:13).

Jesús me dijo con ternura: Recuerda mientras te muestro mis planes para el 2011 que no compartiré todas las respuestas. Crearé algunas ambigüedades a propósito que te guiarán hacia el verdadero diálogo, una relación profunda y las preguntas correctas de tu corazón en este tiempo. Te daré a ti y a otros grandes visiones sobre mi Plan que no se abrieron hasta ahora”. Me miró profundo a los ojos con el amor y la esperanza más grande que no puedo explicar. Me dijo: “La realidad más importante para Mí es que sé que no negociarás Mis secretos por otra persona u otra razón. Eso absorbería la sustancia de Mis secretos”.

Se detuvo por un momento y luego continuó con eso en mente. “Ahora permíteme darte un vistazo del 2011 a través de mi amor, esperanza y confianza en Mí para que puedas ver los desafíos actuales de las naciones a la luz de mi corazón vencedor lleno de esperanza y confianza. Luego podrás compartirlas con otros desde la postura de gozo en mi voluntad para ser esforzado y alentado mientras retiro el velo. Entonces podrás estar de acuerdo y orar por estas realidades”.

La gran Sinfonía de Esperanza

Desde el balcón del Cielo me recline con Jesús y pude ver a la distancia una gran multitud de gente que no parecía esforzarse pero conocía su herencia. Era un ejército vasto de amor y esperanza que creía en la promesa de Génesis 3:15, donde la simiente de Eva gobernaría sobre la tierra. Era la gran Sinfonía de Esperanza. Este es el plan de Dios para unir el Cielo y la tierra a través de su pueblo, como la escalera de Jacob en Génesis 28:12.

Todos en la familia de Dios estaban incluidos y pude ver que avanzaban juntos en ese viaje de esperanza. Sus corazones se establecieron en un lugar de un gozo y esperanza inexplicables mientras permanecían juntos, aún cuando las realidades del gobierno no los acompañaban. Jesús comenzó a resaltar grupos en particular en medio de la multitud, compartiendo tal amor y esperanza que mi corazón comenzó a arder con afecto por su pueblo.

A los que apagaron su fuego por la desesperación: Dijo: “Miren a estos”, señalando varios grupos en la multitud. “Son los únicos que conocen cómo apagar el fuego de la desesperación porque están llenos del gozo y la esperanza creativa para vencer. Comprenden las realidades de Juan/Natanael de ser unos con Jesús”.

Algo viejo, algo nuevo, algo prestado, algo azul: Luego señaló otro grupo que debía traer algo viejo, algo nuevo, algo prestado y algo azul. Explicó que algo viejo era un entendimiento pasado del corazón de Dios. Algo nuevo era una comprensión del corazón de Dios para hoy. Algo prestado eran los mantos antiguos de unción y poder de otros (incluyendo Jesús). Algo azul era la revelación del corazón de Dios para el futuro. Ayudarán a emboscar a muchas ciudades y naciones con la esperanza de Dios para ayudar a muchos a ver los cielos abiertos y a los ángeles descendiendo para habitar en la tierra, así como al Hijo del Hombre.

Millonarios de la calle: Luego, atrajo mi atención hacia un grupo de millonarios de la calle que eran los que percibían poco valor en sus experiencias de vida y pensaban que no valían mucho, pero Él tenía otra opinión: “Tienen todo lo que necesitan para ofrecerles esperanzas a los desesperanzados en el 2011desde sus propias experiencias… ¡Pasarán de lo oculto hacia la fama! Las cosas que pasaron crearán millones y millones de regalos y paquetes de esperanza para los que sufren por situaciones similares. Ayudarán a otros a llegar al lugar llamado ‘hogar’ donde se manifestará la esperanza de sus llamados en Dios”. Dijo que sus vidas eran los puntos de contacto con esos desafíos entre Dios y los corazones de muchos. Nos ayudarán a ver al Señor llenando la tierra con su gloria.

Directores de la orquesta de esperanza: En la puerta de entrada, Jesús me mostró muchos otros grupos de los que compartiré en el futuro, muchos de ellos actuarán como directores de la orquesta de esperanza, ubicando sus instrumentos en la Sinfonía de la esperanza. Eran más que suficientes para manejar las cinco grandes olas que vienen sobre las naciones en el 2011.

Cinco grandes olas sobre las naciones (no siguen un orden en particular)

Luego, Jesús habló como el Rey de las naciones. Dijo: “Allí le devolveré sus viñedos y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto” (Oseas 2:15).

Mientras hablaba, mis ojos se fijaban en los suyos y no había un gramo de temor o desesperación en sus ojos. Su rostro brillaba con una esperanza radiante en sus planes para la familia de Dios y las naciones. Era más que convincente: era una confianza sin pretensiones. Observé como las olas comenzaron a levantarse ante mí y Jesús sostuvo mi mano con fuerza y seguridad, mientras me explicaba cada una, así como la solución en Él que había preparado para su pueblo.

Primera gran ola: Desafíos económicos para muchas naciones y familias

Observaba cómo la primera gran ola de desafío económico venía contra las naciones y las familias en el 2011. Jesús dijo: “El dolor financiero es cruel… déjame poner este desafío en perspectiva”. Estaba lleno de esperanza mientras me mostraba esta ola dentro de los patrones bíblicos de piedad en el pasado. Era como en los días de José, donde el hombre de Dios se preparó de antemano para salvar a las naciones del hambre. Me mostró otros tiempos en el pasado donde ató al hombre fuerte y abrió los cielos. Luego me mostró qué ocurriría si la ola no se manejaba correctamente.

Mientras observaba las olas, sentí una gran ansiedad en mi corazón y Jesús tomó mi mano con mayor firmeza. Luego abrió mis ojos para ver a los ángeles que estaban allí para ayudar. Me dijo: “Les dije a mis discípulos que la vida es más que comida y el cuerpo más que el vestido (Lucas 12:23) porque sé lo susceptible que es la gente por entregarse a los sistemas y las realidades equivocadas cuando tienen hambre. Comprende esto y ahora tengo las realidades y esperanzas correctas para que puedas elegirlas. Así serás una parte proactiva de los reformadores de esperanza y los benevolentes en los días por venir”.

Pude ver algunos de estos desafíos que se levantaron y sentí mucha paz mientras observaba su genio creativo y las soluciones económicas que me mostró mientras trabajaba a través de personas diferentes que guiaban a otros hacia Dios y la verdadera esperanza bíblica para dejar de ser víctimas dependientes de la mano del hombre. ¡Era una oportunidad maravillosa para verlo como Proveedor en este gran desafío que enfrentábamos!

Segunda gran ola: Falsa unidad

Luego, mientras nos sentábamos juntos en la entrada, Jesús señaló otra ola en el horizonte. Observé mientras la segunda gran ola de falsa unidad venía contra las naciones. Jesús me mostró quienes se unirían por medio de alianzas equivocadas y no por el amor de Dios por la gente. En lugar de ello, se reunieron alrededor de las personas sobrevivientes en su desesperación con el propósito de hacer alianzas falsas. Pude ver que esta falsa unidad por las naciones era alimentada por muchos que morían en soledad y necesidad. Muchos de los que estaban en necesidad necesitaban responder a alguien que les tendiera una mano para mostrarles un poco de compasión, aunque la fuente de la ayuda no venía de Dios sino del deseo egoísta de los hombres. Había compasión al principio, pero muy poca hacia el final.

Jesús me explicó que esta falsa unidad era como Nimrod y Babilonia, en Génesis 11, donde la gente eran ladrillos en lugar de rocas vivas porque se conformaron para sobrevivir dependiendo unos de otros. Era como Ezequías en Isaías 36-38 cuando estableció una unidad falsa y alianzas con las naciones paganas que le prometieron cuidar de él, ocurriendo lo contrario. Me mostró que Ezequías se alineó equivocadamente con Egipto para buscar ayuda (y me mostró las naciones actuales) porque se sintió solo y no supo cómo cuidar de su gente. Dependía de una falsa unidad porque aparecía como una solución rápida (y me mostró cómo hoy ocurre lo mismo con muchos líderes). Jesús también me mostró cómo el rey Saúl sucumbió por ceder a las presiones del pueblo.

Observando a las naciones desde el balcón del Cielo, pude ver que había sociedades que se unían bajo estandartes equivocados para sobrevivir, ayudarse, comprenderse y relacionarse que creaban falsas unidades. Obviamente se unificarán bajo los valores y dioses equivocados que les provocarán un gran daño.

Jesús continuó diciendo: “Provoqué una división en ti para aprobar lo correcto y señalaré cuál es la verdadera unidad que traerá la unión que te transformará en una fuerza seria e indetenible. Viene de mi pueblo amado que manifestará un plan superior en Dios”. Luego pude ver naciones que se alineaban alrededor de ellos.

Tercera gran ola: “Estados niñeras”

Luego, mientras estábamos en la entrada con Jesús, pude ver una tercera gran ola que se levantaba en contra de las naciones. Él la llamó “Estados niñeras” (una dependencia errada de la mano del hombre) y me mostró cómo esta tercera ola es donde muchos se actúan como niños (como en Jueces 8), buscando a alguien que cuide de ellos. Pude ver cómo se desarrollaba la escena ante mí, mientras estos niños primero buscaban a los buenos líderes que les decían: “Estamos demasiado ocupados”. Luego los niños buscaban a los arbustos y las zarzas, que representan a los líderes perversos. Mi corazón se hundía mientras los observaba aceptando cuidar a los niños, pero con un corazón perverso. Pude ver círculos de tráfico humano, organizaciones criminales y otros abusos manifestarse desde esta realidad.

“¿Quién es tu Papá?”

Sentí el fuego y la pasión de Jesús mientras me mostraba las injusticias hacia los niños (estos no eran sólo niños de edad, representaban a todas las personas, desde gerentes hasta amas de casa) y todos preguntaban: “¿Quién es tu Papá? ¿Quién cuidará de nosotros?”. Él quería responder que es nuestro papá, en lugar de irnos hacia los “estados niñera” que nos llevarán hacia una dependencia equivocada del gobierno.

La escena se disipaba ante mí hasta que sólo quedaba el Señor a mi lado. Me dijo: “Acércate a Mí y mira dentro de Mi ser… ¿soy suficiente?”. Lloré mientras sentí las áreas donde no confiaba lo suficiente en Él. Pero luego me sonrió y expandió mi mente, quebrando cada paradigma sobre quién y de qué dependía. Esto me permitía saber cómo depender de Él y de sus soluciones.

Me quedé mudo por largo tiempo… y si me conoce, sabe que no soy así. Estaba asombrado por su capacidad y compasión en este encuentro. Pude ver al Señor manifestando al ejército de esperanza que estaría lleno de placer por resolver estas injusticias con conclusiones amorosas y llenas de esperanza. Pude verlos levantarse desde el principio y decirles a los niños de las naciones: “Tienes un Padre en el cielo que te ayudará a edificarte en esperanza y te dará las verdaderas herramientas de esperanza y verdad que te equiparán para todo lo que necesitas en el futuro”.

Su disciplina amorosa y placentera

Jesús compartió conmigo que hay gente en la familia de Dios para los que tiene una amorosa y placentera disciplina, porque tienen una tendencia equivocada a ser cuidados como víctimas. Esta disciplina los liberará y los capacitará para ser capaces de alimentarse y edificarse en el conocimiento de la verdad y la esperanza de Dios, sin crecer como desvalidos. Serán equipados para apropiarse ahora y en cada etapa de sus vidas de lo que Dios es.

“No tienen concepto de mi grandeza en ellos o quiénes son en Mí… Las pequeñas disciplinas abrirán las puertas correctas para que me puedan ver apropiadamente, accediendo con adoración y acciones de gracias para buscar mi corazón… esto los guiará hacia Mis decretos que traerán transformaciones profundas”.

Luego Jesús enfatizó que yo y nuestro equipo “Aguas profundas” (junto a otros que me mostró) tenemos la responsabilidad y el privilegio de ser patriarcas y matriarcas de esperanza que no sólo librarían a los niños, los ayudarán a edificarse y desarrollarse en esperanza y vida abundante en Él. Esto será un millón de veces más hermoso de lo que podríamos imaginar.

Me gritó: “Ahora, ahora, ahora es el tiempo para ser lleno con milagros de esperanza”. Nos estaba haciendo una invitación para ser líderes de esperanza para ayudar a los niños a sonreírle a su futuro. Dijo: “No será miles de veces más de lo que piensas… ¡sino millones de veces más de lo que crees! Piensa en Felipe, una vida dinámica, trasladado en un abrir y cerrar de ojos. ¡Perdiste lo hermoso de los milagros de esperanza que ocurrieron! Yo soy el Dios maravilloso que diseñó un futuro que nunca entró en la mente del hombre… ¡y te invito a participar de ello!”.

Cuarta gran ola: Falsos héroes con falsas esperanzas

En confianza y en un descanso precioso, Jesús me mostró la cuarta gran ola que vendría contra las naciones. Era una ola de falsas esperanzas que vendría por medio de falsos héroes. Dijo que estos falsos héroes tratarán de recordarnos nuestras preocupaciones, abatimiento y errores, tratando de mantenerlas ante nosotros. Para esto están diseñadas y luego las establecerá como una respuesta. Cuando tenemos una comezón en el espíritu, nos ofrecerán rascarnos en el alma significando que sus respuestas serían las de 1 Juan 2:16: los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida como un camino para tratar con las presiones, desafíos y emociones alteradas que se levantarán desde estas olas.

Mientras Jesús observaba a estos falsos héroes y sus respuestas bellas e inferiores, se rió: “¡Debes estar bromeando! No hay relación con mis caminos maravillosos y elevados, llenos de imparticiones para la mente y el corazón que liberarán a la gente de la miseria”. Observé mientras estas falsas esperanzas comenzaban a transformar a la gente en esclavos, haciéndolos dependientes de los sistemas de subsidios y las compasiones equivocadas que roban su identidad única.

Desde el balcón del cielo con Jesús, pude ver las naciones por donde pasaba el Tren de gloria del Espíritu Santo y me mostró que las naciones en estos años harán una elección entre las falsas esperanzas y las verdaderas esperanzas bíblicas. Pude ver que la mayoría en las naciones podían descansar en las falsas esperanzas de las riquezas en aumento desde las fuentes incorrectas, creciendo en una dependencia errada del sistema que los cuida.

Observé mientras muchos vivían dependiendo de los entretenimientos para evitar la realidad y no se aferraban de Dios. Jesús dijo: “Mira hacia allá”, señalando hacia algunos de los líderes de falsas esperanzas del pasado que estaban cubiertos por pensamientos oscuros. Pude ver que muchos de ellos tenían grandes intenciones y trataban de hacer lo bueno, deseando ayudar genuinamente a la gente. Pero trataban de ayudarlo desde una mentalidad humanista en sus propias fuerzas, en lugar de depender de Dios. Todos tenían la misma meta, cuidar de la gente, pero el asunto real era de quién dependían como la fuente de provisión para su cuidado.

Quinta gran ola: Comprensión incompleta del Reino de Dios

Luego Jesús me mostró que la quinta gran ola era clave y fue malentendida por el Cuerpo de Cristo. Era una comprensión incompleta de la manifestación del Reino de Dios. “El verdadero entendimiento del Reino de Dios es esperar en Él, experimentando su sonrisa y plenitud de vida hoy”.

Me mostró cómo el Cuerpo de Cristo fue educado de la manera incorrecta y cómo viene una gran determinación y disciplina para cambiar en nuestra educación sobre quién es Él, quienes somos y nuestros futuros en Él. Esto nos permitirá comprender nuestros roles como creados a su imagen amorosa y nuestra asombrosa autoridad en Él para manifestar el destino divino que traerá una reforma de esperanza.

Jesús era apasionado acerca de esto y dijo: “Manifestaré de una manera exponencial el aprendizaje del Reino de Dios en el 2011”. Me mostró que existe una visión limitada de Él y de su Reino. Me mostró nueve peculiaridades que eran nuevas para nuestro entendimiento sobre las razones por las cuales se salieron de la Biblia. Tiene una invitación enorme, positiva y gloriosa para cada uno de nosotros. Dijo: “No perderás tu cerebro o tu corazón, pero debes abrirte para oírme en esta invitación a la lección más fundamental, sobre cómo puedes vivir conmigo en este tiempo de fe, esperanza y abundancia con amor por ti mismo y por los demás”.

Gritó: “Quiero abrir el Reino en un nivel completamente nuevo que suplirá las necesidades de los días que vendrán con milagros y caminos de esperanza para vivir por medio de los patriarcas y matriarcas, gente de esperanza. ¡Será hermosísimo!”.

En este punto, Jesús se excitó mucho mientras me entregaba sus revelaciones para el 2011, porque tiene un plan mucho más grande y una solución para vencer con esperanza cada desafío que pudiera venir sobre su pueblo. Permanecí junto a Él mientras compartía en confianza conmigo las respuestas llenas de esperanzas.

Bob Hartley

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