lunes, 16 de mayo de 2011

“¡Destape al Espíritu de Dios! La comunión que suelta los siete espíritus de Dios”

Por Keith Miller

clip_image002“Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios” (Apocalipsis 4:5).

“El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor” (Isaías 11:2).

Un hambre santa

Este mensaje es más como una oración al Señor para que suelte el fluir de su Espíritu en cada persona que ponga sus ojos sobre este artículo. Creo que el Señor apurará y agitará un hambre santa por Él en cada lector que provocará un encuentro divino que cambiará sus vidas. Estaré enseñando sobre los siete espíritus de Dios y mi deseo es ver cada uno de estos espíritus activados y fluyendo en la vida de cada creyente a través de una comunión cada vez más profunda con el Espíritu Santo. 2 Pedro 1:3-4 dice: “Su divino poder, al darnos el conocimiento de aquel que nos llamó por su propia gloria y potencia… lleguen a tener parte en la naturaleza divina”.

El Señor desea que entremos en un nivel profundo de búsqueda de su corazón. Es una agitación del Espíritu Santo profunda que literalmente despierta a nuestro hombre interior para estar seguro que hay algo más que quiere compartir con nosotros. Esto se llama hambre santa. Sólo la comunión con Él llenará esa necesidad interior. Esto es provocado por el Espíritu Santo como se describe en Jeremías 33:3: “Clama a mí y te responderé, y te daré a conocer cosas grandes y ocultas que tú no sabes”.

Cuando comenzamos a clamar desde nuestro interior para que el Espíritu del Dios viviente impacte nuestro espíritu, experimentamos la comunión con el Espíritu Santo que se establece en una comunión intensa con Él. El Espíritu Santo busca el consejo profundo de Dios para revelárnoslo.

1 Corintios 2:10 dice: “Ahora bien, Dios nos ha revelado esto por medio de su Espíritu, pues el Espíritu lo examina todo, hasta las profundidades de Dios”.

Deuteronomio 29:29 declara: “Lo secreto le pertenece al Señor nuestro Dios, pero lo revelado nos pertenece a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que obedezcamos todas las palabras de esta ley”.

Mientras el Espíritu Santo inicia este anhelo, comenzamos a decirle “sí” al Señor, en acuerdo con esta agitación. Comenzamos a llamarlo. Mientras hacemos esto, Él nos responde mostrándonos cosas grandes y poderosas que no conocemos. La palabra “poderosas” aquí en hebreo significa inaccesibles. Quiere soltar sobre nosotros algo que una vez fue inaccesible y hasta ahora desconocemos. Quiere revelarse como el Revelador del consejo profundo de Dios. Es un privilegio precioso conocer los misterios y los secretos del Reino. Pero cuando el Revelador nos lo revela, ahora son para nosotros y para los hijos de nuestros hijos.

Una gran invitación

En Apocalipsis 3:20 vemos una gran invitación del Señor para la Iglesia: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo”. En este verso, Jesús dice: “Si me oyes golpear y me abres tu corazón, vendré y cenaré contigo”. Esto se refiere a una visitación o comunión intensa.

Mientras le dice “sí” al Señor, ocurre algo maravilloso y glorioso. Unos versos más adelante en Apocalipsis 4:1, vemos una invitación a atravesar la puerta que abrió el Señor: “Ante estas cosas que veía, había una puerta abierta en el Cielo. La primera voz que oí fue como una trompeta que me hablaba diciendo, ‘ven aquí y te mostraré las cosas que van a ocurrir’”. Es la Puerta para “llegar a la realidad celestial” y encontrarnos con Él. Cada encuentro profético que tuve en este nivel produjo un tiempo de cambio en mi vida. Fue un encuentro con el Señor.

Durante uno de estos tiempos increíbles de agitación en mi propia vida tuve un encuentro profético con el Señor donde Él me reveló una gran profundidad de Apocalipsis 4:5: “Del trono salían relámpagos, estruendos y truenos. Delante del trono ardían siete antorchas de fuego, que son los siete espíritus de Dios”. Este encuentro profético profundo desató una serie de eventos que literalmente me llevaron a profundizar mi comunión con el Señor y resultó en la revelación que comparto sobre los “siete espíritus de Dios”. Mi oración es que al leer este artículo sobre los tres primeros espíritus de Dios, el Espíritu Santo soplará sobre el mensaje y usted también será agitado para acceder a un nivel más profundo de comunión que desatará el fluir de la plenitud de su espíritu “en” y “a través” de nuestra vida.

Señor, que así sea conforme a lo que pusiste a disposición de cada creyente en la Cruz.

El que tiene los siete espíritus de Dios

Apocalipsis 3:1 describe a Jesús como: “… el que tiene los siete espíritus de Dios y las siete estrellas”. ¡Aquí vemos con claridad que Jesús tiene los siete espíritus de Dios! En Juan 3:34 vemos que Jesús tiene la unción sin medida: “El enviado de Dios comunica el mensaje divino, pues Dios mismo le da su Espíritu sin restricción”.

Podemos encontrar los siete espíritus de Dios en Isaías 11:2: “El Espíritu del Señor reposará sobre él: espíritu de sabiduría y de entendimiento, espíritu de consejo y de poder, espíritu de conocimiento y de temor del Señor”. Cada uno de ellos fluye desde el Espíritu Santo y está disponible para cada creyente. Dios desea que veamos cada función y expresión de los siete espíritus de Dios “en” y “a través” de nuestras vidas.

Pablo declara: “No les hablé ni les prediqué con palabras sabias y elocuentes sino con demostración del poder del Espíritu” (1 Corintios 2:4). Note que dijo Espíritu y poder. El Señor quiere soltar en nuestras vidas ríos de agua viva para que nuestro espíritu demuestre a diario el fluir del Espíritu Santo.

Juan 7:37-39 dice: “En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: ¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba! De aquel que cree en mí, como dice la Escritura, brotarán ríos de agua viva. Con esto se refería al Espíritu que habrían de recibir más tarde los que creyeran en él. Hasta ese momento el Espíritu no había sido dado, porque Jesús no había sido glorificado todavía”.

Podemos ver que el Señor comparte que desde nuestro corazón fluirán ríos de agua viva. Ríos (plural) indica un fluir múltiple del Espíritu Santo. Existe un sólo Espíritu Santo, pero siete funciones o expresiones del Espíritu Santo a través de nosotros como lo describe Isaías 11:2 y Apocalipsis 4:5. El primero de los siete espíritus es el Espíritu del Señor o la presencia manifiesta de Dios. El segundo es sabiduría, el tercero es entendimiento, el cuarto es consejo, el quinto es poder, el sexto es conocimiento y el séptimo es el temor del Señor.

El Espíritu reposará sobre nosotros

El primer fluir de la expresión del Espíritu Santo en Isaías 11:2 es “El Espíritu del Señor reposará sobre él…”, esto implica una comunión íntima con Él. Este es el lugar de intimidad con Él que desata estas expresiones en nuestra vida.

El verso previo dice: “Del tronco de Isaí brotará un retoño; un vástago nacerá de sus raíces” (Isaías 11:1). Esto es importante. ¿Dónde nace esta rama? ¿Conoce Juan 15? Dice que fructificaremos habitando en Jesús: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada” (Juan 15:5). ¿Quiere habitar en la viña? No puede operar en el fluir de los siete espíritus sin estar en la vid, porque es la rama de Jesús. Este fluir se menciona en primer lugar porque tiene una importancia vital, todo fluye desde la unción, desde el centro hacia las ramas. Todo fluye dede Cristo, el Ungido y su unción. Por eso compartí 2 Pedro 1:3-4 con usted en el principio del primer párrafo, porque puede participar de su naturaleza divina por el Espíritu del Señor, quien es la Rama.

Romanos 11:16-17 dice que nuestra herencia está conectada a la Rama y si nos mantenemos conectados con ella, dice: “Si se consagra la parte de la masa que se ofrece como primicias, también se consagra toda la masa; si la raíz es santa, también lo son las ramas. Ahora bien, es verdad que algunas de las ramas han sido desgajadas, y que tú, siendo de olivo silvestre, has sido injertado entre las otras ramas. Ahora participas de la savia nutritiva de la raíz del olivo”.

Participe de la raíz. ¿Quién es la raíz? El Señor es la raíz y la grosura son las riquezas, el fluir fresco del aceite para vivir en esa capacidad. Todo fluye desde el primero, de la presencia manifiesta del Señor. Las siete funciones deben fluir de su presencia. Sólo logré tocar algo de las siete operaciones del Espíritu Santo y lo que vivo hoy es sólo la vida diaria, la ministración diaria, fuera de esta realidad. Por eso el primer espíritu es la presencia manifiesta del Señor. ¿Quiere vivir en un lugar donde la operación fresca del Señor sea permanente?

Resultado de vivir a diario en su presencia

Vea el resultado de ministrar desde esta capacidad en Isaías 11:3. Dice: “Él se deleitará en el temor del Señor; no juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir”. Eso es Juan 5. Jesús vivió en esta dimensión. Nunca hizo nada que no oyera o viera hacer al Padre.

¿Sabía que estamos aquí para manifestar justicia? La Iglesia está entrando en una gran hora y comenzaremos a implementar justicia y corrección sobre la tierra, pero debemos estar en un lugar donde no la implementemos o nos movamos desde nuestra habilidad. Oiga esto: “… no juzgará según las apariencias, ni decidirá por lo que oiga decir, sino que juzgará con justicia a los desvalidos” (Isaías 11:3). Esto no habla sólo de la pobreza, sino de los pobres en espíritu. ¿A quiénes dijo Jesús que vino a predicar buenas nuevas? Isaías 61 dice que vino a predicar buenas nuevas a los pobres.

Isaías 11:4-5 dice: “… sino que juzgará con justicia a los desvalidos, y dará un fallo justo en favor de los pobres de la tierra. Destruirá la tierra con la vara de su boca; matará al malvado con el aliento de sus labios. La justicia será el cinto de sus lomos y la fidelidad el ceñidor de su cintura”.

Tómese un tiempo para leer Zacarías 4:1-14. Usa la imagen de un candelabro o lámpara de oro, con “siete lámparas de aceite” sobre ella para mostrar una imagen clara y visible de las siete manifestaciones del Espíritu Santo. Parafraseando lo que ocurre, el ángel le dijo a Zacarías: “Mira, verás algo que soltará Zacarías 4:11, la provisión perpetua e incesante del Espíritu Santo, donde tus manos chorrearán aceite y serás conocido como un hijo de la unción fresca”. Comienza con el “candelabro” porque muestra primero el tubo principal con un depósito y los dos árboles de olivo. Creo que los dos olivos son la Palabra y la unción. Quiero vivir en la Palabra viviente y la unción fresca del Señor.

El tubo central es Cristo, el mediador entre nosotros y Dios. Cristo es el centro, la naturaleza divina y los seis flujos restantes salen del tubo central. Hay seis flujos (tubos), más uno en el medio que equivale a siete, el número de la plenitud. No puede tener la plenitud sin estar ligado al tubo central o al candelabro. Desde el centro del candelabro salen tres pares de tubos hacia extremos opuestos. Los tres pares representan los tres pares del fluir en Isaías 11:2: Sabiduría y entendimiento, consejo y poder, conocimiento y temor del Señor.

Sabiduría y entendimiento

Recuerde Juan 7:38 que desde nuestro interior fluirán ríos, múltiples manifestaciones o funciones del Espíritu Santo. Piense sobre el Espíritu de sabiduría, un río de sabiduría que sale de nuestra vida. Ahora, la sabiduría no es una habilidad analítica, sino poder creativo. Es una impartición o un río de habilidad creativa para funcionar en lo que Dios nos llamó a hacer. Mientras escribo esto, siento el celo del Espíritu Santo. Debe comprender que no estamos hablando sólo de un don, moviéndonos en sabiduría de vez en cuando, sino de un río de sabiduría, un río que fluye desde usted y a través de su vida.

Efesios 1:19 describe el Espíritu Santo como un poder supremo que opera en nosotros, por nosotros y a través de nosotros. ¿Quiere ubicarse en el centro del tubo? ¿Sabía que Jesús es el más sabio? Ve el principio desde el final y el final desde el principio. Él es el Alfa y la Omega. Creó todo sólo por su palabra. ¿Quiere tener esa clase de sabiduría a su disposición? Permítame decirle algo: Él ve su huella digital en el Cielo. Tiene los planes para su vida justo ante Él. Tiene todas las cosas que Dios ya ordenó para usted. Oye al Padre decir: “Jesús, tómalo”. Luego le dice al Espíritu Santo que nos lo transmita.

Marcos 6:2 dice: “Cuando llegó el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga. ¿De dónde sacó éste tales cosas? decían maravillados muchos de los que le oían. ¿Qué sabiduría es ésta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?”. No es sólo lo que dijo, preste atención a lo que sigue: “¿De dónde sacó éste tales cosas? decían maravillados muchos de los que le oían. ¿Qué sabiduría es ésta que se le ha dado? ¿Cómo se explican estos milagros que vienen de sus manos?”. Podemos ver a la sabiduría mencionada una y otra vez en Éxodo 28, 31 y 35, además del resto de las Escrituras. Proverbios 4 tendrá un nuevo significado para nuestros días, porque cuando usted comienza a ver este pasaje dice que esa sabiduría lo promoverá. La sabiduría le proveerá un ornamento de gracia sobre su cabeza. ¿Le gustaría tener un ornamento de gracia y una corona de gloria?

La sabiduría también nos provee larga vida. ¿Sabe por qué? El Señor me dijo que hay muchos en su pueblo que mueren prematuramente por stress. ¿Sabe por qué? Porque tratan de lograr todo por sus propias habilidades, en lugar de reposar en el Señor. Cada uno de nosotros tiene una función en el Reino. En cada una de esas capacidades, Dios tiene un propósito y planes para el Reino. Si quiere que le diga de qué se trata, será mucho más grande de lo que puede hacer. Es mayor de lo que puede hacer, porque lo atraerá y lo excitará. Usualmente las cosas que realizamos en un tiempo terminan por desgastarnos y secarnos, entonces nos rendimos y dejamos de intentarlo. En ese momento Dios interviene y comienza a hacerlo a través de nosotros, ¡pero no tenemos que vivir así! Puede vivir en un lugar donde sólo le resta crecer en su sabiduría. ¿Quiere vivir en esta habilidad?

“Soltaré el Espíritu de sabiduría para darte la habilidad de lograrlo”

Veamos el libro de Éxodo. El Señor le dijo a Moisés: “¿Sabes qué? Haz algunas vestiduras para Aarón y los sacerdotes”. ¿Sabía que en este punto que nunca habían confeccionado vestimentas como esas? Nunca se había hecho. Estas no eran como las vestiduras viejas, sino azules y de otros colores como el morado y otros. ¿Qué dijo Dios? “Haz esto para mí”. Pero no dejó el tema allí. Dijo: “Ahora voy a desatar un Espíritu de sabiduría para darles la habilidad para hacerlo”. En Éxodo 35 comenzó diciendo: “Quiero que hagas esto y esto. Quiero que hagas esto en el Templo”. En Éxodo 35:35 dijo: “Los ha llenado de gran sabiduría para realizar toda clase de artesanías, diseños y recamados en lana púrpura, carmesí y escarlata, y lino. Son expertos tejedores y hábiles artesanos en toda clase de labores y diseños”.

Escuche esto que dijo el Señor: “También les daré la habilidad de enseñar lo que les voy a mostrar”. El Espíritu de sabiduría es la habilidad creativa para comenzar a funcionar en lo que nos está mostrando. ¿Quiere que el Espíritu de sabiduría atraviese su vida? ¿Quiere descubrir el río de sabiduría para comenzar a operar en lo que Dios le está mostrando? No diga que no puede ser un maestro. Ahora hay maestros en el Reino que enseñan línea por línea. ¡Me sacan de quicio! ¿Entiende que Dios puso algo en usted para que pueda enseñar sobre la sabiduría del Espíritu? Escuche, algunos de ustedes necesitan la impartición del Espíritu de sabiduría para comenzar a soltar lo que descansa en la profundidad de su ser. ¿Quiere que Dios suelte este río o prefiere quedarse con las gotas? Comprenda que mientras Él fluye, nos conectamos con su naturaleza divina por el poder divino, entonces podemos vivir en la realidad del río de sabiduría. Si necesitamos sabiduría, ella estará allí.

Debe profundizar en las Escrituras y analizar el término “el Espíritu de sabiduría”, no sólo por el don de sabiduría. Amo los dones y seguiré operando en ellos, porque en los dones rindo mi voluntad a la del Señor. Mientras rindo mi voluntad a la de Él, el Reino toma lugar en mí porque le entrego toda la autoridad en mi vida.

Proverbios 25:28 dice: “Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse”. El primer lugar donde Dios quiere establecer el dominio del Reino es nuestro ser interior.

El Espíritu de entendimiento

Amo el Espíritu de entendimiento. Es lo primero que le ocurrió a Daniel cuando comenzó a ayunar los veintiún días y perseveró en las cosas del Señor hasta que el ángel vino hacia él. ¿Qué fue lo primero que le dijo el ángel del Señor? Daniel 10:13 dice: “Durante veintiún días el príncipe de Persia se me opuso, así que acudió en mi ayuda Miguel, uno de los príncipes de primer rango. Y me quedé allí, con los reyes de Persia”. Tan pronto como llegó dijo: “Pero ahora he venido a explicarte lo que va a suceder con tu pueblo en el futuro, pues la visión tiene que ver con el porvenir” (verso 14). El Espíritu de entendimiento es la habilidad de unir las cosas. El Espíritu de entendimiento es la habilidad para comprender la sabiduría dada y comenzar a implementarla.

Muchos tienen visión del Señor y tuvieron encuentros con Él, pero cuando les preguntan sobre su propósito y su visión, tratan de expresarla diciendo: “¿Sabes qué quiero decir? Esto es lo que quiero decir, siento esto. ¿Qué piensas?”. Pero la gente que nos mira diciendo: “No tengo la menor idea de lo que significa”. Es porque aún no tiene un lenguaje para expresarlo. El Espíritu de entendimiento comienza caminando en el entendimiento que “así como en el Cielo, será en la tierra”. Comience a caminar en la realidad donde el Espíritu de entendimiento fluye desde su vida.

El Espíritu de sabiduría y entendimiento siempre van juntos. En la medida que comienza a fluir en sabiduría, comenzará a fluir en entendimiento. Comienza a fluir en entendimiento y luego lo hará en sabiduría. Dios quiere abrir dos pozos para usted hoy para que pueda vivir diariamente bajo el Espíritu de sabiduría y entendimiento. Para algunos de ustedes que están leyendo esto, y lo creo con todo mi corazón, el gobierno comenzará a buscarlos para decirles: “Percibimos que tienes Espíritu de sabiduría y entendimiento, como Daniel”. Él tenía la habilidad para interpretar sueños y el Señor le entregó un sueño, pero era capaz de tomarlo desde el plano sobrenatural y traer la interpretación al plano natural. Se movió en la realidad del entendimiento espiritual. ¿Tiene una visión y quisiera que el Espíritu de entendimiento traiga comprensión sobre ella?

Encontré varias escrituras que mencionan el Espíritu de sabiduría y entendimiento. Cuando tenía doce años, le dijeron a Jesús: “¿Dónde recibiste esa sabiduría?”. Él creció en sabiduría y entendimiento. Algunas de las Escrituras son 2 Timoteo 2:7, todo el libro de Daniel, Mateo 13:54 y Marcos 6:2.

Ahora no pediremos sólo una pequeña revelación o un toque del Espíritu de sabiduría y entendimiento. Le pediremos al Señor que desate el río de sabiduría y entendimiento para que fluya sobre nuestra vida. Le estoy diciendo que los Espíritus de sabiduría y entendimiento son increíbles. La gente puede decir: “Puedo verlo, pero no logro ver cómo funcionar en la visión que Dios me entregó”. ¡Alabado sea Dios! Recibimos una revelación que no podemos comprender, pero luego comenzamos a caminar en la habilidad del Señor, la naturaleza divina en nosotros.

Puede hacer todas las cosas pertenecientes a la vida y la piedad. Comenzará a ver que lo imposible se vuelve posible. Quizá esté diciendo: “Bueno, es que nunca enseñé”. No diga eso porque el Espíritu de sabiduría le entrega la habilidad para enseñar, de tal manera que Jesús a los doce años les voló la mente a los Fariseos y Saduceos que habían estudiado por años. ¿Dónde obtuvo esta sabiduría este niño? ¿Comprende que hay una aceleración progresiva de las cosas del Espíritu Santo ahora mismo? Aún los jóvenes de 14, 15 o 16 años comenzarán a fluir en una dimensión del Espíritu de sabiduría y entendimiento tal que superará las mentes de los más sabios. ¿Quiere esto hoy? ¿Quiere que se descubra en su vida?

Continuará....

Keith Miller

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