Por Sandie Freed
Amado hermano:
Siempre me asombró la fidelidad de Dios. Es tan sencillo amar a un Dios que es como nosotros, especialmente cuando recordamos lo que hizo Jesús por nosotros en la Cruz. Pude darme cuenta que el mensaje de la Cruz y el poder en su sangre ya no se discuten. Es difícil encontrar una congregación que verdaderamente se enfoque en la obra culminada de Cristo. Sin embargo, parece que está lleno de congregaciones y ministerios que alimentan las obras religiosas y las tradiciones establecidas por los hombres. Aún así, Jesús murió para que podamos ser completamente libres de la religiosidad.
Las obras son un capataz muy duro. De hecho, bajo las obras nunca podremos hacer lo suficiente. Para nosotros, creer que Dios sólo nos ama o nos aprueba por lo que hacemos para Él, en lugar de hacerlo por quienes somos en Él, ¡demuestra que la obra de Cristo en la Cruz no es efectiva! En otras palabras, creemos que su muerte y el derramamiento de su sangre no fueron suficientes para justificarnos ante Dios.
La justicia es por la sangre
Amado, nunca seremos justos por cualquier cosa que hagamos para Dios. Sólo la justificación de Jesucristo que nos cubre puede hacernos justos. Por esta razón, Pablo trata este asunto en la Iglesia en Gálatas 3:1. Pablo estaba preocupado porque parecía que habían dejado a un lado la obra de Cristo y habían regresado al antiguo sistema de creencias que involucraban la ley y las obras. Si verdaderamente estuvieran haciendo esto, y con toda seguridad Pablo pensaba que era así, ¡estaban negando la obra de Cristo en la Cruz!
Pablo les dijo lo siguiente a los Gálatas: “¡Gálatas torpes! ¿Quién los ha hechizado a ustedes, ante quienes Jesucristo crucificado ha sido presentado tan claramente? Sólo quiero que me respondan a esto: ¿Recibieron el Espíritu por las obras que demanda la ley, o por la fe con que aceptaron el mensaje? ¿Tan torpes son? Después de haber comenzado con el Espíritu, ¿pretenden ahora perfeccionarse con esfuerzos humanos? ¿Tanto sufrir, para nada? ¡Si es que de veras fue para nada! Al darles Dios su Espíritu y hacer milagros entre ustedes, ¿lo hace por las obras que demanda la ley o por la fe con que han aceptado el mensaje? Así fue con Abraham: Le creyó a Dios, y esto se le tomó en cuenta como justicia” (Gálatas 3:1-6).
Locos y hechizados
Pablo señaló que los Gálatas se volvieron locos. Les preguntó si recibieron el Espíritu por cumplir la ley o por creer lo que habían oído. Recordemos cómo viene la fe en Dios: por oír y oír la Palabra (Romanos 10:17). Creemos porque oímos y no por lo que hacemos. Las cosas que hacemos para Dios no nos justifican, tampoco hacen que nuestra fe se establezca. Nuestra relación con Él establece nuestra fe y nuestra justicia sólo se debe al hecho que cuando Cristo derramó su sangre, nosotros somos justificados.
Note que Pablo les preguntó a los Gálatas quién los había hechizado. Esta palabra significa “echar una palabra” (sobre ellos) o “fascinarlos”. La fascinación y el sensacionalismo están muy ligados. Con demasiada frecuencia, a los cristianos les gusta el entretenimiento. Desafortunadamente esos creyentes tienen “comezón de oír” por recibir lo que agita su carne. Muchos servicios congregacionales están más concentrados en entretener que en predicar la gracia de Dios para salvar, sanar y restaurar.
Cuando Jesús murió en la Cruz, proveyó la plenitud de “sozo”, una palabra griega que no sólo implica la salvación, sino la sanidad, la liberación, la provisión y todo lo que el cielo nos puede ofrecer. Entonces, si nuestra relación con Dios es superficial (donde sólo queremos las sensaciones sin desarrollar una relación), no podremos recibir lo que necesitamos de Dios porque en realidad no sabemos creer por lo mejor de Él.
Mentalidades enfocadas en sí mismas
Es desafortunado que muchos cristianos estén enfocados en sí mismos en lugar de enfocarse en Dios. Con esto quiero decir que nos enfocamos en lo que necesitamos en lugar de hacerlo en Aquel que derramó su sangre para proveer lo que necesitamos. Mateo 6:33 dice: “Más bien, busquen primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas les serán añadidas”. ¿Notó que debemos buscar a Dios y su justicia en primer lugar? Significa que no somos justos sin Él y debemos buscar su justicia. Esto establece claramente que no podemos ser justos por nuestro desempeño o nuestras obras religiosas, sólo somos justificados por medio de Cristo.
Cuando hacemos esto en primer lugar, todas las demás cosas se nos añadirán. El término “todas” en este pasaje afirma que todo lo que necesitamos ya está provisto por la obra terminada de Cristo. No necesitamos seguir creyendo que esto nos hace mejores personas o que Dios nos bendecirá más por lo que hacemos. ¡No! Esto significa que cualquier cosa que necesitemos ya fue provista en la Cruz.
Legalismo cristiano
Qué triste es ver la cantidad de cristianos inclinándose ante el legalismo y las obras religiosas. También pude ver cristianos diciendo que no podrían esperar hasta el domingo de Pascua, entonces no se pueden sanar. Mi corazón se estruja porque muchos creen estas cosas.
Si usted recibe un reporte negativo de su médico porque tiene cáncer, ¿esperaría meses para orar por su sanidad? Seguro que no. No necesitamos esperar un determinado período en el año para orar la oración de fe. Después de todo, nuestra fe está en Cristo y en su obra en la Cruz. Nuestra fe no está centrada en un día, fecha o año. No necesito esperar una fecha del año para aplicar la sangre de Cristo a mi situación personal. La aplico cada vez que la necesito.
Hace algunos años mi madre tuvo un cáncer de pulmón y se lo diagnosticaron en el mes de Septiembre. Aunque sabía que el domingo de Pascuas Dios demostró su poder sobre la vida de Jesús, no pudimos esperar hasta ese día para ver la sanidad. ¡De ninguna manera! Inmediatamente comenzamos a orar por ella y a los pocos días comenzó a toser, expulsando el tumor. Quedó completamente sana del cáncer de pulmón.
Sin embargo, si estuviéramos atados a las prácticas religiosas, no tendríamos la fe para creer en el tiempo perfecto de Dios para sanarla. Es lo mismo para cada cosa que necesitamos. Debemos recordar que todas las cosas fueron provistas por la obra terminada de Cristo.
Clamando por la sangre de Jesús
Aprendí a aplicar la sangre de Jesús sobre diferentes situaciones y luego pude ver muchos milagros. Pero también tuve que aprender a desarraigar todos los términos o frases religiosas, como aplicar la sangre de Jesús sin comprender su significado, porque esto me trajo escasos resultados (este es un ejemplo de la jerga religiosa). Cuando aplicamos la “sangre”, proclamamos todo lo que Jesús logró por nosotros cuando derramó su sangre en la Cruz. No debemos aplicarla carismáticamente (o religiosamente), sin comprender por completo la obra de Cristo en la Cruz. Aplicarla con fe en todo lo que hizo Cristo a nuestro favor, desatará la demostración y el poder de Dios.
¡Bautice su tierra hoy o cualquier día!
En mi último libro explico cómo bautizar nuestra tierra para poseer toda nuestra tierra prometida. Permítame recordarle que Dios proveyó el primer sacrificio por el pecado de la humanidad. Colocó pieles de un animal asesinado sobre Adán y Eva para cubrir sus pecados. Más adelante notamos cómo Noé, luego de salir del arca cuando terminó el diluvio, hizo un sacrificio para Dios ni bien pisó tierra seca.
Este es un símbolo de cómo debemos bautizar nuestra Tierra prometida, recordando lo que Jesús alcanzó en la Cruz. En otras palabras, cuando reconocemos lo que hizo Cristo y que somos justificados por su sangre, ¡nos capacita para tomar nuestra Tierra prometida!
Piense acerca de esto. Cada vez que recibimos una promesa o una revelación profética, bautizamos esa promesa de Dios renovando nuestra mente respecto a la obra que Cristo hizo en la Cruz. Por tanto, ¡podemos decirle al diablo “sal de nuestra tierra”, cuando le recordamos que la batalla ya está ganada!
Verdaderamente libres
¡Muchos de ustedes saben que soy una guerrera por la libertad! No por accidente estoy casada con Mickey Freed. Estoy destinada a señalar el camino hacia la libertad. No sólo quiero que sea libre, quiero que sea verdaderamente libre. Esto significa completamente libre, especialmente del espíritu de legalismo o de las obras religiosas.
Entonces, levántese como hijo de Dios y declare el poder de la sangre de Cristo. ¡Sepa que hoy es el día donde Dios proveerá para cada una de sus necesidades!
Sandie Freed