Por Jane Hamon
En medio de una inestabilidad
creciente en el escenario global, Dios tiene una palabra excitante para su
pueblo, especialmente
para los que abrazaron su voz profética. Creo que estamos en un
tiempo de cambios radicales, donde veremos giros drásticos en nuestras vidas
personales y en nuestras circunstancias, en el posicionamiento de la Iglesia en
la cultura y aún en la legislación de las naciones.
Mientras oraba por el
tiempo que viene para la Iglesia y lo que Dios nos está diciendo para el 2018,
tuve una visión en la cual observé y oí las palabras: “Un tiempo para la recompensa del profeta”. Jesús habló acerca de esto
en Mateo 10:40-41:
“Quien los recibe a ustedes, me recibe a mí; y
quien me recibe a mí, recibe al que me envió. Cualquiera que recibe a un
profeta por tratarse de un profeta, recibirá recompensa de profeta; y el que
recibe a un justo por tratarse de un justo, recibirá recompensa de justo”. La
palabra “recibir” significa “atrapar, aceptar, recibir favorablemente, abrazar,
prestar oído, hacerla propia”. Esto es lo que debemos hacer con Cristo en nuestras
vidas. Recibirlo a Él es recibir al Padre. Recibir a un profeta y a los justos traerá
bendición a nuestras vidas.
Luego pude ver las
palabras “recompensa
de profeta” escrita sobre un ariete
gigante que golpeaba contra una puerta enorme que estaba cerrada. Supe que la
unción de la recompensa del profeta abriría oportunidades tremendas para la
extensión del Reino de Dios. Los que
recibieron promesas proféticas de Dios y los que operaron y funcionaron en el
ministerio profético, experimentarán uno de los tiempos de mayor honra, avance,
promoción y favor, mientras se alinean, obedecen y participan activamente con
todo lo que Dios dijo.
El significado del 30 y el cumplimiento profético
¿Por qué este debería
ser un año para enfocarnos en recibir esta unción? Este año celebramos los 30
años desde el nacimiento del movimiento profético. Antes de 1988 solo había
unos pocos lugares en el mundo que experimentaban sueños, visiones,
visitaciones angelicales y revelaciones proféticas. Sin embargo, ese año en Christian
International, así como en muchos otros lugares en la tierra, dimos a luz el
movimiento profético. Reconocimos que Dios estaba levantando una compañía de
profetas y el pueblo profético que podría comunicar el corazón, la mente y la
voluntad del Padre a la Tierra. Hoy se
acepta ampliamente en la Iglesia que Dios le habla a su pueblo y habla a través
de su pueblo, porque si oímos su voz podemos cambiar nuestro mundo.
“La doble porción de la
unción y la recompensa del profeta son sinónimos. Es tiempo de recibir este
manto fresco sobre nuestra vida, nuestra familia, nuestro ministerio y nuestros
negocios”
El número 30
significa una promoción hacia una nueva temporada de éxito. Este es un nuevo
tiempo de autoridad y bendición para el ministerio profético y para ver el
cumplimiento de la palabra profetizada. ¡Es el lanzamiento de una temporada! Jesús
fue lanzando hacia su ministerio terrenal a la edad de 30 años, acompañado por
señales, milagros, maravillas, autoridad, poder sobre los demonios y un corazón
para demostrar que el Reino de Dios había llegado. El 30 era un número muy
importante en la cultura judía. Era considerado el año de la madurez para el
liderazgo. Los sacerdotes eran dedicados al servicio a la edad de 30 años
(intercesión). Los hombres eran elegibles para el servicio militar a la edad de
30 (guerra). Ezequiel fue llamado como profeta a la edad de 30 (profético). Los
hombres fueron considerados a la edad de 30 para involucrarse en los negocios
de sus padres (mercado). Este año prepárese
para recibir un manto para operar en un nuevo nivel de autoridad en su área de
llamado profético.
El 30 también era un
año ligado al cumplimiento del destino profético, a la victoria y al gobierno. A
la edad de 30 José salió de la prisión y vio realizado su sueño profético,
cuando se convirtió en el gobernador de Egipto. David salió de la cueva y vio
el cumplimiento de la profecía mientras era ungido Rey de Judá en Hebrón, a la
edad de 30 años. Jesús tenía 30 años cuando fue bautizado y el Espíritu Santo
vino sobre Él para ungirlo y así cumplir su destino profetizado. Todas las
dificultades que atravesaron estos hombres mientras eran guiados hacia su
tiempo de éxito, valieron la pena para ver el cumplimiento de todas las
promesas de Dios.
La recompensa del profeta nos lanza hacia tiempos similares de cumplimiento,
cuando todo aquello con lo que peleamos llega a un tiempo señalado de gracia y
cumplimiento, para que podamos afirmarnos en nuestro tiempo de gobierno y
legislar para el Reino de Dios en la Tierra. El 30
también significa prosperidad y posteridad. En el libro de Jueces vemos que uno
de los jueces llamado Jair tenía 30 hijos. Les entregó a cada uno un caballo y
una ciudad (Jueces 10:4).
Como puede ver, en el
año de este 30 aniversario del ministerio profético, todo lo que ocurrió antes,
en realidad solo fue una preparación para lo que viene más adelante. Donde
antes lo profético se recibía con escepticismo y resistencia, ahora hay honra y
excitación por oír la Palabra del Señor. La voz de Dios se está integrando en
la Iglesia y está entrando en el mundo de los negocios. Incluso los oficiales del gobierno local y nacional
anhelan oír respuestas del corazón de Dios para tener la capacidad de llevar a
sus ciudades o incluso a sus naciones hacia la apertura de la recompensa del
profeta.
Una de las cosas
nuevas que debemos atender es cómo se cruzan efectivamente los profetas y el
ministerio profético con el cauce principal de la cultura, no solo con la
corriente de la Iglesia. Los líderes
seculares se abrirán cada vez más a oír lo que Dios está diciendo, incluso
aquellos que no lo conocen.
¡El Señor está
diciendo que es tiempo para recibir la recompensa del profeta! Si usted formó
parte de lo que Dios estuvo haciendo durante los últimos 30 años o si recién
comenzó en el movimiento, su recompensa será la misma. Durante estos 30 años de ministerio profético debemos
esperar una mayor unción para el cumplimiento del destino profético,
bendiciones de prosperidad sobre nosotros y nuestras familias, una mayor
revelación y milagros, señales y maravillas mayores que nunca antes.
¿Qué es la recompensa del profeta?
Existen muchos
ejemplos de gente siendo bendecida, recompensada y promocionada porque
recibieron a un profeta o un mensaje profético. En todos estos ejemplos,
encontramos que recibir a un profeta o una palabra profética, no fue una
respuesta pasiva de oír una palabra y anhelar que algo pudiera ocurrir. Requirió
un alineamiento activo, una actitud expectante y una acción correspondiente. La recompensa del profeta desata un
cumplimiento rápido de las cosas que Dios prometió. En la mayoría de
las instancias que presento a continuación, la profecía se cumplió casi de
manera instantánea, sin mediar retrasos. La
recompensa del profeta trae una aceleración en el proceso de cumplimiento
divino.
1) ¡El milagro que necesita no se puede comprar con
dinero!
¡Los profetas desatan los milagros! La historia de la mujer sunamita es uno de los mejores ejemplos sobre
recibir la recompensa del profeta. En 2 Reyes 4 encontramos a esta mujer
próspera que no tenía hijos. Ella no solo recibió al profeta, construyó una
habitación extra en su casa para hospedarlo. Cada
uno de nosotros necesita ser desafiado a edificar una habitación en nuestra
vida y en nuestro corazón, para que pueda habitar la Palabra de Dios. En lugar de recibir ocasionalmente “una
palabra”, debemos ser una habitación para la voz de Dios. Parecía que
esta mujer no necesitaba nada. Solo quería la unción en su casa, porque sabía
que desataría una bendición. Pero el siervo del profeta descubrió que no tenía
un heredero, no tenía un legado.
El profeta le dijo
que al año siguiente cargaría un hijo. Estaba tan quebrantada por los años de
esterilidad que su reacción inicial no fue necesariamente de fe, sino: “¡No te burles
de mí, profeta!”. Sin embargo, el
próximo año tuvo un hijo. Bendijo al profeta honrando su don, hizo lugar para
la unción profética en su vida y recibió un milagro que necesitaba, ¡algo que
no se podía comprar con dinero!
Una de las cosas más
hermosas sobre la recompensa del profeta es que no se refiere a una bendición
puntual, se mantiene para perpetuar la unción a través de los años. Cuando el
niño creció, estaba trabajando en el campo y repentinamente se tomó la cabeza y
cayó muerto. La sunamita se movió sobre la
unción de la recompensa del profeta y corrió para pedirle al profeta que
resucitara a su hijo. Recuperó a su heredero y fue restaurado el legado que el
enemigo intentó robarle.
Este tema continuó
más adelante en 2 Reyes 8, cuando Eliseo le dijo que se fuera del país durante
una hambruna. ¡Obedeció la Palabra del Señor y aparentemente perdió todo! Se
fue por siete años y luego retornó para apelar ante el rey que le devolviera su
casa y sus tierras. (Debemos aprender a
perseverar en intercesión e ir ante el Rey con nuestro reclamo al Cielo por
nuestra casa y nuestra tierra).
El rey estaba oyendo
la historia sobre cómo Eliseo resucitó al niño, cuando su siervo dijo: “¡Miren, aquí
está la mujer y su hijo!”. La
recompensa del profeta la ubicó con la unción para el favor en el lugar
correcto y en el momento justo. ¡Conexiones divinas! El rey no solo le
devolvió la tierra, sino todo lo que produjo durante los siete años si ella la
hubiera administrado. La recompensa del
profeta traerá la restauración de todo lo perdido o robado. Es una bendición
que se mantiene dando y en el tiempo de la recompensa del profeta, Dios se
asegurará que estamos en el lugar correcto y en el tiempo exacto para recibir
nuestro milagro y desatar su influencia para el Reino de Dios.
Dios no solo bendecirá a los que hicieron una habitación en sus vidas para
la voz del Señor, llegó el tiempo para ver las bendiciones descendiendo sobre
las congregaciones que hicieron espacio para lo profético dentro de su
estructura ministerial. ¿Hizo espacio para que la voz de Dios se mueva y así ministrar
a los que congrega? Entonces verá la bendición de la
sunamita por la recompensa del profeta sobre su congregación y como resultado,
tendrá crecimiento y aumento. ¿Cuál es el milagro por el cual está
creyendo y que el dinero no puede comprar?
2) La recompensa de provisión
Los profetas desatan provisión. En 1 Reyes 17, el
profeta Elías tuvo una palabra de Dios y fue hacia donde estaba una viuda en Sarepta
para alimentarse durante una hambruna. Cuando llegó a esa ciudad encontró a la
mujer juntando leña junto a la puerta de la ciudad, preparándose para cocinar
la última comida con su hijo y luego dejarse morir de hambre. El profeta le
pidió pan y la mujer le dijo que solo le quedaba un poco de harina y aceite.
Entonces le dijo que le reparara primero una pequeña torta a él, porque sabía
que Dios lo había enviado a la casa de esa viuda. Elías le prometió que si
hacía esto, el recipiente de harina no se iba a vaciar y el aceite no dejaría
de fluir.
La viuda recibió al
profeta y lo alimentó porque era un profeta. Entonces ella y su casa comieron
durante meses hasta que se terminó la hambruna. El profeta fue bendecido con
comida, pero la mujer recibió la recompensa del profeta que persistió durante
meses o aún años, proveyendo sin límites. Es
tiempo de ver la recompensa del profeta para que se manifieste la provisión
ilimitada, no solo para sobrevivir, sino para impulsar las iniciativas de Reino
que Dios le asignó.
3) Recompensa de posteridad
Los profetas traerán
continuidad generacional. En las dos historias anteriores el profeta vino y
resucitó a los hijos. ¡Dios se
ocupa de nuestras generaciones! Asimismo, la recompensa del profeta se
puede ver en 2 Reyes 4. Un profeta había muerto y dejó a su esposa endeudada,
hasta el punto que sus hijos iban a ser vendidos como esclavos. Eliseo le dijo
a la mujer que tomara un poco de aceite de su casa y llenara la mayor cantidad
de vasijas que pudieran conseguir. Su obediencia a la palabra resultó en una
recompensa de profetas que multiplicó el aceite de manera sobrenatural y esto
le permitió pagar sus deudas y liberar a sus hijos.
Ella trabajó con la palabra del Señor a través del profeta para ver a sus
generaciones libres y bendecidas. Nosotros
también vemos la recompensa del profeta y la sinergia generacional entre los
ministerios de Elías y Eliseo. Elías le profetizó a Eliseo y este respondió con
todo su corazón, siguiendo a Elías hasta que recibió la doble porción de la
bendición. La unción de la doble porción y la recompensa del profeta son
sinónimos. Es tiempo de recibir este manto fresco en nuestra vida, nuestra
familia, nuestro ministerio y nuestros negocios.
4) La recompensa de los nuevos comienzos
Los profetas declaran
las cosas nuevas y producen transformación. Isaías 42:9 dice: “Las cosas pasadas se han cumplido, y ahora anuncio
cosas nuevas; ¡las anuncio antes que sucedan!”. La función profética
es declarar lo que Dios está haciendo, antes que ocurra. Isaías 43:19 dice: “¡Voy a hacer
algo nuevo! Ya está sucediendo, ¿no se dan cuenta? Estoy abriendo un camino en
el desierto, y ríos en lugares desolados”. Este año
estará lleno de cosas nuevas, en la medida que la reforma alinea al pueblo de
Dios para que tengan la disposición de corazón y la función apropiada, para que
la Iglesia pueda prosperar como quiere Cristo.
Este año es el 2018 según
el calendario romano, pero según el calendario hebreo es el año 5778. Ambos años
terminan en el número 8 que significa nuevos comienzos, reforma y vida de
resurrección. Jesús resucitó al tercer día de la semana, el octavo día. Josías,
un reformador, comenzó a reinar a la edad de 8 años, dando a luz una nueva era
en medio de predecesores idólatras. También comenzó a buscar al Señor por sí
mismo en el octavo año de su reinado y decidió purgar a Israel de los altares
de Baal. Asimismo, Salomón comenzó a purgar los ídolos de Israel en el octavo
año de su reinado. El ocho de la reforma siempre nos llevará hacia la senda
correcta y a vivir en justicia.
“Los que recibieron
promesas proféticas de Dios y los que operan y funcionan en el ministerio
profético, experimentarán una de las estaciones de mayor honra, avance,
promoción y favor, en la medida que nos alineamos, obedecemos y participamos
activamente con todo lo que dijo Dios”
Como mencioné el
número 8, también debo mencionar aquí el significado bíblico del número 18 que
es “bendición
y larga vida”. En la cultura
hebrea, el número 18 es muy significativo. La palabra “charis”
significa vida y su valor numérico es 18. ¡Aquí es donde los judíos
sacaron el dicho “Él… esa vida”! El dieciocho también significa un tiempo de
salir de la esclavitud. Israel estuvo dos veces en esclavitud durante 18 años
cuando Dios los liberó. Esto no significa esclavitud, sino libertad de la
esclavitud. En Lucas 13, Jesús sanó a una mujer que estuvo enferma durante
18 años diciendo: “Mujer, ¡eres libre!”. Finalmente,
el número 18 está ligado a los jueces. Hubo 18 jueces desde el tiempo de Josué
hasta que Saúl fue rey. El primer juez, Josué, gobernó durante 18 años. Creo que este es el tiempo para ver un nuevo comienzo en
las cortes de nuestra tierra con un retorno hacia el gobierno justo.
5) ¡La recompensa de la apertura!
¡Los profetas traen
apertura! David era el octavo hijo de Isaí y abrió una nueva era para Israel. David
fue un profeta que guio a Israel en batallas de victoria contra los Filisteos. Recibió
la profecía sobre su reinado de parte de Samuel. Creyó, la recibió y luego
actuó afirmándose para enfrentar a Goliat. ¡Este
año veremos la caída de los Goliat! Los sistemas Goliat.
La intimidación de Goliat. La imposibilidad de Goliat. La recompensa de los
profetas desata visión, coraje y una ventaja profética que fue impartida por
Samuel y ejecutada por David. Esta unción derribó a Goliat.
La recompensa del profeta desata la habilidad para hacer cosas que fueron
imposibles hasta ese momento. Es una unción de rompimiento que derribará a los
enemigos espirituales. ¡Este año será récord en aperturas! Explotarán cosas que
nunca se hicieron antes. ¡Las cosas que estuvieron estancadas o paralizadas en
años anteriores, se activarán por la Palabra del Señor!
6) La recompensa de la oportunidad y el favor
Los profetas desatan
el favor y abren puertas de oportunidad. El profeta Moisés se afirmó ante el
trono del faraón de Egipto y dijo: “Deja a mi pueblo ir”.
Luego Dios desató favor en las cortes de Egipto. En el alfabeto hebreo, el
número ocho se dibuja como la imagen de una puerta. ¿Recuerda mi visión sobre
el ariete con las palabras “recompensa de profeta” que golpeaba la puerta?
Las puertas siempre
son lugares de gobierno y autoridad. Los reyes emitían decretos desde las
puertas de las ciudades. Los profetas profetizaban desde las puertas. Jesús
resucitó de los muertos en la puerta. Los apóstoles sanaron al paralítico en la
puerta. Jesús se identificó a sí mismo como la Puerta. En Apocalipsis 3, dijo
que Él tiene la llave de David y lo que abre no lo puede cerrar ningún hombre y
lo que cierra no lo puede abrir ningún hombre. ¡Espere
que se abran puertas de favor y acceso que estuvieron cerradas en el pasado,
para introducirlo en su futuro!
1 Corintios 16:9 dice: “… porque se me ha
presentado una gran oportunidad para un trabajo eficaz, a pesar de que hay
muchos en mi contra”. Mientras abrazamos las
palabras proféticas de Dios en este tiempo, veremos tiempos de puertas abiertas
sin precedentes, pero también tendremos que pelear contra algunos adversarios. Tome
coraje y no tema. Oí que el Señor decía: “¡Tu oposición se transformará en tu
oportunidad!”.
Cuando David enfrentó
a Goliat y lo derrotó, se conectó con su promoción, casándose con la hija del
rey y mudándose hacia el palacio. La oposición se transformó en su oportunidad.
Asimismo, sus adversarios están ahí para darle ventaja. ¡Sus pruebas y
problemas serán su triunfo! Sentí que este año estaría caracterizado por Puertas, Goliats y Gloria. ¡Atraviese las puertas, derrote a
sus Goliats y luego afírmese en la gloria!
Con las oportunidades
sobrenaturales, Dios nos está pidiendo que gastemos nuestro favor. La fe es la
moneda el Cielo. Todo lo que deseamos recibir de Dios demanda nuestra fe. Por
otro lado, el favor es nuestra moneda para nuestros tratos en la Tierra. Debemos
comprender que en realidad podemos tener el favor, sin saber cómo usarlo. Así
como alguien puede tener dinero sin saber cómo gastarlo, también podemos tener
favor sin usarlo o usarlo de la manera incorrecta. El favor abre puertas para
el Reino y los proyectos del Reino. El favor nos asegura que estamos en el
lugar correcto y el tiempo justo para los resultados del Reino. El favor es un aspecto más de la recompensa del profeta y
parte de la bendición que Dios le entrega a quienes reciben a los profetas y al
ministerio profético.
7) La recompensa del Cielo peleando por usted
Los profetas desatan
los ejércitos de ángeles en el Cielo. Vemos varias veces en las Escrituras que
cuando un profeta entregaba una palabra profética y cuando el pueblo de Dios se
posicionaba activamente en acuerdo con esa profecía, el Cielo intervenía de
manera sobrenatural en la batalla. En Jueces 4-5, Débora entregó una palabra
profética sobre la esclavitud severa de Israel bajo los cananeos. El pueblo y
los generales respondieron moviéndose hacia el lugar indicado proféticamente
junto al río Cisón. La palabra Cisón significa: “montar una trampa o establecer un lazo
para el enemigo”. Esto es
exactamente lo que ocurre como parte de la recompensa del profeta. Cuando el
enemigo se dispuso para la batalla, Dios provocó una lluvia torrencial y los
cielos pelearon a favor de Israel, inundando las riveras y arrastrando al
enemigo.
En otra batalla en 2
Crónicas 20, Josafat, un gran reformador y un rey justo, estaba rodeado por el
enemigo. Llamó a la gente a un ayuno y buscó al Señor. Durante ese tiempo el
profeta Jahaziel profetizó que no necesitarían pelear en la batalla, porque la
batalla era del Señor. Como respuesta a esta palabra profética, Josafat envió
adoradores delante del ejército cantando: “Glorificad al Señor, porque su misericordia es para
siempre”.
Como sabemos, una vez
que el ejército alcanzó al enemigo, descubrieron que muchos se habían retirado
y otros se mataron entre sí. El Cielo se involucró y peleó por ellos. Una vez
más, en Josué 10 vemos una batalla épica donde Josué peleó contra una alianza
de reyes cananeos, cuando Dios le habló proféticamente. Josué 10:8
dice: “Y el Señor le dijo a Josué: No
tiembles ante ellos, pues yo te los entrego; ninguno de ellos podrá resistirte”.
Josué estaba exhausto pero confrontó al enemigo como le ordenó Dios. Él mismo
peleó en lugar de Josué e Israel, y juntos barrieron al enemigo. ¡En realidad,
quedó registrado que Dios mató más enemigos que Josué!
Parte de nuestra
recompensa de profetas es que Dios hará que sus ángeles peleen por nosotros. Hebreos
1:14 dice que Dios envía a sus ángeles para asistir a los herederos de la
salvación. En el libro de Hechos vemos muchas veces cuando los ángeles
intervinieron para liberar a uno de los apóstoles y posicionarlos para impulsar
el Evangelio del Reino. Esta es parte de nuestra
recompensa por recibir la voz profética de Dios. Oh Dios, ¡envía a tus
poderosos! Puede esperar la ayuda angelical en sus batallas durante el 2018.
8) La recompensa de una nación transformada
Los profetas cambian
ciudades y naciones. Jeremías fue enviado como profeta a las naciones para
desarraigar, derribar, destruir, edificar y plantar. La unción profética tiene
la habilidad para cambiar una atmósfera sobre un territorio que puede resultar
en cambios en el gobierno, los negocios, la economía e incluso el territorio
queda liberado para un avivamiento. Podemos ver esto demostrado en 2 Reyes 2, luego
que Eliseo recibió de Elías el manto con la doble porción. Lo primero que hizo
fue ir hacia Jericó y quebró la maldición de la muerte y la esterilidad en la
ciudad. La ciudad cambió para siempre por la palabra del profeta. La ciudad que
lo acogió, recibió la recompensa del profeta y cambió para siempre.
En el 2018 debemos afirmarnos proactivamente en nuestra recompensa de
profetas. Necesitamos alinearnos con todo
lo que Dios nos encomendó, abrazar la unción profética que Él nos está
entregando y esperar la recompensa de su bendición.
Jane Hamon
(www.elijahlist.com)