Por Jennifer Eivaz
Mientras analizaba el 2017, definitivamente
probó ser un año de reajuste como lo profetizaron muchos. También fue un año de
recompensa y lo que parecía ser un año tipo “todo lo que quieras”. Creo que esta afirmación profética sigue muy
activa mientras entramos en el 2018. Por esa razón, veremos muchas palabras
proféticas diversas que se impartirán en los próximos días. No es una falta de
unidad profética, sino más bien una abundancia profética que se imparte en el
tiempo y el propósito de Dios, en respuesta a las oraciones llenas de esperanza
de su pueblo.
“Estamos siendo restablecidos.
Regresa la honra sobre nuestra vida”
Una de las directivas
más fuertes que recibí personalmente para el 2017, fue orar este verso sobre mí
misma y para alentar a otros a hacer lo mismo: “Crea en mí un corazón limpio, Oh Dios” (Salmo 51:10).
Estemos atentos a los ladrones de la gloria
Mientras oraba sobre
esto, el Espíritu Santo comenzó a hablarme sobre el orgullo y especialmente
sobre el espíritu de Leviatán. El Leviatán es un principado, también conocido
como el príncipe del orgullo. El pasaje de Job 41 lo describe con detalle,
comenzando con la pregunta: “¿Puedes pescar a Leviatán con un anzuelo, o atarle la
lengua con una cuerda?” (Job 41:1) y termina diciendo “mira con
desdén a todos los poderosos; ¡él es rey de todos los soberbios!” (Job 41:34). El orgullo es una actitud, pero
también es un espíritu. Este espíritu quiere altura y busca invadir los lugares
altos. Quiere infectar a la gente en los lugares altos porque es un ladrón de gloria.
Roba la gloria que debería ir hacia Jesucristo.
La gente infectada
por el Leviatán actuará con mayor altura, mejores y superiores a usted. Tendrán
una actitud altanera y poderosa. Pelearán con fuerza para ser correctos, pero a
expensas de nosotros. Santiago 4:6 dice que Dios resiste a los orgullosos, pero
honra a los humildes. El pasaje de Lucas 14:11 dice que Dios exalta al humilde. Dios quiere a su pueblo humilde en los lugares altos y no
a la gente gobernada por el orgullo.
Mientras observaba a
este espíritu surgiendo en algunos a mi alrededor, el Señor me enseñó cómo
asumir un “perfil
bajo” en situaciones donde prefería más ser elevada. Me dijo: “No puedes
pelear contra el orgullo con más orgullo. Debes pelear contra el orgullo con
humildad, aprendiendo a pelear sobre tus rodillas”. Decir esto es más fácil que hacerlo, porque los
que están alineados con el Leviatán exhibirán un comportamiento muy similar.
En resumen, una vez
que aflora el espíritu de orgullo, la persona deja de ser razonable, racional o
incluso alcanzable. El orgullo endurece el corazón y aprisiona la mente con un
pensamiento altanero falso. El orgullo resiste el consejo. El orgullo resiste
la convicción del Espíritu Santo. El orgullo provoca conflictos locos, porque
es el cuchillo que mata las relaciones y los ministerios.
Debemos rechazar el orgullo. La Biblia nos muestra que un corazón
endurecido no puede ver o discernir al Espíritu del Señor. Si no tratamos con el orgullo, seremos
inefectivos para caminar en la dirección profética clave del Señor para el
2018.
2018 es el año para discernir, liberar, restaurar y
recuperar
Durante los últimos
tres años, sentí un llamado claro para entrenar y equipar profetas,
especialmente videntes, y hemos abierto varias escuelas para hacerlo. Sin
embargo, cuando observo la primera mitad del año 2018, sentí un cambio y una
carga distinta del Espíritu Santo. El Señor impresionó mi corazón con esta
palabra: “2018
es el año para discernir, liberar, restaurar y recuperar”. Esta es la razón por la cual en Marzo
desarrollaremos una “Escuela de sanidad interior y liberación”, en
lugar de una escuela para entrenar profetas. El Espíritu del Señor me mostró
que está impartiendo claves nuevas desde el Cielo para sanar y liberar a su
pueblo, algo que caminará junto al ministerio profético en general. El Señor insistió en mi corazón que el ministerio
profético debe tener un fuerte perfil de liberación.
Por la unción y la
sabiduría del Espíritu, sanaremos las almas fragmentadas y destrozadas para
cerrar las puertas abiertas que usan los demonios para atormentar a sus víctimas.
Echaremos demonios con una nueva autoridad en el Nombre de Jesús. Puedo ver un
efecto dominó de esto. Puedo ver la
restauración de la gente, las familias, las ciudades y las naciones. Pude ver
la recuperación de las cosas que fueron robadas por generaciones.
Podremos discernir
Viene sobre el Cuerpo de Cristo el don de discernimiento de espíritus como
nunca antes. El Señor nos está dando ojos para ver lo que
está en la oscuridad, para no quedar en la oscuridad. No podemos pelear
efectivamente hasta conocer contra qué estamos peleando. El Señor también está
añadiendo dimensión a nuestro discernimiento espiritual. El diccionario Google
describe la dimensión como: “Tener longitud, anchura, profundidad y altura”. Básicamente, estamos madurando y ya no seremos
estrechos o unidimensionales en la operación del don de discernimiento de espíritus.
“No es una falta de unidad
profética, sino una abundancia profética que desatará todo en el tiempo y el
propósito de Dios, en respuesta a las oraciones llenas de esperanza de su
pueblo”
Por ejemplo, si usted
está repentinamente afectado por un dolor de espalda, alguien que se mueve en
el discernimiento dimensional podría reconocer que se trata de un problema de
salud, un ataque demoníaco o una palabra de conocimiento para otro que necesita
sanidad física. Podría ser una señal física de Dios que indica que estamos
siendo apuñalados por la espalda por alguien más o un punto de discernimiento
que esto le está pasando a alguien más y nos está advirtiendo para que
comencemos a interceder. Los que tienen
discernimiento dimensional desarrollaron una relación fuerte con el Espíritu
Santo y pueden ver y sentir microscópicamente la verdadera raíz de todas las
cosas.
Libertaremos
Por la obra de Jesús
somos salvos, libres y sanos (usualmente en ese orden). Todos, incluidos los
cristianos, necesitan liberación y volverá un énfasis en el ministerio de
liberación en el Cuerpo de Cristo. Jesús fue ungido por el Espíritu Santo para
sanar a los quebrantados de corazón y liberar a los cautivos (Lucas 4:18). Demasiados
cristianos sufren año tras año la persistencia de las artimañas demoníacas y no
pueden servir a Jesús victoriosamente, aunque son salvos y cuando mueran entrarán
en el Cielo.
Este es un asunto espiritual y requiere la unción del Espíritu para quebrar
el yugo. Esta unción viene con énfasis una vez más sobre el Cuerpo de Cristo,
pero caminará junto a un discernimiento tremendo. El Señor está elevando el
estándar en esta área porque nos ama. El ministerio de liberación es un
ministerio de amor.
Restauraremos y recuperaremos
La gente con discernimiento son libertadores e intercesores. Vemos y percibimos las cosas que están ocultas
para tratar con ellas. No podemos ceder hasta que el espíritu del asunto sea
revelado. El resultado es la restauración. El resultado es la recuperación de
las pérdidas. El Espíritu Santo me habló esto el verano pasado y creo que vale
la pena repetirlo: “Estoy restaurando, ¡pero con un punto de exclamación!”.
El diccionario
describe la palabra “restaurar” como: “Volver a un punto anterior, volver a poner
y volver a entregar”. Dios nos
está volviendo a establecer en nuestra condición de excelencia. Nos está
restaurando a nuestro rango. Recibiremos
todo lo que nos robaron. Seremos reparados y renovados de tal manera que será
una afirmación muy clara para los que dudaron de nosotros, los que se burlaron
y para nuestros enemigos. Estamos siendo restablecidos.
Volverá la honra a nuestra vida
El 2018 será un año
para discernir, liberar, restaurar y recuperar. Esta es una directiva profética
que requiere nuestra cooperación para ver su manifestación. La sanidad interior
y la liberación pueden ser incómodas y desordenadas. Para afirmarnos en la
directiva del Espíritu Santo, primero debemos eliminar el orgullo y rendir
verdaderamente nuestro ser interior al bisturí del Espíritu de Dios.
Los verdaderos
libertadores son aquellos que fueron liberados. Los restauradores son los que
fueron restaurados. ¿Está listo?
Oremos: Padre celestial, en el Nombre de Jesús, nos
arrepentimos del orgullo. Nos arrepentimos por la dureza de nuestro corazón,
por resistirnos al consejo piadoso, persistiendo
y demandando en nuestro propio camino. Te pedimos perdón. Rendimos nuestros
corazones a tus pies hoy como nunca antes. ¡Queremos que seas el arquitecto de
nuestro corazón! Hoy permitimos que el bisturí de tu Palabra y el toque del
Espíritu Santo nos transformen desde adentro hacia afuera. Úngenos para ser
poderosos en discernimiento, como una nueva generación de libertadores. Impártenos
tu gracia para traer una restauración sin precedentes y recuperar las pérdidas.
Te damos toda la gloria. ¡Amén!
Jennifer Eivaz
(www.elijahlist.com)
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