Por Ella Onakoya
Recientemente tuve un
sueño donde veía una casa muy sucia y con ventanas borrosas. Las ventanas
estaban tan sucias que no se podía ver lo que había afuera. Repentinamente pude
ver una mano que sostenía una jarra de agua. Esta mano roció las ventanas con
agua y se volvieron tan limpias que se podía ver hacia afuera.
El Señor compartió conmigo
las siguientes revelaciones sobre este sueño: “Sentí en mi espíritu la urgencia del Señor
por ungir los ojos de los videntes para que pudieran ver con mayor claridad”. Hay un mover puro del Espíritu Santo para que
los santos del Señor puedan ver y ser apartados para lo que Él está a punto de
hacer en la tierra hoy. Las profecías se
incrementarán en claridad y precisión, mientras el Espíritu de sabiduría y
revelación se derrama y lo recibimos en nuestros corazones.
Creo que la
revelación de la mano sosteniendo la jarra de agua en este sueño significa el
mover del poder de Dios para soltar a su pueblo en la libertad para ver
correctamente. Cada vez que se menciona la mano de Dios en las Escrituras,
siempre significa su poder para entregar y liberar. El agua significa tanto el
Espíritu como la Palabra. Por tanto, la mano de Dios se moverá poderosamente en
estos días para desatar movimientos de su Espíritu a través de la fusión de su
Espíritu y su Palabra. Caerán las escamas del engaño de los ojos y los
corazones de los creyentes, mientras el Espíritu de revelación de Dios se
derrama para comprender las Escrituras.
“...pero tomó el mover del Espíritu de Dios a través
del sueño para reavivar las Escrituras que conocía”
Algunos años atrás en
Londres, pude oír el testimonio de un hermano que asistió a una escuela bíblica
donde hablé sobre sanidades. Compartió que durante muchos años no fue capaz de
orar por los enfermos para que recibieran sanidad porque creía que Dios permitía
las enfermedades con un propósito específico. Sin embargo, la enseñanza que
entregué y las Escrituras de sanidad que compartí, abrieron sus ojos a la
intención real de Dios para sanarnos. Como resultado, fue liberado del engaño. Creo que la
jarra de agua que vi en el sueño representaba la verdad de las palabras de
sanidad, las mismas que oyó el hombre cuando hablé, para lavar los ojos del
entendimiento y que la gente pueda creerle a Dios.
Un despertar y sanidad de las naciones
Las ventanas sucias y
borrosas en el sueño hacían imposible ver lo que estaba ocurriendo fuera de las
cuatro paredes. Dios está en el rumbo de
soltar un gran avivamiento en sus santos para que puedan ver lo que está por
hacer, más allá de las cuatro paredes de la Iglesia. Dios usará poderosamente a
estos santos despiertos para manifestar su Reino en la tierra y traer una gran
cosecha.
En Jeremías 1:11, Dios
le preguntó al profeta qué veía. Jeremías respondió que veía una vara de almendro. La palabra “almendro”
viene de la raíz hebrea que significa: “El que se despertó”.
Dios se agradó con lo que veía Jeremías y le aseguró que Él velaba por
el cumplimiento de la Palabra. Creo que el
Señor está velando por la manifestación de su Palabra de despertar y
avivamiento en la tierra.
Recientemente tuve
otro sueño donde estaba invitada a predicar en una congregación. El Señor
impresionó mi corazón para hablar sobre Apocalipsis 22:1-2, por el avivamiento y
la sanidad de las naciones. Sin embargo, en este sueño dejaba el maletín con mi
Biblia en otra habitación de la congregación. Le pedí a alguien de la
congregación que me prestara su Biblia para predicar. Para mi sorpresa, todas
las Biblias que me dieron para ministrar, ¡no tenían el pasaje de Apocalipsis
22!
Tuve que ir a buscar
mi Biblia y comencé a ministrar sobre Apocalipsis 22. Comencé a hablar sobre el
avivamiento y la sanidad para las naciones. Mientras
hablaba, los santos se volvían más hambrientos y se despertaban con intensidad
ante este mover de Dios. Creo que el Señor está en la dirección de despertar a
su Iglesia y abrir nuestros ojos al cumplimiento de su Palabra para la gran
cosecha que viene en las naciones.
Se restauran los milagros de visión
También tengo una
palabra para aquellos que sienten que están trabados en un tiempo de
estancamiento y promesas incumplidas: Despertar de la visión. ¡El Señor está desatando un movimiento
poderoso a favor de usted para acelerar su Palabra y las promesas en su vida
para que pueda manifestarlas! Recientemente ministré en Noruega y
Nigeria, experimentando un aumento en la manifestación de milagros, donde los
asistentes recibieron sanidad en sus problemas de visión. Después de orar en
Noruega, un hombre de más de cien años fue capaz de ver con claridad, sin usar
sus lentes. En Nigeria, luego de hacer un llamado al altar, llamé a los que
tenían problemas en la vista que pudieran llevarlos a la ceguera y comenzaron a
testificar personas que dejaban de sentir dolor en sus ojos. Una mujer testificó que ya no tenía visión
borrosa. Ahí mismo probó que su visión fue restaurada leyendo
la Biblia en letra pequeña sin usar lentes, algo que no podía hacer antes.
Mientras oía estos testimonios de sanidad en la vista, me quedó claro que
los santos de Dios en estas regiones también estaban recibiendo revelación
sobre quiénes eran en Cristo. Comenzaban a caminar en nuevos niveles de intimidad con Jesús y
experimentaban niveles más profundos de osadía como hijos e hijas amados de
Dios, llamados a manifestar su Reino en la tierra. Creo que este aumento en los
milagros de vista y visión están ocurriendo en lo natural, para confirmar el
mover de Dios, ¡abriendo
simultáneamente los ojos de sus santos!
Claridad de visión para quebrar los obstáculos
demoníacos
Las Escrituras son
claras en Efesios 6:1-12 sobre nuestra batalla contra las tinieblas. A veces
las batallas que se levantaron contra nosotros son demasiado intensas y pueden
hacernos perder nuestro enfoque sobre quienes somos en Cristo y la autoridad
que tenemos contra las tinieblas. En su mover soberano de amor, Dios puede
escoger abrir nuestros ojos para ver la dimensión oculta en esos tiempos de
batallas intensas.
“Las profecías serán cada
vez más claras y precisas mientras el espíritu de sabiduría y revelación se
derrama y lo recibimos en nuestros corazones”
En el 2011 tuve un
accidente que me produjo una fractura grave en mi tobillo derecho. Fue solo una
semana después de viajar a una cruzada en Asia. No pude caminar durante muchos
meses y tuve que cancelar todos mis viajes ministeriales. Mi recuperación fue muy
lenta y no podía hacer las cosas que usualmente hacía alrededor de la casa, sin
la ayuda de la gente.
Recibí oración por
muchos creyentes, pero seguía sin poder caminar. Entré en un ciclo de fe y
frustración. En mis tiempos de frustración, pronunciaba palabras de duda porque
sentía que no volvería a caminar. Estaba ciega a la habilidad y el poder de
Dios para sanarme. En ese tiempo de
ceguera espiritual recibí un sueño por medio del cual el Señor me despertó a
las verdades espirituales que parecía haber olvidado.
En el sueño pude ver
a mi madre que pasó a la presencia del Señor. Creo que Dios usó esto como un
símbolo del Espíritu Santo para despertar mi fe, porque mi madre fue una gran
mujer de fe. Mi madre me habló en un sueño y me advirtió que dejara de hablar
negativamente sobre mi pierna porque eso impedía mi sanidad. Mientras ella hablaba, el Señor abrió mis ojos. Tuve una visión sobre demonios que rodeaban mi pierna
herida y cada vez que declaraba palabras de duda, afirmando que nunca iba a volver
a caminar, ellos gritaban con voracidad “¡amén!”. Mis palabras negativas de
incredulidad les daban entrada legal para tratar de detenerme e impedir que
camine.
Volví a darme cuenta
que el temor y la incredulidad alimentaba al enemigo de nuestras almas. Sabía
por las Escrituras que la vida y la muerte están en el poder de la lengua
(Proverbios 18:21), pero necesité el mover del Espíritu de Dios a través del
sueño para revivir las Escrituras que conocía. Me desperté y resolví con una fe
fresca que caminaría y no volvería a alimentar al enemigo con mis palabras de
duda. Comencé a soltar palabras de fe sobre mi pierna, recordándole a mi pierna
que caminaría y volvería a viajar. Crecía diariamente en fe.
El poder de Dios se
soltó a través de esta fe y al poco tiempo que mi fe resurgió a través del
sueño, comencé a caminar. Mi fisioterapista estaba shockeado por la velocidad
de mi recuperación. ¡Mi sanidad
manifestó la fusión del mover del Espíritu de Dios y su Palabra de sanidad!
Amados santos, anímense
por este mover del Espíritu de Dios y su Palabra para traer claridad de visión
y dirección. Entrará en la plenitud del propósito que nuestro Padre celestial
tiene para usted.
Ella Onakoya
(www.elijahlist.com)