Por Jamie Rohrbaugh
Últimamente recibí una carga muy
pesada por el pueblo de Dios, especialmente en el área de las finanzas. Pude
ver mucha gente preciosa engañada por un espíritu de pobreza, una fuerza demoníaca
que quiere robarles la provisión y las bendiciones a los hijos e hijas de Dios.
Amados, es tiempo para patear el espíritu de pobreza hasta restringirlo.
Ser pobre nunca es
del Señor. La Palabra nos dice que Dios es bueno, un Padre bueno que nos
bendecirá abundantemente si lo obedecemos. Por esta razón debemos aprender cómo
identificar al espíritu de pobreza: Podemos deshacernos de él, si lo hemos abrazado. Si no sabe que le permitió al enemigo engañarlo
en esta área, no podrá saber que necesita ser libre… y no verá el cambio que
desea en ver en su vida.
Analicemos las siete
señales de un espíritu de pobreza. Antes de comenzar, quiero que sepa esto: Si ve alguna de
estas señales en usted, no caiga en condenación por ello. Arrepiéntase por cada pecado en su vida
relacionado con esta área. Declare en voz
alta que renuncia a todo acuerdo con el espíritu de pobreza. Declare en voz
alta que en su lugar recibe y abraza la abundancia y la prosperidad de Dios. Ordene que el espíritu de pobreza lo deje en
el Nombre de Jesús, pídale al Espíritu Santo que lo llene donde se encontraba y
le enseñe la verdad de la Palabra sobre el deseo del Padre por bendecirlo y
entregarle su provisión, ¿ok? Aquí están las siete señales…
Primera señal del espíritu de pobreza: Pérdidas
crónicas de largo plazo y expectativas que todo seguirá igual
Muchas personas
atravesaron la estrechez financiera por breves períodos de tiempo. Sin embargo,
si usted se encuentra atrapado en un patrón de pérdida prolongado, tiene
grandes posibilidades de estar bajo la opresión de un espíritu de pobreza o limitación.
“Dios quiere bendecir al
pueblo que le obedezca, los que hacen buenas obras, los que dan con generosidad
y toman buenas decisiones”
El primer paso que
debe dar para salir de la pérdida crónica es edificar su fe para recibir más. (A
continuación presento los pasos adicionales en este proceso). Si usted estuvo
sufriendo pérdidas demasiado tiempo, tenderá a estar deprimido. Si ese es su
caso, estire su fe y profundice más en oración sobre las promesas de Dios para
bendecirlo. Mientras transforma su manera
de pensar por medio de la Palabra de Dios, el enemigo no podrá tentarlo o
robarle su fe por la recompensa y la provisión.
Segunda señal del espíritu de pobreza: Pensar que debe
abandonar su trabajo
Antes de involucrarme
en el ministerio a tiempo completo, pasé cerca de 15 años en el mundo
corporativo, trabajando en una empresa que figuraba entre las Fortune 500. Mientras
estaba allí, aprendí el valor del trabajo. Nadie va a trabajar de 8 am a 5 pm
todos los días porque les gusta trabajar gratis. Queremos que nos paguen y
queremos que nos paguen más. Sí, como cristianos a menudo pensamos que
deberíamos dejar nuestro trabajo. El resultado de este engaño es que
abandonamos nuestro trabajo y en consecuencia, dejamos de percibir el ingreso
con el que Dios nos quiere bendecir.
Trabajamos gratis muy
duro bendiciendo a la gente, ministrando a la gente y proveyendo para otros. Si
siente que ya no puede continuar con su trabajo, entonces está afirmando que la
unción y las habilidades que el Espíritu Santo estableció en su vida no valen
nada. Este es un insulto para el Espíritu Santo. Si usted es un CEO, un
artista, un ama de casa, un predicador o cualquier otra cosa, su trabajo tiene
valor. No sienta que debe abandonar su
trabajo.
Tercera señal del espíritu de pobreza: Negarse a
pagarle a otros por su trabajo
1 Timoteo 5:18 dice: “No pondrás bozal
al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”. Una persona que trabaja merece ser recompensada por ello. Por tanto, si
tiene a alguien trabajando para usted, debe prepararse para pagarle. Debe honrar lo suficiente la Palabra de Dios para pagarle
a la gente. Quizá no esperen que les pague, pero eso no niega la verdad de la
Palabra de Dios. Cuando tenemos a alguien trabajando para nosotros, son dignos
de su salario.
Si usted no está
dispuesto a honrar y pagarle a otros por su trabajo, Dios tampoco puede
bendecirlo como quiere. Sin embargo, si no honra a los demás y los reconoce
como es debido, Dios puede hacer lo mismo con usted. En pocas palabras, el
enemigo no quiere que les pague a otros porque no quiere que Dios le pague a
usted. Debe pelear y pagarle a la gente lo que merecen.
Cuarta señal del espíritu de pobreza: No diezmar u
ofrendar para el Señor
Todo en el Cielo y en
la tierra le pertenece a Dios. Necesitamos reconocer específicamente esto en el
área de las finanzas: Todo el dinero le pertenece a Dios. El Señor
solo reclama el 10% en el Antiguo Testamento (Malaquías 3:8-12). Sin embargo,
para aquellos que prefieren el estándar del Nuevo Testamento sobre el Antiguo
Testamento, deben saber que el Nuevo Pacto involucra todo: “Todos los que habían creído estaban
juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus
bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno” (Hechos 2:44-45).
Cuando nos negamos a
diezmar u ofrendarle al Señor, nos estamos rindiendo ante las mentiras del
enemigo que establecen que el dinero nos pertenece a nosotros. Pero el dinero
no nos pertenece y no tenemos derecho a robarlo. Somos meros administradores.
Cuando administramos bien el dinero de Dios, Él puede bendecirnos y lo hará. Sin
embargo, el espíritu de pobreza nos dice que no tenemos que diezmar y ofrendar,
todo porque no quiere que seamos bendecidos o que el devorador (el diablo) no
sea reprendido en nuestras vidas. No diezmar y ofrendar es elegir creer el
engaño del diablo. Si usted quiere ser bendecido, golpee al espíritu de pobreza
y deshágase de él. Debe diezmar y ofrendarle al Señor, sin importar lo que
ocurra.
Quinta señal del espíritu de pobreza: Resentimiento
contra las riquezas
Si usted rechaza las
riquezas, tiene un espíritu de pobreza. Por otro lado, si se siente feliz con
las riquezas, Dios puede bendecirlo. Dios quiere bendecir a la gente que lo
obedece, los que hacen buenas obras, los que dan con generosidad y los que
toman decisiones sabias. La gente así con frecuencia desarrolla alguna medida
de riquezas, sea en pocos años o a lo largo de sus vidas. Si tiene algún
resentimiento o rechazo hacia la gente rica, eso expone una creencia en su
corazón que sostiene que las “riquezas son malas y ofensivas”. Si usted cree que las riquezas son malas, no
puede recibir las riquezas del Señor.
Sexta señal del espíritu de pobreza: Tomar
habitualmente decisiones financieras pobres
Si usted tiene el
hábito de tomar decisiones financieras pobres, puede estar bajo la influencia
de un espíritu de pobreza. Pasar más tiempo gastando el dinero que en ganarlo,
apostando o endeudándose, son señales del pensamiento de pobreza que deben ser
transformados por la Palabra de Dios. Todas estas decisiones lo mantendrán en
pobreza.
“Mientras usted transforma
su manera de pensar a través de la Palabra de Dios, el enemigo no podrá
tentarlo o robarle su fe por la recompensa y la provisión”
¿Cuál es la mejor
manera que encontré para reparar esto? Edúquese. Dave Ramsey tiene una serie de libros muy buenos sobre finanzas. Para poder
avanzar financieramente, necesita educarse. El enemigo no quiere que estudie y
se muestre aprobado ante Dios. El enemigo quiere que no entienda cómo diezmar y
estar conectado con las bendiciones. El enemigo no quiere que entienda cómo
sembrar y cosechar su trabajo con finanzas personales… todo porque el enemigo
quiere que usted se mantenga en la pobreza. Pero si se toma el tiempo de
aprender todo lo que pueda sobre el dinero, ¡todo cambiará!
Séptima señal del espíritu de pobreza: Criticar a
otros por cómo gastan su dinero
“El dinero
que se gastó en ese bonito… podría haberse invertido en el Reino”.
“Creo que la
Iglesia no debería haber construido esa cruz gigante de metal, ese edificio
nuevo, etc, mientras está rodeada de pobreza. Ese es un desperdicio de dinero”.
“Bien, viajan
todo el tiempo. Probablemente gastan todo su dinero viajando”.
¿Algo de esto le
suena familiar? Sin equivocarme, cada vez que oí a alguien hacer un comentario
crítico como este, ocurren estas dos cosas: La persona que hizo el comentario estaba en
pobreza, con una historia larga y desafortunada sin prosperar. La parte que hizo esa compra, lo hizo con el
dinero que tenía para gastar y se sintió en la libertad de Dios para hacerlo. Esta
es una señal del espíritu de pobreza porque es el pecado de juicio. Criticar a
alguien por gastar su dinero es juzgar sus motivaciones. No es un juicio por su
status financiero, es juzgar que sus corazones estaban desviados cuando
hicieron esa compra.
Afirmaciones como
estas en realidad están diciendo: “Las prioridades de estas personas no son correctas
porque no hacen lo que creo que deberían hacer, y decido que no están bien con
Dios”. Debemos discernir
absolutamente entre el bien y el mal. Pero si alguien no está en pecado y solo
está usando su dinero de una manera con la que no está de acuerdo o tiene el hábito
de criticarlos, ¡deje de hacerlo! Si no está seguro de estar haciendo esto,
pregúntele a un amigo de confianza. Pregúntele a su esposa. Pregúntele a
alguien que le diga la verdad.
¿Qué debe hacer
cuando vea alguna de estas señales del espíritu de pobreza en usted? Estas son
algunas cosas que lo aliento a hacer:
• Ore. Pídale al
Señor que le muestre cualquier pecado en su propio corazón. Arrepiéntase de
todo lo que el Señor le muestre. Pídale al Señor que le muestre cualquier patrón
de pensamiento que tenga y sea demasiado bajo o demasiado básico. Pídale al
Señor que le muestre cualquier camino en el cual se puso de acuerdo con el espíritu
de pobreza.
• Pídale al Señor que
le muestre cualquier impedimento en su corazón que le impida recibir las
bendiciones abundantes de Dios. Edúquese sobre cómo operar en la economía de
hoy. Edúquese por las páginas de las Escrituras sobre cómo opera el dinero en
la economía del Reino de Dios.
Luego sea agresivo siguiendo el plan de
Dios para sus finanzas:
• Búsquelo en oración.
• Ore por sus finanzas y ore por sabiduría.
• Siga las
instrucciones de Dios escritas en su Palabra.
• Pídale al Señor que
lo ayude a edificar su fe por su abundancia y su (shalom) paz total. La palabra
hebrea shalom significa “nada se pierde, nada se quiebra”.
Si usted hace esto de
manera consistente a lo largo del tiempo, creo que verá cambios en sus finanzas
mientras sus pensamientos sobre el dinero se ajustan a la Palabra de Dios.
Jamie Rohrbaugh
(www.elijahlist.com)
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