lunes, 28 de mayo de 2018

“Siete señales de un espíritu de pobreza”



Por Jamie Rohrbaugh

Últimamente recibí una carga muy pesada por el pueblo de Dios, especialmente en el área de las finanzas. Pude ver mucha gente preciosa engañada por un espíritu de pobreza, una fuerza demoníaca que quiere robarles la provisión y las bendiciones a los hijos e hijas de Dios. Amados, es tiempo para patear el espíritu de pobreza hasta restringirlo.

Ser pobre nunca es del Señor. La Palabra nos dice que Dios es bueno, un Padre bueno que nos bendecirá abundantemente si lo obedecemos. Por esta razón debemos aprender cómo identificar al espíritu de pobreza: Podemos deshacernos de él, si lo hemos abrazado. Si no sabe que le permitió al enemigo engañarlo en esta área, no podrá saber que necesita ser libre… y no verá el cambio que desea en ver en su vida.

Analicemos las siete señales de un espíritu de pobreza. Antes de comenzar, quiero que sepa esto: Si ve alguna de estas señales en usted, no caiga en condenación por ello. Arrepiéntase por cada pecado en su vida relacionado con esta área. Declare en voz alta que renuncia a todo acuerdo con el espíritu de pobreza. Declare en voz alta que en su lugar recibe y abraza la abundancia y la prosperidad de Dios. Ordene que el espíritu de pobreza lo deje en el Nombre de Jesús, pídale al Espíritu Santo que lo llene donde se encontraba y le enseñe la verdad de la Palabra sobre el deseo del Padre por bendecirlo y entregarle su provisión, ¿ok? Aquí están las siete señales…

Primera señal del espíritu de pobreza: Pérdidas crónicas de largo plazo y expectativas que todo seguirá igual
Muchas personas atravesaron la estrechez financiera por breves períodos de tiempo. Sin embargo, si usted se encuentra atrapado en un patrón de pérdida prolongado, tiene grandes posibilidades de estar bajo la opresión de un espíritu de pobreza o limitación.

“Dios quiere bendecir al pueblo que le obedezca, los que hacen buenas obras, los que dan con generosidad y toman buenas decisiones”

El primer paso que debe dar para salir de la pérdida crónica es edificar su fe para recibir más. (A continuación presento los pasos adicionales en este proceso). Si usted estuvo sufriendo pérdidas demasiado tiempo, tenderá a estar deprimido. Si ese es su caso, estire su fe y profundice más en oración sobre las promesas de Dios para bendecirlo. Mientras transforma su manera de pensar por medio de la Palabra de Dios, el enemigo no podrá tentarlo o robarle su fe por la recompensa y la provisión.

Segunda señal del espíritu de pobreza: Pensar que debe abandonar su trabajo
Antes de involucrarme en el ministerio a tiempo completo, pasé cerca de 15 años en el mundo corporativo, trabajando en una empresa que figuraba entre las Fortune 500. Mientras estaba allí, aprendí el valor del trabajo. Nadie va a trabajar de 8 am a 5 pm todos los días porque les gusta trabajar gratis. Queremos que nos paguen y queremos que nos paguen más. Sí, como cristianos a menudo pensamos que deberíamos dejar nuestro trabajo. El resultado de este engaño es que abandonamos nuestro trabajo y en consecuencia, dejamos de percibir el ingreso con el que Dios nos quiere bendecir.

Trabajamos gratis muy duro bendiciendo a la gente, ministrando a la gente y proveyendo para otros. Si siente que ya no puede continuar con su trabajo, entonces está afirmando que la unción y las habilidades que el Espíritu Santo estableció en su vida no valen nada. Este es un insulto para el Espíritu Santo. Si usted es un CEO, un artista, un ama de casa, un predicador o cualquier otra cosa, su trabajo tiene valor. No sienta que debe abandonar su trabajo.

Tercera señal del espíritu de pobreza: Negarse a pagarle a otros por su trabajo
1 Timoteo 5:18 dice: “No pondrás bozal al buey que trilla; y: Digno es el obrero de su salario”. Una persona que trabaja merece ser recompensada por ello. Por tanto, si tiene a alguien trabajando para usted, debe prepararse para pagarle. Debe honrar lo suficiente la Palabra de Dios para pagarle a la gente. Quizá no esperen que les pague, pero eso no niega la verdad de la Palabra de Dios. Cuando tenemos a alguien trabajando para nosotros, son dignos de su salario.

Si usted no está dispuesto a honrar y pagarle a otros por su trabajo, Dios tampoco puede bendecirlo como quiere. Sin embargo, si no honra a los demás y los reconoce como es debido, Dios puede hacer lo mismo con usted. En pocas palabras, el enemigo no quiere que les pague a otros porque no quiere que Dios le pague a usted. Debe pelear y pagarle a la gente lo que merecen.

Cuarta señal del espíritu de pobreza: No diezmar u ofrendar para el Señor
Todo en el Cielo y en la tierra le pertenece a Dios. Necesitamos reconocer específicamente esto en el área de las finanzas: Todo el dinero le pertenece a Dios. El Señor solo reclama el 10% en el Antiguo Testamento (Malaquías 3:8-12). Sin embargo, para aquellos que prefieren el estándar del Nuevo Testamento sobre el Antiguo Testamento, deben saber que el Nuevo Pacto involucra todo: “Todos los que habían creído estaban juntos, y tenían en común todas las cosas; y vendían sus propiedades y sus bienes, y lo repartían a todos según la necesidad de cada uno” (Hechos 2:44-45).

Cuando nos negamos a diezmar u ofrendarle al Señor, nos estamos rindiendo ante las mentiras del enemigo que establecen que el dinero nos pertenece a nosotros. Pero el dinero no nos pertenece y no tenemos derecho a robarlo. Somos meros administradores. Cuando administramos bien el dinero de Dios, Él puede bendecirnos y lo hará. Sin embargo, el espíritu de pobreza nos dice que no tenemos que diezmar y ofrendar, todo porque no quiere que seamos bendecidos o que el devorador (el diablo) no sea reprendido en nuestras vidas. No diezmar y ofrendar es elegir creer el engaño del diablo. Si usted quiere ser bendecido, golpee al espíritu de pobreza y deshágase de él. Debe diezmar y ofrendarle al Señor, sin importar lo que ocurra.

Quinta señal del espíritu de pobreza: Resentimiento contra las riquezas
Si usted rechaza las riquezas, tiene un espíritu de pobreza. Por otro lado, si se siente feliz con las riquezas, Dios puede bendecirlo. Dios quiere bendecir a la gente que lo obedece, los que hacen buenas obras, los que dan con generosidad y los que toman decisiones sabias. La gente así con frecuencia desarrolla alguna medida de riquezas, sea en pocos años o a lo largo de sus vidas. Si tiene algún resentimiento o rechazo hacia la gente rica, eso expone una creencia en su corazón que sostiene que las “riquezas son malas y ofensivas”. Si usted cree que las riquezas son malas, no puede recibir las riquezas del Señor.

Sexta señal del espíritu de pobreza: Tomar habitualmente decisiones financieras pobres
Si usted tiene el hábito de tomar decisiones financieras pobres, puede estar bajo la influencia de un espíritu de pobreza. Pasar más tiempo gastando el dinero que en ganarlo, apostando o endeudándose, son señales del pensamiento de pobreza que deben ser transformados por la Palabra de Dios. Todas estas decisiones lo mantendrán en pobreza.

“Mientras usted transforma su manera de pensar a través de la Palabra de Dios, el enemigo no podrá tentarlo o robarle su fe por la recompensa y la provisión”
¿Cuál es la mejor manera que encontré para reparar esto? Edúquese. Dave Ramsey tiene una serie de libros muy buenos sobre finanzas. Para poder avanzar financieramente, necesita educarse. El enemigo no quiere que estudie y se muestre aprobado ante Dios. El enemigo quiere que no entienda cómo diezmar y estar conectado con las bendiciones. El enemigo no quiere que entienda cómo sembrar y cosechar su trabajo con finanzas personales… todo porque el enemigo quiere que usted se mantenga en la pobreza. Pero si se toma el tiempo de aprender todo lo que pueda sobre el dinero, ¡todo cambiará!

Séptima señal del espíritu de pobreza: Criticar a otros por cómo gastan su dinero

“El dinero que se gastó en ese bonito… podría haberse invertido en el Reino”.

“Creo que la Iglesia no debería haber construido esa cruz gigante de metal, ese edificio nuevo, etc, mientras está rodeada de pobreza. Ese es un desperdicio de dinero”.

“Bien, viajan todo el tiempo. Probablemente gastan todo su dinero viajando”.

¿Algo de esto le suena familiar? Sin equivocarme, cada vez que oí a alguien hacer un comentario crítico como este, ocurren estas dos cosas: La persona que hizo el comentario estaba en pobreza, con una historia larga y desafortunada sin prosperar. La parte que hizo esa compra, lo hizo con el dinero que tenía para gastar y se sintió en la libertad de Dios para hacerlo. Esta es una señal del espíritu de pobreza porque es el pecado de juicio. Criticar a alguien por gastar su dinero es juzgar sus motivaciones. No es un juicio por su status financiero, es juzgar que sus corazones estaban desviados cuando hicieron esa compra.

Afirmaciones como estas en realidad están diciendo: “Las prioridades de estas personas no son correctas porque no hacen lo que creo que deberían hacer, y decido que no están bien con Dios”. Debemos discernir absolutamente entre el bien y el mal. Pero si alguien no está en pecado y solo está usando su dinero de una manera con la que no está de acuerdo o tiene el hábito de criticarlos, ¡deje de hacerlo! Si no está seguro de estar haciendo esto, pregúntele a un amigo de confianza. Pregúntele a su esposa. Pregúntele a alguien que le diga la verdad. 

¿Qué debe hacer cuando vea alguna de estas señales del espíritu de pobreza en usted? Estas son algunas cosas que lo aliento a hacer:

• Ore. Pídale al Señor que le muestre cualquier pecado en su propio corazón. Arrepiéntase de todo lo que el Señor le muestre. Pídale al Señor que le muestre cualquier patrón de pensamiento que tenga y sea demasiado bajo o demasiado básico. Pídale al Señor que le muestre cualquier camino en el cual se puso de acuerdo con el espíritu de pobreza.

• Pídale al Señor que le muestre cualquier impedimento en su corazón que le impida recibir las bendiciones abundantes de Dios. Edúquese sobre cómo operar en la economía de hoy. Edúquese por las páginas de las Escrituras sobre cómo opera el dinero en la economía del Reino de Dios.

Luego sea agresivo siguiendo el plan de Dios para sus finanzas:

• Búsquelo en oración.

• Ore por sus finanzas y ore por sabiduría.

• Siga las instrucciones de Dios escritas en su Palabra.

• Pídale al Señor que lo ayude a edificar su fe por su abundancia y su (shalom) paz total. La palabra hebrea shalom significa “nada se pierde, nada se quiebra”.

Si usted hace esto de manera consistente a lo largo del tiempo, creo que verá cambios en sus finanzas mientras sus pensamientos sobre el dinero se ajustan a la Palabra de Dios.

Jamie Rohrbaugh
(www.elijahlist.com)

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