Por Christine Vales
Decisiones, decisiones, decisiones.
La vida está llena de decisiones. Tomamos una cantidad decisiones cada día en
nuestras vidas, pero hay temporadas que están especialmente llenas de
decisiones. Como ocurre en este mes judío de Av. Como el quinto mes del año
eclesiástico del calendario hebreo, está asociado con la gracia. Esto es
especialmente bueno si consideramos todas las elecciones que debemos realizar. Sumado
a la gracia, necesitamos discernimiento… ¿pero cómo recibirlo? La respuesta
está justo delante de nuestros ojos. La respuesta es el mismo Av.
¿Realmente conoce a Dios como su Abba
Padre?
La palabra Av
significa “Abba
o Padre”. Él es la fuente de
nuestro discernimiento y nuestra misma vida. La pregunta es: ¿Realmente
conocemos a Dios como nuestro Abba Padre? Debemos comenzar por aquí.
¿Conocemos a Dios como Padre? Si no es así, ¿cómo podemos hacerlo? Podemos
conocerlo como Padre, pero debe ser nuestra elección, porque nos entregó libre
albedrío para elegirlo. Quizá esta sea la elección más importante de todas. Las
Escrituras señalan nuestros corazones en la dirección correcta: “Mas a cuantos
lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de
Dios. Éstos no nacen de la sangre, ni por deseos naturales, ni por voluntad
humana, sino que nacen de Dios” (Juan 1:12-13).
Conocerlo a Él como Padre comienza con recibirlo y creer en Él. Cuando lo recibimos a Él, recibimos el perdón y nos convertimos en sus hijos. Creer en Él significa confiar y tener fe en Él. Entonces, antes de movernos, debemos tomarnos tiempo para considerar su oferta de perdón y adopción: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios. Y ustedes no recibieron un espíritu que de nuevo los esclavice al miedo, sino el Espíritu que los adopta como hijos y les permite clamar: ‘¡Abba! ¡Padre!’” (Romanos 8:14-15). Que las palabras del Señor abran su corazón para recibirlo a Él como su Abba Padre.
Cómo cambiamos oyendo su voz
Romanos 10:17 dice: “Así
que la fe viene como resultado de oír el mensaje, y el mensaje que se oye es la
palabra de Cristo”.
¿Oyó eso? La
Palabra dice que nuestra fe crece mientras oímos. ¿Puede ver cómo creer está
ligado con oír? En este mes de elecciones, oír es la acción que el Señor
está resaltando. Cuando Dios es nuestro Padre, tenemos acceso a su
discernimiento y su sabiduría, todo lo que debemos hacer es pedírsela y Él nos
la dará abundantemente. Santiago 1:5 dice: “Si
a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues
Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie”.
Cuando posicionamos
nuestros corazones para oír la voz del Señor, crecemos en discernimiento. Oír
con claridad está claramente descripto por las características de este mes. La
tribu asociada con este mes es Simeón y su nombre quiere decir “oír con
gracia”. Si usted estudia a
Simeón, parece ser duro para oír. Sin embargo, el Señor es misericordioso y nos
redime de nuestras malas decisiones para nuestro bien y su gloria.
Estamos enfrentando la elección al borde
de nuestra Tierra Prometida
Considere cómo Israel
se posicionó en Av. ¿Se les presentaron decisiones importantes que cambiarían
el curso de sus vidas? ¡La respuesta es sí! Fue el 9 de Av cuando los espías
regresaron de la Tierra Prometida con sus reportes (Números 13). Aunque había
gigantes en esta tierra fructífera, Josué y Caleb creyeron en el Señor y
alentaron a Israel a avanzar para poseer la tierra. Sin embargo, los otros
espías dieron un reporte negativo y les instilaron miedo.
Israel estaba
enfrentando una elección en el límite de la Tierra Prometida. Siguieron a la
mayoría y eligieron la incredulidad. Esto tuvo ramificaciones devastadoras
inmediatas en la historia de Israel. Específicamente, cuarenta años vagando por
el desierto, culminando en la muerte de toda una generación, desde los veinte
años en adelante. Esa generación nunca entraría en la Tierra Prometida.
El Señor nos presenta una elección similar este mes. Mientras salimos del período de tres semanas llamado “entre dificultades” en el 9 de Av, también nos paramos en el límite de nuestra Tierra Prometida. Mientras salimos de este tramo estrecho de tiempo, seremos confrontados con una elección: Creer el reporte del Señor o quedarnos en la incredulidad. ¿Qué reporte vamos a creer? Podemos aprender de la historia de Israel y elegir oír y creer la verdad de la voz de nuestro Padre. Necesitamos sintonizarnos con su rugido de verdad y amor, mientras nos guía en su camino.
¿Dónde nos encontraremos este mes de Av? Esto no tiene que ver solo con la historia y los israelitas… ¡tiene que ver con usted! ¿Qué elección tiene que enfrentar? ¿Qué voz va a escuchar? Dispóngase a oír la verdad del Señor. Le imploro que crea el buen reporte del Señor. La incredulidad tiene consecuencias severas. Por otro lado, creer es tomado por justicia (Génesis 15:6).
Más importante,
¿aceptó la oferta del Señor de perdón y adopción? En este mes de elecciones,
toma la mejor decisión de su vida y elija este día servir a Dios (Josué 24:15).
Christine Vales
(www.elijahlist.com)
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