Por Christy Johnston
Puedo ver a Dios
incrementando el momentum sobre el Cuerpo de Cristo, mientras nos movemos en un
tiempo de aceleración, tanto a nivel individual como en el resto del Cuerpo,
mientras nos movemos en un tiempo de aceleración, tanto a nivel individual como
en el resto de la Iglesia. En los primeros días de este año, el Padre le habló
con claridad a mi corazón y dijo: “Este será un año de aceleración”. Observando todas las apariencias externas,
quizá parezca que su año se ha ido, en lugar de moverse hacia adelante. Puedo
sentir ardiendo en mi espíritu que los próximos seis meses serán un tiempo de
momentum y aceleración. Donde parece como si hubiera retrocedido, está a punto
de ser catapultado más rápido y más lejos que lo que hubiera logrado en sus
propias fuerzas.
“Pero Dios era la masa
pesada que devoró a sus enemigos en el mar de la redención”
Está siendo catapultado
Comencé un estudio
simple de la palabra “momentum” que
me guio hacia un descubrimiento inesperado. Pude oír que esta palabra fue usada
mucho, pero nunca comprendí su significado o su origen en profundidad. El momentum
es una palabra de la ciencia física. Define la cantidad de movimiento que tiene
un objeto. Este término no se usa solo en el mundo de la física, también en el
mundo del deporte. Un equipo que tiene su momentum, se está moviendo y será un
desafío significativo tratar de detener el momentum del equipo en movimiento. La
suma del movimiento de cada uno crea una velocidad indetenible de las masas
combinadas de cada uno.
Se puede describir el
momentum como una “masa en movimiento”. En otras palabras,
cuanto mayor sea la masa de un equipo, mayores serán su momentum y su
movimiento. En mi estudio de la palabra me crucé con un video que describe una
ley física como “momentum
lineal”. En el video, un hombre sostenía una pelota de básquet con
una pelota de tenis balanceándose sobre ella. Dejaba caer la pelota de básquet
y la de tenis al mismo tiempo, y cuando la pelota de básquet tocaba el suelo y
rebotaba hacia arriba, el momentum de su peso y su velocidad chocaba contra la
pelota de tenis, catapultándola hacia el cielo como un cohete.
Más rápido y más fácil
El video luego
describe cómo cuando chocan las dos, el peso de la masa de la pelota de básquet
y su velocidad consecuente, hace que el momentum de la pelota de tenis avance
más allá de lo que hubiera podido hacerlo por su propio peso. Tan pronto como
vi esto, la presencia del Espíritu Santo me abrumó, mientras le hablaba a mi
corazón: “Estoy
llevando a mis hijos y los estoy moviendo como si fueran uno. Yo soy el peso de
la masa abrumadora y cuando choques conmigo, mi velocidad te catapultará más
lejos de lo que te hubieras movido en tus propias fuerzas”.
Mientras escribía
esto, una promoción aparecía en mi pantalla y decía: “más rápido y más fácil”. Mientras choca con la presencia de Dios, el
peso de la masa y la velocidad de su gloria lo enviarán más lejos, más rápido y
más fácil. Donde parece como si hubiera retrocedido, el Señor lo está
impulsando hacia adelante en su momentum. Puedo ver esta palabra como una proclamación
para su vida individual y también para todo el Cuerpo de Cristo. Creo firmemente
que el Padre nos está acelerando en un movimiento indetenible de momentum. La
masa pura de nuestro “equipo” moviéndose como una fuerza compacta,
está creando una velocidad indetenible de gloria.
La cosecha está aquí y ahora vamos a ver el choque de los perdidos con la
gloria, aceptando a Jesús en un movimiento tan rápido y veloz que será
diferente a cualquier otro que hayamos visto en la historia. Está aquí y es
ahora.
Cuando parece como si hubiéramos retrocedido, Dios
tiene otro camino para avanzar
Estuve estudiando
Éxodo 14 una mañana y los versos 1-3 resaltaron ante mí. Dicen así: “El Señor habló
con Moisés y le dijo: Ordénales a los israelitas que regresen y acampen frente
a Pi Ajirot, entre Migdol y el mar. Que acampen junto al mar, frente a Baal
Zefón. El faraón va a pensar: ‘Los israelitas andan perdidos en esa tierra. ¡El
desierto los tiene acorralados!’”.
Quiero resaltar estos versos porque quizá se vea como si usted haya retrocedido
y le preguntó a Dios: “¿Por qué estoy aquí, cuando debería estar al otro lado
de este mar? ¿Por qué parece que retrocedí?”.
Cuando sienta como si
estuviera enredado en el desierto donde se encuentra metido, quiero mostrarle
que en realidad se está posicionando para su momentum, se entere de ello o no. Permítame
mostrarle lo que el Padre me reveló. Quiero reescribir los versos anteriores,
pero esta vez voy a reemplazar los nombres y los lugares con su significado
actual.
Ahora se leería: “Y el Señor le
dijo a Moisés: ‘Diles a los israelitas que regresen y acampen ante el ‘monte de
la libertad’, entre la ‘Torre’ y el ‘mar de la redención’ (el rojo señala
redención, la Sangre de Jesús), ante el ‘señor de las tinieblas’…”. Con esto Dios le está diciendo: “Posiciona tu
boca para la libertad. Yo soy tu libertad. Acampa sobre mis promesas, porque
ellas son tu torre y tu mar de redención. Aunque parezca que el enemigo, el
señor de las tinieblas, te hubiera rodeado, te posicioné para tu momentum y
estoy a punto de catapultarte hacia la victoria”.
“Estoy cargando a mis hijos
y nos estamos moviendo como uno”
En los siguientes
versos de Éxodo 14, leemos cómo el faraón y su ejército persigue a los
israelitas justo donde habían acampado y justo cuando parecía como si todo
volviera para atrás, en lugar de ir hacia adelante para encontrarse con la
libertad y la victoria, Dios le habla a Moisés en los versos 14-15. Dice: “Ustedes quédense quietos, que el Señor
presentará batalla por ustedes. Pero el Señor le dijo a Moisés: ‘¿Por qué
clamas a mí? ¡Ordena a los israelitas que se pongan en marcha!’”.
Avanzando sin miedo
Dios le estuvo
diciendo a su pueblo que avanzara por fe y cuando lo hicieron, entraron en su
momentum y Él fue la fuerza de masa y velocidad delante de ellos para
catapultarlos hacia la victoria prometida. Dios estaba peleando por ellos. Sin
Él, sus enemigos los habrían devorado. Pero con Él, pudo abrir un camino para
hacerlos avanzar y lanzarlos más allá de lo que hubieran podido lograr en sus
propias fuerzas.
¿Puede figurarse eso? Millones de personas aparentemente rodeadas por un
ejército feroz, pero Dios era la fuerza impulsora que agitaba los mares y abría
una senda a través del mar. Dios era el peso de la masa que devoró a sus enemigos en el mar de la
redención… Dios hizo un camino.
Creo firmemente que
ahora mismo estamos en un tiempo donde Dios le está diciendo a su pueblo: “Acampa tu boca
en mi libertad, muévete y actívate sobre mis promesas para tu vida y será la
fuerza que te impulsará hacia la victoria. Hice que la velocidad de masa de mi
gloria hiciera una senda a través del mar de la redención para tu vida, a
través de la Sangre de Jesús. Todo lo que necesitas es avanzar y hacerlo como
uno conmigo. Permíteme enviarte donde nunca podrías haber llegado en tus
propias fuerzas”.
Velocidad indetenible
Así como la pequeña
pelota de tenis se movió como una con la pelota de básquet y el momentum de la
masa de la segunda hizo que la pelota de tenis saliera despedida como un cohete
hacia el cielo, simplemente por estar ubicada sobre ella, nosotros también debemos
posicionarnos hoy en Él. Dios es la masa de momentum para lanzar su vida
durante los próximos seis meses. Debemos
posicionar nuestro corazón en la boca de la libertad y activar el momentum,
descansando y confiando simplemente en Él.
Nos encontramos en un
tiempo de momentum y el Cuerpo de Cristo se está moviendo hacia un tiempo de
fuerza pura y velocidad indetenible, mientras nos posicionamos solamente sobre
Jesús, porque Él es nuestra masa en movimiento.
Christy Johnston
(www.elijahlist.com)
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