domingo, 11 de agosto de 2019

“Estamos en un tiempo para un favor sin precedentes y un destino radical”





Por Danielle Dixon

Lo postrero es diferente a lo primero
Recientemente estuve sintiendo que la última parte de este año va a ser totalmente diferente a la guerra intensa en la que muchos hijos e hijas de Dios se vieron involucrados.

Tuve la impresión que había terminado la manera conocida de manejar las finanzas. Esta fue la culminación de un tiempo de luchas financieras, pérdidas, demoras y retrocesos. Creo que entramos en un año nuevo de anunciar un favor sin precedentes.

El favor de Dios está operando en la plenitud del tiempo
Mientras meditaba en la forma como se verían los planes y los propósitos de Dios en este tiempo, recibí una impresión del Señor donde está impartiendo su favor divino sobre el Cuerpo de Cristo para provocar un cambio dramático. ¡Está haciendo esto y el mundo conocerá quién es nuestro Dios y lo que puede hacer!

Este no es el tipo de favor que hace que la gente nos quiera o nos brinde “sentimientos suaves y cálidos”. Es un favor sobrenatural para terminar el trabajo, independientemente de su pérdida de finanzas, su sabiduría, su revelación o su experiencia en cualquier área. Este tipo de favor tiene poco que ver con lo maravillosos que somos y tiene todo que ver con los tiempos señalados de Dios.

En la Biblia vemos que las obras de Dios tienen un “Mow'ed” (tiempo señalado). Leemos repetidamente sobre la “plenitud de los tiempos, el tiempo señalado y el cumplimiento del tiempo”. En la cultura hebrea, estas frases representan el cierre de los ciclos de vida, donde algo se completó. 

El Señor me guió al Salmo 102, que habla de esos tiempos: “Te levantarás y tendrás misericordia de Sion, porque es tiempo de tener misericordia de ella, porque el plazo ha llegado” (Salmo 102:13).

En el Salmo 102:14-20, puedo ver la imagen profética del Cuerpo de Cristo hoy, clamando por ver la piedad de Dios sobre la tierra: “Porque tus siervos aman sus piedras, y del polvo de ella tienen compasión. Entonces las naciones temerán el nombre de Jehová, y todos los reyes de la tierra tu gloria; Por cuanto Jehová habrá edificado a Sion, y en su gloria será visto; Habrá considerado la oración de los desvalidos, y no habrá desechado el ruego de ellos. Se escribirá esto para la generación venidera; Y el pueblo que está por nacer alabará a JAH, porque miró desde lo alto de su santuario; Jehová miró desde los cielos a la tierra, para oír el gemido de los presos, para soltar a los sentenciados a muerte…”.

Posicionados para un destino radical
Vemos este tipo de favor sobrenatural sobre la vida de José durante una gran oscuridad. Dios hizo un camino para promoverlo de manera sobrenatural en el tiempo señalado. A los diecisiete fue vendido como esclavo. A los treinta era el primer ministro de una nación. Esta es la operación del favor divino de Dios. Quizá el favor no provea atajos, pero cumple el destino radical.

Veremos posiciones de autoridad política, departamentos de justicia y cuerpos de gobierno en las naciones de la tierra, siendo ejercidos por los hijos e hijas de Dios. Quizá pueda parecer imposible para ellos ganar el voto y poco probable ganar el corazón del pueblo, entonces no habrá otra explicación que el favor de Dios.

También veremos al pueblo de Dios cumpliendo sus planes en el área de la adquisición de tierras, propiedades y expansiones para establecer la Iglesia y las organizaciones que funcionan como comunidades. Las cosas están cerca del tiempo de cumplimiento y no importará lo que haga el enemigo. Cuando el favor de Dios se derrama sin medida, la gente dirá: “¿Hay algo imposible para Dios?”.

¡Usted está en la última vuelta!
En una visión, pude ver ángeles agitando banderas como si estuvieran señalando la última vuelta de una carrera de autos. Los autos en la carrera eran de “Fórmula uno”. A través de esta visión, creo que el Señor está diciendo que los vehículos de Dios están en su óptimo rendimiento, bien afinados y cerca del final de su carrera.

Estos ángeles que fueron despachados hacia la tierra eran numerosos y mientras agitaban sus banderas a cuadros, el favor de Dios se desataba, animando a su pueblo como si les dijera: “Están en la última vuelta. No se detengan. ¡En breve darán la vuelta de honor!”. Hay un aumento de la actividad angelical en esta hora de favor.

Danielle Dixon

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