Por Faith Marie Baczko
¡Buenas noticias! Dios le dio un jaque mate a la movida del enemigo en
la crisis actual. El plan del enemigo era esparcir la calamidad sobre la
tierra, ¡pero Dios usó estratégicamente este virus como parte de su plan para
manifestar la transformación del mundo!
El pueblo de Dios
estuvo en oración, en intercesión y expectante por un gran mover de Dios
durante años. Dios respondió con un gran reinicio, el precursor de un gran
despertar y una gran cosecha de almas en el Reino de Dios.
El mundo se
descarriló en una trayectoria hacia la destrucción, corriendo hacia adelante y
hacia atrás, como predijo la Biblia en el libro de Daniel. La temperatura
emocional en el mundo se encontraba en un punto de ebullición desagradable, por
el lugar y el poder que los dioses de este mundo habían alcanzado. ¡No
contaban con Dios! Él está usando lo que el enemigo planificó para mal, como un
reinicio global.
En el cierre
global actual se cerraron los bares, los espectáculos deportivos y todos los
parques de entretenimiento y recreación de Disney. Como resultado de esto, las
familias tuvieron que quedarse en sus casas hablando y comiendo juntas. La
gente está quieta, el mundo está quieto, los niños están seguros en sus casas.
Están cambiando las actitudes, porque la gente es más compasiva con su prójimo.
Entramos en unidad de corazón y mente, porque el pueblo está orando y buscando
a Dios por una respuesta. Fuimos atrapados amorosamente en la cautividad del
Señor y el enemigo está perdiendo… ¡es un gran tiempo!
Durante un tiempo
reciente de intercesión, pude ver un gran león caminando impaciente con
anticipación. Los pasajes que venían a mi mente eran Isaías 42:13-14, 16: “El Señor marchará como guerrero; como hombre de guerra
despertará su celo. Con gritos y alaridos se lanzará al combate, y triunfará
sobre sus enemigos. Por mucho tiempo he guardado silencio, he estado callado y
me he contenido. Pero ahora voy a gritar como parturienta, voy a resollar y
jadear al mismo tiempo… conduciré a los
ciegos por caminos desconocidos, los guiaré por senderos inexplorados; ante
ellos convertiré en luz las tinieblas, y allanaré los lugares escabrosos. Esto
haré, y no los abandonaré”.
Creo que es
importante que tomemos toda la ventaja de este tiempo que Dios nos entregó para
examinar nuestras vidas, deshacernos de lo que no es esencial y reconocer lo
que es importante. En el reposo, oiremos
con mayor claridad las estrategias de Dios que Él quiere implementar y las
iniciativas de intercesión que las darán a luz. Este es un tiempo para
acercarnos a Dios y sintonizar nuestros sentidos espirituales.
En este tiempo
vale la pena estudiar todo el pasaje de Hebreos 12. Allí Dios nos dice que no
tomemos a la ligera cuando seamos disciplinados por Él o nos debilitemos
durante el proceso, porque Él disciplina a los que ama, como lo haría cualquier
padre. En los versos 26-29, Dios nos advierte que sacudirá todo lo que pueda
ser sacudido. Pero debemos tomar nota de este razonamiento: es para la remoción de todo lo que pueda ser sacudido,
para que solo permanezcan las que no puedan ser sacudidas. Entonces
podremos ofrecerle una adoración aceptable a Dios con reverencia y temor. Dios
es fuego consumidor, consumirá todo el pecado en nuestras vidas y finalmente,
¡el pecado de todo el mundo!
Poder en el silencio
Dios entregará
estrategias de oración para que su pueblo pueda atravesar este tiempo. El
término “estrategia de oración” es
simplemente la dirección de la frecuencia para encontrarnos, cómo debemos
encontrarnos, con quiénes debemos encontrarnos y la logística involucrada, el
tema de la intercesión y la manera como debemos orar, y si es en lenguas, con
revelación o ambas. Esto puede estar acompañado de acciones simbólicas que Dios
nos indique realizar. Esto puede parecer algo absurdo para usted, pero cuando
se realizan en obediencia, siempre desatan gran poder. Dios puede indicar
canciones específicas para adorar, algunas con estandartes o en danzas, y
pueden estar acompañadas por un tiempo de ayuno o no.
El Señor me
entregó una estrategia para tener tres “impulsos
de oración” una vez al mes hasta mayo. Considerando lo que está
ocurriendo en el mundo, primero pensé que no era suficiente. Como ahora estoy
forzada a estar en mi casa, hay quietud y calma en la atmósfera, y creo que es
por el diseño de Dios. Él me estuvo mostrando un principio en la estrategia que
le entregó a Josué en Jericó. Tuvieron que marchar alrededor de la ciudad en
silencio durante siete días. Al séptimo día, marcharon siete veces y luego
hicieron sonar las trompetas. Parecía algo loco, pero como lo hicieron en
obediencia, se desató el poder y cayeron los muros. La parte que Él me resaltó
fue el silencio, porque tuvieron que marchar en silencio.
Dios está diciendo que mientras esperamos ante Él en quietud y en calma,
edificamos la energía dunamis, ¡una combustión interna que explotará y
fortalecerá su movida para la apertura y el despegue!
Investigué el
significado de la combustión interna y encontré que los “motores de combustión interna son los dispositivos en
existencia más usados actualmente para generar poder”. Operan elevando la temperatura del combustible,
esto aumenta la presión que lleva a la expansión y la explosión.
Mientras
perseveramos ante el Señor, esperando en Él durante este tiempo de ayuno y
oración, edificamos una combustión interna en el Cuerpo de Cristo que nos
llevará hacia el mayor mover de Dios de todos los tiempos.
Hubo pocas
palabras que escribí el año pasado donde Dios dijo: “Estén
listos o no, ¡ahí voy!”. Creo que
este tiempo ha llegado.
Comprendiendo la guerra espiritual
Durante estos
tiempos, es importante saber cómo orar. ¡Es tiempo para pelear según la
estrategia de Dios! Puede haber algunos malos entendidos cuando se trata de la
realidad espiritual. Recibir un mayor conocimiento y comprensión de la guerra
espiritual, es un tema importante de la vida cristiana y creo que Dios nos está
diciendo que lo necesitamos hoy. Mi último artículo se relaciona con el aspecto
de esto, en relación con los asuntos del corazón, como la victoria completa que
encontramos en el principio de las palabras de Jesús: “Ya no hablaré más con ustedes, porque viene el príncipe
de este mundo. Él no tiene ningún dominio sobre mí…” (Juan 14:30).
El enemigo no pudo hallar ningún punto de acuerdo en Cristo y lo mismo
debe ocurrir con nosotros.
La Biblia habla
mucho sobre esta guerra y es nuestra fuente para todo el entendimiento sobre
este tema. ¡Las Escrituras se refieren al Señor como el “Señor de las huestes”
más de doscientas veces! La palabra “huestes” significa ejércitos, porque Él es el Señor de los
ejércitos, tanto en el Cielo como en la Tierra. Fuimos enlistados en el
ejército de Dios cuando fuimos salvos y tenemos un enemigo fiero, entendamos
eso o no.
Efesios 6:12-13 dice: “Porque
nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra
autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra
fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales. Por lo tanto,
pónganse toda la armadura de Dios, para que cuando llegue el día malo puedan
resistir hasta el fin con firmeza”.
En el centro de la
guerra espiritual está la comprensión de nuestra identidad como hijos o hijas
de Dios, afirmándonos en ella. Están aquellos que son llamados a un estilo de
vida de oración y recibieron un don fuerte de intercesión. Sin embargo, todos
en el pueblo de Dios estamos llamados a orar y vivir dentro de esta dinámica
espiritual. Todos son parte de la guerra, participen de ella o no. Como vivimos
en esta atmósfera de guerra, atrapar este asunto es nuestra ventaja.
Contrario a lo que
alguno pueda pensar, la guerra espiritual tiene algunos principios cristianos
básicos que quiero resaltar. Primero, comenzamos notando que la Biblia está
fundamentada en la dinámica espiritual que Dios es Espíritu y aquellos que lo
adoran, deben hacerlo en espíritu y verdad (Juan 4:24). Los ángeles son seres
espirituales que sirven a Dios. Satanás es un ser espiritual creado, un
arcángel que cayó y es el archi enemigo de Dios y, en consecuencia, de toda la
humanidad. Los demonios son seres espirituales que sirven al maligno y hacen su
trabajo. Odian a la humanidad y su trabajo se describe como robar, matar y
destruir todo lo bueno que Dios preparó para sus hijos y el mundo.
La evidencia de su
actividad se puede ver en cada esfera de la sociedad y se enfocan especialmente
en los niños. Por tanto, es muy importante que cada familia tenga una estrategia
de oración y les enseñen a sus hijos cómo orar. ¡Los hijos deberían asegurarse en la verdad de Jesús, en su gran amor
y en el poder detrás de ellos!
¿Qué implica la guerra espiritual?
La guerra
espiritual es muy diferente a la guerra en lo natural. Primero, como establece
Efesios 6, nuestra pelea es con las fuerzas espirituales y no contra la gente,
y las armas que usamos para pelear no son de este mundo… ¡son mucho más
poderosas!
2 Corintios 10:3-6 dice: “Les escribí como lo hice para que, al llegar yo, los que
debían alegrarme no me causaran tristeza. Estaba confiado de que todos ustedes
harían suya mi alegría. Les escribí con gran tristeza y angustia de corazón, y
con muchas lágrimas, no para entristecerlos sino para darles a conocer la
profundidad del amor que les tengo. Si alguno ha causado tristeza, no me la ha
causado sólo a mí; hasta cierto punto, y lo digo para no exagerar, se la ha
causado a todos ustedes. Para él es suficiente el castigo que le impuso la
mayoría”.
Finalmente, el campo de batalla es por controlar la mente del hombre,
por quien serviremos y con quién nos vamos a aliar. Cuando nuestra obediencia
es completa y el Señorío de Cristo se establece con firmeza en nuestras vidas,
tenemos gran autoridad para demoler los planes del enemigo y las maquinaciones
en nuestra vida personal.
Habiendo vencido
nuestros asuntos personales, podemos afirmarnos en una postura de obediencia en
fortaleza y en un ambiente corporativo, para pelear por nuestras comunidades,
nuestras ciudades y nuestras naciones. Los principios para la guerra corporativa
son los mismos que para nuestra vida personal, entonces veamos los aspectos
prácticos.
Armas espirituales
La guerra efectiva
no es un asunto de semántica o del tono de nuestra voz, hablemos en voz alta o
suave, porque todos somos únicos en nuestros dones. No tiene que ver con lo
grandioso de nuestras oraciones y tampoco en la carne, sino con funcionar bajo
la unción de un corazón humillado y rendido.
Hay ciertas
características principales que Dios nos entregó en nuestra guerra para vencer
a las tinieblas y al aplicarlas en la dinámica que Él diseñó, siempre
derribaremos al enemigo.
Estas armas espirituales son:
1. Unión: La palabra declara que cuando tenemos unión,
se desata la bendición que Dios envió (Salmo 133). La palabra “ordenar” es “tsavah” y significa “encargar,
dar una orden, poner en orden y enviar un mensajero”. Esto deja en claro que la unidad es vital para
la guerra efectiva. Hay un misterio en el principio de la unión y el acuerdo
que cuando se produce, opera para desatar una explosión del poder dunamis
sobrenatural, con el potencial para producir las posibilidades del tamaño de
Dios.
La palabra más
corta y la más memorable que Dios me entregó, vino en letras mayúsculas. Dijo: “¡Ponte de acuerdo conmigo!”. Cuando nos ponemos de acuerdo con Él de manera
corporativa, estamos unidos unos con otros y con Él. Esta dinámica produce
poder. El sonido corporativo que se desata en este escenario es el sonido de
una máquina que derriba fortalezas.
2. Fe: La Palabra de Dios declara que la fe es la
victoria que vence al mundo, que nuestra fe es la pelea por la fe, que tenemos
acceso por la fe, somos fortalecidos por la fe y que la promesa viene por la
fe. Se nos advierte que edifiquemos nuestra fe porque somos protegidos y
escudados por la fe. Efesios 4:13 nos dice que todos estamos creciendo hasta
que alcancemos la unidad en la fe. La unidad en la fe es una unidad de mente
que es una identidad en la convicción y la creencia del Señorío, majestad,
poder y plenitud de la Deidad. Ese tipo de fe vencerá cada obstáculo y monte en
nuestro camino y transformará nuestro mundo.
3. Paz: La paz de Dios, su shalom, es un principio
poderoso que desplaza todo temor, ansiedad y angustia. Es una paz que sobrepasa
todo entendimiento. La palabra hebrea “shalom” tiene mucho más peso que la simple ausencia de
conflicto. Significa estar seguro, saludable y prosperando en la vida. Viene de
una raíz que significa “estar seguro en cuerpo,
mente y estado, estar completo”. ¡Cristo
es la paz! Él es el Príncipe de Paz y las
tinieblas no pueden habitar en la presencia de su paz. Todos
podemos ser llenos y exudar esta paz sobrenatural que disipa el temor y es una
clave para la intercesión efectiva.
4. Compasión: La compasión y el amor de Cristo es un
atributo importante que todos debemos tener. Cada
vez que Jesús se movió con compasión en las Escrituras, vemos que ocurrió un
milagro. La compasión es el corazón de Dios y la base para los milagros. El
juicio también puede ser la compasión de Dios. La Palabra dice que cuando el
mundo es juzgado, aprende la justicia (Isaías 26:9). Es Dios moviéndose para
salvarnos de nosotros mismos. Sin embargo, como ocurre con todos los atributos
de Dios, hay una imitación. Una imitación de la gracia, el amor y la compasión,
y el intento por santificar el pecado y bendecir lo que Dios maldijo y no es
una bendición.
5. Hablar en lenguas: Dios nos
entregó el arma poderosa de hablar en lenguas desconocidas, la oración que es
motivada e impulsada por el Espíritu Santo. Orar en lenguas, a nivel personal y
corporativo, es poderosa porque desata revelación y visión espiritual en las circunstancias
y produce señales y maravillas. ¡Es en sí misma una señal y una maravilla! En
la guerra espiritual nos posicionamos ante Dios y lo buscamos a Él por visión,
revelación y las claves para ganar la batalla y la dirección en nuestra
intercesión. En la guerra espiritual todos contribuyen a la dinámica espiritual
corporativa. La sinergia creada se convierte en una fuerza indetenible.
6. La Palabra de Dios: La última y la más importante es la Palabra de Dios. La Palabra de Dios tiene poder sobrenatural y siempre
cumple lo que Él estableció. Dios creó con la Palabra y continúa
teniendo poder creativo cuando es declarada por el Espíritu a través de
nosotros. Hebreos 4:12 dice que es viva, poderosa y más cortante que espada de
dos filos. Cuando es desatada por el Espíritu Santo, tiene el potencial para
derribar fortalezas en el camino de la voluntad de Dios.
Una vez estuve en
una reunión de oración por Israel y al inicio de la reunión, Dios me entregó
una palabra. Sin embargo, parecía no encajar en lo que se estaba orando,
entonces la retuve y esperé. En el momento justo, el Espíritu Santo dijo: “Ahora”.
Entonces la entregué. Cuando hablé la palabra fue como lanzar un misil y supe,
por revelación, que la palabra salió del cuarto de oración, cruzó el océano y
aterrizó en Israel, porque la libertad llegó ese día. ¡Eso es guerra espiritual!
Dios también usa
el proceso de santificación o de limpieza del corazón, para entrenar y edificar
los músculos espirituales de la fe en el entendimiento de su gran poder sobre
todas las cosas, y reconocer nuestra gran autoridad en Él como sus hijos (Colosenses
2:9-11).
Durante este
proceso aprendemos a pelear, vencemos al enemigo de nuestras almas y somos
sanos. La opresión también es desterrada de nuestras almas mientras somos
continuamente llenos por el Espíritu Santo, cada vez con una mayor medida,
porque Él ocupa más de nosotros. El viaje de Israel hacia la Tierra Prometida a
través del desierto, nos da una imagen de este proceso. Así como ellos
aprendieron, también está aquí para edificarnos en fe y enseñarnos a pelear.
Faith Marie Baczko