jueves, 25 de junio de 2020

“Dios dice: ¡Rebotarás y tomarás nuevos territorios!”



Por Andrew Towe

Pude oír al Señor que decía: “Hubo un ataque estratégico desatado sobre la tierra. El adversario envió astutamente una cosa tras otra, tratando de impedir el cumplimiento de mi Palabra. Sin embargo, Yo hablé y mis decretos no se podrán detener. Cada promesa se cumplirá. El enemigo se pasó de la raya una vez más. Estoy haciendo algo nuevo y será más grande que cualquier cosa que hayas visto antes. El ladrón mentiroso es expuesto y ahora tendrá que devolver siete veces más lo que robó. ¡Este es el tiempo donde rebotarás y tomarás nuevos territorios!”.  

Mi hija me dijo el otro día: “El 2020 no ha sido un buen año”. Siguió enumerando las razones de su conclusión. “Primero, hubo COVID-19 y estuvimos en cuarentena en nuestra casa. Luego el domingo de Pascua, un tornado golpeó nuestra ciudad y causó una destrucción masiva. Tuvimos que mudarnos fuera de nuestra casa varias semanas porque no podíamos entrar y salir de nuestro vecindario. Luego fue asesinado un hombre porque no pudo respirar”. Continuó diciendo: “Hubo muchos motines y todos parecían enloquecerse contra el otro. Para nada me agrada este año”. (Yo compartí estos eventos recientes con mi hija).

La guerra de la primera parte de este año, no se compara con la bendición de la segunda mitad
Mientras ella me comentaba sus percepciones desde sus nueve años de edad, el Espíritu Santo comenzó a hablarme y me reveló la base detrás de la guerra que habíamos enfrentado en la primera mitad de este año. Me dijo: “Esto tiene que ver con lo que decreté para el 2020 a través de mis profetas. Esto tiene que ver con el tercer gran despertar. Esto tiene que ver con la cosecha de almas. El enemigo está aterrado porque mi Iglesia se está uniendo y se está movilizando para tomar dominio sobre la tierra. Sin embargo, este año no terminó. La guerra sin paralelo de la primera mitad del año, no se compara con la bendición que vendrá en la segunda mitad. Tendrás un testimonio ‘después de esto’”

Tomemos el ejemplo de Job, cuando perdió a sus hijos, sus negocios, sus riquezas e incluso su salud. Job 42:16 dice: “Después de estos sucesos Job vivió ciento cuarenta años. Llegó a ver a sus hijos, y a los hijos de sus hijos, hasta la cuarta generación”. Nadie podría culpar a Job si se amargaba o perdía la esperanza por sus pruebas dolorosas. En lugar de ello, se levantó inquebrantable, buscando a Dios para que lo rescatara. Y Job entró en su milagro “después de esto”Como Job, usted también está entrando en su momento “después de esto”.

Rebote
Eclesiastés 7:8 dice: “Vale más el fin de algo que su principio…”. El Espíritu Santo dice: “Viene un rebote como nunca antes viste”Busqué la definición de la palabra “rebote” y según el diccionario, significa: “saltar o recuperarse por una fuerza o un impacto” y “recuperar”. ¡Oiga lo que dice el Espíritu de Dios! ¡Viene una recuperación completa!

Considere los discípulos que experimentaron un rebote:
Juan 20:19 y 21-22 dice: “Al atardecer de aquel primer día de la semana, estando reunidos los discípulos a puerta cerrada por temor a los judíos, entró Jesús y, poniéndose en medio de ellos, los saludó. ¡La paz sea con ustedes!... ¡La paz sea con ustedes! repitió Jesús. Como el Padre me envió a mí, así yo los envío a ustedes. Acto seguido, sopló sobre ellos y les dijo: Reciban el Espíritu Santo”.

Los discípulos estaban escondidos detrás de las puertas cerradas por temor a los judíos. Repentinamente, fueron liberados del temor cuando Jesús apareció entre ellos y “sopló” sobre sus vidas. Su aliento reflejó la imagen de Dios soplando vida sobre el hombre (Génesis 2:7). En esencia, estaba soplando vida en los discípulos para que se levantaran y trastornaran al mundo. Fueron activados y enviados.

Hechos 2:1-2 dice: “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos juntos en el mismo lugar. De repente, vino del cielo un ruido como el de una violenta ráfaga de viento y llenó toda la casa donde estaban reunidos”.

Todos estaban unánimes. En griego, ser unánime es la palabra “homou” y significa: “Juntos, en el mismo lugar y al mismo tiempo”. Cuando la Iglesia se unió en armonía, entonces se produjo el gran derramar de su Espíritu. Cuando se unificaron, ¡se disparó su rebote! Dios los capacitó de manera sobrenatural para tomar el nuevo territorio. Dieron a luz un nuevo movimiento. ¡Este es el turno de esta generación para volver a dar a luz un nuevo mover de Dios que tocará el mundo! 

Dios dice: “Los ataques repetitivos este año se levantaron para amordazar a mis profetas, haciendo que mi Iglesia se escondiera con temor, para luego dividir a mi Esposa. ¡Ya no más! Estoy impartiendo el aliento de vida en mis hijos e hijas. Hoy te comisiono para que seas luz en medio de las tinieblas. Eres un embajador del Reino de los Cielos. Yo expongo al enemigo. Deseo derramar mi Espíritu sobre esta generación. Pelea contra la discordia y la división. Pelea contra el odio y la injusticia. Resiste al espíritu de temor y sé lleno con mi poder”.

“Es un tiempo repentino de rebote sobrenatural. Declaro que hay una aceleración para ti, no solo para que rebotes, sino para tomar el territorio. Estoy haciendo sonar la alarma para que mi pueblo se despierte de la decepción y la complacencia. Mantén tus oídos sintonizados con mi voz y tus ojos enfocados en mí. No mires a la derecha o a la izquierda, haz como Josué: ‘Esfuérzate y sé valiente’. Entrarás y tomarás el territorio nuevo. Así como revertí la cautividad de Job, recuperando más del doble, ¡tú también recuperarás el doble!”.

Andrew Towe


“Las palabras proféticas necesitan sabiduría profética”



Por Jennifer Eivaz

“Te levantaré como líder, un líder para los profetas, para los videntes y para los que interpretan”. Oí estas palabras en mi corazón una y otra vez, a lo largo de los años. En pocas palabras, muchas personas oyen la voz de Dios, pero oyen su voz de una manera diferente. Algunos oyen su voz más como una palabra definida o una frase, otros ven una serie de varios tipos de visiones y sueños. Otros pueden sentir o percibir su voz en sus propias emociones, aunque esto sea más abstracto y desconcertante para los que no están informados sobre esta posibilidad.

Desafortunadamente, aquellos que mencioné aquí sintieron un cierto nivel de rechazo en la Iglesia de Dios terrenal, especialmente los que son propensos a ver o discernir la palabra profética del Señor. Comunicar efectivamente las palabras de una manera comprensible, ya es un desafío, pero los que tienen experiencias proféticas más místicas, invitan a un escrutinio mayor. Sin embargo, mi confirmación llegó en un retiro apostólico, cuando un pastor y profeta reconocido me habló por la unción del Espíritu Santo. En resumen, me dijo: “Liderarás a los videntes y los llevarás desde la revelación a la intercesión. Los equiparás y cerrarás la brecha que experimentaron con la Iglesia”.

Esto que oí en mi propio corazón y fue confirmado por otro profeta, quedaría categorizado como una palabra profética direccional. Una palabra profética direccional es una profecía que nos dirige en la dirección establecida por Dios para nuestro futuro. Solo para dejarlo claro, una palabra profética se puede definir como una comunicación del Espíritu Santo directa hacia una persona o desde una persona hacia otra. Una palabra profética surgirá de manera sobrenatural cuando el don de profecía está operando. Este don es uno de los nueve dones sobrenaturales del Espíritu Santo que vemos mencionados en 1 Corintios 12:7-10.

La naturaleza de las palabras proféticas
Hablando en general, la naturaleza de una palabra profética es esta:

1)  Es reveladora en su naturaleza.
2)  Revela lo oculto.
3)  Declara el futuro.

Aun así, existen diferentes tipos de palabras proféticas. Algunas serán altamente reconfortantes y alentadoras, tratando las áreas más desanimadas y quebradas de nuestros corazones. 1 Corintios 14:3 dice: “En cambio, el que profetiza habla a los demás para edificarlos, animarlos y consolarlos”.

Otras palabras proféticas podrían llegar como una advertencia sobre el futuro. Hechos 11:28 dice: “Uno de ellos, llamado Ágabo, se puso de pie y predijo por medio del Espíritu que iba a haber una gran hambre en todo el mundo, lo cual sucedió durante el reinado de Claudio”.

Luego hay palabras proféticas que nos dirigen hacia el futuro diseñado por Dios. Hechos 16:9-10 dice: “Durante la noche Pablo tuvo una visión en la que un hombre de Macedonia, puesto de pie, le rogaba: Pasa a Macedonia y ayúdanos. Después de que Pablo tuvo la visión, en seguida nos preparamos para partir hacia Macedonia, convencidos de que Dios nos había llamado a anunciar el evangelio a los macedonios”.

Este fue el tipo de palabra profética que recibí. Me dirigió de manera sobrenatural hacia mi futuro, concretamente para ayudar a redimir una expresión profética que necesitaba validación e instrucción fuerte, para volver a ser recibida por el Cuerpo de Cristo.   

Las palabras proféticas necesitan sabiduría profética
Una palabra profética, especialmente cuando es direccional, necesita sabiduría profética para que se pueda cumplir. ¿Alguna vez recibió una palabra profética donde sabía, sin duda, que venía de Dios? Luego de recibirla, ¿ocurrió todo lo opuesto o a veces no pasó nada? El apóstol Pablo nos entrega una revelación clara sobre esto. Leemos su instrucción firme hacia Timoteo, cuando le dijo: “Timoteo, hijo mío, te doy este encargo porque tengo en cuenta las profecías que antes se hicieron acerca de ti. Deseo que, apoyado en ellas, pelees la buena batalla…” (1 Timoteo 1:18).

Note cómo conecta la habilidad de Timoteo para pelear la buena batalla, usando las profecías de una manera efectiva. Aparentemente usted puede tener una palabra profética, una comunicación clara como el cristal del Espíritu Santo sobre algo en el futuro, pero aun así perderá lo que Dios quiere hacer con usted si no utiliza sus profecías. Esto revela nuestra comunión íntima con el Espíritu Santo. Él le entrega una palabra profética a usted, pero su respuesta a la profecía determinará el resultado final. Por esto necesitamos sabiduría profética. La sabiduría profética involucra los pasos y las estrategias que nos acompañan a lo largo del proceso que acompaña a una palabra profética. Claramente este tipo de sabiduría no tiene un origen humano, sino una sabiduría sobrenatural que viene del Espíritu Santo.

Cuando Abram recibió una palabra profética de Dios sobre su futuro, donde sus numerosos descendientes poseerían como herencia la tierra hacia dónde Dios los estaba guiando, necesitó que la sabiduría profética lo guiara. La promesa de Dios era claramente imposible. A Él y a su esposa Sarai, que tenían 75 y 65 años respectivamente, Dios les dijo que iban a tener un hijo. Dios se lo aseguró en estos términos: “Luego el Señor lo llevó afuera y le dijo: Mira hacia el cielo y cuenta las estrellas, a ver si puedes. ¡Así de numerosa será tu descendencia!” (Génesis 15:5).

Pasaron diez años y seguían sin concebir un hijo. Entonces Sarai tomó control y creó su propia solución. Génesis 16:2 dice: “Sarai le dijo a Abram: El Señor me ha hecho estéril. Por lo tanto, ve y acuéstate con mi esclava Agar. Tal vez por medio de ella podré tener hijos. Abram aceptó la propuesta que le hizo Sarai”. Entonces ella le entregó a su sierva Agar, para que Abram concibiera con ella un hijo y lo llamó Ismael. Sin embargo, esto no fue sabiduría profética. Fue sabiduría humana y este tipo de sabiduría tiene sus consecuencias.

Cuando llegó el tiempo del cumplimiento de la palabra profética, Dios dejó en claro que Abram y Sarai tendrían al hijo del destino, sin tener que subrogar. Para probar su punto, Dios les cambió el nombre de Abram y Sarai, padre y madre de multitudes, por Abraham y Sara, padre y madre de naciones. Todo lo que Dios les habló a Abraham y Sara se cumplió. Juntos dieron a luz a su hijo Isaac a las edades asombrosas de 100 y 90.

Las consecuencias de la sabiduría humana surgieron cuando Ismael trató a su hermano menor Isaac con desprecio y forzó a Sara a echarlo de la casa junto con su madre Agar. Muchos sugirieron que los descendientes de Ismael (la mayoría de los árabes y los habitantes del Medio Oriente) continuaron despreciando a los israelitas, los descendientes de Isaac, a lo largo de los siglos hasta estos días.

La historia de Abraham y Sara ilustran cómo una palabra profética clara de Dios sobre el futuro, necesita ser conformada y cumplirse con sabiduría profética. Lo bueno es que Dios prometió darnos su sabiduría. El apóstol Santiago nos dice: “Si a alguno de ustedes le falta sabiduría, pídasela a Dios, y él se la dará, pues Dios da a todos generosamente sin menospreciar a nadie” (Santiago 1:5).

Dios no retiene su sabiduría, pero estipuló que necesitamos pedírsela. Ahora armados con este entendimiento, cuando recibimos una palabra profética genuina, también deberíamos pedirla. Necesitamos orar como el apóstol Pablo por los Efesios, para recibir el “… Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón…” (Efesios 1:17-18).

Comencé este artículo compartiendo cómo recibí una palabra profética direccional sobre liderar profetas, videntes e intérpretes, y ayudarlos a cerrar la brecha que tienen con el Cuerpo de Cristo. Esta palabra profética requeriría sabiduría profética para que esto ocurra. Mientras buscaba al Señor por su sabiduría, el Espíritu Santo me impulsó a crear un lenguaje común para este tipo de expresiones proféticas que no solo validaría las experiencias únicas y las luchas de esta comunidad, también aportaría al mismo tiempo una instrucción bíblica sólida. Comencé de una manera muy simple en las redes sociales, luego pasé a los libros, videos, institutos, mentoreos y más. Si hay un testimonio que oí una y otra vez, es este: “¡Gracias por su enseñanza! ¡Finalmente me siento normal y no un loco! Después de todo, escucho a Dios”.

Esta es mi oración por usted: Espíritu Santo, Tú prometiste que nos mostrarías las cosas que vendrán. Te pido que entregues palabras proféticas personales y direccionales a los corazones y las vidas de los que están leyendo esto ahora. Al mismo tiempo, te pido que también proveas sabiduría profética. Espíritu Santo, muéstrales cómo asociarse contigo para que puedan entrar por completo en el futuro que diseñaste para ellos. En el poderoso nombre de Jesús, amén.

Jennifer Eivaz


martes, 16 de junio de 2020

“Pentecostés 2020: Derramar extremo, ¡Dios nos mostrará su gloria!”



Por Angela Greenig

Durante toda la semana pasada, esta promesa siguió resonando en mi espíritu: “Acércate a Mí y Yo me acercaré a ti”. Nos encontramos en un tiempo donde necesitamos una impartición de poder extraordinario del Espíritu Santo de Dios, como nunca antes.

Seguí oyendo al Señor diciéndome que los próximos 50 días entre Pascua y Pentecostés, serían días desafiantes para muchos, pero Él está reseteando corazones, mientras continúa atrayéndonos hacia sí mismo. Quiere que nos levantemos y seamos una voz para todos los que no tienen voz, como una voz en el desierto.

¡Dios no lo abandonó!
Incluso como cristianos, ahora mismo muchas personas están peleando batallas internas. Algunas personas están enfrentando dificultades y decepciones. Están depresivos y se sienten sin esperanzas, y algunos incluso sienten que Dios los abandonó. ¡Quiero recordarle con toda seguridad que Dios no lo abandonó! 

Recientemente tuve una visión y en ella pude ver llaves flotando en la dimensión del espíritu. Pude ver tres de estas llaves iluminándose, como si fueran de oro refulgente. Pude oír al Padre que decía: “Hija, estas son tres llaves de sabiduría que te entrego este día para ayudarte a acercarte hacia Mí. Tengo muchas cosas que quiero decirte y compartir contigo, para darte un futuro y una esperanza para el final que anhelaste”.

Ahora más que nunca, me encontré recordando que, ¡en la ausencia del orden se desata el caos! Sin duda, en este tiempo estamos enfrentando el caos y la confusión global por todas partes, pero no podemos enfocarnos en eso. Debemos fijar nuestros ojos en el Padre y en las promesas que encontramos en su Palabra, donde Él hará que todas las cosas operen a favor de quienes lo aman y fueron llamados conforme a su propósito (Romanos 8:28).

Acercándote
Mientras oraba por nuestras naciones y el caos que nos rodea, Dios me mostró una visión sobre una montaña en erupción. Desde esta erupción pude ver el fuego azul brillante más asombroso que explotaba desde la cima. El Señor me dijo: “Estoy haciendo estallar mi poder, mi gloria y mi autoridad. ¡Te tomaré desde donde estuviste para llevarte hacia dónde vas! Te estoy entregando llaves que abrirán las puertas para liberar a multitudes, pero necesito que mi pueblo se acerque a Mí, como mi pueblo se acercó en Éxodo 33”

Siento que este acercamiento hacia el Padre es la primera llave que abrirá las puertas para nuestros sistemas de creencia y alinear nuestros corazones y nuestras mentes con su verdad, dispersando el caos y las mentiras que se agitan a nuestro alrededor. Mientras volvemos a leer Éxodo 33 y la historia de Moisés liderando al pueblo de Dios desde Egipto hacia la tierra prometida, el Señor me señaló particularmente el verso 13. Allí, Moisés le dijo a Dios: “Pues si realmente es así, dime qué quieres que haga. Así sabré que en verdad cuento con tu favor. Ten presente que los israelitas son tu pueblo”.

Buscando oír
Antes de este pedido, Moisés no sabía cómo guiar al pueblo de Dios. No fue hasta que Moisés se asoció con Dios, para comprender sus caminos, que Moisés recibió una instrucción clara del Señor sobre cómo guiar a su pueblo hacia la Tierra Prometida. Creo que muchos de nosotros podemos relacionarnos con sentirnos perdidos o con incertidumbre sobre cómo desarrollar las promesas que Dios estableció en nuestros corazones.

Podemos aprender mucho sobre la vulnerabilidad de Moisés y su disposición a ir más allá de pedir, porque se comprometió a aprender los caminos de Dios. Moisés le pidió sabiduría a Dios y creo que esta es la segunda llave para nosotros en este tiempo: Necesitamos procurar oír a Dios verdaderamente. Necesitamos una revelación y un entendimiento más profundo para experimentar a Dios. Oro para que un viento fresco comience a soplar en las brasas de nuestros corazones mientras digo esto, como ocurrió con los mencionados en 2 Timoteo 1.

Volviendo a Éxodo 33. Moisés volvió a decir en los versos 15-17: “O vas con todos nosotros, replicó Moisés, o mejor no nos hagas salir de aquí. Si no vienes con nosotros, ¿cómo vamos a saber, tu pueblo y yo, que contamos con tu favor? ¿En qué seríamos diferentes de los demás pueblos de la tierra? Está bien, haré lo que me pides, le dijo el Señor a Moisés, pues cuentas con mi favor y te considero mi amigo”. La intención de Moisés no fue solo el aval de Dios, simplemente quería más de Dios. No quiso lo que Dios podía darle, porque reconoció que el mayor don que tenía era Dios mismo. Simplemente quería conocerlo. Creo que hoy ese es el deseo de todos nuestros corazones.

Muéstrame tu gloria
La tercera clave que el Padre me reveló está contenida en Éxodo 33:18, donde Moisés dijo: “Déjame verte en todo tu esplendor (gloria), insistió Moisés”. La gloria de Dios es una parte de sus atributos. ¡Dios mira los deseos de nuestro corazón hoy y quiere derramar su gloria sobre nuestra vida! Veo los líderes en nuestro mundo, los Moisés de nuestros tiempos, cuyos trabajos parecen imposibles. Fueron llamados a desarrollar responsabilidades que ningún hombre o mujer serían capaces de implementar y aun así lo hacen.

Creo que mucha gente puede relacionarse con este sentimiento ahora mismo, pero el Señor continúa llamándonos hacia sí mismo y nos dice: “¡Hijo, hija; solo quiero tener comunión contigo!”

Esa es la dimensión en la que queremos estar. La dimensión donde nos damos cuenta del poder de lo que Dios hizo desde la Pascua hasta Pentecostés, ¡su poder está mucho más vivo y tangible para nosotros hoy!

Cosechadores, ¡afilen sus hoces porque la cosecha es mayor de lo que podemos imaginar. 

Sacúdanse los tiempos de temor y pérdida, y no permitan que el enemigo gane con toda su confusión y caos. ¡Nunca más! Clamen por la sangre de Jesús y el poder de su resurrección.

Oremos: “Padre, atamos al espíritu de mentira, al espíritu de temor y al espíritu de pesadez. Desatamos el estandarte de verdad, el don de fe y el aceite fluyendo para traer sanidad y restauración, en el nombre de Jesús. ¡Amén y amén!”.

Hasta el fin,

Angela T. Greenig


“Pentecostés 2020: Un punto de demarcación significativo para la Iglesia”



Por Nathan Shaw

El 2020 es un año donde ocurrirá una transición importante. Durante la Pascua del 2020, el mundo estuvo cerrado ampliamente debido al temor. Durante la Pascua los discípulos vivieron en gran temor, se escaparon cuando las autoridades arrestaron a Jesús y se mantuvieron ocultos luego de la resurrección de Jesús (Juan 20:19, 26).

Cincuenta días después de la Pascua llegó la fiesta de Pentecostés. El Espíritu Santo invadió a los 120 creyentes que estaban orando en un aposento alto. La Iglesia naciente fue llena de poder y una gran osadía, a pesar de la fuerte oposición. Asimismo, en el 2020 nos estamos moviendo desde el temor y la incertidumbre de la Pascua, hacia la fe y la certeza de Pentecostés. El Pentecostés de 2020 es un punto de demarcación significativo para la Iglesia.

Profecía, visiones y sueños: La conexión con los profetas ungidos
Algunas de las manifestaciones del derramar de Pentecostés fueron visiones, sueños y profecías (Hechos 2:17-18). Esto es importante para comprender la mentalidad judía. La profecía, las visiones y los sueños eran competencia de los profetas. Por medio de sus decretos impartían palabras que corregían ciudades y naciones. Ahora, esta unción que solo se derramó sobre un pequeño grupo selecto, ahora se derramaría sobre todos los que quisieran recibirla. Incluso a los siervos y las siervas se les confiaría esta autoridad única.

El poder que llenó a la Iglesia le concedió:
• Autoridad para decretar el propósito de Dios
• Autoridad para vivir los sueños y las visiones que recibieron
• Autoridad para corregir ciudades y naciones
• Autoridad para sacudir los cielos y la tierra (Hechos 2:19-20)
• Autoridad para segar los “campos de cosecha” de las naciones para Jesús (Hechos 2:21)

El impacto fue inmediato. Jerusalén fue llena con sus enseñanzas, los discípulos se multiplicaron grandemente y muchos sacerdotes obedecían a la fe (Hechos 5:28, 6:7).

Ungido para obras sobrenaturales: La conexión con el ministerio de Jesús
El evangelio de Lucas y el libro de los Hechos fueron escritos por Lucas. Una conexión deliberada se produjo entre el bautismo de poder de Jesús para un ministerio sobrenatural y el bautismo de poder sobre los creyentes para hacer lo mismo. Lucas registró cuando Juan el Bautista bautizó a Jesús: “… y el Espíritu Santo bajó sobre él en forma de paloma. Entonces se oyó una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; estoy muy complacido contigo” (Lucas 3:22). Note la participación especial en esta escena del Padre, Jesús y el Espíritu Santo. 

Hablando sobre el derramar en el día de Pentecostés, Pedro declaró: “A este Jesús, Dios lo resucitó, y de ello todos nosotros somos testigos. Exaltado por el poder de Dios, y habiendo recibido del Padre el Espíritu Santo prometido, ha derramado esto que ustedes ahora ven y oyen” (Hechos 2:32-33).

La mención del Padre, Jesús y el Espíritu Santo, establece una conexión deliberada con el bautismo de Jesús y la llenura de poder para su ministerio terrenal. Los creyentes en Pentecostés fueron ungidos para continuar el ministerio sobrenatural de Jesús. Como dice un comentarista: “El que recibió antes el Espíritu para la manifestación pública de su propio ministerio terrenal, ahora recibió el mismo Espíritu para impartirlo a sus representantes, para que puedan continuar y, en realidad, compartir el ministerio que Él había comenzado” (F.F. Bruce, Nuevo Comentario Internacional del Nuevo Testamento).

Una bendición triple: La conexión con el trono de Dios
El derramar de Pentecostés estuvo conectado con los profetas ungidos y con el ministerio ungido de Jesús, pero resultó mucho mejor. Hechos 2:33, citado antes, conecta el derramar de Pentecostés con una bendición triple:

1. La fidelidad y la generosidad del Padre. Jesús recibió del Padre la promesa del Espíritu Santo para nosotros.

2. La autoridad y la generosidad de Jesús. El Señor fue exaltado hacia el trono de mayor autoridad, junto al Padre. Desde esta posición derramó el Espíritu Santo.

3. La extravagancia y la generosidad del Espíritu Santo derramado de una manera tangible. La impartición fue tangible para que se pudiera ver y oír. La impartición fue extravagante. Muchos se burlaban y dijeron: “¡Están llenos de mosto!” (Hechos 2:13).

La bendición triple es nuestra herencia. Nos conecta con el nivel más elevado de autoridad y generosidad. Esta autoridad y generosidad fluyen a través de todos los que recibimos la plenitud del Espíritu. Desafortunadamente, muchos equiparan a la impartición de Pentecostés con una experiencia. Fue mucho, mucho más que una simple experiencia. Estaba directamente conectada con el trono.

Las obras maravillosas de Dios
Miles estaban reunidos en Jerusalén para la fiesta de Pentecostés. Llegaron desde todas las naciones cercanas. Los 120 creyentes que estaban orando recibieron la impartición e inmediatamente comenzaron a declarar las obras maravillosas de Dios (Hechos 2:11). Miles fueron impactados con la misma autoridad y la misma generosidad. Se la llevaron con ellos cuando regresaron a sus respectivas naciones. La Iglesia volcó la marea hacia las naciones.

Se desataron una cantidad de noticias negativas durante los últimos meses. El temor corrió por los caminos y las carreteras. La gente vive con temor a la enfermedad, a las dificultades financieras y al colapso económico. El Pentecostés 2020 señala un tiempo de demarcación significativo. Pentecostés le entregó una voz a la Iglesia temprana. El destino de las naciones cambió para siempre. El temor se transformó en fe. El paralítico caminó (Hechos 3:1-10). Las sombras sanaban a los enfermos (Hechos 5:12-16). Los milagros financieros fueron algo común (Hechos 4:33-37).

La autoridad de este derramar no es solo para nuestra bendición personal, corregirá a las ciudades y las naciones. ¡Es tiempo para declarar las obras maravillosas de Dios!

Nathan Shaw


lunes, 1 de junio de 2020

“¡Ejércitos de ángeles están abriendo nuevas puertas de oportunidades!”



Por Russ Walden

Pude oír al padre que decía esto: “Los ángeles se están apremiando en tu vida este día. Están apremiando en la gloria que establecí dentro de ti, porque mi gloria atrae la actividad de los ángeles en tu vida. Te hice un poco menor que los ángeles y establecí mi nombre en ti y mi gloria en ti, para que nunca estés solo, olvidado o excluido en alguna manera”.

Se están abriendo las promesas de hace mucho tiempo  
Dice el Padre: “Ejércitos de ángeles se están moviendo estratégicamente para quitar la opresión del enemigo en tu contra y abrir puertas de oportunidad. Son puertas raras e inusuales de oportunidad para bendecir, aumentar y promover tu vida. Prepárate para lo único. Prepárate para lo inusual e incluso para algunas cosas extrañas a veces, que dejarán a otros asombrados y rascándose la cabeza. Mi mano está descendiendo sobre tu vida. Estoy declarando sobre ti que eres mi amado y establecí el sello de mi Espíritu y mi favor sobre tu vida, para bien y no para mal”

“El perverso ahora está retrocediendo y el ángel de mi presencia se está manifestando. El ángel de mi presencia está llegando. Sentirás su llegada en el sacudimiento y la agitación en lo más profundo de tu ser. Desalojaré al enemigo que te retuvo y te liberaré, incluso te catapultaré, sobre el obstáculo y a través de las barreras que te retuvieron”.

Dice el Padre: “Serás lanzado hacia un nuevo lugar de resultado y cumplimiento, incluso el cumplimiento de las promesas antiguas que estuvieron retenidas durante un tiempo. Las promesas antiguas ahora están brotando a la vida nueva. Las cosas que parecían cuero seco y agrietado, ahora se están humedeciendo con el aceite de mi Unción. Es un nuevo odre para una nueva cosecha, algo nuevo que estoy haciendo. Lo probarás y lo verás, y grande será el gozo por ello en tus labios y en la parte más profunda de tu ser”.

Este no es un tiempo de luto
Dice el Padre: “Mi Reino es gozo y el nuevo gozo te está llenando. Las tinieblas se están dispersando. La pesadez se está removiendo. La desesperación se está desvaneciendo. La nueva vida, la expectativa y la esperanza están llenando cada lugar vacío y cada lugar desolado en tu situación”.

El Padre dice: “Las alas de mi gloria están agitando la atmósfera a tu alrededor, soplando el polvo de la desgracia y la decepción. La vergüenza ya no es tu porción. Mi promesa se está cumpliendo, y la verás y la saborearás, como quien participa del fruto de mi bondad en tu boca, y en tus labios, descendiendo como la dulzura por tu barbilla, con gran satisfacción de espíritu”.

El Padre dice: “Este no es un momento para estar de luto, porque estoy removiendo el espíritu de pesadez y cargándote con el yugo fácil y la carga ligera. Te vuelvo a decir, ¡aquí es donde se vuelve fácil!”.

¡Están llegando cestas de tesoros!
“Abre el regalo del Cielo y recibe una medida completa, remecida, apretada y abundante, mientras los ángeles que te rodean derraman las cestas de mis tesoros con todo lo que necesitas para cumplir, satisfacer y completar en la unción y el manto de mi propósito”.

“Estoy sanando tu cuerpo. Me estoy moviendo en tus relaciones. Estoy financiando tu visión. Las riquezas de las naciones ahora están a tu disposición, mientras ocurren los milagros financieros que están redefiniendo tu nivel de renta, destruyendo las deudas y haciendo que la sobreabundancia sea tu porción. Porque tú estás en negocios conmigo y en pacto con mi trono, por una medida completa y total de libertad de la pobreza en cualquiera de sus formas. Este es tu día”.

Russ Walden


“Se abrió una puerta: ¡Avance en fe!”



Por Alane Haynes

Mientras esperaba en el Señor la otra mañana, pude oír: “Jehová está en medio de ti, poderoso…” (Sofonías 3:17). Luego pude oír repetidamente: “Abrid las puertas”. Inmediatamente pensé sobre el Salmo 24:7-10: “Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente, Jehová el poderoso en batalla. Alzad, oh puertas, vuestras cabezas, y alzaos vosotras, puertas eternas, y entrará el Rey de gloria. ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. Selah”.

¡Se abrió la puerta de hierro!
Mientras comencé a decretar esto en el espíritu, tuve una visión de un lugar muy oscuro y una puerta de hierro enorme. Giró hacia la derecha y se abrió. Muchas personas comenzaron a despertarse y la atravesaron. El Espíritu Santo me recordó Hechos 12, donde Pedro estaba en la prisión, cuando cayeron sus cadenas y fue guiado hacia las puertas de la ciudad que se abrieron de manera sobrenatural, cuando el ángel se apareció ante él.

Inmediatamente oí: “Hubo un cambio en la dimensión espiritual. Las fuerzas de las tinieblas retuvieron a mi pueblo en cautividad detrás de una puerta de hierro, pero ahora la puerta se abrió. Avanza en fe. En los días que vienen verás un gran movimiento. ¡Debes mantener tus ojos en Mí!”.

Primero, hablando de manera escritural, el hierro representa la aflicción y un gobierno inflexible. ¡Pude oír al Espíritu de Dios diciendo que esto se está quebrando en esta hora! Segundo, la puerta se abrió hacia la derecha. Le pregunté al Señor qué significaba y el Espíritu Santo me mostró una brújula. La derecha significa el Este, el amanecer de un nuevo día, la aparición del sol, la gloria de Dios. Comenzó la restitución. El decreto fue emitido por el Rey; ahora se abrió la puerta del gobierno inflexible en el espíritu que mantuvo a muchos en esclavitud. Profetizo sobre su vida que en los próximos días, las cosas que comenzaron en parte se desbordarán y verá muchas puertas abiertas y una gran cosecha de almas.

El enemigo ya fue derrotado, fue derrotado en la Cruz, pero arrojó una ola de temor sobre la tierra que atrapó incluso al pueblo de Dios. Pude ver una escena del Mago de Oz, donde el “Gran Oz” quedó expuesto como el gran impostor que era, solo un pequeño hombre detrás de una cortina que producía estragos y daños por medio de engaños. Creo que es una imagen de lo que estuvo haciendo el enemigo.

Pueblo de Dios, ¡levántate en fe en la vida vencedora de Jesús! El único temor que inherente al corazón de un hijo de Dios, ¡es el temor del Señor! Incluso ahora, podemos oír el estruendo de un gran avivamiento, una transformación poderosa de las tinieblas a la luz. La opresión se está retirando y el sonido de la libertad está en el aire.

¡Prepárese, prepárese, prepárese! Observe y vea mientras los que se burlaron de nuestro Dios son removidos de sus posiciones de autoridad y observe cómo se levantan los líderes piadosos en su lugar. Oro por liberación y salvación, pero también oro para que nuestro Dios, quien conoce el final desde el principio, removerá a los que están en posiciones de autoridad que Él sabe que están emitiendo decretos perversos.

Pueblo de Dios, estamos en un tiempo de gran agitación y sacudimiento, pero Dios se está moviendo poderosamente en medio nuestro. ¡Regocíjese y alabe el nombre del Señor! Los planes del enemigo se están volviendo en su contra (Salmo 54:5) y la confusión viene sobre sus campamentos (Éx.23:27, 2 Crón.20:22).

¡Los recursos de Dios son ilimitados y su propósito no fallará! Se abrió una puerta, ¡anímese y avance en fe!

Alane Haynes