Por Betty King
Amados santos, saludos y bendiciones para ustedes en el nombre
incomparable de nuestro Señor Jesucristo. ¡Feliz año nuevo! Hoy quiero
compartir algunas claves con usted que le permitirán desatar los milagros de
Dios en el 2021.
Desatando los milagros
Nuestro pasaje es Juan
2:1-11, donde Jesús realiza el primer milagro en las bodas de Caná: “Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y
la madre de Jesús se encontraba allí. También habían sido invitados a la boda
Jesús y sus discípulos. Cuando el vino se acabó, la madre de Jesús le dijo: Ya
no tienen vino. Mujer, ¿eso qué tiene que ver conmigo?, respondió Jesús.
Todavía no ha llegado mi hora. Su madre dijo a los sirvientes: Hagan lo que él
les ordene. Había allí seis tinajas de piedra, de las que usan los judíos en
sus ceremonias de purificación. En cada una cabían unos cien litros”
“Jesús dijo a los sirvientes: Llenen de agua las tinajas. Y los
sirvientes las llenaron hasta el borde. Ahora saquen un poco y llévenlo al encargado
del banquete, les dijo Jesús. Así lo hicieron. El encargado del banquete probó
el agua convertida en vino sin saber de dónde había salido, aunque sí lo sabían
los sirvientes que habían sacado el agua. Entonces llamó aparte al novio y le
dijo: Todos sirven primero el mejor vino, y cuando los invitados ya han bebido
mucho, entonces sirven el más barato; pero tú has guardado el mejor vino hasta
ahora. Ésta, la primera de sus señales, la hizo Jesús en Caná de Galilea. Así
reveló su gloria, y sus discípulos creyeron en él”.
Este pasaje
registra un punto de quiebre en la historia. Jesús, el Hijo de Dios, había
nacido y crecido como un hombre, pero hasta ese momento no había mostrado su
poder milagroso ante el mundo. Por todo el
Cuerpo de Cristo hoy, en el 2021, hay personas clamando por volver a ver sus
milagros. Hay gente que siente que perdió el vino y su
experiencia con Dios se está secando. Pueden cantar y adorar, pero necesitan
más.
Mientras oraba
ante el Señor para comprender sus pensamientos y su corazón para el 2021, me señaló
este pasaje y me indicó que le dijera a su pueblo que hay ciertos componentes
que necesitan unirse, antes de poder recibir los milagros que están esperando.
El tercer día
Los movimientos
que están ocurriendo ahora mismo en el Cuerpo de Cristo, son para desatar los milagros.
Sin embargo, los milagros no surgen de la nada o sin razón alguna. Hay
estructuras y componentes que necesitan acomodarse, antes que se puedan ver los
milagros. Necesitamos tomar seriamente la Palabra de Dios para nosotros antes
de ver que esto ocurre y debemos prestar atención a los detalles.
En el verso 1, comienza diciendo: “En el tercer día…”. Esto significa que hay un primer y
segundo día que necesitamos conocer. Estos
días están registrados en Juan 1. Allí leemos que en el principio era la
Palabra y la Palabra se hizo carne. Luego, un día (el primero) cuando Juan dio
testimonio de Jesús y Él comenzó a llamar a sus discípulos (Juan 1:35-42). Al
día siguiente (el segundo) Jesús le habló a Natanael, quien lo reconoció como
el Hijo de Dios (Juan 1:43-51). Luego la historia se mueve hacia Juan 2 y al
tercer día ocurrieron las bodas de Caná. Jesús estaba en la boda con sus
discípulos recién llamados cuando ocurrió el milagro.
No podemos perder
el significado de estos tres días para nosotros en esta hora, mientras las partes
comienzan a unirse.
El Iniciador enmarca los cielos y entra a través de la humildad del
pesebre, luego nos llama/nos invita/nos corteja en el primer día. Debe haber una respuesta si esperamos un momento de resurrección del
vino nuevo. Como Jesús hizo con los apóstoles, cuando les dijo: “Sígueme”. Su
invitación misericordiosa es para todos. Esto significa que necesitamos cerrar
nuestros oídos al mundo exterior, para poder oír solo la voz del Señor en medio
del ruido. Debemos estar lo suficientemente quietos como para poder oír.
El segundo día es de reconocimiento. Natanael reconoció quién era Jesús, luego de su
incredulidad y su error inicial. Natanael había declarado: “¡Nazaret! ¿Puede salir algo bueno de ahí?”.
Debemos reconocer Quien viene hacia nosotros y Quien nos invitó a su
banquete. En ese lugar yacemos transparentes, desnudos,
descubiertos, sin nada que ocultar, para que Jesús pueda, sin ninguna
perturbación, reparar las disfunciones con las que todos nos acercamos a Él. Debe
haber un reconocimiento de nuestra total insuficiencia sin el Espíritu Santo. Debe
haber una confesión de dónde estamos y dónde no. Solo en este lugar de
revelación y vacío, el Espíritu Santo tendrá el control absoluto y el espacio
para movernos, y así manifestar los milagros de Dios.
Reestructurando para los milagros
Antes que pudiera ocurrir el milagro del tercer día, tuvo que haber una
reestructuración. Se debe reunir a la gente correcta. Para que usted pueda desatar los milagros en el
2021, necesita saber con quién debe hacer vida. En este tiempo presente, el
Señor está reestructurando a su Iglesia y está reuniendo a sus verdaderos
discípulos, edificando relaciones con el propósito del Reino. En los días de
Jesús había Fariseos y Saduceos que conocían las Escrituras, pero no eran la
compañía correcta para Él, porque sus corazones estaban corrompidos. En lugar
de ir con ellos, buscó diligentemente al Padre para comprender a quiénes
necesitaba llamar y traerlos a su lado.
Para que se
manifiesten los milagros, usted necesita tener la compañía correcta y estar
rodeado por las relaciones correctas. Se debe reunir la gente con el corazón,
el carácter, el llamado y las capacidades correctas. Muchas personas están
estancadas en compañías donde, aunque el pueblo que los rodea pueda citar las
Escrituras, sus corazones están corrompidos y no están alineados según el
propósito del Reino.
Sin
reestructurarse, usted volverá continuamente a Dios con los mismos puntos de
oración al iniciar el año y al finalizarlo. Este es el tiempo para hacer un
balance de su entorno y ver si está produciendo fruto en su tiempo apropiado,
como hizo Jesús con la higuera. ¿Qué fruto está
cosechando de las relaciones que tiene desde hace muchos años? ¿Dios pudo
moverse a través de ellas?
En el 2021 debe
ser intencional y valiente para comprometerse con sus relaciones y demandarles el
fruto para Dios. Afírmese en sus promesas proféticas y tenga en cuenta
adecuadamente sus relaciones. Jesús estableció nuevas relaciones, unió a sus
discípulos y al tercer día, comenzaron a ver milagros. Dios está buscando la unidad y el propósito compartido,
allí puede enviar todo tipo de bendiciones.
Llenos para el cumplimiento
Cuando Jesús llamó
a Simón Pedro, lo nombró Cefas, que significa “piedra”
(Juan 1:40-42). Era un nombre significativo para alguien fuerte y con
resolución. Cuando llegó el tiempo para realizar el milagro en Caná, Jesús les
dijo que usaran las seis tinajas de piedra que eran usadas para la
purificación. Los vasos donde Dios quiere derramar los milagros, son personas
de carácter fuerte. Está buscando estructuras sólidas que no tengan
filtraciones, quebraduras o pierdan lo que contienen. Dios está buscando vasos preparados en los caminos de la
pureza y la purificación.
En el 2020, usted
atravesó la prueba y la purificación, y fue vertido. También se derramó en
otros. Evalúe lo que necesita ser fortalecido, para que lo derramado en el 2021
no pierda o desperdicie este tiempo. Esto significa establecer el verdadero
discipulado por medio de gente sólida y lista para cargar la unción de Dios.
Las tinajas
estaban llenas con cien litros de agua cada una. Luego Jesús les dijo a sus
siervos que las llenaran por completo y así lo hicieron hasta el borde. Aunque
fue derramado en el 2020 y tiene una medida del Espíritu dentro de su ser, se debe
seguir sintiendo vacío; teniendo algo, pero no todo lo que necesita. Para los
milagros, usted necesita ser lleno hasta el borde. Esto
significa no detenerse a mitad de camino y hacer el trabajo completo.
No se detenga de perseverar cuando las cosas comiencen a manifestarse, siga
trabajando hasta que todos los puntos estén sobre las “i” y las
rayas crucen las “t”.
Además, asegúrese
de prestar atención a los detalles y cumpla las especificaciones que vienen con
el proceso. Juan notó cuántas tinajas había y cuántos litros cabían. Sabía qué
era eso y tomó nota. Mientras atraviesa el proceso de purificación, no le entregue
a Dios menos de lo que merece, manténgase en oración, ayuno, sacrificio y
santificación. Hay ciertos ciclos que necesitan romperse y Jesús ha dicho que
lo liberaría, pero necesita obedecer.
Termine lo que comenzó. Si usted fue llamado a un ayuno de tres días, cúmplalos o ayune los días
que el Señor le indique. No ceda, porque cuando usted habla de salir de la
obediencia, también habla de abandonar la apertura.
Ame a la Iglesia
En Juan 2, creo
que María representa a la Iglesia, el Cuerpo por medio del cual viene Jesús. Un Cuerpo puede activar un milagro y un grupo de gente en
unidad, puede ordenar una bendición. Algunos de ustedes pueden haber
sido heridos en el pasado o desanimados por las cosas que tuvieron que ver u
oír, pero no debe permitir que esto los lleve a un lugar de maldición donde
maldigan a la Iglesia.
Así como usted
necesita misericordia y ayuda, también otros. Vuelva a establecerse y a oír la
voz de Dios. Encuentre la manera para conectarse con otros y volver a ser
edificado en amor y confianza. Determínese a cambiar su vida a cualquier costo
y libérese de cualquier relación donde las conversaciones desacrediten a la
Iglesia y al pueblo de Dios. Si no, ¿cómo podrá ser lleno hasta el borde?
La identidad de
María activó el milagro en la boda, a pesar que Jesús dijo que su tiempo aún no
había llegado. El poder de la Iglesia es su identidad ante Dios, dándole la
influencia para actuar como una intercesora y manifestar los milagros en un
tiempo de necesidad. La transacción de María y Jesús no ocurrió en un ambiente
extraño, porque se edificó sobre una relación sólida como madre e hijo. En este
momento la dinámica de la relación cambió para manifestar lo sobrenatural en
una comunidad. Cada milagro requiere una interacción humana.
¡El Cuerpo junto
es fuerte y unido puede desatar los milagros!
¡Que el 2021 sea nuestro año para ser reestructurados, llenos y unidos,
para que puedan ocurrir los milagros!
Rev. Betty King
(www.elijahlist.com)