Por Lana Vawser
Recientemente pude oír al Señor que hablaba sobre su pueblo y decía estas palabras: “Voy a bautizarlos en temor”.
Me impresionó de inmediato la palabra “bautizar”, que significa inmersión total. Podía oír la voz del Señor a mi alrededor, y Él seguía diciendo: “¡Miren lo que voy a hacer! ¡Mira lo que voy a hacer!”.
Sentí fuertemente que lo que hemos visto hacer a Dios, tan glorioso y maravilloso como fue, no es nada comparado con lo que estamos a punto de ver. Este increíble bautismo en el temor de Dios, es un movimiento de su poder que restaurará el temor de Dios en la Iglesia, a un nivel completamente nuevo. El temblor está a punto de aumentar de una manera que nunca hemos visto en la tierra, y la gloria del Señor se va a ver de una manera sin precedentes.
En el espíritu podía ver gente boca abajo y el sonido del llanto me rodeaba. Era el sonido de una adoración muy profunda al Señor y de su majestad, que surge del lugar donde vemos y contemplamos su belleza de una manera que no hemos experimentado antes.
Este movimiento poderoso del Espíritu de Dios que bautizará a su pueblo en el temor de quien Él es, también verá un aumento en la impartición poderosa de Dios en la vida de muchas personas. Las viejas mentalidades, miedos, dudas, traumas, etc., van a caer repentinamente. Muchos se levantarán con un enfoque feroz de fe, arraigada y cimentada con mayor fuerza en la revelación de su naturaleza y su Palabra.
La provisión, los milagros y la aceleración en la manifestación de sus promesas (el nacimiento de lo que Dios estuvo hablando), van hacia otro nivel.
Ya no falta mucho...
Por muchos años, el Señor me mantuvo profetizando sobre Amós 9:13-15. Lo que Dios está a punto de hacer hará girar las cabezas. Las cosas van a suceder muy rápido.
Amós 9:13-15 dice: “He aquí vienen días, dice Jehová, en que el que ara alcanzará al segador, y el pisador de las uvas al que lleve la simiente; y los montes destilarán mosto, y todos los collados se derretirán. Y traeré del cautiverio a mi pueblo Israel, y edificarán ellos las ciudades asoladas, y las habitarán; plantarán viñas, y beberán el vino de ellas, y harán huertos, y comerán el fruto de ellos. Pues los plantaré sobre su tierra, y nunca más serán arrancados de su tierra que yo les di, ha dicho Jehová Dios tuyo”.
Estos son los días sin precedentes
Escuché al Señor que volvía a decir: “¡Prepárate para ver lo que nunca antes habías visto! Estos son días sin precedentes”. Estamos entrando literalmente en los días de temor ahora mismo. No mires a la izquierda ni a la derecha, a la oscuridad que te rodea y aumenta; mantén tus ojos fijos en Jesús. Porque estás a punto de ver provisiones alucinantes y demostraciones de su poder y su majestad. La Iglesia y la Tierra entraron en el tiempo donde temblarán ante la majestad y el poder de Dios.
Muchos se estuvieron sintiendo muy abrumados por las circunstancias, la pérdida, la guerra y la presión, pero llegó el tiempo de nacer a un nivel completamente diferente de aceleración, y lo que Dios está dando a luz ahora “en” y “a través” de sus fieles, manifestará las cosas sin precedentes.
Escuché al Señor que decía: “No corras hacia adelante. Camina despacio y con cuidado, apoyándote de manera profunda y estrecha en Mi pecho, para escuchar lo que estoy diciendo. Porque estoy enviando nuevas instrucciones. Mientras caminan en obediencia a Mis instrucciones, están entrando en un tiempo para ver Mi gloria, mi poder y mi provisión milagrosa, manifestándose en formas sin precedentes. Verán mi gloria y el poder de mi nombre llenando sus hogares y llenando la tierra”.
Milagros de medianoche: “¡Miren y vean lo que haré!”
“¡Nunca llego tarde, siempre estoy a tiempo! Algunos de ustedes se sienten como en la medianoche, pero estoy declarando milagros de medianoche. Es hora de que la plenitud de lo que prometí, comience a manifestarse de maneras milagrosas. Lo que estoy a punto de hacer estará por encima y más allá de lo que jamás hayas visto. ¡Voy a bautizarte en el temor como nunca antes!”.
“Estoy dando a luz múltiples cosas a la vez, y el enemigo vino desde muchas direcciones; pero el movimiento de Mi Espíritu, ‘en y a través de ti’, hará que el enemigo huya en muchas direcciones. Porque te estoy bautizando en el temor. Te estoy bautizando en la revelación de Mi poder. Te estoy bautizando en la revelación de Mi santidad y majestad”.
“Miren y vean lo que voy a hacer. Miren y vean cómo el bautismo, en el temor de lo que Yo soy, traerá una mayor conmoción y sacudida a todo lo que no está edificado sobre Mí como fundamento. Observa la criba que haré para llevar a Mi pueblo hacia un lugar de mayor pureza y preparación”.
“Observa la vida que fluirá, el poder de la resurrección, el avivamiento, el fortalecimiento que vendrá mientras te bautizo en el temor de quien soy. Observa cómo nace y aumenta la fe, en el lugar de la inmersión profunda del temor”.
Desde el temor hacia el rugido
Escuché al Señor que decía: “Desde el temor al rugido”. Entonces pude ver que a medida que el Señor bautizaba a su pueblo en el temor (el temor de Dios), muchos rugidos serán restaurados. Donde el fuego del primer amor disminuyó, repentinamente arderá más fuerte que nunca para muchos. Donde los corazones se sintieron secos, estériles y muertos, repentinamente la revelación de quién es Él como nuestro hermoso Jesús (la revelación más profunda de su majestad), quedará expuesta. El fuego del primer amor volverá a arder, el fuego del avivamiento del primer amor.
El Señor continuó hablando: “Si puedes creer, al que cree todo le es posible.” (Marcos 9:23).
Mientras continuaba buscando el corazón del Señor, Él me recordó dos Escrituras que mantuvo a la vanguardia de mi mente desde hace semanas:
Isaías 66:8: “¿Quién oyó cosa semejante? ¿quién vio tal cosa? ¿Concebirá la tierra en un día? ¿Nacerá una nación de una vez? Pues en cuanto Sion estuvo de parto, dio a luz sus hijos”.
Isaías 66:9: “Yo que hago dar a luz, ¿no haré nacer? dijo Jehová. Yo que hago engendrar, ¿impediré el nacimiento? dice tu Dios”.
Llegó el tiempo de un alumbramiento sin precedentes que jamás hemos experimentado como Cuerpo de Cristo. ¡Observen lo que Dios hará! Observen cómo Él cumple fielmente lo que dijo. Observen los milagros de la noche a la mañana. Observen cómo la aceleración va más allá y los fieles prosperan.
Pueblo de Dios, pónganse en posición de expectación y entrega profunda. Acurrúquense
profundamente en el lugar secreto con Él, porque aquí viene la manifestación de
su decreto: “Voy a bautizaros en el temor”.
Lana Vawser
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