Por Chuck D. Pierce
Por favor lea esto con atención. Los 24 días siguientes son importantes para nosotros. Ni bien entregaba la palabra en la reunión de los primeros frutos el sábado, comenzaron a ocurrir grandes cambios. El Señor comenzó a hablarme con claridad sobre la “presión extrema” por la que estamos atravesando. El sábado por la tarde, el Señor comenzó a hablarme sobre la intensidad de los próximos 24 días.
¡24 días de intenso cambio!
Esta es la palabra que el Señor me entregó el fin de semana pasado: “Te dije que las aguas no se apoderarán de ti. A través del tiempo en el que estás caminando, puedo verte hundiéndote y las aguas levantándose sobre tu cabeza. Mantente a flote conmigo. Mantente en fe estos próximos 30 días. Si te hundes, hay muchas trampas esperándote en el fondo, en el lugar de las circunstancias sobre las que estás caminando. Sí, te digo que estás caminando sobre las aguas y no debajo”.
“Mantente encima. Mantente encima y no debajo de esta situación. Las trampas son mayores si caminas por debajo de esta situación. Confía en Mí y la fe para estar por encima permanecerá en ti. ¡Mantente por encima! Camina conmigo. ¡Mantén tu cabeza en alto y las aguas no te cubrirán!”.
“¡Estos 24 días debes mantenerte por encima! Hay trampas que el enemigo alineó y estableció para atraparte. Estas trampas se ven como un laberinto y te encontrarás a ti mismo diciendo, ‘No puedo hallar la salida, porque cuando salgo de esta, caigo en otra’. Por eso, pídeme que te mantenga a flote. Cuando diga ven, acércate una y otra vez. No mires atrás o te hundirás y las trampas te acompañarán. Te verás diciendo, ‘No puedo hallar la salida’”.
Entiende la autoridad que tienes
Anita Anderson trajo una soga de un bote salvavidas hacia el púlpito y continuó profetizando: “Arrojo una línea de vida ahora mismo, deja de pensar que las aguas te cubrirán. Ya arrojé el salvavidas. No te hundas y no pierdas la visión de lo que te dije. ¿Piensas que soy una aparición fugaz en medio de ti? No soy fugaz. Estaré allí los próximos 24 días para cuidarte hasta que estés reposicionado”.
“Te estoy mojando estos días para que no te quemes con el fuego y el calor. Aún el agua no puede apagar el fuego. Pero mi presencia, mi viento y la flotabilidad de tu fe, mantienen tu cabeza sobre el agua e impiden que el fuego queme tus pies. Muchos te están observando caminar ahora, por eso no debes mirar las circunstancias, sólo mira hacia adelante y cuida como caminas”.
“La línea salvavidas que te arrojé se está transformando en una cuerda de equilibrista. Dirás, ‘Espera, espera, puedo ver el camino. Es muy estrecho y muy peligroso, pero mi fe mantiene mis pies plantados y mi cabeza sobre el agua’”.
“Entiende quién eres. Entiende la autoridad que te entregué. Ahora te estoy invitando a entrar en una nueva abundancia. Sé lo que viene en tu contra. Permití que estas cosas se levanten para que puedas destruirlas. No te destruirán y, debido a ello, la abundancia te está esperando. Podrás decir, ‘Sí, estoy en lo nuevo. Pero no me gusta lo nuevo’”.
“Muchos no se moverán hacia lo nuevo, porque lo nuevo puede ser mucho más incómodo que lo viejo. Algunas personas prefieren la incomodidad a la comodidad, porque saben que la comodidad pierde su gloria con mucha más rapidez. ¡Atraviesa la incomodidad ahora y entrarás en mi reposo en los días por venir!”.
¡Aparte 3 días!
Debes ser como Esdras. Él se detuvo en el río Ahava y proclamó ayuno. ¡Aparta 3 días! El lugar que tienes por delante es tan estrecho que si no ayunas tres días, no lo podrás atravesar. Creo que Dios trajo esto sobre nosotros y comenzará a agitarse a partir del miércoles. Creo que si apartamos 3 días para ayunar en los próximos 24 días, atravesaremos esta dificultad y saldremos del lugar estrecho en el que nos encontramos.
No temas ayunar. Dios escogerá tu ayuno. Ponte de acuerdo con Él. Pídele al Señor que te diga cuáles son los tres días que debes ayunar. Este ayuno es para buscarlo para que nos revele el camino correcto para nosotros, para sus pequeños (la siguiente generación) y por nuestras posesiones. Dios está hablando esto con mucha claridad: en los próximos 24 días, hay una crisis financiera que se está agitando en el aire.
¡El enemigo está en el camino!
Esdras 8:22 dice: “En realidad, sentí vergüenza de pedirle al rey que nos enviara un pelotón de caballería para que nos protegiera de los enemigos, ya que le habíamos dicho al rey que la mano de Dios protege a todos los que confían en él, pero que Dios descarga su poder y su ira contra quienes lo abandonan”. ¿Qué te dice eso? El enemigo está en el camino. Ciro les ofreció protección total, una compañía que los llevó hasta Jesuralén. Pero Esdras supo que no era el camino de Dios. Él los rodearía de una manera sobrenatural y los llevaría hasta el siguiente lugar. Verían operando a Dios.
Creo que el Señor nos está diciendo lo mismo. Esto es lo que llamamos “presión extrema y camino estrecho”. Es el lugar al que llegas, donde se cumplen todas tus promesas, pero no puedes atravesarlo porque es demasiado estrecho, hasta que te detienes y miras, diciendo: “Está bien, ¿ahora cómo haré para atravesar esto?”. Ese es un lugar de presión extrema. Así se ve. ¿Cómo poder atravesarlo para seguir experimentando lo nuevo que Dios colocó en nosotros?
Esdras sigue en el verso 23: “Así que ayunamos y oramos a nuestro Dios pidiéndole su protección, y él nos escuchó”. ¿El resultado? Primero, el Señor hizo que el enemigo en el camino no tuviera poder para operar. Luego protegió sus posesiones para el plan futuro de edificación. Finalmente, esto también permite la protección de los pequeños para que puedan entrar en su futuro.
Muchas obras del enemigo se soltarán en contra nuestra, pero Dios dice: “Ayuna. Detente 3 días durante los 24 y permíteme determinar tu ayuno. Aseguraré tus posesiones para el futuro. Aseguraré a la siguiente generación que te sigue. Removeré al enemigo que está en el camino”.
“Afírmate conmigo. Búscame y me hallarás. Yo te veré atravesar el lugar estrecho. Algunos de ustedes sienten como si estuvieran en una caparazón. No están ahí. Les daré la estrategia para salir en estos próximos 24 días. Yo te traje hasta este lugar en este nuevo viaje y ahora estás a punto de salir”.
“Espera que me mueva a tu favor. Espera que me mueva. Conozco los planes que tengo contigo, por eso debes esperar que me mueva. Espera que tu final sea mayor que tu principio”.
Chuck D. Pierce
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