Por Chuck Pierce
Amados santos prosperados:
Este fin de semana pasado no fue sino una manifestación poderosa de Dios en medio nuestro para prepararnos para nuestro futuro. Mientras nos acercamos a Pentecostés, debemos continuar cambiando nuestras mentes y procesos de pensamiento hacia la cosecha. Aun cuando el calendario entre Pascua y Pentecostés marque 50 días, los próximos 40 días parecen ser críticos para los hijos de Dios. Este es el comienzo de los próximos 40 días de revelación crítica.
¡Se están formando nuevas puertas!
Formar significa moldear, desarrollar, conformar o esbozar algo, dándole sentido, carácter o naturaleza. Otra manera de ver este tiempo de formación, es cuando algo se transforma en lo que será durante los días por venir. Esto incluye el condicionamiento de nuestra mente y cuerpo, teniendo en cuenta el desempeño a futuro. Un tiempo de formación incluye concebir, entrenar y disciplinarse. Esta fase denota el arreglo de la porción de algo que le dará su aspecto distintivo.
Una Escritura clave sobre el tiempo de Pentecostés es 1 Corintios 16:8. Pablo propuso quedarse en Éfeso durante Pentecostés, porque se le había abierto una puerta eficaz para su ministerio. Muchos enemigos se encuentran detrás de esta puerta que se está formando, pero el Señor dice: “No te enfoques en tus enemigos durante este tiempo, sino en la puerta que se formó y prepárate para entrar en esta nueva oportunidad. Te daré la gracia para vencer a tus enemigos. Estoy soltando tus nuevas asignaciones y avanzarás hacia nuevos campos misioneros”.
¡Revelación ahora!
Esta revelación increíble comienza a derramarse entre Pascua y Pentecostés. Ahora nos encontramos en el tiempo de “contar el Omer”, la cuenta de los días entre Pascua y Pentecostés. Esta cuenta busca recordarnos la relación entre la Pascua (un recordatorio del Éxodo) y Pentecostés (un recordatorio de la entrega de la Torah).
Omer literalmente significa “gavilla”. Levítico 23:15 relata la bendición de contar el omer. El tiempo entre la Pascua y Pentecostés es de transición. Esto significa que cruzamos. El tiempo omer es el tiempo de mirar cómo consumimos nuestra provisión y cómo desatamos la provisión para el futuro. Este tiempo es un periodo importante de crecimiento e introspección. Debemos revisar toda la revelación del tiempo pasado y la manera como operamos en la provisión en nuestro tiempo anterior.
¡Liberados para recibir la Palabra!
Esta cuenta les recuerda a los israelitas que su redención de la esclavitud no se había completado hasta que recibieran la Torah. La gente fue liberada de Egipto para poder recibir la Torah. Una de las razones más importantes para este tiempo es mostrar nuestro deseo para que la revelación de Dios reviva en nosotros. Si entramos en este tiempo de “contar el omer”, avanzaremos en esta nueva revelación.
¿Por qué este tiempo? ¿Por qué debemos ver las fiestas?
Nuestro pacto se estableció alrededor del entendimiento del sol, la luna y la tierra, alineado con el plan de redención del Padre. La Palabra de Dios gira alrededor de las fiestas. Eran asambleas santas para ensayos santos. Recordar estos eventos físicos nos llevan a entender el significado espiritual de lo que vino y lo que vendrá. Las fiestas pronostican el sacrificio de Jesús por nosotros.
Además, predicen la redención completa de su pueblo y el alineamiento de todas las naciones que conforman su herencia (Salmo 2). Cuando participamos meciendo los primeros frutos en la Pascua, recibimos la unción para cosechar y aumentarnos en Pentecostés (Fiesta de las Semanas), nuestra fe se desarrolla y se eleva nuestra confianza para que se desate nuestra provisión.
Hoy existe una futilidad en la participación legalista en las fiestas. No podemos guardar las fiestas de una manera legalista, pero podemos honrar al Padre recordándolo y recibiendo de Él en estos tiempos señalados (Gálatas 3:10). Ya no tenemos que esperar un mayor sacrificio, porque fue inmolado en la Cruz. Esto quebró el dominio de satanás sobre nosotros, así como sobre toda la humanidad. Sin embargo, debemos permanecer “en Él” para consumar la plenitud de este plan.
Cuando participamos y recordamos las fiestas en este tiempo, dejaron de ser sombras de lo que habría de venir. En realidad nos hacen ver la senda de nuestro futuro hacia nuestra promesa. Memorice la siguiente Palabra para caminar más cerca de su plan de plenitud para su vida. El Salmo 34:8 dice: “Prueben y vean que el Señor es bueno; dichosos los que en él se refugian”. Tome tiempo para asimilarla y permita que su fe se eleve para que pueda ubicarse en una nueva dimensión de crecimiento.
¡Cómo comenzar!
¡Deténgase! ¡Repase sus bendiciones! ¡Bendiga a Dios! ¡Conózcalo! Vea la plenitud de quién es Él a través de su Hijo enviado a redimirnos. Las siete semanas asociadas con la cuenta de omer buscan guiarnos hacia un crecimiento espiritual, nuevas relaciones, nuevas consideraciones, correcciones espirituales y la restauración de nuestros errores del pasado. Esto nos permitirá desarrollar una mentalidad triunfante para el tiempo por venir. Inicialmente pensé enviarles un proceso diario sobre cómo hacer esto, pero me di cuenta que mucha gente se enreda en interpretaciones legalistas y se pierden el punto de por qué realizamos algo.
Haga una lista de las promesas que desea ver manifestadas en este nuevo tiempo. Léalas y declárelas en la atmósfera que lo rodea. Decrete que las cosas que no vio en el tiempo pasado, se manifestarán en este tiempo. Recuerde que pueden tomar otra forma en este tiempo.
¡Vuelva a alinear sus emociones en los próximos días!
Vuelva a alinear sus emociones para que se pueda restaurar el funcionamiento de sus expectativas y ser receptivo a la palabra del Espíritu Santo. Permita que su visión cambie, se redefine y se establezca. “Sin visión (revelación y expresión profética), el pueblo perece”. Desate las líneas de suministro para su futuro. Esto nos llevará a guerrear para quebrar el conformismo de nuestros procesos de pensamiento y desarrollar una mentalidad de cosecha. Esto también incluye la comprensión de la dinámica de la guerra contra estructuras que detendrían la transferencia de riquezas.
Escritura diaria y enfoque de oración:
Decreto que luego de hacer este enfoque, mi final será mejor que mi comienzo. Escrituralmente, la cuenta del omer comenzaría el primer día de la cosecha de la cebada, meciendo esa cosecha delante del Señor. Pentecostés es cuando comienza la cosecha del trigo. Debemos movernos de un nivel de cosecha hacia el siguiente.
Día 1: Lea Génesis 11-13; Levítico 23: Lucas 14:25-33. Todo el entendimiento escritural gira alrededor del pacto.
Día 2: Lea Éxodo 15-16, Mateo 14:13-21 y Apocalipsis 15. Regocíjese y cante la canción del Señor. Agradézcale al Señor por su liberación. Medite en la canción de Moisés. Como cristianos volveremos a cantar la misma canción que cantó el pueblo sufriente del pacto el día de su liberación. Agradézcale por toda la provisión que está recibiendo. Aún si es la provisión del desierto, ¡agradézcale! Permítale tomar lo que tiene, para partirlo y multiplicarlo. Esta canción era corporativa.
Día 3: Lea Éxodo 20 y 23, Mateo 17:5 y 28:20. Estos son capítulos clave para entender la justicia. Pídale al Señor que le entregue la revelación de los tiempos de las fiestas. Esto le permitirá comprender los tiempos de Dios para su vida, así como la manera para desatar su provisión. Pídale que le permita recibir visitaciones y guías angelicales. Reconozca que pecó cuando se resistió a ser guiado apropiadamente. Pídale acerca de una ofrenda de primeros frutos para la fiesta de Pentecostés. Muchas promesas se desatarán sobre su vida por medio de estos capítulos.
Día 4: Lea Josué 3-5; 2 Samuel 5-7. Estos son capítulos de preparación y cómo seguir (el arca y los sacerdotes) hacia su futuro. Permítame sugerir un día de ayuno. Enfóquese en el lugar donde cruzará para entrar en este tiempo. Además, pídale al Señor que le muestre con quiénes se debe relacionar para que lo ayuden a avanzar. Permítale al Señor avivar su vida, volviendo a circuncidar su corazón. Muchos de nosotros nos quedamos colgados con la provisión del tiempo pasado.
Declare que comenzará la nueva provisión. El maná cesó y los hijos de Israel tuvieron que aprender a usar la provisión en su tierra prometida. Esto les permitió restablecer la fiesta de la Pascua para que los volviera a encaminar. Fueron incapaces de celebrar la Pascua durante 40 años, porque todo lo que tenían era maná y codornices. Dios cambió nuestra provisión muchas veces para sincronizarnos con su plan perfecto. Prepárese para enfrentar lo que siempre le pareció invencible. David tuvo que aprender la procesión del Arca. ¡Ahora debemos ver el Arca!
Día 5: Lea Mateo 14:22-36, Juan 6 y Éxodo 33. Anímese a cruzar hacia el lugar donde el Señor lo está llamando. Apártese a un lugar de quietud donde realmente pueda buscar al Padre. Declare que no avanzará si no siente su presencia.
Día 6: Lea Hechos 12 y Ester 9. Memorice Filipenses 2:27. Pídale al Señor que haga algo nuevo en su vida de oración. La decapitación de Santiago ocurrió durante la Pascua. Pídale al Señor que lo esconda del mundo religioso. Muchas veces las fallas de nuestro pasado nos impulsaron hacia una nueva efervescencia en la oración. Ore y pídale a Dios para que la ayuda de los ángeles se mueva en este nuevo tiempo. Haga una declaración donde todo decreto establecido en su contra quedará expuesto y será revertido para impulsar su avance.
Día 7: Lea Efesios 1-4. Reconozca su condición, así como su posición. Agradézcale por el cambio que el Espíritu Santo trajo a su vida. Agradézcale por su amor que lo acompañó a través de tantas circunstancias. Agradézcale que está madurando en la plenitud de su plan. Mire al gobierno de la Iglesia. Jesús ascendió al Cielo para tomar su trono junto al Padre. Él nos concedió el acceso. Pídale al Señor la seguridad que su don esté alineado corporativamente.
¡Comience ahora y no mire hacia atrás!
Bendiciones,
Chuck D. Pierce
(www.elijahlist.com)
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