Por Kent Simpson
Muchos de nosotros nos sentimos muy cómodos orando en los bancos del río. Sin embargo, creo que pocos pueden oír a la distancia un rugido alarmante dentro de este río espiritual. Aún los generales de Dios que estuvieron caminando por las profundidades del río ungido del Señor, perciben que algo está a punto de cambiar. Esta corriente espiritual está comenzando a empujar a todos los que se encuentran dentro de ella. Incluso los que están tranquilos en los bancos esperando que algo ocurra, ahora sienten que los está empujando esta fuerza que los incita.
Apocalipsis 22:1 dice: “Luego el ángel me mostró un río de agua de vida, claro como el cristal, que salía del trono de Dios y del Cordero…”.
La zona de comodidad para todo el pueblo de Dios se está estrechando rápidamente, mientras cada gramo de su amor por Él está entrando en un tiempo de prueba profunda. Muchos ya fueron desalojados de sus nidos y sus vidas orgullosas fueron desechadas. Estos son los mismos vasos de Dios que se encontrarán a sí mismos en la vanguardia, porque ya pasaron una gran prueba. Entregaron por completo sus vidas a Cristo, comprometiéndose a servirlo hasta la muerte y más allá.
Ezequiel 16:8 dice: “Tiempo después pasé de nuevo junto a ti, y te miré. Estabas en la edad del amor. Extendí entonces mi manto sobre ti, y cubrí tu desnudez. Me comprometí e hice alianza contigo, y fuiste mía. Lo afirma el Señor omnipotente”.
Palabra profética del Señor: La gran depuración de amor nos preparará para lo que viene
“Viene una depuración y si están en el río, deben estar preparados. Como desciende desde el cielo a la tierra, será una lluvia torrencial del Señor que se transformará en un monzón, dando lugar a un río impetuoso del amor de Jesús. Esto agitará sus arroyos y hará que sus ríos se pongan cabeza abajo, enviándolos hacia los rápidos violentos, golpeándolos y podándolos, para prepararlos para lo que viene”.
“Aún cuando sientan que tuvieron una gran caída porque llegaron al final del tiempo, el agua los sumergirá más para que puedan ver lo que está ocurriendo por debajo. Eventualmente se volverán a encontrar en la superficie para decirles a otros lo que vieron y dónde estuvieron. Sabrán que estuvieron en un lugar de gran dificultad, porque la depuración del Espíritu Santo los preparó para usarlos para sacudir la tierra y el cielo”.
“Todo lo que no viene de Dios caerá sin remedio, pero todo lo que es del Señor permanecerá firme, porque está edificado en las rocas sobre las cuales cae el agua. Se darán cuenta que el Señor los usará con poder, pero primero deben atravesar los rápidos. Son un lugar de limpieza, un lugar con caminos radicales y misteriosos donde serán despojados de la carne, removiendo cada onza de egoísmo. Todo lo que quedará es lo que habita dentro de ustedes”, dice el Señor.
“Cuando los inconversos los vean, podrán verme y esto hará que los demonios se manifiesten. Sus palabras de odio harán que su piel se vuelva gruesa como la de un rinoceronte, pero sus corazones se mantendrán mansos como el de una paloma. Los amarán permanentemente, sin importarles lo que puedan hacerles. Aunque abran sus espaldas con un látigo de nueve colas, seguirán alabándome y pidiéndome que los perdone, proclamando que no saben lo que hacen”.
“Pronto verán que las cosas comenzarán a cambiar. Pidieron los dones y el poder y se los entregué. Aunque no se manifestarán hasta que primero atraviesen las aguas poderosas que los limpiarán y los llevarán más allá de su tiempo, llevándolos hacia las profundidades del abismo y volviéndolos a levantar”.
“Beberán de esta copa y de esta copa recibirán lo que les entrego. Pero primero deben atravesar este proceso antes de recibir la promesa. Mi promesa para ustedes es esta: Una vez que tengan el poder, les confiaré lo que deben hacer hacia aquellos que vengan en contra de ustedes. Aquellos que acosaron a mi pueblo y se ensañaron en su contra, serán alcanzados por mi amor a través de sus manos. Habrá otros como ustedes que pedirán que descienda del cielo un fuego consumidor. Este fuego no es de destrucción, sino un calor abrumador de mi amor, desatando una esperanza cada vez mayor. Deben tomar esta gracia de salvación y desatarla sobre todos aquellos que no me conocen, encendiendo un fuego que arrasará toda la tierra”.
“Existen muchos que son falsos en los territorios que vienen como perversos, guerreros de satanás alimentados por su odio, pero ellos no los podrán tocar. Ustedes sabrán que Dios es su Padre y les entregó un ojo poderoso para ver todos los rincones del mañana, conociendo lo que se estuvo planificando. Mientras los perversos se encuentran escondidos en las cámaras secretas, presentándose ante el príncipe de las tinieblas, harán sus planes. Sin embargo, el Espíritu ministrador que transciende enviado desde el cielo, los llevará hasta sus escondites de engaño para ser testigos de todos sus planes. Entonces sabrán qué decirle al resto de mi pueblo para que puedan desbaratar los planes del enemigo. ¡Amen!”.
¿Esta palabra profética es escritural?
A continuación veremos una serie de versos de las Escrituras que le proveen balance y consistencia a esta palabra profética.
Marcos 10:39: “Sí, podemos. Ustedes beberán de la copa que yo bebo, les respondió Jesús, y pasarán por la prueba del bautismo con el que voy a ser probado…”.
Lucas 3:16-17: “Yo los bautizo a ustedes con agua, les respondió Juan a todos. Pero está por llegar uno más poderoso que yo, a quien ni siquiera merezco desatarle la correa de sus sandalias. Él los bautizará con el Espíritu Santo y con fuego. Tiene el rastrillo en la mano para limpiar su era y recoger el trigo en su granero; la paja, en cambio, la quemará con fuego que nunca se apagará”.
Malaquías 3:2-3: “Pero ¿quién podrá soportar el día de su venida? ¿Quién podrá mantenerse en pie cuando él aparezca? Porque será como fuego de fundidor o lejía de lavandero. Se sentará como fundidor y purificador de plata; purificará a los levitas y los refinará como se refinan el oro y la plata. Entonces traerán al Señor ofrendas conforme a la justicia…”.
Lucas 21:25-27: “Habrá señales en el sol, la luna y las estrellas. En la tierra, las naciones estarán angustiadas y perplejas por el bramido y la agitación del mar. Se desmayarán de terror los hombres, temerosos por lo que va a sucederle al mundo, porque los cuerpos celestes serán sacudidos. Entonces verán al Hijo del hombre venir en una nube con poder y gran gloria”.
1 Corintios 10:21: “No pueden beber de la copa del Señor y también de la copa de los demonios; no pueden participar de la mesa del Señor y también de la mesa de los demonios”.
Josué 24:15: “Pero si a ustedes les parece mal servir al Señor, elijan ustedes mismos a quiénes van a servir: a los dioses que sirvieron sus antepasados al otro lado del río Éufrates, o a los dioses de los amorreos, en cuya tierra ustedes ahora habitan. Por mi parte, mi familia y yo serviremos al Señor”.
Kent Simpson, Pastor profético
(www.elijahlist.com)
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