Por Theresa Phillips
Pude oír al Señor que decía: “Me encanta Mary Poppins”. No comprendía y esperé que me aclarara la palabra. Entonces me dijo: “El viento cambió, prepárate para una ola de mi gloria”. Inmediatamente el Espíritu me envolvió y tuve una visión sobre una veleta que se movía. Una de las líneas iniciales de la película “Mary Poppins” es: “El viento sopla del Este, viene la llovizna. Como algo a punto de comenzar que se está mezclando. No puedo poner mi dedo en lo que está guardado, pero siento lo que está ocurriendo, ya todo ocurrió antes”.
Pude ver una veleta que se movía. También pude sentir el viento… ¡cambiando! Mi espíritu estaba excitado. Podía sentir una presencia angelical como si estuviera ocurriendo un cambio de guardia. Antes había visto cambios, pero nunca sentí la presencia tan cercana. Podía oler el aceite de las lámparas celestiales. También podía oír el chasqueo del fuego. Pude ver cuencos que se derramaban. El fluido aceitoso dentro de ellos era dorado y estaba lleno de luz. ¡Qué Luz! Me quedé asombrada y con la boca abierta: “¿Qué está pasando Señor?”.
“Durante estos días de crisis te mostraré que estoy aquí”
Pude oír esto con toda claridad y quiero compartirlo con usted para alentarlo: “Esta es una nueva ola de gloria que se soltará para volver a excitar a la gente. Durante estos días de crisis te mostraré que estoy aquí y quién Soy. Muchos se sanarán y se salvarán. Este es un estado de éxtasis, vives para el cambio del viento. También quiero divertirme contigo. Te daré dones, tesoros, inventos, nuevos sonidos y danzas. Estoy por convertir tu lamento en danza. ¿Tienes zapatos de tap o zapatos de ballet?”. Le respondí que no sabía bailar.
Me dijo: “Podrás porque esta será una fiesta de danza. La adoración se moverá en la congregación mientras danzas. Sí, la danza en la Iglesia… Debes ser fuerte y animarte. No tengas miedo, levántate y mira la salvación del Señor. Voy a soltar la diversion para la Iglesia. Sentirás el viento, porque es para todos. Sólo aprende a reír y mira cómo huye el enemigo”.
El Salmo 2:4 dice: “El rey de los cielos se ríe; el Señor se burla de ellos”.
Comencé a cantar: “Amo reírme”. La risa es pegadiza.
Dr. Theresa Phillips
(www.elijahlist.com)
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