Por
Amanda Wells
Encuentro: “Hemos atrapado al
enemigo”
Recientemente tuve un encuentro espiritual en
un sueño y mientras me despertaba, supe que era profético para el Cuerpo de
Cristo. Oí que golpeaban la puerta, nuestra puerta trasera, y mientras
respondía pude ver a un oficial de policía de pie junto a una persona, aunque
no era una persona, sino un espíritu que estaba junto a la persona y tenía
esposas en las manos.
El oficial de policía me dijo: “Hemos atrapado
al enemigo, el ladrón. Ven conmigo para ir con el juez, presentaremos cargos
contra el enemigo y será sentenciado porque debe pagar”. Comencé a seguir al oficial de policía y al
criminal detenido. El oficial me dijo: “¡Dile al Cuerpo de Cristo que el ladrón fue aprendido,
el juez emitió sentencia y este es el año de la restitución!”.
Vivimos frente a la espesura de un monte y el
policía nos condujo a través de esa espesura, mientras el detenido estaba en
silencio junto al oficial. La caminata parecía no ser más larga de lo que
conocía del bosque y me vi tentada a detenerme. El oficial me dijo: “Muchos
estuvieron en el desierto en tiempos pasados, fue un tiempo largo y solitario.
Cuando estás en el desierto puedes perder la esperanza y la paz, pero debes
seguir avanzando. Ese tiempo sobre tu vida ya pasó, estás saliendo y entrando
directamente en las Cortes del Señor. Sigue caminando. No te salgas del camino,
no pienses que fue un retraso, sigue caminando porque aquí está tu promesa
profética, tu herencia y tu recompensa”.
El caso de la Corte
Repentinamente arribamos a la Corte. La
opulencia, le belleza, la adoración y su presencia eran asombrosas. Jesús
estaba de pie ante el estrado y aunque el Juez estaba allí, solo podía ver su martillo
enorme. Jesús dijo: “Soy tu abogado”.
Luego procedió para establecer el caso ante el Juez. Lo siguiente que pude oír
fue el sonido del martillo y una voz que decía: “Llévense al prisionero y díganle que le
debe devolver siete veces lo que le robó al demandante”.
Mientras el aprehendido era retirado, volvió
a sonar el martillo. Pude oír una voz que me decía: “Ve y diles a todos que este es el año
donde el Cielo toca la tierra, lo sobrenatural invadirá lo natural y este es el
año donde se resolverán los casos que parecían perdidos. Diles que este es el
año de la restauración de todas las cosas que fueron robadas, como las
finanzas, la salud, las reputaciones, los negocios, las familias, los
hijos, los destinos, etc. Prepárense,
porque el ladrón fue atrapado, juzgado y ahora debe devolver la recompensa.
Diles a todos los que estuvieron en el desierto que la Corte entró en sesión.
Deben presentarse declarando la Palabra y ver cómo las situaciones imposibles
se revierten en un momento. Estoy restaurando su esperanza y su paz”.
Siete veces lo perdido
Luego me desperté y las primeras palabras que
vinieron a mi corazón fueron: “… pero si lo atrapan, deberá devolver
siete tantos lo robado, aun cuando eso le cueste todas sus posesiones” (Proverbios 6:31). La razón de las siete
veces, es por la letra hebrea “zayin” y uno de sus significados es “devolviendo la
luz”. También describe a
una espada que pelea por comida. Es la letra para
plenitud y bendición.
Todo lo que fue atrapado por las tinieblas
deberá ser devuelto en luz. La espada, el arma en nuestra mano, nos traerá la
comida en esta estación. Prepárese… porque la restitución que viene es completa
y con gran bendición.
Amanda Wells
(www.elijahlist.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario