miércoles, 24 de febrero de 2016

“Jesús trajo su Mundo con Él”


Por Dra. Sandie Freed

En este tiempo del año celebramos el nacimiento de nuestro Salvador Jesucristo. En medio de las compras, las reuniones navideñas y las vacaciones, es fácil perder de vista a Quién estamos celebrando en realidad. Soy culpable por no dejar más cosas de lado para pasar más tiempo con el Señor, debido a todas las ocupaciones de este tiempo de celebraciones.

Sin embargo, el otro día mientras me preparaba para la fiesta de navidad de nuestra congregación, busqué al Señor por algo para ministrarles a las mujeres que asistieron a la reunión. Deseaba algo fresco, algo nuevo, usted sabe… algo revelador para ministrar. Después de todo, ¿de cuántas maneras diferentes podemos impactar el mensaje de enseñanza de navidad? Bien, amado lector, siga leyendo. ¡Lo que Dios me habló acera del nacimiento de Cristo fue asombroso! Amará esta revelación.

El Señor trajo su Mundo con Él
Primero, permítame explicarle que cuando vino Jesús, trajo su Mundo (Cielo) con Él. Aunque vino como un hombre y no como Dios, trajo el gobierno del Cielo con Él y vino para establecer el Reino de los Cielos en la tierra. Veamos el pasaje de Isaías que la mayoría de la gente no lee sino hasta Navidad. Es un pasaje familiar, pero cuando se comprende puede desatar misterios ocultos concernientes a todo lo que Jesús vino a darnos por medio de su nacimiento, muerte y resurrección. Y podemos caminar en esta revelación particular a lo largo del resto del año.

Probablemente Isaías 9:6-7 es uno de los pasajes escriturales más familiares leídos durante este tiempo. Incluso Haendel, el músico, incluyó este pasaje en uno de los grandes coros de su oratorio: El Mesías. Es altamente posible que cada uno de nosotros lo haya cantado u oído esto durante la Navidad. Tomémonos un momento y leamos lo que profetizó Isaías sobre el nacimiento de Jesús. Los nombres diferentes por los cuales Jesús quería ser conocido y cuál fue su misión en la tierra. Luego estudiaremos individualmente estos hechos importantes:
Porque nos ha nacido un niño, se nos ha concedido un hijo; la soberanía reposará sobre sus hombros, y se le darán estos nombres: Consejero admirable, Dios fuerte, Padre eterno, Príncipe de paz. Se extenderán su soberanía y su paz, y no tendrán fin. Gobernará sobre el trono de David y sobre su reino, para establecerlo y sostenerlo con justicia y rectitud desde ahora y para siempre. Esto lo llevará a cabo el celo del Señor Todopoderoso(Isaías 9:6-7).

Comencemos nuestro estudio. Jesús nació con el “gobierno” de Dios sobre sus hombros. ¿Qué significa esto? Bien, una vez más, Jesús trajo el Cielo con Él cuando nació, pero también trajo el gobierno del Cielo, el “dominio y señorío” del Cielo sobre la tierra. En consecuencia, vino a la tierra para establecer su Señorío.

La tierra es del Señor, según el Salmo 24:1. Aunque el diablo amaría creer que es eterno, ¡en realidad no lo es! Jesús vino para restablecer el dominio de Dios sobre los poderes de las tinieblas. Sí, Jesús es Señor sobre toda la tierra. Su nacimiento fue simplemente un anuncio que el Reino de Dios y el Reino del Cielo estaban a la mano. Sí, trajo su Reino con Él y ahora está disponible para la humanidad.
¡Espere, hay más! La palabra “gobierno” en Isaías 9:6 es la palabra hebrea misrah y significa “imperio”. Entonces, podemos concluir fácilmente que el “imperio del Cielo” vino a la tierra cuando nació Jesús. La palabra “misrahis” está arraigada en otra palabra hebrea que significa “prevalecer”. ¡Wow! Esta es una confirmación que Jesús trajo con Él un mandato del Cielo que era prevalecer sobre satanás y todas sus obras de maldad, para establecer el Cielo en la tierra. El hecho que el gobierno reposaba sobre sus hombros, lo establece como “Señor” o “Soberano” sobre el imperio.

Es desafortunado que así como colgamos los adornos en nuestro árbol de Navidad, solo leemos con atención todo lo que Isaías profetizo sobre el Mesías una vez al año. ¿Alguna vez nos detuvimos a pensar sobre todas las aplicaciones del Rey de reyes y cómo vino a darnos el Cielo en la tierra y nos concedió dominio sobre el maligno? Ahora, yo sé que la mayoría de los que leen este artículo comprenden que recibimos dominio sobre el enemigo y que el mandato original en el Edén para la humanidad fue reinar y dominar la tierra. Sin embargo, ¿alguna vez se detuvo a considerar o pesar todo lo que Jesús trajo con Él aparte de eso? Bien, una vez más siga leyendo. ¡Hay más!

Qué significan los diferentes nombres de Jesús para nosotros
Ahora que establecimos el hecho que Jesús trajo dominio y estableció el Reino con Él en su nacimiento, profundicemos en una mayor revelación. ¿Se dio cuenta cómo el Señor quiere ser reconocido? Quiere ser reconocido como “Admirable Consejero”, “Dios Poderoso”, “Príncipe de Paz” y “Padre Eterno”.

Cuando Jesús dijo que quería que su nombre fuera conocido como “Admirable Consejero”, ¿en realidad qué quiso decir? Cuando comencé a evaluar cómo el Señor quería ser reconocido (y otros nombres relacionados mientras continuaremos leyendo), me sentí abrumada por el deseo de cavar y profundizar el estudio. Piense acerca de ello: Si pudiera escoger un nombre que revelara cómo quisiera ser verdaderamente reconocido, ¿cuál sería? Sí, es un asunto de identidad… pero Jesús estaba escogiendo una identidad para la eternidad. Involucra nombres que cambiarían y serían nombres preñados con poder eterno para cumplir las promesas dentro de ese nombre.

Su “Admirable Consejero”
El nombre “Admirable Consejero” involucra a Dios mismo como nuestro Consejero. Él nos aconseja de diferentes maneras: A través de su Palabra, una revelación, una palabra profética, un sueño o una visión, un amigo, un pastor o un ministro. Cada vez que se habla o se revela la Palabra, hay una atmósfera del Cielo que se desata y podemos perseverar en todo lo que el Cielo tiene que ofrecernos en ese tiempo.

Sí, cuando se predica la Palabra, se crea una atmósfera para un cambio: Quizá la mente es renovada, quizá la atmósfera esté preñada para los milagros… pero hay una ocurrencia sobrenatural por la Presencia que está allí. Cuando la Presencia está allí, estamos habilitados para tocar el gobierno del Cielo y traerlo a la tierra. Amado, no importa lo que esté atravesando, Dios es el Consejero supremo. 

Su consejo es “admirable”. Algunas traducciones de la Biblia separan la palabra “admirable” y “consejero” con comas. La NIV que usé, identifica a Jesús como “Admirable Consejero”. Amo su nombre identificado de ambas maneras. Él es un Admirable Consejero y es simplemente Admirable. De hecho, es admirable y maravilloso porque vino tanto como Dios y como hombre. Su amor es una “maravilla” de ángeles y santos glorificados, porque Él vino, murió, resucitó y ascendió al Cielo.

Cuando estudiamos la palabra maravilloso, encontramos que significa “asombro” y “milagro”. Cuando Dios nos habla, siempre hay un milagro, una señal o una maravilla anexada a esa revelación. Su deseo es hablar, revelarnos su consejo piadoso y proveer el poder milagroso para recibir y demostrar ese consejo.

Permítame ponerlo en claro. Digamos que estuvimos en una clase de sanidad y ahora tenemos la revelación que Dios siempre sanará. En realidad, su consejo piadoso sobre la sanidad se nos reveló. Entonces, tomamos el siguiente paso… y recuerde, siempre hay un milagro anexado a cualquier consejo que Dios nos imparta. Amados, si conocemos esto, oraremos con expectativa. Asombrosamente, Jesús quiere ser conocido como “Admirable Consejero”. Sí, quiere que su nombre sea conocido como un consejero que respalda su consejo y sabiduría con un milagro. ¿Cuán asombroso es eso? Mi fe se eleva con esta revelación. También sé que ocurre lo mismo con la suya. Amado, hay mucho más…

Nuestro “Dios Poderoso”
La palabra “poderoso” en este pasaje se refiere a Dios como un Campeón Valiente. La palabra también está arraigada en el término “prevalecer”. Es un pensamiento asombroso que Jesús viniera a la tierra para ser nuestro Campeón. Amo Sofonías 3:17 cuando describe al Señor: … porque el Señor tu Dios está en medio de ti como guerrero victorioso. Se deleitará en ti con gozo, te renovará con su amor, se alegrará por ti con cantos. ¿Se dio cuenta que Jesús ama cantar sobre su vida? Vino a la tierra para regocijarse y cantar sobre su vida. ¿Cuán asombroso es esto? Sí, dejó el Cielo con la mentalidad de prevalecer sobre nuestro enemigo y darnos una vida abundante.

Es tradicionalmente aceptable pensar acerca del bebé Jesús en el pesebre. Por supuesto, esto es parte de la belleza de la historia de la Navidad. Pero además, recordemos que Jesús vino con un propósito: Destruir las obras del enemigo. Amado lector, cualquiera sea la situación por la cual está atravesando, debe saber que Jesús vino para llenarlo de poder y transformarlo en un vencedor.

Sí, es verdad que Él vino para traer salvación. Sin embargo, es mucho más que eso. La salvación se deriva de la palabra griega “sozo”, que significa mucho más que ser “salvo”. La salvación es una palabra que se traduce plenamente como protección, prosperidad, sanidad y (como a mí me gusta afirmar), todo lo que el Cielo tiene para ofrecernos. ¡Cuando Jesús murió en la Cruz, cosechamos todos los beneficios de sozo!

Jesús vino como un Campeón sobre toda fortaleza, cada revés y cada monte que tratan de hacernos retroceder. Se nos prometió victoria según el “consejo” de nuestro Dios Poderoso. El enemigo tratará de hablar mentiras que nos atarán a la vergüenza de nuestro pasado. Si está luchando contra las mentiras del enemigo, le recomiendo leer mi libro “Silenciando al acusador: Ocho mentiras que usa satanás en contra de los cristianos”. Este libro lo capacitará para renovar su mente para que pueda salir del pasado y experimentar todo lo que Dios le prometió. ¡Quiero que viva como una persona victoriosa!

Nuestro “Padre Eterno”
¿No está contento que debido a la presencia de Jesús en la tierra y su muerte en la cruz, tenemos la promesa de la vida eternal? Él es el Hijo de Dios con todas las características del Padre. Todo lo que hizo en la tierra, fue porque primero lo vio hacer al Padre. En otras palabras, Jesús tenía tanta intimidad con el Padre que manifestó su corazón, su amor y su carácter mientras estuvo en la tierra. 

Isaías está escribiendo este pasaje para decir que Jesús tiene los atributos del Padre, incluyendo la eternidad. En verdad el amor de Dios es eterno y perpetuo. Necesitamos no temer a la muerte porque Jesús conquistó a la muerte, el infierno y la tumba. Colosenses 2:13-15 nos recuerda que “vivimos eternamente con Cristo”… y Jesús triunfó sobre todos los poderes de maldad… “por la Cruz”

Mientras escribe este artículo, estoy mucho más convencida para pensar “eternamente”. En otras palabras, mi enfoque necesita fijarse en las cosas celestiales. Esto no significa que debo enterrar mi cabeza en la arena y no mirar las noticias. Significa que soy consciente de lo que me rodea, pero eso me lleva a involucrarme en la oración. Yo sé que Dios tiene la situación en control y debo recibir su “consejo” sobre cómo orar. Seguiré orando para que el Cielo toque la tierra, pero con un enfoque más “eterno”.

Nuestro “Príncipe de Paz”
Muchos de nosotros necesitan paz ahora mismo y estoy muy agradecida que este sea uno de los nombres de Jesús: El Príncipe de Paz. La palabra hebrea para “paz” es el término “shalown”. Significa seguridad, alegría, salud y prosperidad. Considerando estos diferentes significados de paz, nuestra fe se puede extender a creer por mucho más que experimentar serenidad. Sí, Jesús quiere ser conocido como el Hijo de Dios, el Rey de reyes y también el Único que puede darnos seguridad, prosperidad, felicidad y salud. Nuestro Rey Jesús, preserva y ordena la paz. ¡Y en su Reino crea la paz! Amado hermano, reciba su paz ahora mismo, Él está velando sobre todas las promesas que tienen que ver con usted.

¡El celo del Señor cumplirá estas cosas para usted!
Este pasaje deja muy claro que el “celo” del Señor dará a luz el aumento del gobierno del Cielo en la tierra. Esto significa que el Señor es celoso conforme a nosotros y a nuestro futuro. Dios es muy apasionado sobre establecer su Reino en la tierra y que cada uno de nosotros pueda ser capaz de experimentar todo lo que el Cielo tiene para ofrecernos.

Amado hermano, durante este tiempo especial, abracemos y recibamos su consejo y su intervención milagrosa en nuestras vidas. Reciba la maravilla de todo aquello por lo cual el Señor murió por nosotros. Además, debemos enfocarnos más en la eternidad y abrazar por completo su amor eterno. Finalmente, confiemos en el Señor por seguridad y protección. Él es nuestra espada, nuestro escudo y nuestra fortaleza. Necesitamos no temer, su celo nos preservará y nos protegerá. Él promete cuidar celosamente nuestros destinos.

En Él,

Sandie Freed

(www.elijahlist.com)

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