lunes, 17 de abril de 2017

En esta semana de nuevos comienzos, Dios está declarando: “¡Se está formando tu nuevo camino!”



Por Lana Vawser

El Señor realmente está iluminando el trono ahora mismo. Hay un aumento significativo que está ocurriendo ahora mismo en el Cuerpo de Cristo, donde el Señor está provocando grandes encuentros en la sala del trono. Estos encuentros del trono con Jesús están trayendo una gran renovación a los debilitados y desalentados.

Visión de la sala del trono
Mientras observaba, muchos hijos de Dios entraban en adoración en estos encuentros con Él en la sala del trono por medio de visiones, sueños proféticos y visitaciones. Pude ver que mientras “entraban”, caminaban por y a través de la cascada de cristal más hermosa y clara. Miré alrededor y pude ver las paredes como cascadas de agua con joyas de cada color del arco iris y se extendían hasta donde podía ver. Había muchas cosas hechas de oro, el más puro que jamás haya visto. Había una alfombra roja que iba hasta el trono y estaba demarcada por pétalos de rosa, representando a la Rosa de Sarón y el nivel más profundo del romance divino de su amor por el pueblo de Dios.

Mientras veía al pueblo de Dios acercándose al trono, algunos lo hacían osadamente, otros con corazones pesados, otros con temor, otros con las cabezas inclinadas y otros corrían hacia Él. Pero sin importar la categoría, pude ver a Jesús corriendo hacia ellos para encontrarlos. Semejante amor, aceptación, gozo, adoración y excitación llenaron sus ojos. No hay palabras para describir adecuadamente el gozo en sus ojos y el deleite absoluto en su pueblo. Jesús les tomaba las manos a cada uno y les decía: “¡Es tiempo! ¡Es tiempo! Es tiempo para entrar en la sala del destino, ¡es tiempo!”.

Es tiempo de entrar en la sala del trono
Cuando les tomaba las manos uno por uno los empujaba con excitación, corriendo juntos hacia la sala del destino. Mientras corrían con Él, uno tras otro, podía ver que las paredes de esta sala eran cuadros con imágenes y en cada una estaban representados nuestros sueños y deseos. Algunos en el pueblo de Dios estaban muy excitados al ver sus sueños y deseos en las paredes, otros gritaban con dolor y quebranto de corazón por las cosas que no ocurrieron. La atmósfera estaba llena del amor del Señor y cómo les prestaba atención a cada sueño y deseo. El Señor caminaba junto a cada cuadro y soplaba sobre ellos. Entonces dejaban de ser una imagen y cobraban vida, moviéndose y respirando. Los deseos y los sueños volvían a la vida, soltándose el poder de su resurrección.

Jesús está soplando nueva vida en nuestros sueños
Noté que mientras el Señor soplaba sobre estos sueños y deseos, apareció un rollo dorado sobre una mesa en medio de la sala. Jesús se aceró a estos rollos dorados y rompió los sellos rojos uno a uno, revelando el contenido de estos rollos. Se veían como sellos pero cuando mire con mayor detenimiento los rollos, pude ver que el título de los rollos eran modelos de destino. Instantáneamente supe que Jesús me estaba dando unos “vistazos divinos” sobre el destino de su pueblo. Me llamó la atención que los sueños y deseos que tenían los creyentes que deleitaban al Señor, estaban en el mismo fondo del registro del destino. Supo que yo lo había visto y se volvió hacia mí riéndose. Entonces me dijo: “Aquí es donde comienzo. ¡Soy más fiel de lo que mi pueblo supone!”.

Me rodeó la sensación que la decepción, el desaliento, la debilidad, las experiencias del pasado, las esperanzas diferidas y las heridas, limitaron a muchos en el pueblo de Dios y les impidieron soñar en grande y tener fe por cosas mayores.

El Señor se volvió hacia mí y me habló: “La expectación es una gran clave, ¡es tiempo para venir conmigo y ver!”. Jesús comenzó a impartir vistazos de estos modelos de destino sobre su pueblo. ¡Les estaba mostrando algo que era mucho más grande de lo que alguna vez imaginaron! Eran planes para su vida y su destino imposibles de cumplir por su cuenta, solo podrían lograrlo por medio de Jesús. En la medida que comenzó a mostrarles estos vistazos de lo que iba a venir, la vida, la esperanza y la sanidad inundaban sus corazones y sus almas. Su gozo explotaba dentro de ellos, encendiendo el fuego para volver a soñar.

El Señor estaba buscando alineamiento y expectación. Sus planes osados, radicales y asombrosos para su pueblo, estos vistazos elevaban al pueblo de Dios hacia otro nivel de expectación, fe y habilidad para volver a soñar.

Los planes de Dios son más grandes y más elevados
Volvió a hablar con autoridad: “Es tiempo para que soplen los vientos del destino”Instantáneamente pude ver cuatro vientos fuertes que venían desde cada dirección y los ángeles declaraban juntos: “Momentum de apertura de destino. Favor, aumento, abundancia y provisión a lo largo y ancho. Es tiempo para que lleguen los vientos de destino”.

Observé cómo ocurría esta activación. La activación de lo que el Señor estableció estratégicamente como piezas de ajedrez sobre un tablero, porque el tiempo había llegado. Se dio vuelta y sonrió: “Este es el tiempo, porque los vientos de destino y el momentum de apertura se cruzaron, trasladando a mi pueblo hacia la siguiente fase de su destino y apertura. ¡Para un tiempo como este! ¡Para un tiempo como este! Es tiempo para que mi pueblo se mueva hacia el nuevo nivel de su posición de destino. Habrá una gran provisión como nunca antes se experimentó, habrá un favor radical, habrá puertas que se abren por mi mano que serán más grandes que los mayores sueños y deseos de mi pueblo. ¡Soy así de bueno!”.

La sala del destino
Pude ver en la sala del destino que todo era activado y se reunía. El pueblo de Dios revivía con pasión, claridad, visión y revelación la mayor dimensión de destino que Él estaba abriendo para ellos y el gozo por las cosas que los llamó a hacer. Incluso aquellos que no lo sabían, los que estaban confundidos, los que perdieron sus pasos, los que estaban desorientados, los que no estaban seguros de lo que el Señor les pedía que hicieran, su llamado o lo que Él estaba haciendo. Esas barreras comenzaron a caer y fueron abrazados por el gozo de los vistazos del destino que el Señor les estaba revelando.

Este es el tiempo de los encuentros en la sala del trono para el Cuerpo de Cristo. Veremos la bondad y la gloria del Señor como nunca antes. Despertaremos por su amor y su fuego de maneras diferentes. Nuestros deseos y sueños están recibiendo su aliento, pero así es donde comienza el Señor. Él excederá nuestros sueños más grandes y nuestra imaginación más salvaje acerca de los sueños que tuvimos con Él y nos deleitamos en Él. ¡El Señor nos está restaurando!

¡El Señor está desafiando nuestras expectativas! ¿Cuáles son nuestras expectativas en este tiempo? ¿Estamos soñando en grande? El Señor está sanando las cosas que nos impidieron soñar en grande y nos está llamando a un nivel superior. Debemos prestarles atención a nuestros sueños, visiones, encuentros y visitaciones. Porque el Señor está soltando gran claridad y revelación sobre los modelos de destino en nuestra vida. Esto nos alineará con su estrategia y sus decretos, para vernos moviéndonos en el próximo nivel de destino. ¡El tiempo llegó!

¿Por qué? Porque el Señor quiere impartirnos ampliamente su gloria, su bondad y su amor. El escenario está armado para el mayor mover del Espíritu Santo y su fuego por toda la tierra como nunca antes se vio. Llegó el tiempo para que se vea, se manifieste y se encuentre la gloria de Dios de una manera amplia. Estamos cruzando otro umbral de destino. Las cosas que veremos hacer al Señor en nosotros y a través de nosotros nos dejarán postrados clamando: “¡Eres Santo, Santo, Santo! ¡Eres realmente bueno!”.

¡Se está restaurando la maravilla y el asombro por “quién es el Señor”!

Lana Vawser
(www.elijahlist.com)


No hay comentarios: