Por Karen Hardin
En este tiempo se están soltando las bendiciones, las herencias, ganancias, promociones, etc, que fueron retenidas en nuestro pasado y nuestro presente, para manifestar el aumento hacia nuestro futuro. El Señor estuvo hablando mucho sobre estos tiempos. Son tiempos de una transición sin precedentes (se pueden percibir como un caos mientras los atravesamos), para tomar la tierra y un tiempo de bendiciones increíbles. Además hay un espíritu en nuestra tierra que busca retener la bendición. Vemos esto acerca de nuestro presidente. Podemos verlo en los lugares por donde caminamos. El espíritu de orgullo y perversión busca retener el honor, la bendición, la afirmación y la posición.
En esta situación hay
multitudes de personas. Pude ver las lágrimas, el rechazo, la frustración y la
ira que trataron de desbordarlos por la injusticia, pero es donde nos movemos
con mayor profundidad en su presencia. Mientras oraba el Señor le habló a mi
corazón: “Nabal
dejará de ser y Abigail está trayendo la bendición”. Cuando vemos el pasaje de 1 Samuel 25, encontramos
a un terrateniente poderoso llamado Nabal que era “necio”
y “malvado”.
Tenía una mujer hermosa llamada Abigail y sus vidas se cruzaron con David, que
aunque había sido coronado rey, estaba escapando de Saúl. David y su ejército
numeroso acamparon cerca de la tierra de Nabal, donde pastoreaba sus ovejas.
Era el tiempo de la esquila y la cosecha, representando una temporada de
abundancia y celebración. Era un tiempo de bendición. (Es importante que
reconozcamos el tiempo en el cual vivimos).
1 Samuel 25:2-3 dice: “Y en Maón había un hombre que tenía su hacienda en Carmel, el cual era muy rico, y tenía tres mil ovejas y mil cabras. Y aconteció que estaba esquilando sus ovejas en Carmel. Y aquel varón se llamaba Nabal, y su mujer, Abigail. Era aquella mujer de buen entendimiento y de hermosa apariencia, pero el hombre era duro y de malas obras; y era del linaje de Caleb”.
El nombre Nabal
significa necio o insensato. ¿Qué hacía de Nabal un hombre necio? Era orgulloso
y arrogante en sí mismo y en sus riquezas. En su arrogancia, Nabal deshonró a
los hombres de David cuando fueron a verlo. Era el tiempo de bendición y
abundancia, porque era el tiempo de la esquila. David reconoció el tiempo y envió
a sus hombres a ver a Nabal. Fueron fieles al acampar en la tierra de Nabal
para ofrecerle protección para sus pastores y sus ovejas con su presencia.
Durante este tiempo de celebración, sus hombres le pidieron a Nabal: “Por favor,
danos a tus siervos y a tu hijo David cualquier cosa que puedas encontrar para
ellos”. Estaba lleno. 1 Samuel 25:10
dice: “Y Nabal respondió a los jóvenes
enviados por David, y dijo: ¿Quién es David, y quién es el hijo de Isaí? Muchos
siervos hay hoy que huyen de sus señores”.
Las propias palabras
de Nabal trajeron su destrucción posterior porque retuvo la bendición. El
orgullo es un engañador y nos impide ver a otros con claridad desde el valor de
la ofrenda, porque solo nos vemos a nosotros mismos. Ese era Nabal y retuvo la
honra. Proverbios
14:3 dice: “En la boca del necio está la
vara de la soberbia; Mas los labios de los sabios los guardarán”.
Toda situación tiene dos lados
La oportunidad que
Dios nos provee y la oportunidad que le provee a la otra persona en la
relación. Para cada persona la oportunidad es diferente, porque cada una camina
hacia un destino específico. Dios opera en su poder asombroso en cada uno de
estos encuentros como una oportunidad para bendecir a ambos lados. Yo la llamo “aprobar/fallar”.
David tuvo una oportunidad
para bendecir. Nabal tuvo una oportunidad para bendecir. David pasó
su prueba, pero Nabal falló y su error tuvo consecuencias en varios niveles. Nabal
buscó retener la bendición de David, pero en realidad retuvo la suya propia.
Posicionados para la bendición
Esta es una palabra
para todos los que sembraron con lágrimas, porque cosecharán con gritos de
gozo. Los que sirvieron con fidelidad, actuaron con piedad y ofrecieron
protección, asistencia y bendición detrás de la escena y debían recibir
bendiciones, pero estuvieron retenidas, ¡sus bendiciones están en camino!
La piedad y la
bendición vienen de aquellos que están en autoridad y reconocen y valoran a
aquellos en quienes Dios confió porque los llevó hasta sus límites. Comprenden
el valor de impartir y desde su estado desatan bendición. Pero algunos
sirvieron a Nabal y son los que rechazaron reconocer a los que Dios les confió
cuando le ofrecieron asistencia y servicio. Los que son como Nabal dijeron en
sus corazones: “¿Quién
eres tú para que deba notar tu presencia?”.
Solo podían ver lo que lograron y su propia importancia. Pero al hacerlo,
dejaron a un lado su propia bendición. Aun así, la bendición que
retuvieron vendrá sobre nuestra vida.
Abigail viene en
camino
Dios está soltando la
bendición que fue retenida. Puede hacer eso removiendo de su situación al
que la retuvo. Puede pasarlos por alto y usar otra avenida o movernos hacia
otro lugar. Pero Dios es capaz de impartir lo que nos fue retenido y deberíamos
haber recibido con libertad. Puede y pasará por alto a los que tuvieron la
oportunidad de bendecirnos y los llevará hacia otra senda. Dijo: “Abigail fue liberada”. La bendición vendrá. Esa es una bendición
personal para nosotros. Es una bendición para muchos que tienen compañías y
proveyeron acciones de servicio. También es una bendición para nuestro presidente.
Abigail (su nombre
significa una que trae gozo) pudo ver la locura de su esposo y reconoció que
toda su casa ahora estaba en peligro porque Nabal retuvo la bendición. Respondió
inmediatamente con sabiduría e instruyó a sus siervos para que cargaran sus
mulas con lo mejor de sus provisiones, una provisión apropiada para un rey. Con
esta ofrenda declaraba proféticamente lo que iba a venir por haber honrado a
David con la honra propia de un rey. Pudo ver en su futuro mientras su esposo
solo vio su propio reino y a sí mismo.
¡Nuestra bendición retenida ya fue
liberada!
Esta es la palabra
para esta hora: “Viene
Abigail (gozo) y está cargada con provisión y con mucho más de lo que podría
haber soltado la mano de Nabal”. No
debemos permitir que las palabras que se hablaron en orgullo y atravesaron
nuestro corazón nos roben nuestro valor, porque no brotaron de un espíritu de
verdad. Nuestro valor viene de nuestra identidad en Él. Nadie puede robar, retener o remover eso. El Señor ve nuestras acciones de servicio, protección y bendición para la
gente como Nabal en nuestra vida. Servimos con fidelidad, incluso a los que nos
lastimaban, pero retuvieron nuestra bendición. Debemos bendecirlos igual,
porque nuestra bendición está en camino.
Dios está soltando la
bendición. Él puede y lo hará rodeándolos para que nos llegue la bendición por
otro camino. No debemos temer ni
apropiarnos de otras palabras. Hay gente que habló en contra de
nosotros, tratando de disminuirnos, este es un espíritu de orgullo en acción
que busca minimizarnos y humillarnos e ignorarnos y nos maldijeron. Pero los
hombres no pueden maldecir lo que Dios bendijo.
Somos bendecidos
y la bendición viene en camino
Estos son pasos
importantes y los vemos en la vida de David:
1. No busquemos nuestra propia
venganza. Vendrá del Señor. Si accionamos por nuestra cuenta,
estaremos entorpeciendo nuestra propia bendición. Deuteronomio 32:35 dice: “La venganza es mía, yo pagaré”.
2. No debemos permitir que la ira nos
domine. Abrirá una puerta para el pecado y detendrá nuestra
bendición. Proverbios
29:22 dice: “El hombre iracundo levanta
contiendas, Y el furioso muchas veces peca”.
3. No debemos desechar nuestra
confianza en un Dios fiel. Hebreos 10:35 dice: “No perdáis, pues, vuestra confianza, que tiene grande
galardón…”.
4. La intención de Dios es bendecirnos. Hebreos 6:10
dice: “Porque Dios no es injusto para olvidar vuestra obra y el trabajo de amor
que habéis mostrado hacia su nombre, habiendo servido a los santos y sirviéndoles
aún”.
Es irrelevante que el
Nabal en nuestra vida nos haya reconocido como personas, haya reconocido
nuestros dones o nuestro valor. Su rechazo a desatar la bendición no puede
detener su manifestación. Dios ve todo y es capaz de hacernos llegar nuestra
bendición. Abigail está en camino. La bendición viene y pasará por encima del que la retiene. ¡Nosotros mismos
somos los únicos que podemos retener la bendición que el Señor nos quiere
entregar! La bendición que retuvo Nabal en realidad fue una oportunidad para su
propia bendición. Sus propias palabras crearon su mundo y retuvieron su
bendición. El costo fue enorme. La bendición de David se soltó a pesar de Nabal.
1 Samuel 25:36-37 dice: “Y
Abigail volvió a Nabal, y he aquí que él tenía banquete en su casa como
banquete de rey; y el corazón de Nabal estaba alegre, y estaba completamente
ebrio, por lo cual ella no le declaró cosa alguna hasta el día siguiente. Pero
por la mañana, cuando ya a Nabal se le habían pasado los efectos del vino, le
refirió su mujer estas cosas; y desmayó su corazón en él, y se quedó como una
piedra”.
No somos responsables
por la respuesta de los demás, solo por la nuestra. Tuvieron su prueba de
aprobado/reprobado. Nosotros
tenemos la nuestra. Cuidemos nuestro corazón ante el Señor para recibir la
bendición que Él está soltando sobre nuestra vida. Mantengámonos libres de la
ira y el resentimiento, mantengamos nuestros ojos enfocados en el lugar donde
Dios nos estableció y en ese lugar se encuentra su bendición y provisión para
los que se mantienen fieles.
Karen Hardin
(www.elijahlist.com)
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