lunes, 3 de abril de 2017

“Desde Marzo hasta Mayo, Dios está volcando las copas de oración”



Por Jamie Rohrbaugh

¿Está excitado por las grandes cosas que el Padre tiene reservadas para usted? Si es así, este es el tiempo kairos (oportuno) en el cual podrá ver respuestas más y más asombrosas, pero están a punto de alcanzarlo. El Señor impresionó mi corazón recientemente para decirme que entre los meses de Marzo y Mayo derramará las copas de oración que ascendieron ante su presencia durante mucho tiempo. Para muchos, estos meses serán el pujo final para dar a luz las bendiciones reservadas durante tanto tiempo para ellos. Por tanto, en los meses de Marzo, Abril y Mayo, el Señor me dijo que apartara tiempo extra para hacer negocios con Él en el cuarto de oración.

Entre en su cuarto de oración en Marzo, Abril y Mayo
Abracé esta palabra en mi corazón y estoy lista para ver la manifestación de las cosas por las que estuve orando los últimos 15 años. Pero creo que esta es una palabra para todos nosotros. Necesitamos hacer un esfuerzo extra para hacer negocios con Dios en los próximos tres meses. Este es un tiempo particularmente fértil para recibir respuestas a las oraciones, porque el Padre restableció las cosas en su lugar correcto y preparó el terreno que ahora está listo para la cosecha. ¿Por qué el Padre necesita que hagamos negocios con Él? Por estas tres razones:

1. Dios le entregó al hombre el dominio sobre la tierra. Por tanto, tenemos la autoridad para autorizar su intervención por medio de la oración. Dios nunca violó el libre albedrío que le entregó a la humanidad. Les delegó el dominio sobre la tierra a los hombres, las mujeres, los niños y las niñas.

El Salmo 8:4-8 dice: “‘¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?’. Pues lo hiciste poco menos que un dios, y lo coronaste de gloria y de honra: lo entronizaste sobre la obra de tus manos, todo lo sometiste a su dominio; todas las ovejas, todos los bueyes, todos los animales del campo, las aves del cielo, los peces del mar, y todo lo que surca los senderos del mar”. 

Dios nunca viola la autoridad. Se sienta sobre ella y juzga a los hombres cuando abusan de la autoridad que les impartió, y su jerarquía de autoridad no es la misma como solemos pensar. (Por ejemplo, las oraciones cargan una mayor autoridad que las decisiones de los líderes y Dios puede volcar el corazón de los líderes como respuesta a la oración). Sin embargo, no viola la autoridad que nos entregó. Hacerlo sería una violación a nuestro libre albedrío. Comprender cómo opera la autoridad del Reino es absolutamente esencial si queremos caminar en lo sobrenatural.

2. La autoridad y el dominio importan en nuestra sala de oración porque Dios les entregó el dominio de la tierra a los hombres. Por tanto, si queremos que Él se mueva en la tierra debemos clamar. La historia está llena de relatos de Dios moviéndose cuando el pueblo oraba. Si queremos que Dios se mueva, debemos orar.

La oración abre las puertas y provee un camino donde parece que no lo hay. El Padre es tan serio sobre nuestras asignaciones de oración que nos entregó al Ayudador para que nos ayude a orar. El Espíritu Santo de gracia y súplica tiene varios trabajos específicos, pero uno de ellos es moverse a través de nosotros en oración. 

Romanos 8:26-27 dice: “Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios”.

Incluso Jesús vino como un bebé como respuesta a la oración y la intercesión. Dios nos dijo que fue su voluntad enviar al Mesías. Una cantidad de amados de Dios se dedicaron a la oración miles de años para que enviara un Libertador. Tenemos el dominio sobre la tierra. Debemos orar si deseamos ver a Dios moviéndose en la tierra.

3. Dios siempre anheló conversar y entrar en razón con la humanidad. Dios desea lo mejor para nosotros. Incluso si algunas cosas están reservadas para el futuro, creo que pueden manifestarse en el presente por la oración de fe. Además, aun si merecemos la disciplina de nuestro Padre, su intención se puede cambiar. Si usted no lo cree, piense en María, la madre de Jesús. Ella le hizo una demanda a Jesús con fe durante las bodas de Caná. Sus anfitriones no tenían vino y Jesús le respondió que su hora no había llegado. Sin embargo, cuando les dijo a sus siervos que oyeran a Jesús e hicieran todo lo que decía, demostró una fe insistente tan fuerte que produjo en ese momento los milagros reservados para el futuro. María cambió el pensamiento de Dios y recompensó su fe.

Perseverando en las oraciones llenas de fe
Recordemos a Moisés, quien intercedió ante Dios por las vidas de los hijos de Israel. El plan de Dios era barrerlos y levantar una nueva nación a través de Moisés. Sin embargo, Moisés razonó con Dios y cambió su decisión. Piense en Abraham. Las ciudades de Sodoma y Gomorra merecían el juicio y Dios descendió en persona para ver su pecado y ejecutar el juicio merecido… pero intervino Abraham. El Señor se detuvo en la tienda de Abraham para ver a su amigo mientras iba a ejecutar el juicio sobre Sodoma y Gomorra por su perversión. Abraham se movió por compasión y comenzó a razonar con Dios. Finalmente Dios decidió no ejecutar el juicio que había previsto si se cumplían las condiciones requeridas por Abraham. No se cumplieron, pero deberíamos preguntarnos si Abraham no dejó de negociar demasiado pronto.

También piense en Jonás predicando en Nínive. Según Jonás 3:4, la palabra del Señor fue: “Jonás se fue internando en la ciudad, y la recorrió todo un día, mientras proclamaba: ¡Dentro de cuarenta días Nínive será destruida!”. Pero luego los habitantes de Nínive se arrepintieron en polvo y ceniza, y Dios detuvo su mano. La misericordia siempre triunfa sobre el juicio, si clamamos en fe para ver su manifestación.

Clamar a Dios por misericordia requiere razonar para hacer negocios con Él
Algunas personas me objetan cuando digo que debemos razonar con Dios. En muchas instancias, esto se debe a que razonar puede ser considerado como algo malo. Sin embargo, el problema de razonar solo ocurre cuando pensamos que nuestro razonamiento es el mismo que el de Dios. En consecuencia, nos excusamos a nosotros mismos para darnos la razón sobre cómo creemos que se deberían hacer las cosas. En realidad, nuestro razonamiento humano no se parece en nada al de Dios. El razonamiento humano puede ser un proceso de usar nuestro propio tren de pensamiento para justificar el orgullo y excluir a Dios de la ecuación.

En contraste, el razonamiento de Dios es algo muy diferente. El tipo de razonamiento que Dios alienta y requiere, es que presentemos su Palabra de una manera lógica en oración. El Salmo 138:1-3 dice: “Señor, quiero alabarte de todo corazón, y cantarte salmos delante de los dioses. Quiero inclinarme hacia tu santo templo y alabar tu nombre por tu gran amor y fidelidad. Porque has exaltado tu nombre y tu palabra por sobre todas las cosas. Cuando te llamé, me respondiste; me infundiste ánimo y renovaste mis fuerzas”Cuando razonamos con Dios de esta manera, buscamos las cosas profundas de su Palabra para descubrir su voluntad para nuestra vida y para toda la tierra. 

Entonces nos presentamos osadamente ante el trono de la gracia de Dios como los reyes que somos sobre la tierra. Desde esa posición, debemos presentar nuestras oraciones, súplicas y acciones de gracias ante Él, basadas en su propia Palabra. Cuando oramos la propia Palabra de Dios, tenemos la seguridad que recibiremos todo lo que pidamos.

1 Juan 5:14-15 dice: “Ésta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido”.

Entonces, hacer negocios con Dios significa presentarle su propia voluntad e insistir, no demandar, que manifieste su voluntad. No necesitamos preguntarnos si es el tiempo de Dios. Siempre es el tiempo correcto para hacer lo que Él nos está demandando. Siempre es su voluntad establecer y expandir su Reino de justicia, paz, gozo y poder en la tierra y en nuestra vida. Siempre es su voluntad que le pidamos para nosotros mismos, porque Jesús dijo: “Hasta ahora no han pedido nada en mi nombre. Pidan y recibirán, para que su alegría sea completa” (Juan 16:24)

El Padre desea específicamente que le pidamos todo porque quiere darnos gozo con sus respuestas
¡Permitamos que nos llene de poder! Debemos valorar el potencial asombroso y poderoso que tenemos en nuestras manos. El Dios del universo dice que si queremos ser bendecidos, podemos pedirle y responderá nuestras oraciones. ¿Puede ver el poder de esto? Necesitamos usar esto como un ímpetu para doblar nuestras rodillas, usándolas como una inspiración para buscar a Dios como nunca antes. Jesús dijo que sin Él, nada podemos hacer. Juan 15:5 dice: “Yo soy la vid y ustedes son las ramas. El que permanece en mí, como yo en él, dará mucho fruto; separados de mí no pueden ustedes hacer nada”.

Esto significa que no podemos vivir una vida santa sin la ayuda del Señor. No podemos pensar correctamente sin su ayuda. No podemos recibir la provisión física, material o financiera que necesitamos sin su ayuda. No podemos abrir puertas y cerrar otras por nosotros mismos. Dependemos completamente de Dios. Ahora mismo, Dios nos está invitando a negociar con Él.

Por supuesto, las puertas de su trono siempre están abiertas. Sin embargo, los meses de Marzo, Abril y Mayo son tiempos extremadamente fértiles (el Espíritu Santo me susurró específicamente la palabra fértil) para recibir respuestas serias de Dios como resultado de las transacciones de negocios que hicimos con Él en oración.

¿Cómo responderemos? ¿Nos apartaremos para buscar al Señor por la mañana, la tarde y la noche? ¿Nos presentaremos osadamente ante su trono de gracia, haciendo oraciones específicas y esperando respuestas específicas? Si está dispuesto, creo que está por ver la obra poderosa de Dios establecida y manifestada en su vida. ¡A Él sea toda la gloria!

¿Aceptará el desafío de hacer negocios con Dios durante los próximos tres meses? 

Jamie Rohrbaugh
(www.elijahlist.com)


No hay comentarios: