domingo, 18 de febrero de 2018

“¡Que comiencen los días de la justicia y la restitución!”


Por Doug Addison

Este es un tiempo donde nos encontraremos con nuestra herencia espiritual, el llamado que recibimos de Dios. Los que estuvieron buscando el llamado superior sobre sus vidas, se despertarán repentinamente en ellos. El viento de cambio está soplando en todas las áreas de nuestra vida. Por esto estamos viendo tantas injusticias que se están revelando ahora mismo. Los libros están siendo auditados en el Cielo y Dios está restituyendo no solo las pérdidas, sino las injusticias que vinieron en contra nuestra.

Mateo 18:23 dice: “Por eso el Reino de los cielos se parece a un rey que quiso ajustar cuentas con sus siervos”.

Dios está auditando los libros en el Cielo para examinar donde el enemigo se excedió en su ataque personal hacia sus hijos y también hacia el mundo. Debido a esto, ahora mismo las injusticias están siendo expuestas muy rápido. El Señor se está moviendo desde el Cielo sobre las injusticias que vienen en contra nuestra y como resultado, veremos un cambio en la atmósfera espiritual.

Si una semilla no cae en el terreno y muere…
Hubo muchas grandes injusticias que llevaron a la muerte a muchas personas antes de tiempo. Dios me recordó un encuentro que tuve el año pasado. Esto fue parte de mis 50 días de encuentros celestiales. Este encuentro ocurrió el día 11 de Mayo del 2017 y el Señor me guio hacia Juan 12:24. Mientras leía comencé a tener visiones interactivas que no puedo describir de otra manera, excepto que la Palabra cobró vida. Jesús me dijo por las Escrituras: “Ciertamente les aseguro que si el grano de trigo no cae en tierra y muere, se queda solo. Pero si muere, produce mucho fruto” (Juan 12:24).

El Señor no solo me estaba hablando personalmente, también le hablaba a los que están leyendo esto. Este es un encuentro personal con el Señor. Jesús dijo: “Moriste espiritualmente y permitiste que las cosas que no vienen de Mí se cayeran de tu vida. Debido a esto, ahora producirás muchas semillas en mi Reino. No amaste tu vida y estuviste dispuesto a perderla por mi causa. Mi Padre honrará a quienes me sirven de esta manera”.
Mientras Jesús me decía estas cosas, repentinamente comprendí Juan 12:24. Algunas personas en la Tierra murieron en cierto tiempo para que sus semillas pudieran producir muchas más semillas. Luego pude ver a los que murieron antes de tiempo. Muchas personas en la Tierra que conocieron y amaron a los que murieron, no comprendieron su muerte y culparon a Dios. Aquellos que murieron dieron testimonio que sus semillas o llamados y dones tuvieron que morir y caer en la tierra para producir muchas más semillas. Incluso Jesús tuvo que morir para poder recibir dones del Señor.

Luego aquellos que murieron antes de tiempo comenzaron a testificar que el tiempo del Señor es el único tiempo. Un ángel dijo: “En la Tierra estas cosas no tienen sentido, pero en el Cielo todo ocurre a su tiempo y tiene un mayor propósito”. Luego tuve visiones de gente que murió antes de tiempo y sin concretar los planes del Señor. Podía oír las voces de algunos que testificaban, diciendo que no pudieron realizar lo que el Señor los llamó a edificar. Otros murieron injustamente antes de tiempo e hicieron que el sistema de la justicia de Dios se derramara sobre sus familias y ministerios. Todo ocurrió con un propósito mayor a lo que podríamos ver en la Tierra. Pude ver a muchos líderes y ministros, gente famosa y desconocidos, dentro del grupo de los que murieron antes de tiempo.

Apertura del libro del propósito
El Señor se puso de pie y dijo: “Este es el tiempo para que sus muertos sean reconciliados y vengados”. Cuando dijo esto, pude ver que había libros en el Cielo que trazaron sus vidas. Pude ver el título de los libros: “El propósito supremo del Señor”. Luego se abrieron los libros del propósito supremo del Señor. Mientras se abría cada libro, brotaba de ellos un sonido audible. Era la palabra de su testimonio y la sentencia que vino del Señor. Estos sonidos audibles que brotaban de estos libros comenzaron a incrementarse y sonaban como adoración. También sonaban como el viento y las voces de los ángeles mezcladas. Era difícil de describir, porque no había nada en la Tierra que sonara de esta manera. Este sonido nuevo comenzó a activar las cosas en el Cielo. Los ángeles fueron despachados como resultado de este sonido y estas canciones nuevas.

Día de restitución
El Señor dijo: “Que los propósitos supremos del Cielo ahora se suelten sobre la Tierra por estos siervos que murieron antes de tiempo”. Repentinamente brotó una luz muy brillante y el Señor comenzó a arrojar otra vez “bolas de fuego y luz” hacia la Tierra, sobre cada muerte ocurrida fuera de tiempo. Iban sobre pueblos, familias, ministerios, negocios y ciudades. Los ángeles comenzaron a hacer sonar las trompetas y uno de ellos gritó: “¡Que comiencen los días de la justicia y la restitución!”. El Señor declaró: “En torno suyo, afirma el Señor, seré un muro de fuego, y dentro de ella seré su gloria” (Zacarías 2:5). El Señor dijo: “Revelaré las injusticias de la Tierra y no permitiré que aquellos que sufrieron injustamente sigan en el anonimato. Mi restitución está aquí y vendrá sobre tu vida de muchas maneras”.

Mientras observaba, pude ver algo parecido a portales del Cielo hacia la Tierra que se abrían debido a la palabra del testimonio de aquellos que murieron antes de tiempo. El Señor está vengando la injusticia porque los libros del Cielo están siendo auditados. (Fin del encuentro).

Revelación de mi encuentro: Para nosotros es muy importante comprender la vida y la muerte. Sí, podemos lamentarnos y extrañar a los que partieron con el Señor, pero debemos tener mucho cuidado de no enojarnos con Dios. Hay dones y llamados de aquellos que partieron antes, que ahora están disponibles para nosotros.

Bendiciones,

Doug Addison

(www.elijahlist.com)

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