Por Lana Vawser
Recientemente el Señor interrumpió lo que estaba haciendo y vino con su
presencia hermosa, guiándome hacia un encuentro con Él para dar a luz esta palabra.
Siento que esta palabra es muy importante para los profetas en este tiempo.
Un tiempo de separación
Muchos profetas
estuvieron atravesando una fuerte oposición y batallas intensas, especialmente
en los últimos meses. El Señor me mostró
que en la oposición y la batalla, el enemigo intentó “separar” a los profetas
de Dios de aquello en lo que está a punto de introducirlos. Aun así, en medio
de la batalla, el Señor también está separando. El Señor está trayendo una
separación en los corazones de los profetas. El fuego de Dios está cayendo sobre
los corazones de los profetas ahora mismo para quemar y separar todos los
lugares donde los “afectos del corazón” los inclinaron hacia cualquier cosa que
no fuera Jesús.
El fuego es una
recalibración, un refinamiento, un despertar y una reestructuración que el
Señor está realizando. Está haciendo un moldeado profundo del corazón,
estableciendo un lugar de rendición profunda para que no podamos correr hacia
ningún lugar fuera de Él. Ya no se perseguirán solo los títulos, un ministerio
grande con un gran favor, el Señor los está llevando hacia un lugar profundo de
quebrantamiento hermoso.
“La revelación y la
perspectiva que el Señor entregará a través de estos encuentros celestiales con
los profetas que estarán postrados, traerán una revelación pesada, una
perspectiva profunda y una visión que cuando se declare, comenzarán a
establecer las cosas repentinamente”
El Señor está
llevando a sus profetas hacia un lugar de deseo profundo solo por Él y se
encuentra en el fuego de Dios. Hay un llamado del Espíritu de Dios sobre los
profetas ahora mismo para rendirse ante su fuego y permitirle hacer lo que
necesita dentro de ellos, para que puedan moverse en lo nuevo que tiene para
ellos. Pude ver al Señor quebrando la competencia, el temor a los hombres, los
títulos, los celos y otras cosas, llevando a los profetas hacia un lugar de
pureza más profunda.
La contaminación de la complacencia y las concesiones
Pude oír que el
Espíritu Santo decía: “Entró una contaminación en los manantiales. Entró una
contaminación en los manantiales”. Luego
tuve una visión y pude ver que los manantiales donde muchos profetas estuvieron
bebiendo, estaban contaminados. Ciertas cosas “entraron” en los manantiales y
contaminaron la “pureza
del fluir” del Espíritu de Dios a través de los profetas y las
palabras proféticas que Él quería entregar. Pude
ver manantiales con las etiquetas: “Complacencia y concesión”. Estas eran áreas
del corazón donde estaban arraigadas la complacencia y las concesiones. El
Espíritu Santo volvió a hablar: “Te amo
demasiado para dejarte ahí. Es tiempo para blanquearte en mi Palabra”.
Efesios 5:26-27 dice: “… para hacerla
santa. Él la purificó, lavándola con agua mediante la palabra, para
presentársela a sí mismo como una iglesia radiante, sin mancha ni arruga ni
ninguna otra imperfección, sino santa e intachable”.
El Señor me mostró
profetas que tenían encuentros profundos con Él (más profundos de lo que conocían)
y ocurrían a través de la Palabra de Dios. Está ocurriendo una profunda
circuncisión del corazón y una recalibración en su amor. El Señor está
impulsando una profunda maduración en la Palabra por el Espíritu de Dios, por
causa del lugar donde nos quiere llevar.
Hebreos 4:12-13 dice: “Ciertamente, la
palabra de Dios es viva y poderosa, y más cortante que cualquier espada de dos
filos. Penetra hasta lo más profundo del alma y del espíritu, hasta la médula
de los huesos, y juzga los pensamientos y las intenciones del corazón. Ninguna
cosa creada escapa a la vista de Dios. Todo está al descubierto, expuesto a los
ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas”.
El Espíritu Santo está realizando “cirugías cardíacas” dentro de los
corazones de los profetas para remover cualquier cosa donde estén arraigadas la
complacencia y las concesiones. El nuevo tiempo está sobre los profetas para impartir el corazón del Señor.
Sus corazones deben estar preparados profundamente para recibir el aumento que
el Señor está impartiendo. El carácter de los profetas es continuamente
perfeccionado. El Señor busca profetas rendidos a su fuego y rendidos ante lo
que está haciendo, para que puedan sostener lo que está entregando. El Señor está dando a luz y está a punto de desatar algo
muy pesado.
Restaurando el temor de Dios en los profetas y luego
en la Iglesia
El Señor me habló que
hay encuentros en este tiempo sobre los profetas que restaurarán y aumentarán
el temor de Dios en sus vidas. Pude ver encuentros muy profundos e increíbles
con el Señor, como el de Isaías 6 que provocarán:
• Una limpieza
profunda de toda contaminación en el fuego consumidor.
• Un lugar de
restauración profunda y aumento del temor de Dios en sus vidas.
• Un compromiso mayor
por llevar la Palabra del Señor hacia nuevas asignaciones.
No debemos temer
estos encuentros, necesitamos abrazarlos. En estos encuentros tipo Isaías 6,
habrá un aumento en el despertar del peso del llamado por impartir la Palabra
de Dios. Entregar la Palabra de Dios es un hermoso privilegio. El Señor quiere
corazones que ardan con su fuego para sostener, administrar e impartir esas
palabras con pureza. Dará a luz un mayor discernimiento para que las palabras
proféticas no se entreguen demasiado rápido o a la ligera. Las entregarán con
el corazón correcto, mientras los profetas sostendrán, administrarán, madurarán
y masticarán estas palabras hasta que se desaten en el tiempo y en la forma de
Dios. En este tiempo los profetas y el
Cuerpo de Cristo están anclados en la Palabra de Dios de tal manera, que esto
resultará en un balance hermoso y divino del Espíritu y la Palabra.
El Señor me mostró que comenzaron a ocurrir encuentros profundos y hermosos
con Él, con su poder, su majestad y su gloria, pero están por aumentar significativamente
y luego se impartirán en el Cuerpo de Cristo. Los profetas lo están manifestando. Están
preparando a la Iglesia para recibirlo en una mayor medida. Dios está por dejar
mudo y asombrado al Cuerpo de Cristo por quién es y por su majestad, mientras
se manifiesta el Rey de gloria. Esto producirá un cambio dentro de los profetas
y el Cuerpo de Cristo, que despertará y restaurará la santidad.
“El fuego de Dios está
cayendo sobre los corazones de los profetas ahora mismo para quemar y separar
todos los lugares donde se arraigan los afectos que los desviaron de Jesús”
Revelación celestial como Juan el Amado
El Señor me mostró
que en la medida que los profetas se postran ante todo lo que Dios está haciendo
en este tiempo, Él los guiará hacia un tiempo de encuentros tan ricos y tan
celestiales, que serán como las revelaciones celestiales y los encuentros que experimentó
el apóstol Juan en el libro de Apocalipsis. La revelación y las experiencias de
Juan el Amado no tuvieron paralelos en términos de la asignación única que Dios
tenía para él. Esto dice que aun cuando los detalles de los encuentros de Juan
y los detalles que le fueron revelados a él fueron únicos para Juan, creo que
podemos experimentar los mismos tipos de encuentros. Digo esto en términos del
Espíritu hablándonos, elevándonos hacia su realidad y entregándonos revelación
sobre lo que está haciendo. Y por supuesto, todo estará en armonía con lo
presentado en el canon de las Escrituras.
El Señor me mostró
que solo los que se postran, solo los que se rinden y solo los que buscan, entrarán
en este tiempo para encontrar su corazón. Solo aquellos que se postren podrán
ver en la dimensión celestial y profetizar lo que viene. Lo que el Señor les entregará
y confiará a los profetas en este tiempo requiere una postración, un
quebrantamiento y una dependencia profunda ante Él. Serán capaces de impartir lo
que Él les está mostrando, sin tomar la gloria para sí mismos o sin
contaminarse, viviendo en un lugar de intimidad y pureza profundas. Primero y principal
deben vivir en su corazón, sin otra agenda fuera de conocerlo.
Los profetas
experimentarán una mayor medida de encuentros como el de Juan en Apocalipsis 4:1: “Después de esto miré, y allí en el cielo
había una puerta abierta. Y la voz que me había hablado antes con sonido como
de trompeta me dijo: ‘Sube acá: voy a mostrarte lo que tiene que suceder
después de esto’”.
La revelación y las impresiones que el Señor les impartirá a los profetas postrados por medio de estos encuentros celestiales serán de una revelación tan pesada, tan profunda y tan certera, que cuando la declaren se establecerán repentinamente todas las cosas. Como resultado veremos señales y maravillas mayores acompañando la Palabra el Señor. La dimensión natural, en caminos mayores, confirmará la Palabra del Señor. Habrá transformaciones repentinas y cambios en muchas circunstancias en las naciones y el mundo, mientras avanza el decreto profético emitido por los profetas.
Esto que se soltó
sobre muchos profetas está por aumentar. El
peso de esto y el privilegio de lo que el Señor les confió, los dejará
asombrados por quién es Él y por el peso del temor de Dios para administrarlo
bien.
Ola de arrepentimiento
Se está manifestando
una gran ola de arrepentimiento ahora mismo y se incrementará mientras el temor
de Dios se vuelve a encontrar con muchos profetas. Muchos quedarán postrados
sobre sus rostros ante Él, arrepintiéndose por cualquier palabra profética que
fue mal administrada. Si hubo alguna medida de concesiones o complacencia, se
arrepentirán. Debido a esta ola de arrepentimiento, el Señor está abrazando a
sus profetas, entregándoles un despertar fresco y hermoso, con el privilegio de
moverse en el oficio que les asignó.
En este tiempo fluirán
muchas lágrimas desde los profetas mientras son quebrantados de la manera más hermosa
por la revelación del privilegio de sostener la Palabra del Señor. La pregunta
es: “¿Usted
se postrará?”.
Lana Vawser
(www.elijahlist.com)
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