domingo, 25 de febrero de 2018

“¡Atravesando la puerta llamada más allá!” Enfoque de oración de 5 días


Por Chuck D. Pierce

Amados pioneros:
Me agradó estar en casa esta semana. Solo caminar en la atmósfera aquí fue asombroso. La presencia de Dios en los “21 días para entrar en una nueva identidad” (enfoque de oración) fue abrumadora. Este es un tiempo para ir más allá o tomar los asuntos que estamos tratando en nuestra vida para buscar una medida más profunda de entendimiento. Solo podemos hacer esto si vemos desde la perspectiva de Dios.

Amo el libro de Isaías. El pasaje de Isaías 55:1-3 y 8-12 es muy importante para entender esto: “¡Vengan a las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno. ¿Por qué gastan dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface? Escúchenme bien, y comerán lo que es bueno, y se deleitarán con manjares deliciosos. Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto eterno, conforme a mi constante amor por David…”.

“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos, afirma el Señor. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra! Así como la lluvia y la nieve descienden del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo deseo y cumplirá con mis propósitos. Ustedes saldrán con alegría y serán guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque”.

¡Esto es ver más allá!
Los profetas nos dicen que los caminos del Señor no son nuestros caminos. Si vemos más allá de nuestras circunstancias y vamos más allá de nuestros patrones de pensamiento actuales, comenzaremos a tener visión sobre lo que Dios está haciendo en nuestras vidas. Su manera de hacer las cosas está mucho más allá de las nuestras. Su luz es mucho más poderosa que cualquier oscuridad que nos pueda rodear. Su verdad es mucho más fuerte que cualquier espíritu de error que pueda intentar desviarnos. El Espíritu Santo es mayor que el espíritu del maligno, quien intenta hacernos desviar de lo mejor de Dios para nosotros. La sangre y el Espíritu del Señor operan en nuestros cuerpos vivientes para mantenernos en su perspectiva, mientras enfrentamos las pruebas en la tierra.

“El Señor está extendiendo nuevos llamados hacia su pueblo”

¡Levante sus ojos y mire más allá! Estamos entrando en un lugar llamado “más allá”. Respire profundo, estamos entrando en un lugar llamado “más allá”. Nunca antes estuvo allí. Como nunca antes estuvo allí, debe estar dispuesto a moverse de nuevas maneras, danzar de nuevas maneras, oír de nuevas maneras, ver en nuevas maneras y probar de nuevas maneras. ¡Está yendo más allá! Una vez enseñé sobre ir a un lugar llamado “allí” y no tiene que ver con este lugar llamado “¡más allá!”. El pacto que Dios hizo con Abraham fue más allá de cualquiera que se haya visto o formado en la dimensión terrenal.

Este pacto no estaba limitado a los confines del tiempo o el espacio. Hay momentos cuando Dios limita el fluir generacional de las bendiciones y maldiciones por diez generaciones. Sin embargo, esto no es lo que ocurrió con Abraham. Las bendiciones de Abraham tenían un final abierto para todos los que bendijeran a Abraham y a su descendencia como nación. En el mundo actual, muchos quieren las bendiciones de Dios, pero no quieren ser injertados en el plan del pacto de Dios a través de Abraham.

La intención de Dios era bendecir a todas las naciones. Sin embargo, lo único que puede asegurar las bendiciones para una nación es que esa nación se mantenga en una relación correcta con el pacto abrahámico. Las naciones y los pueblos no tienen que estar relacionados con Abraham para experimentar la promesa de prosperidad. Por medio del Señor Jesucristo se pueden relacionar y declarar que Abraham es su padre, contemplando la plenitud de la manifestación de las bendiciones destinadas para ellos (ver Romanos 4:11-12; Gálatas 3:29).

¡Entrando en nuevas dimensiones!
En el servicio de la mañana, Candice Demerly compartió lo que estaba oyendo del Señor para este tiempo: “Tengo un lugar para ti en mis moradas. Mi voz te está llamando a ascender. ¿Puedes oírme? Sientes cómo te muevo. Es un lugar más allá de tus circunstancias actuales, un lugar más allá de lo que conoces e imaginas. Es un lugar en mí, junto a mí y a mi alrededor”

“Debo quitarte las cadenas que te atan. Debo liberar los lazos invisibles, porque no eres consciente de lo que te ata. No puedes ver el espacio entre nosotros. Es una brecha solitaria y débil. No ves como yo veo. No piensas como yo pienso. El velo se está rasgando y sigues caminando como si lo tuvieras. No quieres hacerlo y aun así lo haces. Debo enviar mis ministros para liberarte. Los experimentarás en los próximos días, porque debes ser liberado para entrar en nuevas dimensiones para completar lo que quiero que hagas en este tiempo”

“Las cosas ocurrirán de manera rápida y expeditiva, porque el tiempo es corto y debo usar a aquellos que están dispuestos y son obedientes, los que levantan sus manos diciendo: ‘Aquí estoy Señor, úsame y envíame’. Los voy a usar, los enviaré y los capacitaré. Los días por venir son grandes y una mayor quietud será mi lugar de alabanza, porque me deben adorar en espíritu y en verdad. ¿No lo ves? Debes conocer la verdad para encontrarme en adoración. Las verdades torcidas pervierten la adoración y apestan. ¿Qué es la verdad? En todas las cosas encuentra la verdad, porque en todas las cosas hay adoración. Adórame en cada forma imaginable. ¿Cuánto puedes imaginar? Adórame”.

Próximo enfoque de oración de cinco días
Día 1: Lea Mateo 16, concentrándose en los versos 13-20. ¡Vaya más allá de su última revelación! Nadie podía recibir más revelación que Pedro. Él fue más allá de lo que conocía y el Padre se conectó con él. ¡Persevere! Que ahora el Padre le revele más allá de lo que conoce.

Día 2: Lea Lucas 22, meditando en el verso 31. ¡Vaya más allá de su último zarandeo! Pedro no podía profundizar la revelación lo suficiente como para afirmarse en lo que estaba viendo. Recibió la profecía para las generaciones futuras, pero quince minutos después fue llamado satanás. Su mente y sus emociones asumieron el control. Cuando usted no puede mantener su identidad, volverá a verse como era antes. Si no puede mantener y asegurar la revelación que Dios le está impartiendo, en su camino hay un lugar llamado zaranda. Básicamente, Jesús dijo: “Pedro, cuando hayas pasado por ese lugar llamado zaranda, todo lo que tienes que hacer es fortalecer a tus hermanos. Si intentas tomar otra ruta diferente, satanás te tomará”. ¡Es tiempo para estar en el camino hacia lo que está más allá!

“La manera de Dios de hacer las cosas está muy lejos de las nuestras”

Día 3: Lea Lucas 24. Vaya más allá de su último trauma y su experiencia de muerte. Debemos ver cómo Jesús llevó a un grupo más allá de la profecía de un tiempo anterior. Cuando Jesús murió, todos lo abandonaron porque no pudieron sostener las profecías. Esta es una sinopsis de lo que Jesús les dijo a algunos de ellos en el camino a Emaús: “Si solo conocieran las Escrituras, podrían haber comprendido esto, pero no pudieron ver más allá del trauma y de lo que esperaban que ocurriera”. El Señor lo llevará más allá de su último trauma y su experiencia de muerte, para abrir sus ojos a una dimensión que usted no pudo ver o comprender desde el lugar donde se encontraba antes.

Día 4:  Lea Juan 20. Vaya más allá de su última capacidad para temer y perdonar. El primer día de la semana, los discípulos estaban todos juntos porque pensaban que todo lo que habían dejado atrás se limitaba a ellos mismos. Cerraron la puerta porque creyeron que los mismos que mataron a Jesús, vendrían a matarlos a ellos (v.19). Jesús luego se mostró en la habitación donde estaban escondidos los discípulos y dijo: “Los estoy llevando más allá de su última capacidad, donde los atrapó el temor”. ¿Es consciente que el temor que lo engulló se relaciona con lo que es capaz de hacer?

Algunos de ustedes temen porque descansan en ustedes mismos para reparar los daños y no logran hacerlo. El Señor les dijo: “Permítanme hacerlos pasar ese temor y comisionarlos para ir y perdonar”. Ese era el único camino para avanzar y lo mismo es cierto para nosotros. No accederá a lo que está más allá a menos que pueda dejar atrás el cartel llamado falta de perdón. Debe dejar atrás el zarandeo, el temor y la falta de perdón, para poder ir más allá.

Día 5: Lea Juan 21. Vaya más allá de la última comprensión sobre su llamado. El Señor está extendiendo nuevos llamados sobre su pueblo. Los discípulos fueron más allá, pero regresaron a hacer lo que estaban acostumbrados. ¿Son conscientes que ahora mismo ese es un lugar muy peligroso para todos nosotros? Somos confrontados con la decisión de ir más allá del lugar donde estuvimos o volver tres años y medio atrás. Los discípulos volvieron a pescar. Retomaron sus negocios. ¡Pero Jesús los alcanzó en sus negocios! No se engañe o acepte la mentira religiosa que no puede prosperar si no está haciendo lo que se supone que debe realizar. El Señor lo puede prosperar, incluso cuando no esté haciendo lo que debe hacer. Él puede permitirle prosperar porque ayudó a sus discípulos a prosperar en sus negocios. 

Luego de reconocerlo y desayunar, Jesús habló con Pedro. Jesús podía haberle dicho a Pedro: “Si me amas, ¿recuerdas la profecía que te entregué que afirmaba que serías zarandeado como trigo y luego debías fortalecer a tus hermanos? Ahora debes volver a tu llamado. Tendrás que ir más allá de tus últimos tres años y medio para encontrar un nuevo modelo de llamado”. Podríamos pensar que Pedro se habría postrado sobre su rostro y decir: “Aquí estoy Señor”. Pero en realidad dijo: “¿Qué pasará con Juan?”. Jesús le respondió y básicamente dijo: “¿A tí qué te importa? Te estoy preguntando a ti si vas a ir más allá”. Jesús no estaba hablando sobre eludir responsabilidades, le preguntaba: “¿Continuarás siguiéndome, aún si ellos decidieran no hacerlo?”

La puerta llamada “más allá” está abierta para usted. ¡Crúcela! ¡Atraviese la puerta!

Bendiciones,

Chuck D. Pierce

(www.elijahlist.com)

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