Por Chuck D. Pierce
Amados pioneros:
Me agradó estar en
casa esta semana. Solo caminar en la atmósfera aquí fue asombroso. La presencia
de Dios en los “21
días para entrar en una nueva identidad”
(enfoque de oración) fue abrumadora. Este es un tiempo para ir más allá
o tomar los asuntos que estamos tratando en nuestra vida para buscar una medida
más profunda de entendimiento. Solo podemos hacer esto si vemos desde la
perspectiva de Dios.
Amo el libro de
Isaías. El pasaje de Isaías 55:1-3 y 8-12 es muy importante para entender esto:
“¡Vengan a
las aguas todos los que tengan sed! ¡Vengan a comprar y a comer los que no
tengan dinero! Vengan, compren vino y leche sin pago alguno. ¿Por qué gastan
dinero en lo que no es pan, y su salario en lo que no satisface? Escúchenme
bien, y comerán lo que es bueno, y se deleitarán con manjares deliciosos.
Presten atención y vengan a mí, escúchenme y vivirán. Haré con ustedes un pacto
eterno, conforme a mi constante amor por David…”.
“Porque mis
pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos, afirma el
Señor. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más
altos que los cielos sobre la tierra! Así como la lluvia y la nieve descienden
del cielo, y no vuelven allá sin regar antes la tierra y hacerla fecundar y
germinar para que dé semilla al que siembra y pan al que come, así es también
la palabra que sale de mi boca: No volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo
deseo y cumplirá con mis propósitos. Ustedes saldrán con alegría y serán
guiados en paz. A su paso, las montañas y las colinas prorrumpirán en gritos de
júbilo y aplaudirán todos los árboles del bosque”.
¡Esto es ver más allá!
Los profetas nos
dicen que los caminos del Señor no son nuestros caminos. Si vemos más allá de
nuestras circunstancias y vamos más allá de nuestros patrones de pensamiento
actuales, comenzaremos a tener visión sobre lo que Dios está haciendo en
nuestras vidas. Su manera de hacer las cosas está mucho más allá de las
nuestras. Su luz es mucho más poderosa que cualquier oscuridad que nos pueda
rodear. Su verdad es mucho más fuerte que cualquier espíritu de error que pueda
intentar desviarnos. El Espíritu Santo es mayor que el espíritu del maligno,
quien intenta hacernos desviar de lo mejor de Dios para nosotros. La sangre y
el Espíritu del Señor operan en nuestros cuerpos vivientes para mantenernos en
su perspectiva, mientras enfrentamos las pruebas en la tierra.
“El Señor está extendiendo
nuevos llamados hacia su pueblo”
¡Levante sus ojos y
mire más allá! Estamos entrando en un lugar llamado “más allá”. Respire profundo,
estamos entrando en un lugar llamado “más allá”. Nunca antes estuvo allí. Como
nunca antes estuvo allí, debe estar dispuesto a moverse de nuevas maneras,
danzar de nuevas maneras, oír de nuevas maneras, ver en nuevas maneras y probar
de nuevas maneras. ¡Está yendo más allá! Una vez enseñé sobre ir
a un lugar llamado “allí” y no tiene que ver con este lugar llamado
“¡más allá!”.
El pacto que Dios hizo con Abraham fue más allá de cualquiera que se haya visto
o formado en la dimensión terrenal.
Este pacto no estaba
limitado a los confines del tiempo o el espacio. Hay momentos cuando Dios
limita el fluir generacional de las bendiciones y maldiciones por diez
generaciones. Sin embargo, esto no es lo que ocurrió con Abraham. Las
bendiciones de Abraham tenían un final abierto para todos los que bendijeran a Abraham
y a su descendencia como nación. En el
mundo actual, muchos quieren las bendiciones de Dios, pero no quieren ser
injertados en el plan del pacto de Dios a través de Abraham.
La intención de Dios
era bendecir a todas las naciones. Sin embargo, lo único que puede asegurar las
bendiciones para una nación es que esa nación se mantenga en una relación
correcta con el pacto abrahámico. Las naciones y los pueblos no tienen que
estar relacionados con Abraham para experimentar la promesa de prosperidad. Por medio del Señor Jesucristo se pueden relacionar y
declarar que Abraham es su padre, contemplando la plenitud de la manifestación
de las bendiciones destinadas para ellos (ver Romanos 4:11-12; Gálatas
3:29).
¡Entrando en nuevas dimensiones!
En el servicio de la mañana, Candice Demerly compartió lo que estaba
oyendo del Señor para este tiempo: “Tengo un lugar para ti en mis moradas. Mi
voz te está llamando a ascender. ¿Puedes oírme? Sientes cómo te muevo. Es un
lugar más allá de tus circunstancias actuales, un lugar más allá de lo que
conoces e imaginas. Es un lugar en mí, junto a mí y a mi alrededor”.
“Debo quitarte las cadenas que te atan.
Debo liberar los lazos invisibles, porque no eres consciente de lo que te ata.
No puedes ver el espacio entre nosotros. Es una brecha solitaria y débil. No
ves como yo veo. No piensas como yo pienso. El velo se está rasgando y sigues
caminando como si lo tuvieras. No quieres hacerlo y aun así lo haces. Debo
enviar mis ministros para liberarte. Los experimentarás en los próximos días,
porque debes ser liberado para entrar en nuevas dimensiones para completar lo
que quiero que hagas en este tiempo”.
“Las cosas ocurrirán de manera rápida y
expeditiva, porque el tiempo es corto y debo usar a aquellos que están
dispuestos y son obedientes, los que levantan sus manos diciendo: ‘Aquí estoy
Señor, úsame y envíame’. Los voy a usar, los enviaré y los capacitaré. Los días
por venir son grandes y una mayor quietud será mi lugar de alabanza, porque me
deben adorar en espíritu y en verdad. ¿No lo ves? Debes conocer la verdad para
encontrarme en adoración. Las verdades torcidas pervierten la adoración y
apestan. ¿Qué es la verdad? En todas las cosas encuentra la verdad, porque en
todas las cosas hay adoración. Adórame en cada forma imaginable. ¿Cuánto puedes
imaginar? Adórame”.
Próximo enfoque de oración de cinco días
Día 1: Lea Mateo 16,
concentrándose en los versos 13-20. ¡Vaya más allá de su última revelación! Nadie
podía recibir más revelación que Pedro. Él fue más allá de lo que conocía y el
Padre se conectó con él. ¡Persevere! Que ahora
el Padre le revele más allá de lo que conoce.
Día 2: Lea Lucas 22, meditando en el verso 31. ¡Vaya
más allá de su último zarandeo! Pedro no podía profundizar la revelación lo
suficiente como para afirmarse en lo que estaba viendo. Recibió la profecía
para las generaciones futuras, pero quince minutos después fue llamado satanás.
Su mente y sus emociones asumieron el control. Cuando usted no puede mantener
su identidad, volverá a verse como era antes. Si no puede mantener y asegurar
la revelación que Dios le está impartiendo, en su camino hay un lugar llamado zaranda.
Básicamente, Jesús dijo: “Pedro, cuando hayas pasado por ese lugar llamado
zaranda, todo lo que tienes que hacer es fortalecer a tus hermanos. Si intentas
tomar otra ruta diferente, satanás te tomará”. ¡Es tiempo para
estar en el camino hacia lo que está más allá!
“La manera de Dios de hacer
las cosas está muy lejos de las nuestras”
Día 3: Lea Lucas 24. Vaya más allá de su último trauma
y su experiencia de muerte. Debemos ver cómo Jesús llevó a un grupo más allá de
la profecía de un tiempo anterior. Cuando Jesús murió, todos lo abandonaron
porque no pudieron sostener las profecías. Esta es una sinopsis de lo que Jesús
les dijo a algunos de ellos en el camino a Emaús: “Si solo conocieran las Escrituras, podrían
haber comprendido esto, pero no pudieron ver más allá del trauma y de lo que
esperaban que ocurriera”. El
Señor lo llevará más allá de su último trauma y su experiencia de muerte, para
abrir sus ojos a una dimensión que usted no pudo ver o comprender desde el
lugar donde se encontraba antes.
Día 4: Lea Juan 20. Vaya más allá de su última capacidad
para temer y perdonar. El primer día de la semana, los discípulos estaban todos
juntos porque pensaban que todo lo que habían dejado atrás se limitaba a ellos
mismos. Cerraron la puerta porque creyeron que los mismos que mataron a Jesús,
vendrían a matarlos a ellos (v.19). Jesús luego se mostró en la habitación
donde estaban escondidos los discípulos y dijo: “Los estoy llevando más allá de su última
capacidad, donde los atrapó el temor”.
¿Es consciente que el temor que lo engulló se relaciona con lo que es capaz de
hacer?
Algunos de ustedes
temen porque descansan en ustedes mismos para reparar los daños y no logran
hacerlo. El Señor les dijo: “Permítanme hacerlos pasar ese temor y comisionarlos para
ir y perdonar”. Ese era el único
camino para avanzar y lo mismo es cierto para nosotros. No accederá a lo que está más allá a menos que pueda
dejar atrás el cartel llamado falta de perdón. Debe dejar atrás el zarandeo, el
temor y la falta de perdón, para poder ir más allá.
Día 5: Lea Juan 21. Vaya más allá de la última comprensión
sobre su llamado. El Señor está extendiendo nuevos llamados sobre su pueblo. Los
discípulos fueron más allá, pero regresaron a hacer lo que estaban
acostumbrados. ¿Son conscientes que ahora mismo ese es un lugar muy peligroso
para todos nosotros? Somos confrontados con la decisión de ir más allá del
lugar donde estuvimos o volver tres años y medio atrás. Los discípulos
volvieron a pescar. Retomaron sus negocios. ¡Pero Jesús los alcanzó en sus
negocios! No se engañe o acepte la mentira
religiosa que no puede prosperar si no está haciendo lo que se supone que debe
realizar. El Señor lo puede prosperar, incluso cuando no esté haciendo
lo que debe hacer. Él puede permitirle prosperar porque ayudó a sus discípulos
a prosperar en sus negocios.
Luego de reconocerlo
y desayunar, Jesús habló con Pedro. Jesús podía haberle dicho a Pedro: “Si me amas,
¿recuerdas la profecía que te entregué que afirmaba que serías zarandeado como
trigo y luego debías fortalecer a tus hermanos? Ahora debes volver a tu
llamado. Tendrás que ir más allá de tus últimos tres años y medio para
encontrar un nuevo modelo de llamado”.
Podríamos pensar que Pedro se habría postrado sobre su rostro y decir: “Aquí estoy
Señor”. Pero en realidad dijo: “¿Qué pasará
con Juan?”. Jesús le respondió y
básicamente dijo: “¿A tí qué te importa? Te estoy preguntando a ti si vas a
ir más allá”. Jesús no estaba
hablando sobre eludir responsabilidades, le preguntaba: “¿Continuarás siguiéndome, aún si ellos
decidieran no hacerlo?”.
La puerta llamada “más allá”
está abierta para usted. ¡Crúcela! ¡Atraviese la puerta!
Bendiciones,
Chuck D. Pierce
(www.elijahlist.com)
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