Por Sylvia Neusch
Recientemente, el Señor me estuvo hablando sobre la historia de Eliseo y
el rey Joás en 2 Reyes 13:16. En la historia, Eliseo estaba enfermo y pronto
moriría por esa enfermedad, pero tenía una asignación o un acto profético
pendiente antes de abandonar la tierra. Este no fue solo un acto más, sino un
acto profético muy estratégico que incluso tiene un gran significado para
nosotros hoy.
Al leer estas
historias en la Biblia, queda claro que Dios usa a la gente que quiere
comprometerse con él en actos aparentemente “locos”, para cumplir su
propósito y su voluntad. En esta historia encontramos un profeta anciano y un
rey, disparando flechas a través de una ventana. Sin embargo, mientras obedecía
la orden del profeta, su fe tenía el potencial para cambiar las cosas en la
atmósfera espiritual sobre la nación.
¡Golpea el terreno!
La historia en 2 Reyes 13:15-19 dice: “Eliseo le dijo: ‘Consigue un arco y varias
flechas’. Joás así lo hizo. Luego Eliseo le dijo: ‘Empuña el arco’. Cuando el
rey empuñó el arco, Eliseo puso las manos sobre las del rey y le dijo: ‘Abre la
ventana que da hacia el oriente’. Joás la abrió, y Eliseo le ordenó:
‘¡Dispara!’. Así lo hizo. Entonces Eliseo declaró: ‘¡Flecha victoriosa del
Señor! ¡Flecha victoriosa contra Siria! ¡Tú vas a derrotar a los sirios en Afec
hasta acabar con ellos! Así que toma las flechas’, añadió. El rey las tomó, y
Eliseo le ordenó: ‘¡Golpea el suelo!’. Joás golpeó el suelo tres veces, y se
detuvo. Ante eso, el hombre de Dios se enojó y le dijo: ‘Debiste haber golpeado
el suelo cinco o seis veces; entonces habrías derrotado a los sirios hasta
acabar con ellos. Pero ahora los derrotarás sólo tres veces’”.
Mientras meditaba
en esta historia, el Señor me hizo notar que entramos en un tiempo donde seguir
las directivas proféticas que nos entrega, es sumamente importante. Es tiempo para golpear el terreno con las declaraciones
del Cielo que traerán cambio y transformación en nuestras atmósferas.
Note que Eliseo
impuso sus manos sobre las manos del rey antes que lanzara la primera flecha. Luego,
después que el rey lanzara la flecha, Eliseo soltó su declaración poderosa de
victoria. Creo que Eliseo estaba soltando una gracia y una impartición en ese
tiempo, para que la flecha pudiera dar en el blanco. Esta también es una
revelación valiosa para nuestras oraciones y nuestras declaraciones. Mientras oímos al Cielo, operando bajo una gracia
profética, nuestras palabras desatarán la misma gracia, mientras avanzamos como
las flechas hacia el blanco.
También debemos
notar la segunda parte de la historia, donde Eliseo instruye al rey Joás para
que golpeara el terreno con las flechas. El rey solo había oído la declaración
de victoria que hizo Eliseo sobre Arán, ni bien lanzara la primera flecha por
el aire. Entonces, mientras el profeta le instruyó que golpeara el terreno con
las flechas obedeció, pero solo las golpeó tres veces y se detuvo. Ahora
sabemos que debía haber tenido discernimiento y obedecer lo que le dijo el
profeta, por el significado profundo de ese acto.
En realidad, era
una costumbre antigua arrojar una flecha o una lanza hacia una nación o un área
que un enemigo estaba planeando atacar. Eso significaba una declaración de
guerra. Era una declaración de la intención de tomar un nuevo territorio. A la luz
de esto, es mucho más sorprendente que el rey fallara en ejecutar el acto
profético con fe y discernimiento.
Una fe que obedece y no demora
Siento que Dios
está queriendo hablar a través de esta historia para alentarnos a recorrer la
distancia en esta nueva era, oyendo su voz y avanzando hasta el cumplimiento
pleno sin excusas o retrasos. Además, para mí queda claro que el rey no volvió
más tarde para tratar de disparar las flechas, luego de recibir el reproche de
Eliseo. Evidentemente, perdió el
momento y no habría ganancia en esa actitud. Aunque
ahora estamos bajo un pacto de gracia, no debemos tomar ventaja de esa gracia demorando
la obediencia, debemos apresurarnos a obedecer el cumplimiento de la voz del
Señor.
Mientras
transicionamos hacia una nueva era, es imperativo que cambien nuestro
pensamiento y el modo de operación hacia lo que Dios está cambiando. Muchas
veces, en los últimos meses, sentí al Espíritu Santo recordándome que no debía
creer con una mentalidad preconcebida o ver con los lentes del pasado. Él nos está llamando a afirmarnos en una nueva dimensión
de fe y autoridad, viendo y creyendo en Dios para alcanzar cosas imposibles. Debemos elevar nuestras expectativas para
creer y asociarnos con Dios para más. ¡Él está haciendo algo completamente nuevo!
Marcos 11:23-24 dice: “Les aseguro que si
alguno le dice a este monte: ‘Quítate de ahí y tírate al mar’, creyendo, sin
abrigar la menor duda de que lo que dice sucederá, lo obtendrá. Por eso les
digo: Crean que ya han recibido todo lo que estén pidiendo en oración, y lo
obtendrán”.
¡No te
calles más!
También oí al
Señor que decía: “Estoy sumándole peso a tus palabras. Tus palabras cargan el poder de
la vida o la muerte, entonces debes elegir sabiamente qué vas a hablar y a
soltar. Mientras te pones de acuerdo con mis planes y estrategias, habrá un
poder y un momentum desatado al declarar al ritmo del Cielo”.
“¡No te calles más! ¡Golpea el terreno! Cree que eres poderoso y
afírmate en el cumplimiento de las promesas proféticas que se predicaron hace
mucho tiempo. Santifica tu lengua para mí, para que solo las alabanzas fluyan
de tu boca y no las maldiciones. Camina todos los días en el perdón para que
tus flechas se mantengan afiladas y ninguna caerá por tierra. Estoy avanzando
en la tierra y juntos tomaremos nuevos territorios para el Reino de la Luz”.
“¡Abre ampliamente tu boca y la
llenaré! (Salmo 81:10). Sí, la llenaré
con mis flechas proféticas para derribar toda injusticia, desatar paz y
establecer la verdad y la justicia en las naciones”.
Sylvia Neusch