Por Wanda Alger
Hay un grupo de hombres y
mujeres de Dios que estuvieron ocultos, pero Él los estuvo preparando para una
misión. Fueron llamados por el Espíritu de Dios para preparar una generación de
futuros embajadores del Reino que cambiarán la cultura y transformarán la
tierra. Debido al llamado en sus vidas, su camino no tuvo que ver con ellos,
sino con aquellos que los siguen.
El Señor está
llamando a los que escribirán la historia que tienen una carga por la familia y
una visión para la expansión del Reino. Hay muchos en este tiempo que están
siendo llamados como padres y madres espirituales para levantar hijos e hijas,
plantando las semillas para las naciones emergentes.
No busquen una plataforma, ¡ustedes
son la plataforma!
Si este es su
caso, el Señor les está diciendo: “No busquen su propia plataforma, ustedes son una
plataforma para otros”.
El Señor está
levantando hombres y mujeres que tengan la fe de Abraham para pelear por una
generación futura. Estos hombres y mujeres tendrán una pasión, un celo y una carga
profética impartida por Dios, para levantar a sus hijos e hijas. Estos son los “santos
antiguos” de hoy, a quienes el
Cielo está atrayendo, capacitando y les está garantizando el favor para
establecer un legado muy seguro. Será una generación tan poderosa que nada
podrá detener el aumento de su gobierno en la tierra.
Hebreos 11:1-2 dice: “Ahora
bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve.
Gracias a ella fueron aprobados los antiguos”.
Los hijos e hijas
profetizados que ahora están surgiendo en esta generación (ver Romanos 8:19),
necesitan la ayuda de padres y madres espirituales que los alimenten y los
discipulen, para madurar y desarrollarse. Más allá del entrenamiento académico
y el desarrollo ministerial, los padres y madres tienen el corazón para
edificar el carácter desde dentro hacia afuera. Son los que caminan junto a
estos futuros agentes de cambio, a través de varios tiempos de la vida, para
impartir la gracia, la perspectiva y la sabiduría necesaria para resistir las
tormentas venideras.
El Cielo está
llamando a estos patriarcas y matriarcas con una visión más allá de sí mismos,
para discipular a naciones enteras (ver Génesis 17:5). El Hall de la Fama de
Hebreos para los que escribieron la historia, está llamando a los nuevos
candidatos con esta misma visión para las promesas del Cielo. ¿Es usted uno de
ellos?
Hebreos 11:39-40 dice: “Aunque
todos obtuvieron un testimonio favorable mediante la fe, ninguno de ellos vio
el cumplimiento de la promesa. Esto sucedió para que ellos no llegaran a la
meta sin nosotros, pues Dios nos había preparado algo mejor”.
Recientemente
recordé un sueño donde había dado a luz a un bebé y a las pocas horas estaba
cargando a este hermoso niño en mis brazos hacia la plataforma, para
presentarlo al mundo. El crecimiento y el desarrollo de este niño ungido
ocurría muy rápido y resultaba obvio que era sobrenatural. Fue una ilustración
dramática que las plataformas más poderosas que se necesitan para la
manifestación de los hijos e hijas emergentes, será establecida por padres y
madres.
En lugar de buscar
una plataforma desde donde hablar, el Señor le está diciendo que usted es esa
plataforma desde la cual Él edificará y establecerá un linaje de gobernantes y
agentes de transformación.
Unidad multi-generacional
A través de la
historia de “Abraham, Isaac y Jacob”, Dios demostró un patrón para establecer a
su pueblo a través de, por lo menos, tres generaciones trabajando juntas al
mismo tiempo. La primera nación de Dios nació y creció siendo
multi-generacional, pavimentando el camino que debían seguir las demás
naciones. Para asegurar nuestra herencia como sacerdocio real y nación santa (ver
1 Pedro 2:9), el Cielo está buscando un pueblo que abrace y estime a los padres
y madres, celebrando relaciones multi-generacionales. El Señor está afirmando
una convicción inconmovible dentro de estos padres y madres sobre lo que está
por venir, una manifestación del Cielo en la tierra a través de los hijos e
hijas.
Lucas 1:17 dice: “Él irá primero,
delante del Señor, con el espíritu y el poder de Elías, para reconciliar a los
padres con los hijos y guiar a los desobedientes a la sabiduría de los justos.
De este modo preparará un pueblo bien dispuesto para recibir al Señor”.
Dotado con
larga vida y salud vibrante
También creo que
muchos padres y madres que están respondiendo a este llamado, están siendo
dotados con largas vidas y una salud brillante, para que puedan caminar con las
generaciones que los siguen. Esta es una razón por la cual muchos en el Cuerpo
de Cristo desarrollaron un mayor interés en su salud personal, revisando sus
dietas y su nutrición, para ser más productivos en los años por venir. El Cielo
nos ha preparado para esta hora como la Ekklesia emergente de Dios, asumiendo
la responsabilidad para el legado que no sigue.
Deuteronomio 5:33 dice: “Sigan
por el camino que el Señor su Dios les ha trazado, para que vivan, prosperen y
disfruten de larga vida en la tierra que van a poseer”.
Efesios 6:2-3 dice: “Honra
a tu padre y a tu madre, que es el primer mandamiento con promesa, para que te
vaya bien y disfrutes de una larga vida en la tierra”.
Invitación para edificar nuestro
legado eterno
A los padres y
madres que están surgiendo para cumplir esta misión, el Señor se agrada de
llamarlos fieles, comprometidos y ungidos con favor y aumento. Mientras el
Señor les trae hijos e hijas, de la carne y del espíritu, proveerá todo lo
necesario para discipularlos y mentorearlos hacia la madurez. Mientras son
fieles en ese cargo, el Señor los recompensará con una prosperidad que sobrevivirá
a ellos y los superará. Su recompensa estará asegurada y el Señor los verá como
edificadores de la historia. Quizá estén ocultos a esta realidad, pero ya saben
que hay una nube de testigos que los están alentando, invitándolos a edificar
sobre este legado que perdurará por toda la eternidad.
Wanda Alger
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