sábado, 12 de octubre de 2019

“El año del decreto poderoso para restituir lo que estaba perdido”





Por Christy Johnston

Llamas sobre su lengua
Antes de entrar en el año hebreo 5780, pude oír un decreto continuo en mi espíritu: “El año del rescate y la restitución”. Fui impulsada a leer el Salmo 80 y me asombré al encontrar que se titulaba “rescate y restitución”.

En el subtítulo está escrito: “Canción poética de Asaf, ajustando la melodía a ‘Sus decretos son como los lirios’”. Cuando leí esto, supe inmediatamente que debemos decretar el “año del rescate y la restitución”. Los lirios hablan de Jesús y también de nuestros labios, hablando palabras dulces y fragantes.

Quiero mostrarle lo profundo que es este Salmo para el año 5780 y el próximo año gregoriano 2020. Quiero alentarlo a estudiarlo, escribirlo en su diario y alinear su corazón con él, profetizando sus promesas sobre su vida, su familia y su nación.

Como usted ya debe saber, el número 80 en hebreo se correlaciona con la letra 17ª del alfabeto y es la letra “pey”. Esta letra tiene un valor numérico de 80 y simbólicamente significa “boca, palabra, expresión, vocalización, discurso y aliento”. Este es el año del decreto poderoso. Mientras decretamos las respuestas por adelantado, Dios vendrá con gran poder para rescatar y restaurar todo lo que se había perdido. 

Hay un misterio asombroso escondido dentro de esta letra pey, como se cree que esta letra también es la combinación de otras letras “kaf” y “yod”. Sin profundizar demasiado, pinta una imagen de la chispa divina (yod) de Dios dentro del alma o el lugar en el cuerpo donde se actualiza (kaf) el potencial. La imagen de la letra se ve como una chispa dentro de una boca abierta. Este año contiene una invitación divina para que abramos nuestra boca con la chispa o el decreto de Dios, que encenderá la llama de los fuegos del avivamiento.

Mientras desata las chispas de revelación que Él le revela, profetizando sus respuestas anticipadas, su plan de rescate y restitución se pondrá en acción. Comenzará a ver o quizá lo haya notado, que muchas de las palabras proféticas que vienen, tienen que ver con decretar en el próximo año. Preste atención a estas palabras, porque están alineadas con lo que Dios está diciendo.

Este será un año para incrementar la intercesión, la oración y la declaración, y resultará en respuestas y cosechas rápidas. La pregunta es, ¿qué debemos decretar? Creo que hay seis decretos que encontramos en el Salmo 80.

1. Decreto: “Que el Dios entronado sea revelado en esplendor”
Estuve percibiendo desde algún tiempo hasta ahora que este año nuevo será significativo. Cada año es como un capítulo con Dios y cada capítulo revela otra faceta de quién es Él. Dentro de cada capítulo tenemos una nueva invitación a entrar y descubrir otra dimensión de su gloria. Creo que este año descubriremos su esplendor, según el Salmo 80:1: “Oh Pastor de Israel, escucha; Tú que pastoreas como a ovejas a José, que estás entre querubines, resplandece”.

Donde crecieron las tensiones y aumentaron las discordias en las naciones, no son otra cosa que el despliegue de un escenario para que el Rey de reyes sea revelado en todo su esplendor y majestad. Es significativo que José sea mencionado aquí. José fue esclavizado y cautivo muchos años, hasta que llegó el tiempo donde Jesús se reveló a través de su vida. Este será un año donde muchos José que estuvieron ocultos, entrarán en la escena. Repentinamente, aparecerán con las respuestas de Dios. Son aquellos de ustedes que estuvieron en cautividad, pero Dios estuvo plantando en secreto sus respuestas dentro de ellos todo este tiempo hasta ahora.

Veremos a estas personas entrando en escena de una manera profunda e impactante. Los años que las orugas comieron de sus vidas, repentinamente serán removidos en un momento. Dios se revelará en su majestad y esplendor a través de sus vidas. Esto no solo es así para las personas, también para las naciones. Donde el pueblo de Dios estuvo experimentando persecución por toda la tierra, estallará la luz brillante de su gloria sobre ellos y brillará a través de ellos en las naciones donde vivan. 

2. Decreto: “El doble de fruto por los años del dolor”
Salmo 80:2 dice: “Despierta tu poder delante de Efraín, de Benjamín y de Manasés, y ven a salvarnos”. El nombre Benjamín significa: “Hijo de mi mano derecha” (señalando a Jesús). Efraín significa “Doble fruto”. Manasés significa: “Me hizo olvidar”. Esto habla de aquellos que pasaron años en el exilio, la esclavitud y el sometimiento, también apunta a la imagen completa de las naciones que sufrieron bajo las manos de los perversos.

Dios les está diciendo a las naciones y a las personas: “Mi poder está por ser desplegado en plenitud, me estoy manifestando a través de tu vida mientras sigues clamando ante Mí. Vengo en tu rescate y me dirás: ‘El Hijo de tu diestra me rescató, me hizo fructificar al doble y me hizo olvidar los años de mi miseria’”.

Esto me recuerda el Salmo 90:15-16: “Alégranos conforme a los días que nos afligiste, y los años en que vimos el mal. Aparezca en tus siervos tu obra, y tu gloria sobre sus hijos”.

3. Decreto: “Oh Dios, vuelve a darnos vida”
El Salmo 80:3 dice: “Oh Dios, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos”. Mientras clamamos en su nombre para que nos vuelva a revivir, veremos los avivamientos de las generaciones pasadas, culminando en la tierra como un fuego rugiente y arrasador. Dios está renovando y reviviendo loa fuegos en este nuevo año y la llama de estos fuegos se encenderá por nuestros decretos.

También sentí que esto hablaba de los hijos e hijas pródigas que se apartaron del Señor. Está ocurriendo un llamado en el espíritu para que vuelvan, mientras decretamos sobre ellos: “Revívelos, Señor, porque entonces nada los podrá detener”.

4. Decreto: “Oh Dios, ¡vuelve y restaura!”
El Salmo 80:4-6 habla de los años pasados, el dolor, el sufrimiento, el maltrato y el exilio que muchas personas e incluso naciones, tuvieron que sufrir. El Salmo 80:7 dice: “Oh Dios de los ejércitos, restáuranos; Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”. En esta hora, Dios está diciendo: “Clama a Mí para que vuelva y restaure”. Puedo ver esta restauración viniendo con poder y fuerza sobre los matrimonios y las familias quebradas. También puedo ver esto sobre las naciones que se apartaron de Dios.

Puedo ver esto específicamente para los EEUU, que en años pasados tuvieron escuelas y gobiernos guiados por Dios. Para los que viven en los EEUU, tengo la impresión de decirles que mientras continúan clamando a Dios “¡vuelve, vuelve Dios y restaura!”, verán la intervención de su mano barriendo las tinieblas con movimientos rápidos y ágiles.

Puedo ver puertas abiertas donde Dios volverá a ser invitado inesperadamente a las escuelas, los gobiernos y los montes de influencia que restaurarán la salud y el bienestar a los EEUU y, finalmente, a todas las naciones de la tierra. Este es un año de redención para usted y lo conocerá por la manera de gritar y patalear del enemigo.

El Señor le dice: “¡No los temas! ¡Se inclinarán ante Mí por causa tuya!”. También puede tomar esto personalmente, pero tengo una impresión profunda que esto es para los EEUU en particular. Cuando leemos el Salmo 80:8-9, me habla proféticamente sobre los fundamentos de los EEUU: “Hiciste venir una vid de Egipto; Echaste las naciones, y la plantaste. Limpiaste sitio delante de ella, e hiciste arraigar sus raíces, y llenó la tierra”.

5. Decreto: “¡Que la bendición se extienda a cada monte de influencia!”
Hay una declaración profética en el Salmo 80:10-11, tanto para las personas como para las naciones. Decreto sobre su vida, su familia y su nación: “Debido a tu favor en tu viña, se extiende la bendición sobre todo monte de influencia. Desde esta viña floreciente fueron levantados los poderosos. Las naciones fueron bendecidas por su viña fructífera de Israel, todo el camino desde el Mediterráneo hasta el Éufrates”.

El Dios de los Ejércitos de ángeles está levantando a sus poderosos en esta hora (ese es usted). Su bendición se extenderá a cada monte de influencia a través de las palabras de fuego que usted declare. Estamos por ver la mano de Dios extendida y tomando cada monte de influencia a través de su pueblo, donde el enemigo gobernó demasiado tiempo en los montes de influencia.

Dios está en una misión de rescate y restauración sobre personas, familias y naciones. También puedo ver esto en un nivel práctico… veo muchas familias siendo impulsadas a adoptar bebés y niños, porque esta misión de restauración y rescate es para la familia. Puedo ver muchas personas entrando en dimensiones de gobierno con la misión de volver a restaurar los valores piadosos de la familia en la legislación. Incluso veo muchas familias siendo guiadas a comprar casas que necesitan restauración.

Todas estas son señales proféticas de lo que Dios está haciendo en un nivel más profundo. La familia está siendo restaurada y serán lugares de seguridad y rescate, donde los pródigos vendrán desde lejos y se sentarán en estas mesas, porque volverán a encontrarse con Jesús. Veremos la mano de liberación del Señor moviéndose de una manera poderosa a favor de los destituidos, los desamparados, los nonatos, los perdidos y los quebrantados.

6. Decreto: “¡Fortalece a los renuevos!”
Finalmente, el Salmo 80 termina con este decreto de los versos 15-19. Una vez más, habla de la familia como el fruto de nuestras vidas: “La planta que plantó tu diestra, y el renuevo que para ti afirmaste. Quemada a fuego está, asolada; Perezcan por la reprensión de tu rostro. Sea tu mano sobre el varón de tu diestra, sobre el hijo de hombre que para ti afirmaste. Así no nos apartaremos de ti; Vida nos darás, e invocaremos tu nombre. Oh Jehová, Dios de los ejércitos, ¡restáuranos! Haz resplandecer tu rostro, y seremos salvos”.

Quiero animarlo a decretar esto sobre su año:
“Oh Dios, vuelve, rescátame y restáurame. Levántame como uno de tus poderosos en la tierra, fortalece a este Renuevo en mi vida, en la vida de mi familia y en mi nación. Revíveme y que nada me vuelva a detener. ¡Derrama tu Espíritu!”.

¿Qué está hablando?
El Salmo 80 señala una visión reciente que el Señor me entregó sobre la puerta que está lista para abrirse, con la llave dentro y esperando que la giren. Creo que el Espíritu Santo está señalando este mensaje muy importante para el Cuerpo de Cristo ahora mismo:

“¿Qué están hablando? La puerta está lista y esperando que la abran; la abrirán con decretos poderosos. ¿Qué están diciendo sobre su vida? Les imploro que elijan la vida, ¡elijan palabras de destino! Hablen y profeticen mis respuestas sobre el próximo año y me verán derramando mi Espíritu como nunca antes. ¡Estoy en el negocio de rescatar y restaurar! Verán el despliegue glorioso de mi majestad y mi poder viniendo sobre ustedes, ¡mientras rugen con mis decretos!”.

Salmo 81:10 dice: “Yo soy Jehová tu Dios, que te hice subir de la tierra de Egipto; Abre tu boca, y yo la llenaré”.

Christy Johnston


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