Por Alane Haynes
Hubo un cambio claro y tangible con el inicio del año 5780, un
movimiento definitorio hacia respuestas repentinas. Recientemente, muchas cosas
ocurrieron en mi vida personal que dan testimonio de esto. Cosas por las cuales
estuve creyendo, ahora están ocurriendo: sanidades
repentinas, milagros creativos repentinos, puertas abierta repentinas,
encuentros divinos repentinos, restauración repentina de los miembros de mi
familia, etc.
Pude oír al Señor
que decía: “Envié un viento de limpieza y los
que están hambrientos por más de mi presencia y obedecieron la guía de mi
espíritu, ahora están oyendo, viendo y percibiendo mi presencia como nunca
antes. El velo fue removido y se soltó la inmediatez”.
Busqué “inmediatez” en el Diccionario Webster. El
Espíritu Santo me hizo notar algunas de las definiciones menos comunes:
1) “Ocurrir, actuar o cumplir sin pérdida o intervalo de tiempo”.
2) “Existe sin intervención de espacio o sustancia”.
3) “Ser el próximo en la línea o relación”.
4) “Actuar o ser, sin la intervención de otro objeto, causa o agencia”.
5) “Presente para la mente, independientemente de otros estados o
factores”.
Pude oír al
Espíritu Santo decir que esas cosas que existen fuera del tiempo y el espacio,
son las siguientes en la línea del tiempo perfecto de Dios y se están
manifestando de manera independiente. Dios dice: “¡Ahora
es el tiempo!”. Es el tiempo
actual moviéndose en la fe de ahora, en la intersección del tiempo y el
espacio. Repentinamente, así como en el Cielo, será en la tierra.
Repentinamente, ¡las puertas se abrieron!
¡Siga orando y
alabando! Hay un sacudón y las puertas se están abriendo, ¡una expansión poderosa
del Reino se está manifestando!
Hechos 16:25-26 dice: “Pero a medianoche, orando Pablo y Silas, cantaban himnos
a Dios; y los presos los oían. Entonces sobrevino de repente un gran terremoto,
de tal manera que los cimientos de la cárcel se sacudían; y al instante se
abrieron todas las puertas, y las cadenas de todos se soltaron”.
Algunos meses
atrás, el Espíritu Santo me mostró cuál sería una oportunidad ministerial que impactaría
a muchos y afectando a toda una región. Estuve orando, declarando y afirmándome
en lo que Dios me reveló, confiando en su tiempo y en sus caminos, alabándolo
en todo. Justo después de Rosh Hashanah 5780, la puerta se abrió y Dios está
comenzando a manifestar esto, mientras entramos en el año calendario 2020. ¡Crea!
Las puertas se están abriendo. Habrá una gran intervención de ángeles y nuevas
asignaciones manifestarán el propósito de Dios.
Pude oír a Dios
que decía: “Presten mucha atención al sonido de
este nuevo tiempo. Desaté una apertura sobre lo que estuvo velado. Cree y
recibe un nuevo nivel de discernimiento y sensibilidad para el mover de mi
Espíritu en cada área de tu vida. Ejercitaste bien tus sentidos, pero ahora
recibe del lugar donde Yo habito. Con mi Espíritu verás, oirás, probarás,
tocarás y olerás. Mientras obedeces, verás sofocarse los mecanismos de las
tinieblas y a su poder dispersándose”.
Repentinamente, ¡sanidad!
Hay un mover
poderoso de sanidad y milagros creativos para este tiempo. ¡Crea y hable en fe!
Mateo 9:20-22 dice: “Y he aquí una mujer enferma de flujo de sangre desde
hacía doce años, se le acercó por detrás y tocó el borde de su manto; porque
decía dentro de sí: Si tocare solamente su manto, seré salva. Pero Jesús,
volviéndose y mirándola, dijo: Ten ánimo, hija; tu fe te ha salvado. Y la mujer
fue salva desde aquella hora”.
Esta mujer oyó que
Jesús sanó a muchos, creyó y habló eso para sí misma. ¡Jesús dijo que su fe la
había sanado! Tenemos la profecía más segura en el poder de la resurrección del
Señor Jesucristo. El tiempo de Dios dice que ahora, para este tiempo, ¡debemos
atraparlo y no dejarlo pasar! Siga clamando
por lo que Dios puso en su corazón, ¡declárelas y alábelo a Él por lo que se
está manifestando!
2 Pedro 1:19 dice: “Tenemos
también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos
como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y
el lucero de la mañana salga en vuestros corazones…”.
¡Hace poco
recibimos un milagro semejante! Por su trabajo mi esposo está de pie todo el
día y lleva 50 años en esa misma línea de tareas. Comenzó a experimentar mucho
dolor en sus pies desde hace algunos años. El doctor le dijo que dos huesos
habían crecido juntos y comprimían un nervio, y eso requeriría una cirugía.
Sin embargo, ¡Dios
dijo otra cosa! Mientras oraba por sanidad, mi esposo oyó al Señor que le
decía: “Yo soy el Señor que te sanó”. Poco tiempo después, supe que el velo había sido
retirado. La fe se levantó y volvimos a orar. ¡Dios se movió y mi esposo lleva
seis semanas libre del dolor! La fe en la
Palabra de Dios, alineada con su tiempo perfecto, desata la inmediatez y
ocurren las respuestas repentinas.
Repentinamente, ¡llega la provisión!
Pude oír al Señor
que decía: “¡Confía en mi bondad, pide y recibe,
porque todas las cosas son posibles para el que cree!”.
Marcos 11:24 dice: “Por
tanto, os digo que todo lo que pidiereis orando, creed que lo recibiréis, y os
vendrá”.
Experimentamos dos
circunstancias recientes donde parecía que perdimos nuestra fe, pero Dios
proveyó mucho más allá de lo que pedimos o habíamos imaginado. La primera fue
una situación donde parecía que un ministerio llegaría a su final, debido a la
necesidad abrumadora que la gente asumiera roles de liderazgo. Oramos y Dios
respondió de manera desbordante. Pude oír al Espíritu Santo que decía: “Las cosas que parecían estar a punto de ser derrocadas
por el enemigo, pronto sobreabundarán con mi bondad generosa. Las cosas que
fueron removidas, harán espacio para lo abundante que Yo tengo reservado”.
La segunda fue una
situación similar, pero en el lugar de trabajo de mi esposo. Tenían muy poco
personal y eso le estaba causando a mi esposo un gran stress mental y físico. Oramos
en fe y Dios proveyó los recursos desde lugares inesperados. Lo que parecía
imposible, en realidad fue la oportunidad de Dios para moverse y mostrar su
gran habilidad. Pude oír a Dios que decía: “Veo
y oigo tu gemido. Te digo, ¡lleva tus oraciones ante mi Trono y verás las
bendiciones que vienen solo de mi mano!”.
Repentinamente, ¡restauración de lo que parecía
perdido!
Este es el tiempo,
¡porque la restauración de todas las cosas está al alcance de la mano! Hechos 3:19-21
dice: “Así que, arrepentíos y
convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la
presencia del Señor tiempos de refrigerio, y él envíe a Jesucristo, que os fue
antes anunciado; a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos
de la restauración de todas las cosas, de que habló Dios por boca de sus santos
profetas que han sido desde tiempo antiguo”.
Verá esto en múltiples
situaciones con los miembros de la familia y con amigos cercanos. El Espíritu
Santo se está moviendo entre nosotros para traer arrepentimiento de las obras
muertas hacia un “ahora mismo”,
¡viviendo cada momento y una relación poderosa con el Dios viviente! Él está
revelando áreas en nuestras mentes y corazones donde no estamos viviendo en fe,
donde entristecemos a su Espíritu porque no creemos y confiamos. Estamos en un
estado de inmediatez donde podemos redimir el tiempo, donde podemos ver el
cambio en las relaciones en un momento y ser restauradas al diseño original para
nuestros linajes.
Declaro sobre su
vida: ¡Se levanta la fe! Porque oí al Señor que decía: “Tus preciosos están ante mis ojos, sigue confiando en Mí
y verás cómo las cosas equivocadas se corrigen. Mi Espíritu se está moviendo y
mis mensajeros están siendo enviados para unir las almas que el enemigo
desgarró. El velo fue removido, las mentiras quedaron expuestas y verás al
enemigo depuesto”.
Jeremías 23:23-24 dice: “¿Soy
yo Dios de cerca solamente, dice Jehová, y no Dios desde muy lejos? ¿Se
ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos que yo no lo vea? ¿No lleno yo,
dice Jehová, el cielo y la tierra?”.
El Señor dice: “Debes ser expectante, manteniendo tus sentidos alertas
hacia el mover de mi Espíritu. Presta atención mientras ves y oyes muchas
respuestas repentinas. Muchos encontrarán repentinamente a Jesús, como ocurrió
con Saulo camino a Damasco. Los pródigos repentinamente recuperarán el sentido.
Repentinamente, muchos serán sanados, los muertos volverán a la vida.
Repentinamente cesará la tormenta. Repentinamente las redes de provisión se
llenarán. Repentinamente un sonido del Cielo llenará a muchos con el Espíritu
Santo”. Cuando Dios desata la
inmediatez ocurrirán las respuestas repentinas, trayendo restauración para todo
lo que parecía perdido.
Pude oír al Señor
que decía: “Estoy abriendo puertas y aclararé el
camino, debes mantenerte en fe para que puedas oír. Obedece rápidamente y otros
verán que estoy cerca. Confiar en Mí te hará vencer el temor. Yo soy tu Dios y
haré provisión. En fe encontrarás la posición apropiada. ¡No temas ni te
espantes en los días que vienen, porque Yo soy el Vencedor!”.
Juan 16:33 dice: “Estas
cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción;
pero confiad, yo he vencido al mundo”.
1 Juan 5:4 dice: “Porque
todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y esta es la victoria que ha
vencido al mundo, nuestra fe”.
Alane Haynes
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