martes, 22 de octubre de 2019

“Tres fases de la transición y las claves para introducirlo en su promesa”



Por Jermaine Francis
     
Nos encontramos en un tiempo de transición divina. Mientras comenzamos la transición hacia la siguiente década en lo natural, está ocurriendo una transición en el espíritu. Estamos siendo transicionados hacia un tiempo de cumplimiento de las promesas proféticas.
     
Cumplimiento: Alcanzar algo deseado, prometido o predicho. Satisfacción o felicidad, como resultado del desarrollo completo de nuestras habilidades o carácter.
     
Estamos entrando en un tiempo de cumplimiento masivo de las promesas y las palabras proféticas que el Señor nos impartió a nivel personal y corporativo. Dios está agitando nuestra fe y participando con nosotros para llevar sus promesas hacia el cumplimiento.
     
Percibo que estamos ante la puerta de la transición para entrar en ese tiempo. Para tener lo que nunca antes tuvimos, debemos ser lo que nunca fuimos. La transición no es solo sobre las cosas y las situaciones que nos rodean, tiene que ver con nosotros. Dios nos está llevando por la transición desde quiénes fuimos, para ser aquellos que Él nos llamó a ser. Estamos yendo de esperar en las promesas de Dios a caminar en ellas.
     
Hay tres fases de este proceso de transición en las que usted se puede encontrar: desconocimiento, muerte y resiembra.

1. Lo desconocido     
Génesis 12:1 dice: “Pero Jehová había dicho a Abram: Vete de tu tierra y de tu parentela, y de la casa de tu padre, a la tierra que te mostraré”. En el proceso de transición de Abram, Dios lo llamó a dejar todo lo que era familiar para su vida. Tuvo que dejar la cultura y las costumbres que tenía, para asumir lo desconocido.
     
El proceso de lo desconocido puede causar mucha frustración porque muchos elementos parecen inciertos e inestables. Quiero alentarlo con esto: Tendrá todo lo que necesita para atravesar este tiempo de transición. Hay una gracia sobrenatural.

2. Muerte     
La segunda fase de esta transición es el proceso de muerte. En este proceso, hay una muerte a lo que usted siempre tuvo y conoció. Se siente como si estuviera perdiendo algo precioso, porque está abandonando lo que era familiar. Hay una angustia que opera cuando está dejando atrás todo lo viejo. Las cosas que están por delante son más grandes que las que dejó atrás.
     
La clave para navegar por este lugar es tener la fe de un niño, confiando que Dios nos guía a avanzar a través de la transición. Nuestra fe debe estar arraigada en Jeremías 29:11: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”. Dios tiene un plan para llevarlo a través de la esperanza y un futuro. El Señor tiene lo mejor en mente para usted en este tiempo de transición.

3. Resiembra     
La tercera fase de la transición es resiembra y reedificación. Esto es como desarraigar una planta que superó el espacio de su maceta. Para que la planta sea todo lo que debe ser, hay que volver a plantarla en una maceta más grande, porque le permite un mayor potencial y capacidad. Sus raíces pueden ir más profundo y la planta puede crecer más grande, fuerte y dar más fruto. Dios quiere que profundicemos nuestras raíces en Él durante este tiempo de transición.
     
Juan 15:5 dice: “Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mí, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mí nada podéis hacer”.
     
El propósito del proceso de transición es ayudarnos a crecer y ser más fructíferos, para poder manejar y poseer correctamente la promesa que se está manifestando.
     
¡Estamos entrando en nuestro mayor tiempo de cumplimiento profético!

Jermaine Francis

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