Por
Sharell Barrera
Unas semanas atrás, me desperté del sueño más hermoso. Estaba invitando
a todos a una fiesta de bodas, porque era una renovación de votos. Estaba dando vueltas por todas partes
invitando a todos. Llamaba a mis antiguos amigos y estaba llena de excitación,
pero al siguiente momento, algunas personas me decían que no podían asistir. Mi corazón comenzó a hundirse. Comencé a sentirme triste y preocupada, porque esa gente se lo iba a
perder. Luego fue como si el Señor cambiara mi dirección. Entonces oí que venía
un cambio de perspectiva. El Señor está derramando aceite sobre antiguas
maneras de pensar.
Lejos en la
distancia pude ver mis vestidos colgando en un campo abierto. Noté que no eran
blancos, sino del azul más brillante y hermoso que haya visto. El Padre estaba
atrayendo mi atención para que la fijara en la hermosura y la elegancia de este
vestido, y en lo que había más adelante, en lugar de preocuparme por la gente
que se iba a perder la celebración más gloriosa.
Me desperté y el
Padre me estaba hablando sobre mantener nuestros ojos fijos en Él, más que en
todo lo demás, especialmente con todo lo que ocurre a nuestro alrededor. Este es un tiempo para rendir nuestras vidas
realmente a los pies de Jesús. Es un tiempo para dejar a un
lado la carne, para que pueda venir el próximo mover del Espíritu Santo.
¡El Señor lo está llamando a salir!
El azul puede
significar revelación. Mientras pensaba sobre el vestido azul en el sueño, el
Padre comenzó a hablarme que somos únicos en nuestro propio camino y cómo nadie
puede colocarse un vestido y verse igual. Ahora
mismo Dios está llamando a la gente a manifestar su originalidad para desplegar
su gloria en muchas maneras diferentes. El anhelo del Señor es
que brillemos en su gloria.
Siento que el Padre está diciendo que las mujeres apoyarán cosas nuevas
este año. Tendrán nuevas ideas y revelaciones frescas desde el trono del Padre. Pensé en Amelia Earhart cuando escribí esto y cómo fue la primera
mujer en volar un aeroplano. Aunque era muy riesgoso y atemorizante, y no sabía
cómo iba a terminar, perseveró a través de todos los detractores y las personas
que le decían que no podría lograrlo. Ella era una pionera de su tiempo. Era
una persona que no iba a abandonar, sin importar lo que ocurriera a su
alrededor. Sentí que su historia era muy significativa para muchos de nosotros
hoy.
El Señor lo llamó
a entrar en terrenos más elevados. Él lo está llamando a creer por cosas
mayores. Quizá Él le pidió que haga algo que nunca había hecho. Siento que el
Espíritu Santo está dando saltos de gozo sobre su vida. Está diciendo: “¡Es tiempo! Es tiempo para avanzar por ese sueño; es
tiempo para dar el paso. Es tiempo para arriesgarte y tomar mayores riesgos. Si no lo intentas, nunca lo
sabrás”. Puede comenzar algo nuevo e impactar a
su generación. Puede cambiar su ciudad y alcanzar millones de
almas para el Reino de Dios.
¡Es
tiempo para marchar!
Nuestro hijo Samuel
oyó la voz de Dios por primera vez de una manera tan audible que estableció el
temor de Dios en él. Estaba en su cuarto unas semanas atrás, cuando oyó al
Señor hablándole a su corazón por primera vez. El Señor lo llamó por su nombre
y le dijo: “Samuel, ¿puedes oírme?”. Él respondió: “Sí,
puedo oírte”. Entonces el Padre
respondió: “Samuel, ¡vengo pronto!”.
Pocos días más tarde,
tuvimos una reunión en nuestra casa y Samuel solo estaba sentado en la sala,
mientras orábamos y adorábamos, cuando volvió a oír al Padre. Volvió a llamarlo
por su nombre: “Samuel, ¿puedes oírme?”. Entonces respondió: “Sí”. ¡Luego el Señor le dijo que se
pusiera de pie! Entonces
le dijo: “Levántate y marcha”. Samuel no sabía qué hacer, entonces se puso de
pie y de inmediato entró en una visión que me describió.
Nos vio a todos nosotros saliendo por los vecindarios, uniendo las manos
y marchando por todas las calles, agitando banderas y alabando a Dios. Dijo:
“Mamá, fue como la historia en la Biblia donde marcharon alrededor de la ciudad
y los muros cayeron”.
Creo que el Señor
le estaba mostrando que todos nos íbamos a unir como un todo en los próximos
meses. Necesitaremos marchar, orar, alabar y adorar para ver cómo caen los
muros, los muros de la desunión que el enemigo estableció a nuestro alrededor.
Dios les está hablando a los hijos y aquellos
que oirán. Debemos levantarnos y actuar, no solo creer que
todo estará bien. Necesitamos
ejercitar nuestra fe en esta hora. Todo
lo que el enemigo tramó para nuestro mal, será revertido para nuestro bien. Creo que Dios está colocando trompetas en las bocas
de la gente y serán canales puros de su Espíritu Santo.
Camine
hacia su destino
Declaro sobre su
vida hoy que las cadenas del pasado están cayendo para que pueda caminar hacia
su destino. Usted nació para este
momento y será usado. Cargará un manto de autoridad. Profetizo que usted será la trompeta que Dios usará para cambiar la
atmósfera y hablarles a las naciones. Levántese en la gloria y el poder de Dios.
Oro para que Dios
lo guíe en este próximo año y que no haya más limitaciones, y nada lo pueda
retener, en el Nombre de Jesús.
Sharell Barrera
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