viernes, 26 de marzo de 2021

“Dios dice: Manténgase atento los próximos diez días”

Por Chuck D. Pierce

Palabra profética declarada el 21 de marzo de 2021:

Amados:

Los sonidos de Judá que iniciaron el servicio de celebración de ayer, fueron un despertar que nos preparara para la guerra. Debemos permitir que el rugido del León de la Tribu de Judá se levante dentro de nosotros. La voz del Señor está marcando nuestro rumbo y estas palabras proféticas de ayer, nos ayudarán a ceñirnos para esta Semana de Pascua: 

Se levantará en medio de las aguas turbulentas

El Señor dice: “Muchas aguas se agitan. En medio de las aguas turbulentas, tengo un pueblo que aprenderá a levantarse. En medio de las aguas turbulentas, tengo un pueblo que aprenderá a caminar a través de las olas. En medio de las aguas turbulentas, tengo un pueblo que empezará a levantarse y no se hundirá. Muchas aguas turbulentas te rodean, pero en medio de ellas, surfearás hacia una nueva orilla”.

Mantén tus ojos en el campo que te espera

“Algunos de ustedes están tomando el arado, pero miran hacia atrás. Cuando pongas tu mano en el arado, debes mantener la vista en el campo que tienes por delante. Muchos campos nuevos se están formando y si sigues mirando hacia atrás en el campo donde estabas, nunca verás la cosecha del campo que está por adelante. Estoy llamando a Mi gente para que se afirme y avancen en su nuevo campo”.

“No sigan mirando hacia atrás, a ese campo que una vez produjo, salten al campo que está por adelante y vean cómo se cultiva este campo. Muchos de ustedes tienen temor de no tener las fuerzas para arar ese campo nuevo. El miedo te está confundiendo sobre cómo puedo darte paz. ¡Despréndete del miedo a lo nuevo! En ese nuevo campo encontrarás los tesoros que estás buscando”.

Profundice y pruebe el nuevo sabor

“‘La comodidad’ es el enemigo de la fuerza que necesitas... ¡ten cuidado! Estoy produciendo nuevas fuerzas a medida que te expandes hacia el futuro. Estoy cavando profundamente en ti, porque no tienes idea del campo que estuve trabajando en ti. Sin embargo, me estás limitando con (tu) visión. Me estás limitando con (tus) ideas. Me estás limitando en base a tu propio conocimiento. Estoy cavando profundo porque tú vas a cavar más profundo”.

“Muchos piensan que Mi presencia es dulce y angelical, pero Mi presencia puede atravesar montañas. Mi presencia puede descubrir campos minados. Este es el día para conocer Mi presencia, para que el don que estás nutriendo pueda explotar en lo que Yo pretendo que sea”.

“Muchos de ustedes eligieron que les guste la vainilla y otros eligieron que les guste el chocolate. Pero estoy enviando un fuego para fundirlos juntos y luego añadiré Mis propios sabores que ustedes no conocen. Soy un Dios creativo, lleno de sabor y creatividad. Tu elección será probar y ver el nuevo sabor que estoy produciendo”.

Nuevos terrenos y ovejas perdidas

“Te estoy enviando a un territorio áspero y un terreno difícil, porque tengo ovejas perdidas que estoy cazando. Te acomodaste al tratar de aprovechar y pastorear los límites que tengo, pero estoy cazando ovejas perdidas. Así que, desarrolla un nuevo grito dentro de ti, porque no tienes idea de los lobos que hay en el camino. El grito que pongo en ti dispersará a los lobos que rodearon a los que me propongo traer. Prepárate. ¡Te diriges hacia un nuevo terreno!”.

Atravesando la prensa del vino

“Algunos de ustedes están siendo prensados en gran medida, pero no se cansen durante el prensado. Deténganse a lo largo del prensado y prueben el vino que está surgiendo de sus vidas. No tienes idea de la dulzura que está saliendo de ti. La miel acabará saliendo de ti. Detente a lo largo del viaje, saborea y comprueba que soy Bueno. Quiero que perseveres hasta que te expanda hacia un lugar donde nunca estuviste antes”.

¡Quítese sus cadenas!

“Mi gente siempre escucha Mi voz, y siempre están alineados conmigo. Pero el enemigo te susurra al oído y te dice que levantes tus viejas cadenas y las uses como si fueran joyas. ¡Camina en Mi autoridad! Camina conmigo ahora y quítate esas cadenas. Yo las pondré en el fuego y nunca las volverás a recoger”.

Esté atento en estos próximos 10 días

“En estos próximos 10 días, manténganse atentos porque vengo a hacer tambalear su carreta de bueyes. Cuando la haga tambalear, ¿vas a tratar de sostenerla con familiaridad, para tratar de levantar algo que estoy derribando? Estos próximos 10 días sacudiré tu carro de bueyes, lo sacudiré y lo volveré a sacudir. Entonces cuando te des cuenta que tu orden no está entrando en la plenitud del orden que tengo reservado para ti, apártate y deja que te revele el nuevo orden. Cuando Yo te revele el nuevo orden en tu espíritu y te levantes aparte de tu poder, marcará el comienzo de Mi presencia, no sólo en tu vida sino en tu comunidad, en tu Iglesia y en tu oficio”.

“Cuando introduzco el nuevo orden y se levanta el juicio para muchos que no quieren dejar su viejo orden, se levantarán en el juicio de la esterilidad. Pero tú entra conmigo, porque estoy llamando a la ciudad para que se alegre. Cuando llame al nuevo orden, la ciudad se regocijará de una manera como no se regocijó en los últimos dos años. Observen los próximos 10 días, observen los próximos 90 días y entonces verán el rompimiento que su corazón anheló verdaderamente”.

“Esta semana, voy a tomarte por un dominio eminente. Porque yo vivo dentro de ti, tomarás tu esfera de influencia por un dominio eminente. Yo soy más grande en ti que tú en ti mismo. Por tanto, esta semana te estoy llamando a rendirte. Ríndete y toma todo lo que te señale”.

(Palabras proféticas declaradas por Chuck D. Pierce, LeAnn Squier, Mark Waldrep, Keith Pierce, Suzanne Harrington).

¡Superando obstáculos como David, el Hijo de Judá!

¡Esta es una semana clave para levantarnos y avanzar hacia nuestro futuro! Sin embargo, si no entendemos el tiempo, no pelearemos de la manera correcta por nuestras promesas. Judá era una tribu reconocida por la alabanza y porque siempre iba en primer lugar. Sin embargo, como Robert Heidler compartió ayer sobre la vida de David (un descendiente real de Judá), esta tribu también aprendió a guerrear. David alcanzó su destino, no por ganar una sola batalla, sino por vencer una y otra vez. Dios formó un propósito para cada uno de nosotros. ¡Asegúrese de ver la repetición completa del servicio del domingo y declare que está eligiendo superar los obstáculos para perseverar hacia su destino profético!

Chuck D. Pierce y equipo

(www.elijahlist.com)

 

“Es tiempo para salir del Arca”

 

Por Sanjna Mahtab

En la medianoche del 1 de enero del 2020, sentí y oí claramente en el espíritu, el sonido de la parte inferior del arca asentándose en la cima de una montaña. Durante algunos años, hasta ese momento, muchos en el pueblo de Dios estaban atravesando un tiempo intenso de transición para salir del desierto.

En el momento cuando oí que el arca se asentaba en la cima de una montaña, Dios me hizo soltar una palabra para animarlos a ustedes, el pueblo de Dios, a ser pacientes con el proceso, porque las aguas tardaron en retirarse después que el arca de Noé se asentara en la cima de la montaña. Noé y su familia fueron liberados en el momento perfecto de Dios. Fueron encerrados en el barco por Dios con una razón. 

Al igual que Noé y su familia, usted y su familia también fueron encerrados intencionalmente por Dios. Incluso fue un reto para usted entender lo que estaba pasando, debido a la intensidad de las diversas situaciones y circunstancias que estaba enfrentando. Estaban encerrados y luego ocurrió la inundación, junto con la tormenta. El barco se balanceaba mientras usted estaba en medio de un proceso muy importante, aunque estaba encerrado dentro y protegido a través de todo eso.

Desde entonces, usted que le dijo sí a Dios, tuvo muchos avances. Eche un vistazo y compruebe lo lejos que llegó. Gran trabajo. Fue intenso, pero era necesario. Era necesario para moldearlo, formarlo, refinarlo y purificarlo aún más. Incluso desde el 2020 hasta ahora, pasaron por un proceso aún más profundo durante el temblor, donde toda la tierra llena de gente, se encerró durante un tiempo. Para aquellos de ustedes que le respondieron a Dios con un sí, este fue un tiempo de una refinación y una purificación más profunda, para prepararlos aún más para lo que ahora se dirigirá hacia ustedes.

Juan 15:1-2 dice: “Yo soy la vid verdadera, y mi Padre es el labrador. Toda rama que en mí no da fruto, la corta; pero toda rama que da fruto la poda para que dé más fruto todavía”.

El fin de todo lo viejo

Anímese porque nada de lo que pasó ha sido en vano. Necesitaba estar posicionado apropiadamente, tanto para recibir lo que Dios tiene reservado para usted, como para ser capaz de administrar bien lo que está a punto de entregarle.

Su ministerio comienza primero en su casa, primero con usted y luego con su familia. Es imperativo que nuestro caminar con Dios y nuestra relación con Él sea fortalecida y alineada con Su corazón, así como ante la Palabra escrita de Dios. Una vez que estas cosas estén en el lugar correcto, usted será capaz de derramarse mejor en su familia, así como tener la habilidad (a través del Espíritu de Dios), para derramarse en ellos, sin tener que “reaccionar” a través de los filtros negativos que recogió previamente en las situaciones y las circunstancias pasadas.

En estos años recientes, Dios estuvo exponiendo las raíces de los problemas, porque trabajó para liberarlo. Él estuvo exponiendo todas las puertas abiertas para que usted pueda ser libre para Su gloria. Él estuvo respondiendo a sus oraciones a través de formas que usted no esperaba. En estos últimos días, Dios estuvo trabajando en su núcleo, poniéndole un punto finalidad a cualquier cosa que le impida caminar hacia su verdadero llamado en los próximos días.

¡Nunca mire hacia atrás!

Ahora, Dios es fiel y mantendrá sus promesas para su vida; aunque esto también viene con una advertencia: “¡Nunca mire hacia atrás!”. Me estoy acordando de la esposa de Lot que miró hacia atrás y se convirtió en una columna de sal (lea Génesis 19). Yo digo: “Nunca mire hacia atrás, ni siquiera se detenga en el valle. ¡Siga corriendo! Corra hacia el lugar donde Él le diga que vaya. Siga avanzando”.

No llegó hasta aquí, soltando todo el peso que lo frenaba, sólo para volver a recogerlo otra vez. ¡Use la sabiduría y pise con cuidado! Fue liberado para poder correr con perseverancia esta carrera que le fue señalada (Hebreos 12). Fue liberado para poder correr con la resistencia, la estabilidad, el equilibrio, la fuerza y la resiliencia que se construyeron en su vida a través de todo lo que atravesó hasta este punto. Fue liberado para poder moverse a través de lo que está llamado a hacer, con estabilidad y facilidad. Fue liberado para que pueda equilibrarse en la cuerda floja con facilidad y gracia, ahora que está completamente enfocado en la Palabra de Dios y realineado con el camino en el que debe estar.

Ya se dijo que las cosas de la tierra antigua no pueden ir a la tierra nueva, porque incluso la manera como estaba haciendo las cosas anteriormente, no funcionará en la tierra nueva.

Eso es todo. Lo dejó ir. Así que, repito: “Nunca mire hacia atrás. Ni siquiera se detenga en el valle. ¡Siga corriendo! Corra hacia el lugar donde Él le diga que vaya. Siga avanzando”. Haga esto (obediencia) y se mantendrá a salvo.

Dios está contigo

¡Dios está con usted, poderoso guerrero! Nunca lo dejará ni lo abandonará. Él ya está allí desde antes que usted llegara. Dios ya tenía un plan. Su trabajo es continuar caminando en obediencia a Dios, en humildad ante Él y con el temor reverencial de Dios sobre su vida.

No se preocupe por lo que otros puedan hacer o decir. Recuerde que el mundo primero odiaba a Yeshua (lea Juan 15:18-19). Siempre habrá personas que no estén de acuerdo con lo que hace o lo que dice. A pesar de esto, manténgase verdadero y puro; a pesar de esto, manténgase humilde y lleno de integridad. La gente reconocerá al pueblo de Dios por su amor... porque el amor que Dios entrega no es de este mundo. Deje que ese amor brote de su vida sin cesar.

Usted tiene las soluciones del Reino para un problema en la tierra que está llamado a resolver. La gente lo necesita y necesita lo que Dios depositó en usted. Es hora de entregar eso.

Siento fuertemente que es tiempo de salir del arca, donde ahora guiará a su familia y a otros. Puede hacer todas las cosas a través de Cristo que lo fortalece. Que Dios lo bendiga abundantemente.

Sanjna Mahtab

(www.elijahlist.com)

 

miércoles, 17 de marzo de 2021

“La Palabra de poder que trae promoción”

 

Por Kevin Zadai 

Mateo 11:28-30 dice: “Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso. Carguen con mi yugo y aprendan de mí, pues yo soy apacible y humilde de corazón, y encontrarán descanso para su alma. Porque mi yugo es suave y mi carga es liviana”. El quebrantamiento y la humildad no son temas populares para muchos cristianos.

En nuestra cultura actual, a la gente se le dice todo el tiempo que sea fuerte y se infle emocional y mentalmente. Sin embargo, Dios quiere que conozcamos dos palabras poderosas: la humildad y el quebrantamiento.

En Mateo 11:28-30 se puede ver el carácter de Jesús, cómo es manso, gentil y de corazón humilde. En Jesús podemos encontrar confianza, y en esa confianza tendremos descanso. Vamos a encontrar descanso en nuestra alma cuando nos acerquemos al Señor con quebrantamiento y humildad.

Unidos a Dios

Dios tiene un yugo, y hay un tiempo donde un yugo es bueno. Por ejemplo, un yugo es bueno cuando tiene que ver con la disciplina de Dios. Jesús nos dice que debemos tomar su yugo sobre nosotros, que es el propósito de Dios para nuestras vidas y aprender de Él.

En el Antiguo Testamento, Dios llamó a Moisés desde una nube y él subió hacia ella. Durante ese tiempo, el yugo del Señor no era popular entre los hijos de Israel, porque habían experimentado un yugo de esclavitud sobre ellos. En esta época, todos queremos ser libres para hacer lo nuestro. No queremos estar atados a nada, pero hay un yugo piadoso que necesitamos.

Moisés fue liberado de Egipto y salió de allí con su pueblo. Los hijos de Israel pensaron que ya no iban a ser esclavos (ver Éxodo 14). Sin embargo, Dios quería que tuvieran su instrucción para que fueran protegidos por Él. Dios quería que siguieran sus leyes y sus reglas para caminar con Él. Los israelitas no querían eso porque eran muy rebeldes, por eso Dios les dijo que tenían una cerviz dura (ver Éxodo 32:9). Una cerviz dura se produce por no ceder al yugo, por no ceder ante la disciplina del Señor y los hijos de Israel eran un ejemplo de ello.

El Nuevo Testamento nos recuerda que, debido a la desobediencia e incredulidad de los israelitas, no entraron en la Tierra Prometida y se perdieron.

Hebreos 3:7-11 dice: “Por eso, como dice el Espíritu Santo: Si ustedes oyen hoy su voz, no endurezcan el corazón como sucedió en la rebelión, en aquel día de prueba en el desierto. Allí sus antepasados me tentaron y me pusieron a prueba, a pesar de haber visto mis obras cuarenta años. Por eso me enojé con aquella generación, y dije: ‘Siempre se descarría su corazón, y no han reconocido mis caminos’. Así que, en mi enojo, hice este juramento: ‘Jamás entrarán en mi reposo’”.

Moisés debía estar unido a Dios, y Él le dijo que subiera al monte, pero los hijos de Israel no querían ir con él. Como no quisieron ir, eso terminó causando muchos problemas. Los hijos de Israel tardaron años y años para entrar en la Tierra Prometida. Toda la primera generación que salió de Egipto nunca llegó a entrar. Un viaje que debería haber tomado sólo unos días para llegar a la Tierra Prometida, terminó durando años.

Debemos que prestar atención a lo que nos dice el libro de Hebreos. No tenemos que quedarnos en Egipto por incredulidad y desobediencia. Podemos ir a la Tierra Prometida y entrar en el descanso en el Nuevo Testamento a través de Jesucristo. Jesús fue designado como el camino nuevo y vivo hacia el Santo de los Santos. No nos resistimos a Dios.

Empoderados por la humildad

Uno de los secretos del Reino se encuentra en 1 Pedro 5:6-7, donde leemos: “Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los exalte a su debido tiempo. Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes”.

Necesitamos humillarnos bajo la poderosa mano de Dios. Cuando estamos bajo autoridad, la mano de Dios está sobre nuestra vida. Cuando nos sometemos a Dios, entonces Él nos va a exaltar a su debido tiempo. En el tiempo de Dios, Él va a levantarnos y seremos promovidos. Sin embargo, lo primero que debemos hacer es humillarnos bajo la mano poderosa del Señor.

También necesitamos soltar nuestros problemas. Nuestra promoción ocurrirá cuando echemos todas nuestras preocupaciones sobre Dios, “porque Él se preocupa por nosotros” (1 Pedro 5:7). Tenemos que entregárselos todos a Dios. La gente de hoy se enorgullece tanto por tratar de hacer las cosas por sí mismos y ser autosuficientes, pero como cristianos no podemos ser autosuficientes. Necesitamos confiar únicamente en nuestro Padre Dios, echando nuestras preocupaciones sobre Él, con la convicción que Él cuida de nosotros. En esencia, le estaremos diciendo al Padre: “Te necesito, no puedo llevar esto solo. No puedo hacer esto por mí mismo”.

Debemos recordarnos a nosotros mismos cada día, por medio del quebrantamiento y la humildad donde sin Él “no podemos hacer nada”, porque Jesús es la vid y nosotros los pámpanos (Juan 15:5).

Estos dos rasgos de quebrantamiento y humildad son palabras de poder que están volviendo a la Iglesia y a nuestro vocabulario. Estas son palabras de poder que satanás teme. Él teme que la gente sea quebrantada y se humille, porque sabe que a través de la humildad, Dios le otorga poder a su pueblo. La humildad y la autoridad están relacionadas, y no son contrarias entre sí. Una persona que entiende la autoridad se somete a la autoridad, entonces tiene una gran autoridad. Si queremos caminar en autoridad, tenemos que estar sometidos a Dios. La autoridad de Dios trabajará a través de nosotros cuando seamos humildes.

Si usted está quebrado y devastado en este momento, es un candidato ideal para que Dios venga a vivir con usted. Dios vendrá a animarlo, a construirlo, a promoverlo y a revivir su corazón. Dios habita con este tipo de personas. Dios tiene un propósito y un plan para todo lo que sucede. Dios no le hace cosas malas, utiliza estos momentos donde se siente quebrado y humillado. Esos momentos se convierten en una oportunidad perfecta para que Dios entre en su vida y lo reviva.

Humildad por encima de la humillación

Si nos humillamos vamos a tener honor, pero si no lo hacemos, nuestro orgullo terminará en humillación (ver Proverbios 29:23). A nadie le gusta ser humillado. Dios dice que, si nos humillamos, tendremos honor y no seremos juzgados. Prefiero humillarme y dejar que Dios me honre y me promueva, que tratar de hacerlo por mi cuenta. Incluso en nuestras relaciones, Dios nos dice que nos vistamos de humildad y nos relacionemos de esa manera, porque Dios se opone a los orgullosos.

1 Pedro 5:5 dice: “Así mismo, jóvenes, sométanse a los ancianos. Revístanse todos de humildad en su trato mutuo, porque ‘Dios se opone a los orgullosos, pero da gracia a los humildes’”.

En nuestras relaciones, necesitamos humillarnos y tratar a otros mejor que a nosotros mismos (ver Filipenses 2:3).

Escapando a la corrupción del mundo

Cuando Dios hizo a la humanidad, nos hizo a su imagen y semejanza (véase Génesis 1:27). Con la caída del hombre, ahora opera una maldición y sólo a través de Jesucristo somos redimidos espiritualmente. Desde el momento cuando aceptamos a Jesús como Señor, nuestros espíritus nacen de nuevo. Nuestras almas (nuestras mentes, voluntades y emociones), deben ser transformadas por la renovación de nuestras mentes a través de la Palabra de Dios (ver Romanos 12:2).

Como nuestra carne y nuestra mente se encuentran en un estado caído, a menudo no podemos comprender lo que Dios hizo por nosotros y eso crea discrepancias. Hay discrepancias entre lo que sentimos en nuestro espíritu que debería estar sucediendo y lo que realmente está ocurriendo. Lo que fue establecido como verdad y lo que debería estar sucediendo con nosotros no está a la misma altura, eso crea la discrepancia que podemos sentir en nuestros espíritus.

Cuando nacemos de nuevo, sabemos lo que debería estar sucediendo, pero no se manifiesta porque vivimos en un mundo caído. Sólo mediante el quebrantamiento y la humildad podremos escapar de la corrupción que hay en el mundo, provocada por la lujuria (2 Pedro 1:4). El espíritu y la carne luchan entre sí y son enemigos (véase Romanos 8:5-11). Hay una guerra todo el tiempo e incluso en nuestras mentes, nos oponemos a nosotros mismos. Por eso, el quebrantamiento y la humildad deben volver a la Iglesia y a nuestro vocabulario cristiano.

Para escapar de la corrupción que hay en el mundo, causada por la lujuria, debemos ser partícipes de la naturaleza divina disponible a través de las promesas de Dios. Debemos implementar las promesas de Dios que recibimos en nuestras vidas. Cuando las aceptamos humildemente y abrazamos la Palabra injertada en nosotros, prosperaremos en todas las áreas (ver Santiago 1:21-25).

Debemos humillarnos ante Dios y pedirle ayuda, pero luego tenemos que aceptar su ayuda. En ese quebrantamiento y en esa humildad, recibiremos de Dios y podremos escapar de la maldición que hay en el mundo. Podemos escapar de la corrupción que hay en el mundo, causada por la lujuria, a través de la humildad y el quebrantamiento, porque aceptamos la Palabra injertada en nuestro espíritu por medio de la predicación.

Lucharemos continuamente, a menos que tomemos el yugo de Dios sobre nosotros y aceptemos la disciplina. Si no aceptamos la Palabra de Dios en nosotros y nos volvemos humildes y quebrantados ante Él, nos desgastaremos por nuestras luchas. Entonces no veremos los resultados que deberíamos y terminaremos desanimados. Este tipo de cosas deben desaparecer de la vida de un cristiano.

Debemos humillarnos y no pensar en nosotros mismos, más de lo que deberíamos. Cuando consideramos a los demás por encima de nosotros mismos y los servimos, entonces Dios entra y provee para nosotros en cada área de nuestra vida. A veces nos aferramos a cosas que se supone que debemos dar y la razón para esto, es porque Dios quiere darnos todo. Él quiere rehacer todo por completo, quiere ver si seremos humildes y obedientes como para escucharlo y dar.

Dios está buscando que demos como la mujer con las dos monedas (ver Lucas 21:1-4). La viuda dio todo lo que tenía y no lo hizo por obligación, sino porque amaba a Dios. Jesús dijo que la mujer iba a recibir su recompensa. La viuda había dado más que nadie, porque había dado todo lo que tenía y eso sólo pudo ocurrir en la humildad y el quebrantamiento. Si lo hacemos por cualquier otra razón, no será efectivo y no habremos llegado al final de nuestras fuerzas.

Jesús me dio una enseñanza y me dijo que le enseñara a la gente que necesitan llegar al final de sí mismos y hacerlo rápidamente. Necesitamos dibujar una línea en nuestra vida y esa línea indica donde terminamos nosotros y empieza Dios. Lo que va a ocurrir después que lleguemos al final de nosotros mismos, es que nuestro siguiente paso se convertirá en un evento sobrenatural. He visto que la gente está retrasando esta muerte al yo y debido a esto, no están ocurriendo los eventos sobrenaturales en sus vidas.

Muchas personas me piden ayuda para entrar en lo sobrenatural. Yo les digo que Dios es sobrenatural y todo lo relacionado con Él, también es sobrenatural. Sin embargo, vivimos en este mundo natural. Muchas personas no pueden escapar de la corrupción que hay en el mundo a través de la lujuria, porque no se humillaron. No permitieron que Dios los discipline, poniendo su yugo sobre ellos como dijo Jesús para caminar con Él.

Dividiendo la carne del Espíritu

No quiero que tenga que pasar por este proceso más tiempo del que debería. Tiene que llegar al final de usted mismo lo más rápido posible y la Palabra de Dios lo hará por usted. La Palabra de Dios es la espada del Espíritu. El Espíritu de Dios va a dividir correctamente entre su alma y su espíritu (ver Hebreos 4:12). Lo que es parte de usted va a quedar a un lado y lo que es de Dios quedará en el otro lado. Hasta que esa espada venga y separe, no hay manera que usted conozca la diferencia. Solo el Espíritu de Dios y su Palabra pueden dividir su alma de su espíritu.

Como dije algunas veces, su alma es su mente, su voluntad y sus emociones. Su espíritu es la parte de Dios que sopló en usted cuando lo hizo un espíritu viviente. Dios sopló y también lo hizo un alma viviente, pero su espíritu es la parte que nace de nuevo y ese es su ser verdadero. Usted está en un cuerpo que tiene un espíritu y un alma. Hay tres partes en su ser. Yo llamo a su cuerpo el traje de la tierra. Su alma ata a su espíritu a su cuerpo para que pueda disfrutar de lo que ocurre en su espíritu.

El hombre cayó en el Edén. Cuando nació, entró en este mundo caído y allí aprendió cosas que no eran correctas para Dios. Su alma respondió a lo que se le dijo, influenció y enseñó. Cuando nace de nuevo, su espíritu tiene que llegar a ser el factor dominante en su vida o sus emociones y su mente terminarán gobernando sus decisiones. El quebrantamiento y la humildad son sus mecanismos de escape. Lo removerán del control de su carne y del control de su mente, su voluntad y sus emociones. El quebrantamiento hará que se humille y empiece a ceder ante el Espíritu de Dios.

Yo sé que usted quiere humillarse y rendirse al Espíritu. Hay algo que puede hacer para ayudarse a sí mismo y es ayunar (ver Mateo 6:16-18). El ayuno funciona porque su cuerpo necesita comida para sobrevivir y su mente piensa que si no tiene comida para comer, no sobrevivirá. Cuando usted ayuna, lo primero que debe comprender es que no va a morir. Puede ayunar durante días sin que su cuerpo se vea afectado, excepto por perder un poco de peso. No es hasta pasar los cuarenta días que su cuerpo se deteriora.

Cuando ayuna, apaga la voz de su cuerpo y su mente, entonces solo queda su espíritu. Cuando ayuna, su espíritu pasa al primer plano y entonces puede escuchar a Dios con mayor claridad. No está tratando de mover a Dios para que haga algo con el ayuno, está llegando a un lugar donde puede recibir de Él. Quiere escuchar a Dios y ser más efectivo. El ayuno es más sobre ponerse en un lugar donde puede encontrar a Dios y hacer cosas que no se podrían hacer si no hubiera silenciado la voz de su cuerpo.

El ayuno lo ubica en un lugar donde su cuerpo está bajo sumisión y aprende a enfocarse en la voluntad de Dios. Cuando usted ayuna, siempre debe tener la Palabra de Dios en su mente y tener su carne bajo sumisión. Esto se logra cuando no come. Su espíritu se ubicará a la cabeza, porque asumió una posición donde puede escuchar a Dios. Le responderá porque está escuchando y está listo para recibir de Él.

Encontré que cuando alcanzamos este quebrantamiento y humildad, llegará al final de usted mismo. Entonces, repentinamente se encontrará con lo sobrenatural y a partir de entonces será muy agradecido. Se vuelve muy agradecido porque se da cuenta de lo que Dios hizo por usted. Se da cuenta que, en su impotencia, Dios entra y lo hace poderoso. Él hace que triunfe sobre sus enemigos. Es un proceso donde es quebrantado y humillado para ser agradecido.

Cuando usted es agradecido, comenzará a caminar en un nuevo poder y satanás no quiere que esto suceda. Satanás fue levantado en orgullo y fue cegado. Cayó por causa de ese orgullo. Proverbios 16:18 dice: “Al orgullo le sigue la destrucción; a la altanería, el fracaso”. El enemigo no quiere que hablemos del quebrantamiento y la humildad. Estas son palabras poderosas que satanás están removiendo de nuestro vocabulario. Debemos centrarnos en postrar nuestras vidas y decir: “Padre, no se haga mi voluntad, sino la tuya” (ver Lucas 22:42). Mantenerse en sumisión desata el poder de Dios.

Hay promoción cuando nos humillamos bajo la poderosa mano de Dios. Él lo va a promover a su debido tiempo y lo va a elevar. Dios está de su lado y Él quiere que sea sumiso a su voluntad. Dios quiere que usted dependa de Él para todo. Él es su Dios y lo ama. Dios lo hace pasar por el fuego porque quiere que sea oro puro. Dios quiere que sea capaz de caminar en autoridad en esta tierra. Quiere que usted muestre y manifieste la gloria de Dios en estos últimos días. Satanás teme la palabra de poder del quebrantamiento y la humildad. Tanto el quebrantamiento como la humildad, deben ser evidentes en la vida de cada cristiano.

Kevin Zadai

(www.elijahlist.com)

 

“Puse una Puerta abierta delante de ti”

 

Por Diane Lake

Apocalipsis 3:8 dice: “Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta una puerta que nadie puede cerrar”.

Quizá recuerde el programa de juegos “Hagamos un trato”. Hay que ser de mi época para recordarlo. Hubo remakes del programa, pero el original se emitió entre 1963 y 1976. En la mayoría de los juegos, los concursantes tenían que decidir si se quedaban con una cantidad en efectivo o cambiaban por lo que había detrás de la puerta número 1, 2 o 3, sin saber qué había detrás de esa puerta.

Últimamente el Señor me habló mucho de las puertas. Las puertas pueden representar decisión, oportunidad y expectativa. Veo tres puertas reflejadas en las Escrituras y una en particular que está abierta ante nosotros hoy.

Puerta número uno

Llamo a la puerta número 1 “Pecado” o “Muerte”. Esta puerta se menciona en Génesis 4, en el contexto donde Dios no aprobó el sacrificio de Caín. Una vez, cuando mi hijo menor regresó de la clase de la escuela dominical, le pregunté qué había aprendido. Respondió: “A Dios no le gustaron las zanahorias de Caín”. Qué gran (y linda) ilustración. En Génesis 4:7, Dios le dijo a Caín: “Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo”.

No queremos lo que está detrás de la puerta número uno: el pecado y sus efectos (Deuteronomio 28:15-68). Esa puerta es fácil de eliminar.

Puerta número dos

La puerta número 2 es la que llamo “Vida”. Detrás de esta puerta no sólo se encuentra la salvación, sino la vida abundante. Jesús dijo en Juan 10:10: “El ladrón no viene más que a robar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y la tengan en abundancia”.

Esta promesa de vida y vida abundante, va precedida de una referencia a una puerta. En Juan 10:7 Jesús dijo: “...Yo soy la puerta de las ovejas”. Nuevamente en Juan 10:9 dijo: “Yo soy la puerta; el que entre por esta puerta, que soy yo, será salvo…”.

Pasaron muchos años después de convertirme en cristiana, antes de descubrir que la salvación era un proceso. Nací de nuevo a la edad de 10 años, pero para cuando llegué a los 40 años era una ruina miserable y sin esperanza, incluso suicida. No sabía que, aunque el espíritu de una persona nace de nuevo en un instante, podemos llevar un montón de heridas y equipajes, y hasta que se aborden, pueden impedirnos vivir una vida abundante.

En ese momento descubrí que había áreas clave contenidas en las Escrituras de las que nadie en mi mundo había hablado. Me recuerdan a la ley natural o al principio de la gravedad. Puede que no sepa sobre la gravedad, puede que no entienda cómo funciona, puede que ni siquiera crea en la gravedad, pero si se lanza de un edificio alto se hará daño; lo impactará porque a la gravedad no le importa lo que piensa.

Estas áreas clave son así. Simplemente porque existen en las Escrituras, tienen un cierto efecto en su vida, se dé cuenta o no.

Cuatro áreas clave

En la primera área están las creencias o los pensamientos impíos. Estas son creencias y actitudes que no están de acuerdo con Dios, con la forma como Él se revela a través de su Palabra, su naturaleza y su carácter. Son creencias que desarrollamos sobre nosotros mismos, sobre otras personas, sobre el mundo que nos rodea y sobre Dios.

Por ejemplo, es posible que piense que es un fracasado. Quizá sus padres se lo dijeron y quizá las circunstancias de la vida parecían confirmarlo. Digamos que es una mujer cuyo padre la abandonó de pequeña y más tarde, su marido la dejó. Podría llegar a la conclusión que no se puede confiar en todos los hombres. En lo que respecta a Dios, podría decidir que Él está muerto; eso es algo que llegué a creer a mis 40 años. Esto sucedió porque, con el tiempo, decidí que Dios no se preocupaba por mí, porque nunca respondió a mis oraciones para que me sanara de las migrañas o para que mejoraran ciertas relaciones difíciles en mi familia. Romanos 12:2 revela que no debemos conformarnos a este mundo, sino transformarnos mediante la renovación de nuestra mente.

La segunda área se relaciona con el pecado generacional. Hay tendencias o propensiones hacia ciertos comportamientos negativos o destructivos que podemos heredar de nuestros antepasados. Podemos ver ciclos de ira, adicción, abuso, abandono o baja autoestima dentro de las familias. Incluso puede haber dolencias físicas. Personalmente, durante muchos años sufrí migrañas terribles e insomnio, que eran una plaga para mi madre.

Tanto Jesús como los discípulos, afirmaron que pueden existir consecuencias del pecado generacional (Juan 9:1-3) y Esdras en Nehemías 9:2 nos proporciona un modelo para eliminar esas consecuencias. La acumulación de estos pecados continúa hasta que nos arrepentimos por nosotros mismos y en nombre de nuestros antepasados (véase también Éxodo 20:5-6).

La tercera área es la liberación. Esta es la “presión” que podemos sentir de fuentes que sabemos que no vienen de Dios, ya sea para hacernos pecar o para mantenernos atados en las limitaciones. Hechos 10:38 nos dice que Jesús fue ungido por Dios con el poder del Espíritu Santo y anduvo haciendo el bien, sanando a todos los oprimidos por el diablo. Como mencioné antes, a principios de mis 40 años estaba oprimida, reprimida y deprimida; ¡estaba presionada! Si se siente identificado, tengo buenas noticias: Jesús también murió por eso.

La cuarta área son las heridas del alma/espíritu. Estas son las heridas del alma o del espíritu presentes en el interior de una persona. No son físicas y no se pueden ver. Su presencia es revelada por sus síntomas, la evidencia manifiesta de emociones, comportamientos o pensamientos enfermos. El Salmo 147:3 revela que Él sana a los quebrantados de corazón y venda sus heridas/dolores (ver también Lucas 4:18-19).

Algunas fuentes de heridas del alma/espíritu son:

·     La muerte de un ser querido

·     El divorcio

·     El abuso (físico, emocional, verbal o sexual)

·     Un trauma (accidente, guerra, stress postraumático)

·     El rechazo

·     El fracaso/pérdida catastrófica

Algunas señales que reflejan que puede estar afectado son:

·     Ser fácil de herir u ofender

·     Falta de alegría/propósito/zona de vida

·     Sentirse atascado, como si nunca fuera a crecer o avanzar en la vida, o incluso como si estuviera retrocediendo

Definitivamente me afectó la fuente número uno, porque mi madre y dos de mis hermanos murieron en un horrible accidente cuando yo tenía 17 años. No pude avanzar hasta que abordé esto y permití que el Señor comenzara el proceso de sanidad. Lo primero que hizo el Señor fue librarme de la extrema timidez y el retraimiento. Eso sucedió literalmente de la noche a la mañana. Otras cosas, como la sanidad de las migrañas y el insomnio tardaron más (incluso años), en desaparecer.

¡Pida!

Esto es lo que hice y lo que puede hacer para comenzar el proceso de sanidad:

1. Permita que el recuerdo salga a la superficie. Pregúntele al Señor qué recuerdo necesita tratar; puede que ya esté ahí en su mente.

2. Sea sincero con el Señor. ¿Qué siente? ¿Se siente abandonado, enojado, amargado o asustado?

3. Pida que la presencia de Dios invada el recuerdo junto con usted. Invite a Jesús a entrar en el recuerdo.

Cuando hice esto, en relación con el accidente de mi madre, me imaginé a mí misma en la casa de mi infancia sola a los 17 años. Me vi tomando el teléfono. Era mi padre diciéndome que hubo un horrible accidente. Me vi sollozando, pero también vi a Jesús esta vez. Él estaba allí consolándome, rodeándome con sus brazos y diciéndome que lamentaba lo ocurrido y que no era su plan.

A veces podemos decirnos a nosotros mismos: “Bueno, Dios lo permitió”. Pero recuerde que el ladrón es quien viene a matar, robar y destruir, no Dios. Cuando veo muerte, destrucción y devastación, no se lo atribuyo a Dios. Desde el momento que Adán y Eva pecaron, Dios permite que se perpetúen el pecado y los efectos del pecado. Y hasta el momento que satanás, ese perro viejo y sucio, sea atado con cadenas y arrojado al lago de fuego, el pecado y sus efectos seguirán cayendo sobre nosotros.

Lucas 11:10-13 dice: “Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. ¿Quién de ustedes que sea padre, si su hijo le pide un pescado, le dará en cambio una serpiente? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Pues si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!”.

El Espíritu Santo nos sana por dentro: ¡pídalo!

Puerta número tres

Oseas 2:15 dice: “Allí le devolveré sus viñedos, y convertiré el valle de la Desgracia en el paso de la Esperanza. Allí me corresponderá, como en los días de su juventud, como en el día en que salió de Egipto”. 

La puerta número tres es la esperanza. No se puede apreciar plenamente esta puerta sin entender un poco la historia de fondo. Oseas, a petición de Dios, se había casado con una prostituta que adoraba a los ídolos. Su matrimonio era una ruina y la nación de Israel no estaba mucho mejor.

En Josué se hace referencia al Valle de Acor (“valle de los problemas”). Los hijos de Israel tuvieron una tremenda victoria sobre Jericó, pero pasaron a sufrir un desastre en Hai. Allí Acán pecó y escondió el pecado, provocando que Dios quitara la bendición sobre la nación. El lugar donde Acán fue apedreado para remitir el pecado se llamaba el Valle de Acor o Valle de los problemas.

En ese lugar de circunstancias y problemas abrumadores, Dios le habló a Oseas de esperanza, restauración y cambio.

Puntos a considerar

El Señor puede estar tratando de abrir una puerta de oportunidad para usted, pero asuntos como la falta de perdón y las heridas sin sanar del alma/espíritu, pueden estar obstaculizando la bendición de Dios. Ciertos asuntos no resueltos tienen que ser abordados para que fluya la bendición. Considere estas sugerencias:

1. Busque al Señor sobre su vida. Pregúntele. Pase tiempo con Él y revise el pasado. ¿Hay alguien a quien necesite perdonar? ¿Fue herido por alguien o algo y necesita sanar ese dolor?

2. Libere las circunstancias, las decepciones y las expectativas que sintió que no fueron satisfechas por su Padre celestial.

3. Pregúntele al Señor si hay algo de lo que deba arrepentirse, sea por sí mismo o en nombre de su familia/ancestros.

4. Pídale al Señor que le revele una nueva estrategia para seguir adelante. ¿Necesita encontrar nuevos amigos, formular nuevos hábitos o extenderle una rama de olivo a alguien de su pasado?

La puerta

Hay una puerta abierta ante usted: su nombre es Jesús. Recuerda que en Juan 10:7 y 9 Jesús dijo: “Yo soy la puerta”. Para cualquier cosa que necesite: Jesús es el camino, la senda y la puerta.

¿Qué hay en un nombre? Todo. Salvación. Plenitud. Vida abundante. Esperanza. Sanidad. Liberación. Hechos 4:12 dice: “De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos”. Por el nombre de Jesús recibimos la salvación y mucho más... ¡Jesús es la Puerta!

Diane Lake

(www.elijahlist.com)

 

martes, 2 de marzo de 2021

“¡Empaque sus maletas y prepárese! No habrá más retrasos”

Por Nate Johnston 

La semana pasada me desperté en la noche oyendo al Señor que dijo: “No más demoras. ¡Este es el tiempo para desatar el movimiento!”. Sentí una gran urgencia en esta instrucción, como si nosotros estuviéramos en un momento Kairos; la transición y la preparación nos guio a dar a luz estos ministerios, expresiones, corrientes y movimientos del Cielo. Instantáneamente pensé en el pasaje de Apocalipsis 10:6-7: “… ¡El tiempo ha terminado! En los días en que hable el séptimo ángel, cuando comience a tocar su trompeta, se cumplirá el designio secreto de Dios, tal y como lo anunció a sus siervos los profetas”.

La urgencia de la hora es la revelación del Cielo, siendo revelada. ¿A quiénes escogió Dios para revelar sus mensajes? ¡A nosotros! Sus mensajes fueron diseñados de una manera única y envueltos intrincadamente dentro de nosotros y nuestras propias vidas, ordenados para entregarlos y que la gente se acerque a Jesús para darle gloria. La instrucción de la hora es esta: “¡No abandones lo que he puesto dentro de ti, sino permite que Yo lo lleve a término!”.

No más interrupciones

Tan pronto como me desperté, seguí escuchando dos palabras: “Interrupción” y “Asesinato”. Me sentí impulsado por el Espíritu Santo a orar y romper una agenda demoníaca específica que viene contra los movimientos y los portadores de movimientos. La tarea de asesinato trató de impedir el impulso, interrumpiendo el trabajo del Espíritu Santo, trayendo dudas y confusión abrumadoras, una oposición agotadora y acoso espiritual; obviamente buscando ahogar la voz de los que llevan estos movimientos.

Pero la justicia del Señor está rugiendo sobre su pueblo; cada flecha que fue disparada está siendo devuelta, cada atadura está siendo deshecha y donde hubo cansancio y desánimo, está llegando una fuerza fresca y alegría por la visión.

Isaías 54:16-17 dice: “Mira, yo he creado al herrero que aviva las brasas del fuego y forja armas para sus propios fines. Yo también he creado al destructor para que haga estragos. No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti; toda lengua que te acuse será refutada. Ésta es la herencia de los siervos del Señor, la justicia que de mí procede, afirma el Señor”.

David estaba dando a luz un movimiento, cuando Saúl trató de asesinarlo e interrumpir el destino que Dios tenía para la nación, pero nada pudo detenerlo. ¡Profetizo que nada podrá detener el movimiento que usted estás dando a luz! Ordeno que estas asignaciones de interrupción y asesinato cesen ahora mismo sobre los que están leyendo esto, ¡en el nombre de Jesús!

¿De quién es la aprobación que buscas?

Hay muchas tácticas que el enemigo usa para retrasar lo que Dios quiere dar a luz a través de nosotros. Pero mientras conversaba con el Señor, sentía el amor y la aprobación incesante del Padre, combatiendo el miedo y la desaprobación que muchos están sintiendo en esta etapa de su embarazo espiritual. Su amor, ahora mismo, está rompiendo los grilletes religiosos de aquellos que no despegaron por miedo al fracaso, por miedo a la opinión de la gente y por miedo a no tener la aprobación y la luz verde de la gente.

Muchos de ustedes son portadores de movimientos poderosos, pero están esperando que alguien llame a su número, los “apruebe” y les dé una plataforma antes de despegar, desplegar la alfombra roja y abrir la puerta. Hice esto durante años y solo creó frustración y resentimiento en mí, porque nadie estaba viendo lo que yo cargaba. Todo el tiempo Dios me pedía que confiara solo en su aprobación y comenzara a salir diariamente.

En esta temporada, Dios está avivando las llamas que serán incendios forestales para las naciones. Algunos de los movimientos más poderosos de esta temporada no nacerán desde el escenario ni se untarán con la aprobación de las masas; nacerán en la oscuridad, bañados en el fuego del lugar secreto. Si Dios lo llamó, lo ungió y siente esa liberación, ¡entonces vaya!

1 Corintios 7:22-24 dice: “Porque el que era esclavo cuando el Señor lo llamó es un liberto del Señor; del mismo modo, el que era libre cuando fue llamado es un esclavo de Cristo. Ustedes fueron comprados por un precio; no se vuelvan esclavos de nadie. Hermanos, cada uno permanezca ante Dios en la condición en que estaba cuando Dios lo llamó”.

El miedo está saliendo de aquellos que se sintieron tímidos para avanzar; cada arma enviada para eliminarlos está siendo detenida y en su lugar sentirá la aprobación amorosa de Dios defendiéndolo hacia adelante.

La sala de corte

Los movimientos pasan por un viaje muy complicado antes de convertirse en algo tangible y a menudo en este proceso, los portadores se ven tentados a abortar la misión, incluso antes que vea la luz del día.

Recientemente tuve una visión de la mano de Dios tomando rollos y rollos de recuerdos y temporadas de la vida de la gente, uniéndolos para usarlos en algo significativo. Sabía que lo que estaba viendo era una sala de corte de fotografía y representaba el “proceso” por el que todos pasamos. Pero seguía escuchando la frase “el piso del rechazo”, como si estos fueran los momentos donde las personas se enfrentaban a un severo rechazo y oposición a sus llamados, sus dones y los movimientos que llevaban. Dios estaba recogiendo estos fragmentos y llevando sanidad a los corazones, resucitando lo que parecía muerto porque la gente los juzgó y los evaluó.

Muchos movimientos fueron probados en el fuego una y otra vez, incluso fueron rechazados por el hombre, para que no pudieran señalarse a si mismos o a otros cuando la luz de Dios brilló sobre sus vidas y los bendijo. Sus temporadas de rechazo van a ser el combustible para lo que está a punto de entregar, pero ya no mirará hacia atrás con amargura; no mirará hacia atrás y sentirá el dolor punzante, porque se dará cuenta que sólo sumaron a la potencia de lo que está dando a luz.

Cuando el Señor tomó estos rollos, repentinamente comenzaron a reproducirse en una pantalla de cine, pero en lugar de verse desordenados y caóticos, hubo una celebración, ¡como si se revelara la gloria escondida por Dios, ¡incluso en esos recuerdos difíciles!

Hay quienes se sienten como si llevaran mucho tiempo en este cuarto oscuro, esperando sin ningún cambio. Vi a estas personas como bodegas de vino fino añejo que el Señor estaba sacando de su época de maduración. Son los que se sintieron “en espera” hasta el punto donde se lo entregaron al Señor; pero esta fue una temporada donde Dios estuvo removiendo sus vientres, haciéndolos soñar de nuevo, sanándolos de la decepción y volviendo a recoger el testigo.

Le estuvo preguntando a Dios: “¿Por qué tardó tanto?”. Pero en esta temporada verá por qué Dios hizo madurar el vino para que se desarrolle durante más tiempo: por el impacto que va a tener el movimiento dentro de usted. No se desperdiciará ni una gota. Esta será una temporada de sueños cumplidos, donde verá materializadas las cosas que tenía sobre el papel.

¡Proteja el parto!

Más que nunca Dios me estuvo advirtiendo y mostrando cómo necesitamos estar preparados y protegidos en una temporada de parición de movimientos. Puede que ya tenga la “cuna” preparada, pero ahora es el momento de pensar en el parto.

Tuve un sueño justo antes de escribir esta palabra donde estaba en mi casa y tenía un coche nuevo en mi sala de estar que me maravillaba. Pero por fuera, la gente rodeaba la casa intentando distraerme para entrar. En los sueños, por lo general, los coches nuevos representan nuevos ministerios, movimientos y actualización. La casa representa nuestro corazón y nuestra vida, y en este caso, representaba la protección de mis fronteras ante una fuerza externa e invasora.

Volviendo al sueño... Me dirigí a la puerta y comencé a discutir con uno de ellos, pero tan pronto como lo hice, se despertó una turba furiosa que comenzó a tratar de sacudir la casa. Sabía que esto era demoníaco, porque incluso el demonio que Jesús expulsó del hombre poseído se llamaba “turba” (ver Lucas 8:30). La advertencia de este sueño era no enfrentarse al enemigo, sino tomar la autoridad y ordenarle que se fuera. Vigilar sus perímetros es asegurarse que no haya áreas donde el enemigo pueda acceder o donde tenga algo en común con él. ¿Con qué se entretiene? Proteja las fronteras de su corazón y su hogar, su familia y su destino serán intocables.

¿Quién está en la sala de partos?

Justo después que Jesús echara a la “turba” del hombre, fue y sanó a algunos otros, pero una en particular fue la joven que era hija de un líder religioso.

Marcos 5:38-40 dice: “Cuando llegaron a la casa del jefe de la sinagoga, Jesús notó el alboroto, y que la gente lloraba y daba grandes alaridos. Entró y les dijo: ¿Por qué tanto alboroto y llanto? La niña no está muerta sino dormida. Entonces empezaron a burlarse de él, pero él los sacó a todos, tomó consigo al padre y a la madre de la niña y a los discípulos que estaban con él, y entró donde estaba la niña”.

El Espíritu Santo me destacaba realmente esta historia porque creo que es clave para nosotros en esta temporada. Cuando estamos al borde de nuestro mayor avance y milagro, cuando estamos a punto de ver el nacimiento de nuestra promesa, también tenemos que echar fuera cualquier voz de duda, confusión o cualquier cosa que se oponga a lo que Dios está tratando de hacer a través de nuestra vida. Es como la frase que dice: “Cuando está dando a luz, no puede tener a todos dentro de la sala de partos”. Esto me vuelve a hablar de esta hora urgente, para asegurar que ¡nada impida el parto!

¿Quién está en la sala de partos con usted en este momento? ¿A quién está dejando entrar en el espacio de su corazón? ¿Está echando sus perlas ante personas que no creen en el lugar hacia dónde va?

Haga las maletas

Como un llamado a la acción, siento que el Señor está diciendo: “Prepárate”. Recuerdo que semanas antes que nacieran nuestras hijas, preparamos una bolsa de viaje para el hospital y siento que el Señor está diciendo: “¡Preparen sus maletas! ¡Prepárese!”. Aunque no lo vea ni lo sienta, Dios va a descubrir lo que estuvo dentro de su vida todo este tiempo.

¿Cómo puede hacer sus maletas? Aquí tiene algunas claves prácticas:

·   Viva intencionalmente a la “ofensiva” contra el miedo y la ansiedad que intenta hacerlo retroceder o robarle el gozo.

·     Rodéese de la verdad y adore durante su camino hacia la paz continua.

·     Hable y profetice las promesas de Dios para que no lo seduzcan las mentiras.

·     Tome autoridad sobre cualquier brujería y asignación espiritual que trate de adormecerlo, amordazarlo, cegarlo, ocultarlo e intimidarlo.

·     ¡Tome la Cena con frecuencia! ¡Hay poder en la sangre!

·     Recuérdese las victorias y los logros.

·     Celebre el inminente nacimiento y manténgase expectante.

·     Deseche el cansancio y la fatiga: ¡pida nuevas fuerzas!

·     Ponga la visión ante tus ojos; ¡mire hacia adelante y no hacia atrás!

Nate Johnston

(www.elijahlist.com)