lunes, 16 de junio de 2008



“¡Venza a los ladrones de su momento!”

Por Chuck Pierce

Permanentemente escucho y oigo la palabra “momentum” en los medios. En este año de impulso, debemos permitir que el Señor remueva cada obstáculo que nos impide avanzar con mayor fuerza y visión. Existe un momentum en el siguiente mover de Dios. ¡Permita que el sonido de este impulso se levante desde su interior!

Oí decir al Señor: “Estoy haciendo que se manifieste aquello que roba tus fuerzas para que puedas identificarlo y fortalecer lo que te queda para volver a levantarte. La carrera no terminó y te estoy entregando nuevas energías para terminarla. El impulso y el momento en el cual te encuentras es clave para tu avance. No pierdas tu momento. Cada momento en este tiempo es importante para impulsarte hacia delante con fuerza y unción.

¡Atrapa todo el momento en el que te encuentras! No permitas que el enemigo te gane este momento. No permitas que el enemigo te gane cualquier momento y te robe lo necesario para impulsarte hacia el Consumador de tu fe. Recibe la mano de mi poder, porque muchos están resistiendo el poder que anhelo entregarles. Debido a los errores y equivocaciones del pasado, parecen rechazar la unción que los impulsa hacia adelante. Permite que mi mano te empuje hacia adelante y te enseñe el camino por donde debes ir. Avanza hacia el lugar de mi presencia. No te detengas si mi presencia está avanzando. Golpea la indiferencia porque ella te detiene de tu momento. Decreta que se volverán a levantar tu celo y tu pasión. Te enseñaré el camino por donde debes andar. Déjame llevarte hacia adelante, aún hacia el lugar de gloria que no conoces. Atraviesa la puerta y sigue más allá.

Aunque las cosas a tu alrededor se pueden estar enfriando y comenzando a detener tu avance, estoy comenzando a hacer sonar el ‘sonido del movimiento’ desde lo profundo de tu espíritu. Como un barco bloqueado por el hielo, presionarás a través de este bloqueo hasta abrir un camino y te encontrarás a ti mismo en nuevas aguas. ¡No temas a las nuevas aguas y a tomar un curso desconocido! Estoy provocando que mi compás descienda en medio tuyo para sacarte fuera de la frialdad que vino y te rodeó. El frío de tu atmósfera te hizo mantenerte dentro y no salir a pescar. Te estoy llevando hacia aguas ‘repletas de peces’. No descanses en los viejos métodos, porque la Luz que está comenzando a arder en ti atraerá muchos peces. Tus recursos están allí. Atrapa el momento, alimenta tu fuego, quiebra la frialdad y las aguas conmigo”.

Chuck D. Pierce



“Descubriendo el propósito original de Dios”

Por Bobby Conner

Génesis 1:26 revela el plan maestro de Dios: “Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza. Que tenga dominio sobre los peces del mar, y sobre las aves del cielo; sobre los animales domésticos, sobre los animales salvajes, y sobre todos los reptiles que se arrastran por el suelo”

Tengo buenas y grandes noticias: Dios no se desvió ni una “iod” de su plan original, creando un pueblo con quienes poder desarrollar una comunión inquebrantable. En Cristo somos creados para tener dominio sobre todo lo que Dios creó. Está surgiendo una generación que restaurará todas las cosas que Adán cedió. Como resultado de su rebelión, la humanidad cayó de su lugar de intimidad con Dios. El Padre completará su plan de redención y restauración. Dios estableció que restaurará su voluntad (vea Joel 2:25). Este es el plan redentivo incomparable de Dios, trayendo a la humanidad otra vez hacia su comunión original con Él mismo a través del sacrificio de su Hijo.

Dios desea y se deleita en garantizarnos un nuevo comienzo (vea 2 Corintios 5:17). Él desea limpiar las manchas de nuestro pecado (vea Isaías 1:18). Como los días prometidos en Hechos 3:21, vivimos tiempos de refrigerio desde la presencia del Señor (vea Hechos 3:19). Estos no son sólo días de refrigerio, es un tiempo de avivamiento, restauración y refinamiento.

Los creyentes deben ser preparados con urgencia para ser enviados a los campos de cosecha: Este es un tiempo de movilización. Estamos siendo equipados por el Espíritu de Dios como obreros que fluirán y funcionarán en la unción para establecer su Reino (vea Hechos 1:8). Los objetivos de Dios serán alcanzados y llenará la tierra con el conocimiento de su Gloria. La verdadera gloria de Dios se revelará y toda carne le verá (vea Isaías 40:5). Este es el tiempo para levantarse y brillar porque la gloria prometida por Dios será vista sobre su pueblo (vea Isaías 60:1-5).

Los hijos e hijas revelados de Dios se soltarán en este tiempo (vea 1 Juan 3:1-4). Nuestra misión principal es establecer el Reino de Dios sobre la tierra para ver que Cristo recibe toda la medida de su sacrificio y toma todo aquello por lo cual pagó.

El Espíritu de Dios está llamando a los vencedores que desean caminar en un nivel más elevado con Cristo, moviéndose en un verdadero poder y autoridad (vea Apocalipsis 3:20-22).

Bendiciones,

Bobby Conner

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