Por Carol Kelley
A principios de Noviembre del 2009, el Señor me dijo: “2010 será un año de restauración”. La restauración de lo que perdimos en el pasado vendrá en muchos niveles, tanto para los creyentes individualmente como para el resto de la Iglesia. Observa expectante cómo la restauración y el aumento de Dios se establecen durante los próximos meses en las relaciones, la salud, la fe, las familias y las finanzas. ¿Quieres recuperar la esperanza que el Señor cumplirá el sueño o la visión que te entregó? Pon tus ojos en Él para que restaure, reviva y traiga a la realidad los sueños que murieron, se perdieron, abandonaron o quebrantaron.
Durante el otoño y el principio del invierno del 2009, el Señor me habló no menos de 70 veces sobre restauración. Aquí vemos un resumen de lo que dijo:
“Tengo planes para la doble restauración. Hubo muchas pruebas, pero habrá restauración. Mantengo viva la esperanza en ti. Estoy redimiendo los tiempos y las relaciones, estoy edificando y preparando. Yo soy el Señor, ¿habrá algo difícil para Mí?” (Jeremías 32:27).
“Ten una completa fe en Mí. Te estoy dando gracia, estoy redimiendo situaciones para mi propósito. Viene la restauración, cree en mis promesas. Sí, viene la restauración de las relaciones. Abriré puertas, verás cómo se manifiestan Mis promesas. Viene una revelación plena mientras se cumple cada promesa”.
“Traeré restauración, no abandones tu esperanza. Puedo redimir todas tus situaciones. Afírmate ahí durante esta transición, ¡las cosas ya están allí! Sí, este fue un tiempo de prueba, pero también de redención, gracia y misericordia. Esta prueba terminará en victoria. Sigue orando, creyendo y enfocándote en Mí. Recibe y camina en mi gracia y reposo”.
“Tengo planes para la restauración plena: ¡No retrocedas!”
A principios del Año Nuevo, el Señor me dijo:
“No abandones, porque durante este tiempo es prioritario para el aumento y la restauración. Te daré una medida completa de mi bendición”.
“Descansa en Mí (Salmo 37:7), no te desgastes por los errores de los demás (Salmo 37:1). Confía en Mí y continúa haciendo el bien (Salmo 37:3). No retrocedas, continua afirmándote y arraigándote en Mí. Continúa con tus actos de fidelidad”.
“Deléitate en Mí. Yo conozco los deseos de tu corazón y los honraré (Salmo 37:4). Comprométete conmigo, confía en Mí (Salmo 37:5). Actuaré a tu favor. Recompensaré tu confianza y tu fidelidad en Mí (Salmo 37:6)”.
“Aprende a descansar en Mí, aprende a esperar pacientemente en Mí (Salmo 37:7), aprende a no preocuparte. Confiar en Mí no siempre es sencillo para ti. Yo sé y entiendo esto, por eso estoy trabajando para ayudar al crecimiento de tu fe. No te condeno por tus luchas, pero te estoy llamando a un nuevo nivel de fe. Probé mi fidelidad sobre tu vida una y otra vez, por eso te invité a confiar en Mí de una nueva manera”.
“No abandones tu esperanza. Conozco los deseos de tu corazón y estoy trabajando. Te estoy dando gracia y misericordia en tu tiempo de necesidad (Hebreos 4:16). Viene la completa restauración y mi gloria se revelará en este proceso. ¡Nunca, nunca, nunca abandones! Mantendré mis promesas para que pases la prueba final en victoria. No te desanimes durante estas pruebas, porque terminarán en victoria. Tengo planes para una restauración completa”.
“Estoy trabajando todas las cosas para tu bien (Romanos 8:28). Tengo misericordia sobre tu vida, mi amor por ti es eterno (Jeremías 31:3). Nunca te fallaré o te dejaré (Deuteronomio 31:6, 8; Josué 1:5; Hebreos 13:5). Estoy contigo siempre, aún hacia el fin de los tiempos (Mateo 28:20)”.
Escrituras en las que meditar para reclamar la restauración del Señor
Deuteronomio 30:3: “… entonces el Señor tu Dios restaurará tu buena fortuna y se compadecerá de ti. ¡Volverá a reunirte de todas las naciones por donde te haya dispersado!”.
Salmo 14:7: “…Cuando el Señor restaure a su pueblo, ¡Jacob se regocijará, Israel se alegrará!”.
Salmo 23:3: “Él restaura mi alma”.
Salmo 41:3: “El Señor lo confortará cuando esté enfermo; lo alentará en el lecho del dolor”.
Salmo 51:12: “Devuélveme la alegría de tu salvación; que un espíritu obediente me sostenga”.
Salmo 53:6: “¡Quiera Dios que de Sión venga la salvación para Israel! Cuando Dios restaure a su pueblo, se regocijará Jacob; se alegrará todo Israel”.
Salmo 60:1: “¡Restáuranos!”.
Salmo 71:20: “¡Vuelve a restaurarme!”.
Salmo 80:3, 7, 19: “Dios, restáuranos”.
Salmo 85:1,4: “Tú restauras las fortunas de Jacob. Restáuranos, Dios de nuestra salvación”.
Salmo 126:4: “Ahora, Señor, haz volver a nuestros cautivos como haces volver los arroyos del desierto”.
Isaías 57:18: “He visto sus caminos, pero lo sanaré; lo guiaré y lo colmaré de consuelo. Y a los que lloran por él”.
Jeremías 15:19: “Si regresas, te restauraré”.
Jeremías 16:15: “Los restauraré a su propia tierra”.
Jeremías 27:22: “Los traeré de regreso y los restauraré”.
Jeremías 29:14: “Me dejaré encontrar y restauraré tus caminos, te reuniré de todas las naciones”.
Jeremías 30:3: “Vienen los días cuando restauraré las riquezas de mi Pueblo”.
Jeremías 30:17: “Restauraré tu salud y sanaré tus heridas”.
Jeremías 30:18: “Restauraré las riquezas de las tiendas de Jacob”.
Jeremías 31:18: “Hazme regresar y seré restaurado”.
Jeremías 31:23: “Una vez más, hablarán esta palabra… cuando restaure sus riquezas”.
Jeremías 32:44: “Restauraré tus riquezas”.
Jeremías 33:7: “Restauraré las riquezas de Judá y las riquezas de Israel, las reedificaré como eran al principio”.
Jeremías 33:11: “Restauraré las riquezas de la tierra como al principio”.
Jeremías 33:26: “Restauraré sus riquezas y tendré misericordia de ellos”.
Jeremías 42:12: “También te mostraré compasión y te restaurare a tu propia tierra”.
Lamentaciones 5:21: “Permítenos volver a ti, Señor, y volveremos; devuélvenos la gloria de antaño”.
Oseas 6:11: “¡A ti también, Judá, te espera la cosecha de tu maldad! Cuando cambie yo la suerte de mi pueblo”.
Joel 2:25-27: “Restauraré los años que comieron la oruga… y mi pueblo nunca más será avergonzado”.
Joel 3:1: “Cuando restaure las riquezas de Judá y Jerusalén”.
Sofonías 2:7: “En aquellos días, en el tiempo señalado, cuando restaure yo la suerte de Judá y de Jerusalén”.
Sofonías 3:20: “Daré a ustedes fama y renombre entre todos los pueblos de la tierra cuando yo los restaure ante sus mismos ojos”.
Zacarías 9:12: “Vuelvan a su fortaleza, cautivos de la esperanza, pues hoy mismo les hago saber que les devolveré el doble”.
Malaquías 4:6: “Él hará que los padres se reconcilien con sus hijos y los hijos con sus padres…”.
Gálatas 6:1: “Hermanos, si alguien es sorprendido en pecado, ustedes que son espirituales deben restaurarlo con una actitud humilde. Pero cuídese cada uno, porque también puede ser tentado”.
Santiago 5:15: “La oración de fe sanará al enfermo y el Señor lo levantará. Y si ha pecado, su pecado se le perdonará”.
Reciba la bendición y la restauración de Dios en cada área de nuestra vida durante el 2010 y en adelante.
Carol Kelley
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