martes, 16 de febrero de 2010

“¡El día de los soñadores! Dios quiere llenar de poder a los soñadores en el 2010”

 

Por John Belt

clip_image002Los sueños que Dios imparte, llevan dentro de sí la semilla de la gloria celestial. Debemos buscar a Dios de tal manera que pueda depositar dentro de nosotros los sueños hechos a la medida para nuestras vidas. Estos sueños tienen un rol clave para nuestra vida, entretejidos en el hermoso tapiz de su Reino revelado en la tierra hoy.

Llenando de poder a los soñadores

Dios quiere llenar de poder a los soñadores en el 2010. Los soñadores muchas veces son anulados por ser demasiado sensitivos a las opiniones de los demás. A veces pueden escoger a los amigos equivocados, haciendo que se oculten los planes del Señor para sus vidas. Pero Dios ama a los soñadores y busca oportunidades para llenarlos de poder.

Así como José era un soñador, Dios lo hizo atravesar una serie de situaciones para formar su carácter, su estabilidad y su fe. Luego de muchas pruebas, Dios encontró una joya sin precio en el corazón de José. Encontró una persona capaz de perdonar, avanzar y confiar en Él, que nunca se rendiría. Estas son las cualidades que Dios busca en todos nosotros. Dios también nos llama a ser soñadores. Si no soñamos, nuestras vidas están muertas. No existe propósito para una vida sin sueños. Si no tiene un sueño, ¡pídale a Dios que le entregue uno!

Perseverando en sus sueños

Sea grande o pequeño, todos los sueños tienen el potencial para crear una vida de fe, porque se necesita a Dios para realizar el sueño. Debemos soñar más allá de los límites de lo que podemos hacer para que Dios pueda ser el único que se lleve la gloria cuando se cumpla. Debemos perseverar en nuestros sueños y nunca dejarlos a un lado. Tuve muchas buenas ideas, pero las que vienen de Dios nunca me abandonan. La voz de Dios llama a nuestro espíritu para que se despierten estos sueños y así poder introducirnos en la tierra prometida de su propósito.

Nunca debemos sobrestimar el potencial de un sueño y tampoco subestimar el poder de nuestro Dios para cumplirlo. No necesitamos fe para lo posible, sino para lo imposible. Si es imposible, entonces sabemos que necesitamos a alguien más para que se cumpla. Aquí es donde nuestra dependencia con Dios se hace real. Dios quiere establecer soñadores que confíen en su habilidad para cumplirlos. Él desea sacarlos de su encierro para que puedan ver su grandeza, eludiendo la duda y la incredulidad de la gente miserable que está cegada a la verdad. La miseria ama la compañía, la gente miserable desea anular a un soñador porque los hace sentir inferiores.

Los soñadores tienen una cualidad superior porque la semilla y la vida en un sueño de Dios, nacieron en el cielo. Dios siempre proveerá las pruebas para un soñador. Pero un soñador trae esperanza y la gente sin esperanza pasa mucho trabajo con los sueños. Jesús es nuestra esperanza, es nuestro sueño hecho realidad. También es el principio de nuestros sueños, porque todas las cosas son hechas nuevas en Cristo. En Él somos nuevas criaturas donde todas las cosas son nuevas. Eso significa que todo es posible con Dios, ¡todo! No existe sueño demasiado grande para que Dios lo pueda cumplir.

“Pastel en el cielo”

La bendición está en los cielos con Dios. Debemos verla para atraparla. Dios le entregó a José un sueño como un “pastel en el cielo” donde todos se inclinaban ante él. Fue un sueño de prosperidad donde sería cabeza y no cola. Sería capaz de administrar y distribuir recursos. Pero Dios también sabía que José debería pagar un alto precio para creer en el sueño. Sabía que tendría que sufrir el rechazo de su familia y el tiempo que serviría en la prisión. Su propia familia rechazó sus sueños diciéndole que era un orgulloso. Quizá él tenía algo de orgullo, pero el de ellos era mucho mayor. Pero José tuvo un sueño porque estuvo en contacto con Dios.

Dios lo visitó y le entregó una invitación para creer en algo que estaba más allá de sus habilidades. Escogió creer y las pruebas lo siguieron. Luego llegó el día del cumplimiento en una noche. Dios quiere llenar de poder a sus soñadores luego que sus corazones atraviesen el proceso de sus tratos. Los que tienen sueños deberían alinearse con el corazón del Señor de tal manera que pueda llevarlos a su tierra prometida este año. Dios es bueno. Como dijo José: “Las cosas que ustedes tramaron para mal, Dios las transformó para bien”.

Génesis 50:20 dice: “Es verdad que ustedes pensaron hacerme mal, pero Dios transformó ese mal en bien para lograr lo que hoy estamos viendo: salvar la vida de mucha gente”.

Todas las cosas son posibles para los que creen y nada es posible para los incrédulos.

John Belt

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