Por Al Thomas
¿Alguna vez tuvo una cita importante e inesperadamente se encontró con el camino bloqueado? ¿Repentinamente se encontró perdido en un camino desconocido? El tráfico es pesado y usted apenas se mueve. Sabe que si no sale pronto de esa ruta será demasiado tarde. Luego caerá en un estado de agitación y stress. Aquí es donde el Espíritu Santo dice: “Hijo, ten paz”. Esto mismo ocurre en el espíritu: Algunos piensan que están en un lugar desconocido (detenidos en el tráfico espiritual), pero Dios los está preparando para una bendición. El Espíritu Santo está diciendo: “La obstrucción inesperada en el camino es una bendición encubierta”.
Con frecuencia, cuando todo parece ir bien en nuestra vida, surgen los problemas. Sin embargo, en realidad Dios está por manifestar algo bueno. A veces las batallas se ganan fácil y usualmente no tropezamos con las tentaciones, aunque sean constantes (vea 1 Corintios 10:13). Otras veces parece como si la vida se está desviando y todo se pierde. Esas cosas que solía manejar con facilidad, ahora lo abruman. Entonces se pregunta, ¿Dónde se fueron mis fuerzas? (vea Salmo 6:2). Allí está usted, llamado por Dios, siguiendo sus planes lo mejor que puede, cuando las cosas comienzan a desbarrancarse. Su espíritu ruge con entusiasmo, pero ahora la victoria parece una ilusión.
No tema, Dios está preparando algo: Una bendición para su vida
Sí, el camino parece desconocido, pero no está en el camino equivocado. El Salmo 37:23 declara: “El Señor afirma los pasos del hombre… ”. Usted no lo pidió, pero ahora debe pelear una pequeña batalla (vez Efesios 6:11-12). Debe mantenerse en movimiento hacia adelante. Lo esperan tremendas recompensas si no baja los brazos (vea Filipenses 1:6). Usted decide mantenerse en movimiento (vea Filipenses 4:13) y no abandonar. La ruta anterior congestionada se está por limpiar (vez Romanos 8:28). La niebla se levantará pronto, porque Dios está preparando una bendición inesperada para usted. Números 23:20 dice: “Se me ha ordenado bendecir, y si eso es lo que Dios quiere, yo no puedo hacer otra cosa”. Esto es lo que Dios le está diciendo.
No piense que porque usted no se mueve, Dios no se está moviendo
A veces, si Dios le hubiera permitido quedarse en el mismo camino del pasado (vea Proverbios 14:12), se hubiera perdido la oportunidad (y la bendición). Con frecuencia, Dios nos desvía a la fuerza para que podamos dirigirnos hacia las bendiciones que tiene para nosotros (vea Juan 4:38). A menudo se concreta más en la realidad espiritual cuando Él nos hace esperar (vea Isaías 40:31) y anhelar.
La espera no significa inactividad. Significa “descansar en Él”. No debe entrar en pánico porque parece que no ocurre nada. Él pulsó el botón divino de pausa para que pueda descansar en Él. (Algo que está tratando que usted haga en un tiempo más adelante). Sí, usted se está moviendo, sólo que esta vez Él lo está cargando. Sí, está progresando, pero esta vez Él lo está dirigiendo. Usted oró por esto demasiado tiempo, no pelee contra esto. Ahora se puede relajar mientras Él lo eleva. Cuando registre esto, su fe permitirá que el gozo del Señor se manifieste. La expectativa reemplaza al stress.
Debido a los bloqueos en la ruta, no piense que sus promesas están postergadas
En realidad ocurre lo opuesto (vea Salmo 138:8). Dios lo está llevando por un camino diferente. La promesa no sólo ocurrirá, se cumplirá en una escala mayor. Usted permite que Dios haga esto a su manera (vea Salmo 18:30). Sí, usted tiene buenos pensamientos y su corazón se encuentra en el lugar correcto, pero Dios quiere mostrarle un mejor camino. Debido a que usted no tomó su propio camino, rechazando el desvío del Señor, Él ahora puede hablarle de sus planes divinos y no de los suyos (vea Jeremías 29:11). Ahora se dará cuenta que debía haber tomado ese desvío mucho tiempo antes. Comience agradeciéndole a Él por este “camino extraño”. La comunión profunda con el Rey da resultados (vea Lucas 24:15). Sonreirá cuando sepa que Él está a cargo y arriba su paz.
Usted está en buena compañía y a punto de hacer historia
Dios está en el negocio divino de “bloquear los caminos”. Metió a Pablo en un desvío celestial (vea Hechos 9) y cambió la historia, volviendo el mundo al revés (vea Hechos 17:6). Jesús metió a unos pocos pescadores en un desvío divino y cambió sus vidas (y las del mundo) para siempre (vea Mateo 4:18-19). Dios le envió al ángel Gabriel a María para meterla en el mayor desvío de todos. Como ella lo aceptó (vea Lucas 1:30-31), usted y millones ahora están en el Reino de Dios. Ellos y muchos otros podían haber tomado el “camino normal y agotado”, pero no podrían haber cambiado la historia.
La autopista de Dios aparece ante sus pies (vea Isaías 35:8). Usted necesita comenzar agradeciéndole a Él por la interrupción. Regocíjese por los bloqueos en el camino que Dios estableció ante sus pasos. No se escape de ellos. Muchos serán bendecidos porque usted dijo: “Dios, no reconozco este camino. Nunca estuve aquí antes, pero como tú lo dijiste, seguiré tu desvío para mí”.
Recuerde, nadie dijo que siempre tiene que entender este bloqueo divino en su camino. Eso vendrá después. Por ahora, respire profundo, cálmese y disfrute el paisaje. No se preocupe. Por nada esté ansioso (vea Filipenses 4:6). Simplemente mantenga sus ojos en Jesús y Él le permitirá ver la salida (vea 1 Samuel 3:10). ¿Caminos bloqueados? ¿Desvíos? No lo creo. Usted se encuentra en el camino de sus bendiciones.
Considere esto: Hasta ahora Dios nunca tuvo un día donde dijo: “Oye, no pude ver ese problema…”.
Al Thomas
(www.elijahlist.com)
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