Por Paul L. Cox
¿Estoy loco? El don de discernimiento
En la palabra de Bob Jones de 1999 en el libro “La vara del Pastor”, profetizó acerca del año 2000: “Una de las promesas más notables que nos entregaron este año es la impartición del discernimiento espiritual en una escala mucho mayor. Universalmente, la sensibilidad espiritual en la Iglesia se estuvo secando. No sólo la sensibilidad espiritual que necesitamos para dividir correctamente la Palabra, también para discernir a nuestros hermanos en el Cuerpo de Cristo y las revelaciones que recibimos por el Espíritu Santo”.
“Estas revelaciones espirituales también se podrán discernir por medio de los cinco sentidos naturales. La sensibilidad del gusto, el olfato, la vista, el oído y el tacto, incrementarán su sensibilidad en la dimensión del Espíritu, proveyendo iluminación adicional en los tiempos y las estaciones por venir. Esto también se manifestará sobre las cosas que debemos hacer para estar preparados para esos tiempos… Los cinco sentidos naturales podrán percibir la realidad espiritual”.
Hacia el año 2000 llevaba nueve años operando en el don de discernimiento y me decían loco. No pude encontrar a nadie que experimentara lo mismo que yo y no encontré literatura que explicara lo que me estaba ocurriendo. Ahora estoy en el 2014 y puedo ver el cambio. En cada seminario que enseño, puedo encontrar que al menos el 80% de los presentes están comenzando a discernir a través de los cinco sentidos físicos. Muchos se sorprenden porque las sensaciones en sus cuerpos son dolores físicos que no se quitan con medicación, esta es una reacción ante la actividad espiritual que los rodea. Otros se deleitan cuando saben que los zumbidos que sienten en sus oídos, en realidad son sonidos que perciben de la realidad espiritual: ángeles cantando en lenguas, los santos cantando un cántico nuevo o la actividad en los lugares celestiales.
La buena noticia es que Hebreos 5:14 sigue siendo una verdad: “En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual”. No sólo podemos entrenar a nuestros sentidos para discernir el bien y el mal, podemos permitir que el Espíritu Santo entrene nuestros sentidos para reconocer a los seres espirituales específicos que están presentes. Entonces, ¿por qué es importante?
El contexto de Hebreos 5:14 es un tratado sobre Melquisedec. Melquisedec es la función sacerdotal suprema de Jesucristo. El discernimiento se activa para que podamos comprender cuando Melquisedec está intercediendo por nosotros y luego discernir espiritualmente los resultados de esa intercesión. Aquí están las buenas noticias. Cuando discernimos como esto, luego podemos “hacer lo que el Padre está haciendo” (vea Juan 5:19)
Cómo discernir a Melquisedec
En la primavera de 2010 comencé a sentir que debíamos reunirnos a principios de Pentecostés, la tarde del 22 de Mayo a la caída del sol. Invité a todos los que quieran venir y unirse conmigo en el centro Aslan (nuestro centro de convenciones). Llegué a las 7:30pm y había un pequeño grupo reunido mientras caía el sol. Mientras esperábamos, podíamos sentir la presencia del Señor incrementándose y en la medida que desaparecía la luz del sol, sentimos una brisa tranquila que se movía por el salón. A las 7:50pm, la unción aumentó rápidamente y sentimos que debíamos unir nuestras manos. Luego, repentinamente comencé a correr por todas partes. Quiero decirle que hacía años que no corría.
Corrí alrededor del salón con todas mis fuerzas siete veces. Cuando finalmente regresé a mi silla, el Señor me sentó y me preguntó: “Bien, ¿qué significa todo esto?”. Cada persona tiene una idea diferente. Unos decían que me estaba manifestando, otros que me estaba desatando, otros que iba hacia la parte de atrás por algo. Me quedé maravillado y mistificado durante varias semanas por lo que esto significó.
Además durante la primavera del 2010, comenzó el discernimiento de algo nuevo. Estaba hablando por teléfono con mi amigo el Pastor Rob Gross de Kaneohe, Hawaii y juntos nos dimos cuenta que estaba identificando a Melquisedec. Mientras analizaba el significado de discernir a Melquisedec, seguí diciéndole a otros y especialmente a Rob: “No comprendo esto”. Escuché un juego de grabaciones y leí unos libros sobre Melquisedec, pero seguía insatisfecho. Sabía que había mucho más que el Señor quería que entendiera. Este era un misterio que no lograba comprender, pero ¿qué era eso?
En mi búsqueda de las cosas de Dios, a menudo digo que necesito mi momento de claridad cuando todo lo que el Señor trató de comunicarme, finalmente cobró sentido. Respecto de Melquisedec, mi momento finalmente llegó cuando comprendí que el Señor me llevó hacia el mismo comienzo de mi entrenamiento para discernir el bien y el mal. Recordé que el Señor me entregó Hebreos 5:14 justo después de dictar mi primer seminario sobre discernimiento: Aprendiendo a discernir la batalla.
Regresaba a mi casa desde Virginia luego del seminario, cuando me llamó por teléfono mi amigo el Dr. Tom Hawkins y me dijo: “Tengo una Escritura que el Señor me entregó para ti”. Esa Escritura era Hebreos 5:14 y se transformó en el verso fundacional para el llamado que Dios me hizo para que enseñara sobre el discernimiento: “En cambio, el alimento sólido es para los adultos, para los que tienen la capacidad de distinguir entre lo bueno y lo malo, pues han ejercitado su facultad de percepción espiritual”. Hoy, años más tarde, mi sorpresa ocurrió cuando me di cuenta que este verso está justo en medio del pasaje que habla sobre Melquisedec.
Intercesión de Melquisedec
Luego de veinte años, el Señor me llevó hacia el comienzo de los días y me mostró que el discernimiento tiene que ver con reconocer la intercesión de Melquisedec. Se trata de conocer las cosas por las cuales el Señor Jesús está intercediendo en su función como Sumo Sacerdote eterno, Melquisedec, y luego hacer lo que el Padre está haciendo.
Todos estos años me entrené aprendiendo a discernir muchos diferentes tipos de seres espirituales: ángeles, serafines, querubines, ancianos, gobernadores, espíritus elementales, orbes, poderes, etc. Ahora puedo ver que el propósito de mi entrenamiento no era sólo reconocer a estos seres, también fue para entender la intercesión de Melquisedec como el Sumo Sacerdote ante el Padre. Cuando pude discernir los seres espirituales que están presentes, sería capaz de ver lo que el Padre estaba haciendo, porque Él me estaba entrenando respecto de sus propósitos y funciones. Entonces podría saber cómo responder basado en mi discernimiento y comprender cómo hacer lo que el Padre está haciendo.
Por años me dijeron que el discernimiento (el uso de los sentidos físicos para conocer lo que está ocurriendo en la realidad espiritual) no era necesario, hasta me dijeron que no era escritural. Ahora comprendo que no sólo el discernimiento es necesario, es esencial para entrar en las nuevas dimensiones que Dios tiene para nosotros y comprenderlas.
Melquisedec se menciona por primera vez en Génesis 14, entre los nueve reyes y naciones que entraron en guerra. Abram quedó envuelto en el conflicto porque su sobrino Lot fue tomado prisionero. Junto a 318 siervos persiguió a estos enemigos, atacándolos y rescatando a Lot. Luego, mientras Abram regresó al Valle del Rey con el Rey de Salem buscándolo, Melquisedec repentinamente se apareció ante él.
Génesis 14:18–20 dice: “Y Melquisedec, rey de Salem y sacerdote del Dios Altísimo, le ofreció pan y vino. Luego bendijo a Abram con estas palabras: ¡Que el Dios altísimo, creador del cielo y de la tierra, bendiga a Abram! ¡Bendito sea el Dios altísimo, que entregó en tus manos a tus enemigos! Entonces Abram le dio el diezmo de todo”.
Creo que Melquisedec es el eterno Sumo Sacerdote que vino como Jesucristo. Melquisedec es la función de Jesucristo como el eterno Sumo Sacerdote, siempre intercediendo por nosotros. Como se mencionó en las Escrituras, Melquisedec es el Rey de Paz (Salem) así como el Rey de Justicia.
Melquisedec bendijo a Abram porque el Señor les había entregado a sus enemigos en sus manos. ¿Podría ser que cuando somos conscientes de Melquisedec, sería una señal que el Señor nos está entregando la victoria sobre nuestros enemigos? Me pude dar cuenta que esto es lo que le estuve pidiendo al Señor. Algunos meses atrás estuve sentado en un jacuzzi, desgastado porque había estado batallando contra la hechicería y oré: “Señor, ¿cuándo será que ganaremos?”.
Una ira justa brotó desde mi interior y declaré: “¿Cómo se atreven estas personas a practicar la hechicería y levantarse contra el Dios Altísimo?”. Realmente estaba enojado y volví a preguntar: “Dios, ¿cuándo vamos a ganar? Señor, ¿por qué no despliegas tu gloria y remueves a aquellos que se levantan contra los planes de tu Reino?”. Oré por gracia y misericordia para ellos, pero declaré: “Dios, levántate y destruye a tus enemigos”.
¿No es tiempo de la venganza de Dios en contra de sus enemigos? ¿No es tiempo para que avance el Reino de Dios? La revelación de Melquisedec parecería indicar que ahora nos estamos moviendo hacia un tiempo en el cual tendremos victoria sobre nuestros enemigos.
Melquisedec es un Rey y un Sacerdote que pertenece al Orden de Melquisedec. Nuestro Padre celestial siempre quiso que su pueblo fuera un orden de Reyes y Sacerdotes. Esa fue su intención para los hijos de Israel. Sin embargo, Israel no quiso eso y el pueblo rechazó esa posición. Luego el Señor apartó a la tribu de Leví para que actuaran como sacerdotes para el pueblo.
Sin embargo, luego de la resurrección de Jesucristo, la Iglesia entró en una nueva posición. Los creyentes conforman un “real sacerdocio”. Ahora somos Sacerdotes Reales y pertenecemos al orden de Melquisedec.
La función de Sumo Sacerdocio de Jesucristo
Después del breve relato de Melquisedec en Génesis, no se lo menciona más hasta 900 años después, durante el tiempo del rey David, quien lo menciona en el Salmo 110. Es notable que aunque David era rey, también entró en el lugar santo y comió los panes de la ceremonia, actuando como un sacerdote real.
David estableció con claridad en el Salmo 110 que Melquisedec está ligado a la victoria sobre nuestros enemigos. El Salmo 110:1-2, 4 dice: “Así dijo el Señor a mi Señor: Siéntate a mi derecha hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies. ¡Que el Señor extienda desde Sión el poder de tu cetro! ¡Domina tú en medio de tus enemigos!... El Señor ha jurado y no cambiará de parecer: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec”.
Ahora, pasaron 900 años más antes de volver a oír acerca de Melquisedec. El libro de Hebreos ofrece la descripción más detallada de Melquisedec y nos habla claramente acerca de la función del Sumo Sacerdocio de Jesucristo. En Hebreos 5-8, se nos recuerda que Jesús es Melquisedec para siempre.
Él es Rey de Paz y Rey de Justicia. Es el maravilloso Jesús, el Perfecto, quien por medio de su intercesión nos habilita para perseverar y tener esperanza en el futuro. Este Melquisedec no es un sacerdote de la tribu de Leví, sino de la tribu de Judá. El pasaje de Hebreos 8:1-2 dice: “Ahora bien, el punto principal de lo que venimos diciendo es que tenemos tal Sumo Sacerdote, aquel que se sentó a la derecha del trono de la Majestad en el cielo, el que sirve en el santuario, es decir, en el verdadero tabernáculo levantado por el Señor y no por ningún ser humano”.
Sin embargo, ¿cómo comprendemos realmente a Melquisedec? Este conocimiento no es sólo intelectual, sino un discernimiento que se incrementa por medio de los cinco sentidos físicos. Es difícil comprender a Melquisedec sin el discernimiento físico. Quizá sea el tiempo para entrenar nuestros sentidos para conocer cuándo Melquisedec está intercediendo, para que pueda discernir las respuestas del Padre a esa oración sacerdotal. Cuando discernimos a Melquisedec, entonces comprenderemos mucho más lo que está haciendo el Padre. Como Jesús, seremos capaces de hacer lo que veamos hacer al Padre.
Dr. Paul L. Cox
(www.elijahlist.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario