Por Garris Elkins
Mientras oraba acerca de lo que vendrá en el año 2015, pude ver la imagen de unas olas que se aproximaban. Pude ver una ola tras otra que se acercaban a nuestras costas y rompían sobre nuestra nación. Mientras muchos están esperando la llegada de olas de terrorismo y enfermedades, el Señor me dijo: “Quiero que mires las otras olas. Mira las olas que estoy enviando. En esto debes enfocarte. Las olas que estoy enviando vencerán estas pequeñas olas de temor y muerte, limpiando tu nación con el fruto de mi presencia”. Mientras oía estas palabras, supe que se están por cumplir las promesas que tanto había esperado.
Olas de la presencia de Dios sobre nuestra nación
El mismo día que Dios me reveló la imagen del tsunami, asistí a un servicio de adoración en la Iglesia Living Waters, en Medford, Oregon. El grupo de adoración cantaba la canción “Tú me haces valiente”. La presencia de Dios se sentía por todo el santuario de una manera muy poderosa. Mi esposa Jan me preguntó: “¿Pudiste sentir lo que ocurría hoy durante la adoración?”. Sentí algo muy inusual. El resto del día continué repitiendo parte de esa canción en mi corazón. Las palabras eran:
“Como tu amor, ola tras ola,
rompen sobre mí, rompen sobre mí
Tú estás por nosotros
No estás contra nosotros
Campeón del Cielo
Hiciste un camino para que todos podamos entrar”.
Estas olas de la presencia manifiesta de Dios que se acercan, están abriendo su camino a través de nuestra nación porque el corazón del Señor nos abruma con su amor. En algún punto del tiempo pasado hicimos oraciones que se pusieron de acuerdo con el corazón de Dios. En las aguas profundas de la dimensión del Espíritu, la fe generada por estas oraciones desplazó el temor y la incredulidad. Como un tsunami natural, este desplazamiento creó el cambio necesario para dar a luz una serie de tsunamis espirituales que estuvieron corriendo en silencio en las aguas profundas del mundo espiritual a favor de nuestra nación. Los tsunamis naturales pueden viajar a la velocidad de un jet mientras cruzan todo el océano. Se mantienen indetectables mientras viajan por las profundidades del océano. Sin embargo, al llegar al continente finalmente se encuentran con la elevación geográfica del fondo marino y sueltan su poder impactando la línea costera.
Sus olas sueltan destino
En los próximos meses comenzando el 2015, sentí que estas olas de respuesta llegarán a nuestras costas elevándose como una demostración poderosa de la presencia de Dios sobre nuestra nación. En el escenario de un tsunami natural correríamos para alejarnos y salvar nuestra vida. Cuando este tsunami espiritual nos alcance, correremos hacia él y nos sumergiremos dentro de su ola.
Olas de terror, enfermedad y temor no podrán manifestar nuestro destino. Sólo la presencia de Dios puede manifestar nuestro destino y en ella debemos enfocar nuestra atención. Cuando cada uno de nosotros descubre la profundidad del amor de Dios, el destino por el cual Dios nos dio la vida, ese descubrimiento comenzará a cambiar el destino de nuestras ciudades y nuestra nación. Las olas del 2015 vienen para desatar ese destino.
Garris Elkins
“Una generación de portadores de la gloria que ministrará desde la nube de gloria”
Por Jesse Shamp
El Señor me entregó un sueño sobre un despertar que ocurrirá en América. En este sueño, estaba parado en un estadio en América lleno con miles de personas. La gloria del Señor era extremadamente intensa y eléctrica. Pude ver cómo un hombre caminaba hacia la plataforma y comenzaba a predicar el Evangelio. Había una nube dorada que lo rodeaba y mientras comenzaba a predicar, muchos eran sanados al instante. Estas personas fueron sanas por la gloria y la bondad de Dios. La Biblia dice que la bondad de Dios lleva al hombre al arrepentimiento (Romanos 2:4).
Creo que Dios recogerá una cosecha poderosa de almas en América por medio de milagros, señales y maravillas. Dios soltará a muchos quienes no sólo ministrarán en la unción imponiendo manos sobre los enfermos; levantará a aquellos que ministrarán en su gloria. El profeta Isaías una vez preguntó: “¿Quiénes son estos que vuelan como una nube?”. Creo que Isaías estaba profetizando algo para nuestros días.
Isaías 60:1-2 dice: “¡Levántate y resplandece, que tu luz ha llegado! ¡La gloria del Señor brilla sobre ti! Mira, las tinieblas cubren la tierra, y una densa oscuridad se cierne sobre los pueblos. Pero la aurora del Señor brillará sobre ti; ¡sobre ti se manifestará su gloria!”.
La gloria del Señor se verá en la Iglesia y el mundo podrá verla. Entonces la gente será atraída hacia la presencia y el poder del Señor. Muchos de nosotros estamos experimentando algo de la gloria de Dios ahora, ¡pero aún no vimos nada como lo que el Señor está a punto de soltar!
Lucas 5:17-18 dice: “Un día, mientras enseñaba, estaban sentados allí algunos fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y también de Jerusalén. Y el poder del Señor estaba con él para sanar a los enfermos. Entonces llegaron unos hombres que llevaban en una camilla a un paralítico. Procuraron entrar para ponerlo delante de Jesús…”.
Mientras Jesús estaba ministrando, el poder del Señor se presentó para sanar. Le dijo al hombre: “Te digo, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa”. Jesús no tuvo que imponer sus manos sobre el hombre para que fuera sano, la persona fue sana por la atmósfera de la gloria de Dios. Creo que esto ocurrirá en EEUU. El poder del Señor se presentará para sanar.
¡Dios está haciendo cosa nueva!
Usará a muchos para hablar en estadios mientras se derrama la gloria de Dios en América. Dios no se limitará a sí mismo usando a una sola persona, usará a muchas. No habrá una sola persona que pueda llevarse el crédito por lo que Dios hará y desatará. Continué soñando esa noche con estadios en EEUU llenos con miles de personas hambrientas por el poder y el amor del Señor. Dios está listo para estirar su mano sobre EEUU, desatando un nuevo despertar y una gran cosecha.
Jesse Shamp
(www.elijahlist.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario