Por Bob Hartley
Cada año en esta época buscaba una revelación de mi amigo Bob Jones para ver qué nos deparaba el año siguiente. Él las llamaba “la vara del Pastor”. Este término surge del pasaje de Ezequiel 20:37: “Así como el pastor selecciona sus ovejas, también yo los haré pasar a ustedes bajo mi vara y los seleccionaré para que formen parte de la alianza”. Esta escritura retrata simbólicamente a un pastor extendiendo su vara mientras las ovejas pasan debajo para ser evaluadas. Asimismo, como ovejas del Señor, nosotros pasamos debajo de su vara durante este tiempo como se describe en Jeremías 33:13 y Levítico 27:32.
La noche del 24 de Septiembre mientras me iba a dormir, no me había dado cuenta que a la caída del sol comenzaba Rosh Hashanah, el año nuevo hebreo. Entonces el Señor me entregó el siguiente sueño. Este sueño fue seguido inmediatamente por una serie de sueños sobre baseball, donde había señales y una parábola combinadas para crear una nueva esperanza narrativa.
Pude ver al Señor y a Bob Jones parados juntos. Bob se reía y me miraba. Luego el Señor dijo: “Este es el año de la esperanza loca y substancial”. Luego pude ver a muchos sentados alrededor de la mesa del Señor y Él estaba por llegar. Había una gran comunión, amor y honor. Luego el Señor tomó su lugar en la mesa. Me sentía abrumado por la presencia del Señor. Había mucha vida y mucha diversión. Sin embargo, Él dejó muy claro que este año el Cuerpo de Cristo sería evaluado en su esperanza. Nos invitaba amablemente a profundizar en una reforma de esperanza loca durante la evaluación de la vara del Pastor. Este no fue sólo un tiempo de evaluación, también de promoción.
Luego el Señor volvió a decirnos a todos los que estábamos en la mesa: “Este es el año de la esperanza, una esperanza loca y estoy evaluando al Cuerpo de Cristo de acuerdo a la esperanza”. Este será un año como lo define Oseas 2:14-15, donde el valle de Acor (desafíos) se transforma en una puerta para la esperanza. El Señor dice: “Este es el año donde nos transformamos de la desesperanza hacia la esperanza. Hay muchos en el Cuerpo de Cristo que fueron desafiados por las promesas de reforma que tengo para mis ciudades y naciones”.
Me dijo que durante el año pasado, las dudas atrajeron muchos problemas. Nuestras propias dudas y temores nos llevaron a operar fuera de la esperanza. Esto es pecado y permite que el enemigo nos ataque, arrase nuestro campamento y arrebate nuestro territorio. Me habló sobre ser como Josué, quien se dio cuenta después de 40 años en el desierto que era el tiempo de entrar en la tierra prometida. Luego dijo el Señor: “La cápsula del tiempo está abierta ahora para las promesas y es tiempo de entrar en nuestra herencia”.
Dijo que el antídoto para estas deudas es Hebreos 6:9-19: “En cuanto a ustedes, queridos hermanos, aunque nos expresamos así, estamos seguros de que les espera lo mejor, es decir, lo que atañe a la salvación. Porque Dios no es injusto como para olvidarse de las obras y del amor que, para su gloria, ustedes han mostrado sirviendo a los santos, como lo siguen haciendo. Deseamos, sin embargo, que cada uno de ustedes siga mostrando ese mismo empeño hasta la realización final y completa de su esperanza. No sean perezosos; más bien, imiten a quienes por su fe y paciencia heredan las promesas. Cuando Dios hizo su promesa a Abraham, como no tenía a nadie superior por quien jurar, juró por sí mismo, y dijo: Te bendeciré en gran manera y multiplicaré tu descendencia”.
“Y así, después de esperar con paciencia, Abraham recibió lo que se le había prometido. Los seres humanos juran por alguien superior a ellos mismos, y el juramento, al confirmar lo que se ha dicho, pone punto final a toda discusión. Por eso Dios, queriendo demostrar claramente a los herederos de la promesa que su propósito es inmutable, la confirmó con un juramento. Lo hizo así para que, mediante la promesa y el juramento, que son dos realidades inmutables en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un estímulo poderoso los que, buscando refugio, nos aferramos a la esperanza que está delante de nosotros. Tenemos como firme y segura ancla del alma una esperanza que penetra hasta detrás de la cortina del santuario”.
El Señor dijo que estamos llamados a ser como una familia o una tribu. Luego identificó a varias congregaciones, movimientos, familias y tribus donde las esperanzas divinas se mantienen con vida. Dijo: “Debes vivir en una atmósfera de esperanza y no de duda”. Luego dijo cómo muchas de estas familias o tribus desarrollarían su esperanza juntos este año. La reforma tocaría a muchas ciudades y naciones por toda la tierra. El Señor fue muy claro cuando dijo: “No existen las personas, congregaciones, movimientos, familias o negocios insignificantes… Todo es importante en mi familia”.
Alimentando la esperanza personal
Luego el Señor les habló a varios individuos alrededor de la mesa. La primera vez señaló a uno y le dijo muy amablemente: “Tú iniciaste esta esperanza, no se originó en mí. Definieron sus propias esperanzas y se marchitaron. Pero ahora quiero que vuelvan a mi mesa con otros y me pregunten acerca de sus esperanzas. La gloria de los reyes es descubrir un asunto. Ordené esperanzas para ustedes que son mejores de las que alguna vez concibieron. Tengo mayores esperanzas divinas destinadas para ustedes”. Esto continuó mientras cada uno era evaluado en su esperanza bajo la gracia. Esta fue una buena evaluación. El Señor continuó: “Esta es una invitación para un tiempo de crecimiento”.
Luego el Señor dijo que la esperanza natural que se inicia en nosotros muere. Este proceso de evaluación fue muy bueno porque muchas personas alimentaron esperanzas que no se originaron en el corazón del Señor. Esta esperanza natural desplazó a muchos de una mayor esperanza que Él deseaba entregarles. Luego el Señor evaluó nuestra manera de oír para ver si éramos guiados por su esperanza. Dijo: “Este año estoy soltando un mayor nivel de esperanza del Reino que les permitirá entrar en lo que estoy trayendo sobre la tierra”.
Luego el Señor evaluó nuestra alabanza y nuestra esperanza loca en la adoración. Adorarlo a Él y asumir sus facetas de reforma nos llevarán por encima de las nubes de la duda y la desesperanza, hacia una esperanza llena de su perspectiva y su presencia. Dijo: “Este es el momento para redoblar nuestra adoración y alabanza”. Luego estableció que nuestro tiempo de guerra había terminado (ver Isaías 40:2) y estamos entrando en los campos iluminados por el sol de la vida con Él, con una esperanza loca (ver Salmo 56:13).
Luego el Señor dijo: “Las armas de nuestra guerra serán diferentes en este nuevo tiempo” (ver 2 Corintios 10:4). Luego el Señor me mostró cuatro serpientes que atacaron nuestra esperanza mientras tratábamos de llevar la reforma a nuestras esferas de influencia. Estas eran similares a las que describí en la nota “Reformadores de esperanza” en Septiembre del 2013. Una serpiente envolvía nuestros pies para impedirnos avanzar hacia nuestras promesas y el Señor dijo que las venceríamos aplicando “esperanza contra esperanza”. Otra serpiente envolvía nuestros cuellos para silenciar nuestra voz de adoración y alabanza. El Señor dijo que venceríamos por la “esperanza que no se ve”. La tercera atacaba nuestros corazones y el Señor dijo que las conquistaríamos por medio de una “esperanza sin preocupación”. La cuarta nos mordía en el hígado para derramar amargura y bilis. Esta era derrotada por una “esperanza como la de los niños”.
Al final de este sueño pude ver a Bob Jones mirando los campos soleados con el Señor que estaban abiertos para todas las tribus diferentes. Pude oír al Señor que nos decía: “Este es el tiempo para reescribir nuestra lista de promesas”. Es tiempo para desarrollar nuestras habilidades de revelación y nuestras promesas reveladas. Continuó diciendo: “Tomaré tu mano como la pluma de una escritor atento y escribirás tu lista de promesas y esperanzas. Algunas vendrán de tu lista pasada, otras de tu presente y otras de tu futuro”. Este es nuestro mandato para el próximo año de la esperanza loca: Escribir, parir y celebrar la esperanza loca.
Sueños de Reino
Ante todo quiero aclarar que no soy un fan del baseball. Sin embargo, mientras estaba en Kona, Hawaii, la primera semana de Septiembre tuve un sueño donde veía la manifestación de ángeles reales. El Señor me dijo: “Observa a los Royals (un equipo de baseball), porque luego de muchos años de decepción, la gente del Reino entraría en el tiempo de Números 27:18-23, donde fueron comisionados para entrar en sus promesas. Obsérvalos, porque ganarán y traerán un cambio desde la desesperación a la esperanza”. No comprendí por completo el significado de esto, pero inmediatamente llamé a Chris Castanza, uno de mis compañeros ministeriales y le dije que consiguiera boletos para todo mi staff para ver el partido de los Royals.
Mi segundo sueño vino la noche anterior a Rosh Hashanah, el 25 de Septiembre, tres días antes que terminaran los juegos del Playoff. En este sueño el Señor estaba hablando con mi mentor Bob Jones. El Señor luego se volvió hacia mí y me dijo: “Será como en 1985. ¿Recuerdas qué los trajo a casa?”. Recuerdo el sueño de Bob Jones con el baseball en 1985, cómo el amor, la fe y la sabiduría piadosa “llegarían a base”, pero la gracia los llevaría hacia el “home”. Recuerdo lo que el Señor le preguntó a Bob: “¿Sabes por qué el amor, la fe y la sabiduría piadosa pudieron llegar a la base, pero no ganar el juego? Si tu amor, tu fe y tu sabiduría fueran suficientes para ganar, habrías pensado que fue por tu propio esfuerzo. Tu amor, tu fe y tu sabiduría te pueden llevar lejos, pero sólo mi gracia te puede hacer llegar a tu destino”.
Luego el Señor me mostró el juego de los Royals. Pude ver a la gente del Reino jugando en un equipo, cuya apariencia era más atlética que los jugadores originales. Así como ocurrió en el sueño de Bob Jones, el Señor luego me mostró qué se necesitaba para ganar. Dijo: “La esperanza oculta los llevará hacia la primera base. Luego sus pies descansarán y se iluminarán. Esta esperanza sin preocupación los llevará hasta la segunda base. Estarán llenos de gozo y robarán con facilidad la tercera base con la ‘fe de un niño’”. El Señor continuó: “La salvación viene de un lugar incierto y la ‘esperanza contra esperanza’ los llevará hacia el ‘home’”.
El equipo de baseball Kansas City Royals nos demostraría a todos nosotros cómo entrar en este año de la esperanza loca. Por medio de estas cuatro esperanzas, ganaríamos y entraríamos en nuestras promesas. La foto de portada del Kansas City Star mostró a Salvy Perez, quien fue clave para ganar el juego, con los brazos en alto, la boca abierta y mirando con alegría hacia las gradas. El encabezado de la foto dice: Salvación. El artículo continuó: “El maravilloso encabezado ‘salvación’ fue mucho más que una frase sobre el nombre redentivo de un jugador. Tenía que ver con esta ciudad, este equipo y estas personas. Si los canales deportivos de cable, los programas de radio y los medios de comunicación social están en lo cierto, parecería como un tiempo de esperanza y redención para todos nosotros”.
Tercer sueño
La noche siguiente, el 26 de Septiembre, tuve mi tercer sueño con los Royals. Fue el sueño más corto y el Señor dijo: “Los ángeles se sacrificarán a sí mismos para que surja la gente del Reino. Ganarán los 11 innings”. Luego me señalo el Salmo 11:1 y enfatizó cómo la esperanza es indispensable para edificar los fundamentos correctos que traerán la reforma. El equipo de los Royals ganó en el 11vo inning.
Cuarto sueño
La noche siguiente tuve el cuarto sueño. En este sueño el Señor dijo que los Royals ganarían 4-1. Esto reforzó el sueño anterior y representaba las cuatro esperanzas necesarias para nuestro fundamento. Los Royals ganaron 4 a 1, una vez más en 11 innings.
Quinto sueño
El quinto sueño fue el 3 de Octubre donde la gente del Reino había saltado sobre el montículo y entraba en su momentum. El Señor dijo: “La esperanza es contagiosa. La esperanza es un estilo de vida”. Los Royals ganaron con facilidad y encabezaron la serie del campeonato Americano.
Sexto sueño
El último sueño fue el 6 de Octubre. Este sueño no fue específicamente acerca del baseball. El Señor me recordó algunos eventos trágicos y decepcionantes que experimentamos con mi esposa como misioneros en Zimbabwe. Como conclusión al revisar estos hechos pasados, el Señor dijo: “Debes caer para levantarte” y “¡La esperanza loca ganará!”.
Dejo a su criterio interpretar esto mientras lo guía el Señor. Manténgase sintonizado para revelaciones futuras.
Bob Hartley
(www.elijahlist.com)
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