miércoles, 12 de octubre de 2016

“¡Siga soñando! No permita que nada le robe su sueño”


Por Elaine Tavolacci

Probados con nuestros sueños
En el libro de Génesis hay una historia acerca de un hombre llamado José. Este hombre tenía el favor de su padre y le había regalado una túnica de varios colores. Creo que esta fue una metáfora del Señor estableciendo el manto profético sobre su vida. El Señor le entregó a José dos sueños en los cuales le mostró su destino.

Sus hermanos lo odiaban porque tenía un gran favor y cuando compartió sus sueños con ellos, lo odiaron mucho más. Terminaron arrojándolo dentro de una cisterna, tomaron su manto de colores y lo pintaron con la sangre de una cabra. Luego se lo llevaron a su padre para que pensara que lo había devorado un animal feroz y lo vendieron como esclavo a una caravana de madianitas.

Durante su tiempo en Egipto, la esposa de Potifar lo acusó de molestarla y le arrebató sus vestidos para probar esto. Esta era la segunda vez que lo desnudaban a José. Potifar sabía en su corazón que José no podía haber hecho algo así, pero lo metió en prisión para honrar a su esposa. Poco tiempo después, José interpretaba sueños en la prisión así como ocurría con los sueños de Potifar.

El Señor me está mostrando que muchos de ustedes tienen un sueño de Dios, pero están permitiendo que la gente le impida moverse en todo lo que fue creado para ser. Algunas personas pueden decirles que su visión es demasiado grande, quizá los llamen soñadores o celosos como los hermanos de José. Tengan mucho cuidado con quienes comparten sus sueños porque no todos se regocijarán con ustedes. Algunos les tienen envidia debido a temas personales en sus propias vidas.

Salmo 105:19 dice: “… hasta que se cumplió lo que él predijo y la palabra del Señor probó que él era veraz”.

José se mantuvo fiel al Señor a través de todo ello y el Faraón lo nombró segundo al mando del Imperio, el cargo más elevado de un oficial al servicio del rey en el antiguo Egipto. El Faraón también le entregó una vestidura de autoridad. Esta era la tercera vestidura de José. Luego el Faraón estableció una cadena de oro sobre su cuello y puso un anillo de sello en su dedo, esto significaba que José ahora tenía autoridad sobre todos los bienes del Faraón y para gobernar sobre Egipto. Luego le puso un nombre nuevo “Zafnat-Panea” que significa “revelador de misterios”. Algunos de ustedes fueron como José. Alguna vez tuvieron un sueño, pero parece que sus vidas siguieron la dirección opuesta.

“Yo soy tu Restaurador”
El Señor dice: “No permitas que nada robe el sueño que establecí en tu corazón. Nunca permitas que las circunstancias de la vida te debiliten para alcanzar aquello que te llamé a realizar. Soy el restaurador de sueños y cumplo mi voluntad”.

“Así como el padre de José, te entregué un manto de colores. A aquellos que fueron traicionados por otros, les recuerdo que soy el restaurador de la brecha. Todo lo que está roto en tu vida se debe enmendar. Serán reparadas las relaciones que fueron dañadas y desbaratadas. Tus familias se alinearán con mis planes mientras continúan observando tu dedicación hacia mí”.

“Así como la esposa de Potifar acusó falsamente a José, aquellos que fueron acusados falsamente y mintiendo, serán recompensados y premiados por su integridad. Mientras continúas caminando en santidad, sin cederla o someterla cuando otros traten de desviarte, descubrirás el plan mayor. No existe nada escondido que no será revelado, ni secreto que no sea conocido y salga a la luz”.

“Para los que se encuentran aprisionados en temor y tormento, tengo las llaves de la muerte y el infierno. Confía en mí como tu libertador que te hace libre. Te desataré y te llevaré hacia lo que te llamé a hacer. No mires las cosas que están ocurriendo en lo natural, porque mis planes para ti están más allá del razonamiento natural. Nunca te conformes con menos de lo que fuiste creado para ser”.

“Pídeme sabiduría para hacer realidad tu sueño y la fe para ejecutarlo. Sigue perseverando en mis planes sin mirar los errores y fallas de tu pasado. Llevaré a la gente hacia la vida para ayudarte a cumplir el sueño que establecí en tu corazón. Estas serán conexiones divinas con otros que creen igual que tú y te ayudarán con su aliento. Corta todas las relaciones con gente que tratará de aniquilar tus sueños e impedir tu crecimiento”.

“Así como José fue levantado de la cisterna por causa de este llamado supremo, te sacaré de tu desesperación y te levantaré en mi Reino. Nunca permitas que tu sueño te abandone, aférrate a él con la misma tenacidad que tuvo José. Soy el revelador de misterios y también revelaré mis misterios en tu vida. Luego tendrás mi favor y gobernarás sobre situaciones adversas, en lugar que esas circunstancias te controlen”, dice el Señor. 

Escrituras para estudiar:
Salmo 105:17-19 dice: “Pero envió delante de ellos a un hombre: a José, vendido como esclavo. Le sujetaron los pies con grilletes, entre hierros le aprisionaron el cuello, hasta que se cumplió lo que él predijo y la palabra del Señor probó que él era veraz”.

Salmo 105:20-25 dice: “El rey ordenó ponerlo en libertad, el gobernante de los pueblos lo dejó libre. Le dio autoridad sobre toda su casa y lo puso a cargo de cuanto poseía, con pleno poder para instruir a sus príncipes e impartir sabiduría a sus ancianos. Entonces Israel vino a Egipto; Jacob fue extranjero en el país de Cam. El Señor hizo que su pueblo se multiplicara; lo hizo más numeroso que sus adversarios, a quienes trastornó para que odiaran a su pueblo y se confabularan contra sus siervos”.

Elaine Tavolacci
(www.elijahlist.com)


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