viernes, 25 de agosto de 2017

“¿Abrumado, confundido, ansioso? No tema… ¡Es su preparación!”



Por Cindy McGill

Isaías 41:10 dice: “Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa”.

Repentinamente, las cosas cambiarán a nuestro favor
En este tiempo estamos entrando en un proceso de preparación, no es inusual sentirse “confundido, ansioso, extraviado, sin dirección y a veces temeroso”, porque no podemos ver mucho hacia adelante para hacer planes para el futuro. A veces podemos sentir como si Dios se hubiera tomado vacaciones y apagó su teléfono, pero definitivamente no es el caso. Es una oportunidad para fortalecerse en el Señor y alentarse (ver Efesios 6:10).

Este es el tiempo que tenemos para “afirmarnos” en las Palabras y las promesas del Señor, incluso las que recibimos años atrás. Es una prueba de fe. Para poder crecer en fe, con frecuencia nos vemos en situaciones que nos demandan vivir por fe. Nunca nos equivocaremos fortaleciendo nuestra vida de fe, porque sin fe es imposible agradar a Dios. Este tipo de ejercicio producirá en nosotros la fortaleza que es esencial para los días que vienen.

Esperamos lo imposible
Nada es demasiado difícil para el Señor y nos está enseñando a caminar en el poder y la sabiduría sobrenatural. Recibimos la medida de fe del Espíritu Santo que nos guía hacia toda verdad. Es un compás sobrenatural que nos dirige y nos guía cuando no tenemos visión natural para ver hacia adelante.

Literalmente, todo lo que hacemos es por fe. Cambiar las circunstancias es responsabilidad del Señor y no nuestra. Él nos prometió completar la obra que comenzó en nosotros. Para cumplir su plan y su futuro para nuestras vidas abrirá puertas cerradas, nos llenará de su conocimiento y su voluntad por el Espíritu. Entonces fructificaremos en todo lo que hagamos, creciendo en el conocimiento de Dios (ver Colosenses 1:9-12). 

No reaccionar precipitadamente
La reacción más común que tendemos a manifestar durante tiempo como estos es lo que llamo “reacciones precipitadas”. Estas decisiones apresuradas para hacer que “algo ocurra” cuando sentimos que no pasa nada. Cuando permitimos que nuestras circunstancias se monten sobre nuestra vida espiritual, es como la kriptonita para Superman. Nos vemos perdiendo perspectiva y se instalará la desesperanza, drenando nuestras fuerzas.

Aquí es donde nos debemos proponer fortalecernos en el Señor y en el poder de su fuerza. Las cosas pueden voltearse y lo harán por completo en un momento. Dios siempre hará que todas las cosas operen para nuestro bien. Este no es el final. Para evitar las reacciones precipitadas en estas circunstancias, debemos aprender a actuar y no reaccionar.

Acordando con el Cielo
Acuerdo implica activación. Al ponernos de acuerdo con algo, lo fortalecemos y lo activamos, sea por temor o por fe. Nuestras palabras tienen el poder para crear vida o muerte. Cuando hacemos un esfuerzo concertado para ponernos de acuerdo con el Cielo, debilitamos y desarmamos las asignaciones del enemigo. Debemos acordar con el Cielo y con el plan de Dios, no con la perspectiva del mundo. Necesitamos cuidar nuestro corazón de entrar en acuerdo con las circunstancias abrumadoras.

“Literalmente, todo lo que hacemos es por fe”

Espere que Dios se mueva a su favor porque dijo que lo haría. Los caminos de Dios siempre son más elevados que los de este mundo. Ponernos de acuerdo con su propósito, su plan y la expansión de su Reino “provocarán la acción”. Ocurren aperturas sobrenaturales, la esperanza llena los corazones desalentados con gozo y desaparecerán las circunstancias abrumadoras, mientras Dios despliega milagros en las vidas de sus hijos.

Repentinamente, las cosas cambiarán a nuestro favor. Esta es nuestra vida ahora. Dios nos impartió su autoridad sobre todo poder de las tinieblas a través de Jesús.

Asuma su posición y tome su lugar
Aprenda su identidad, su propósito, su lugar y cambie el mundo para bien. Debe asociarse con el Cielo. Proverbios 3:5-6 dice: “Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas”. Dios está impulsando su Reino en esta tierra a través de su pueblo que actuará en su Palabra y se moverá por sus órdenes. Está buscando activamente a la gente a través de las cuales pueda mostrarse fuerte (ver 2 Crónicas 16:9). 

No podemos permitirnos vivir nuestras vidas en temor cuando Dios envió su ejército de fuerzas angelicales para ayudarnos, protegernos y asistirnos en la obra que nos encomendó realizar. No es tiempo para sentarnos y preocuparnos. Necesitamos ser fuertes en el Señor y en el poder de su fuerza. Aquellos que conocen a su Dios se fortalecerán y actuarán (ver Daniel 11:32).

¡Júntense para avanzar! 
Isaías 35:4 dice: “Digan a los de corazón temeroso: Sean fuertes, no tengan miedo. Su Dios vendrá, vendrá con venganza; con retribución divina vendrá a salvarlos”.

¡Es tiempo de cosecha, apertura y avance hacia los lugares altos con el Señor que está sentado en el trono!

Cindy McGill
(www.elijahlist.com)


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