sábado, 12 de agosto de 2017

“Agosto: ¡50 Días para la apertura!”


Por Doug Addison

Los próximos 50 días estarán llenos de cambios. Entre este tiempo y el final de Rosh Hashanah (Septiembre 21–22), el Año Nuevo Judío, Dios estará alineando nuestras vidas para lo que viene el próximo año. Veremos situaciones y circunstancias que cambiarán repentinamente de maneras inusuales e inesperadas. La atmósfera espiritual está cambiando y lo que una vez fue muy difícil, ahora será más fácil. Pude oír al Señor que decía: “Las cosas que parecen una pérdida, serán tu ganancia. Asegúrate de esperar y estar atento mientras se comienzan a abrir las puertas de nuevas oportunidades para tu vida”.

Colosenses 4:2 dice: “Dedíquense a la oración: perseveren en ella con agradecimiento”.

“Necesitamos ser muy cuidadosos de no hablar palabras abortivas sobre nosotros u otros. Necesitamos hablar palabras fructífieras y tener pensamientos fructíferos”

Concretaremos en poco tiempo las cosas que a otras personas les demandarían una vida para poder alcanzarlas. Dios comenzará a moverse radicalmente en nuestra vida en los próximos meses. Debemos mantenernos enfocados, atentos y en oración.

Prepárese para ser alargado
Las cosas saldrán a la superficie para alargarnos y poder entrar en el nuevo tiempo que está a la mano. Dios está haciendo cosas más allá de nuestra zona de comodidad, para que podamos extender nuestro entendimiento. Ahora mismo estamos siendo desafiados para movernos hacia nuevos niveles de entendimiento. Se está soltando una nueva ola de revelación que nos ayudará a progresar en una mayor efectividad. Esto demandará que dejemos a un lado algunas de nuestras creencias y acciones que ya no son relevantes para el día de hoy.

Isaías 54:2 dice: “Ensancha el espacio de tu carpa, y despliega las cortinas de tu morada. ¡No te limites! Alarga tus cuerdas y refuerza tus estacas”.

Las pruebas producirán avances
Será importante no resistir o escaparse de las pruebas y los conflictos que vienen. Las pruebas no son malas y Dios las usará para prepararnos para avances y promociones que ocurrirán durante los próximos meses.

Santiago 1:2-4 dice: “Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada”.

Estamos en un tiempo cuando el fuego del Señor viene para probar nuestras obras
1 Corintios 3:13-14 dice: “… su obra se mostrará tal cual es, pues el día del juicio la dejará al descubierto. El fuego la dará a conocer, y pondrá a prueba la calidad del trabajo de cada uno. Si lo que alguien ha construido permanece, recibirá su recompensa…”.

Palabras de vida necesarias
Viene un nuevo poder y autoridad sobre nuestras palabras. Necesitaremos ser cuidadosos con lo que decimos, porque nuestras palabras pueden dar vida espiritual o muerte. Las palabras pueden edificar o derribar, especialmente en el tiempo que estamos entrando ahora.

Mateo 21:19-21 dice: “Al ver una higuera junto al camino, se acercó a ella, pero no encontró nada más que hojas. ‘¡Nunca más vuelvas a dar fruto!’, le dijo. Y al instante se secó la higuera. Los discípulos se asombraron al ver esto. ‘¿Cómo es que se secó la higuera tan pronto?’, preguntaron ellos. ‘Les aseguro que si tienen fe y no dudan’ les respondió Jesús, ‘no sólo harán lo que he hecho con la higuera, sino que podrán decirle a este monte: ¡Quítate de ahí y tírate al mar!, y así se hará’”.

“Lograremos en poco tiempo las cosas que a otros les demandó toda una vida”

Jesús dijo que nuestras palabras pueden arrancar obstáculos o abortar las cosas. Es interesante que el Señor dijo: “¡Nunca más volverás a tener fruto!”. Nosotros también podemos hacer lo mismo que hizo Él con la higuera. Necesitamos ser muy cuidadosos para no hablar palabras abortivas sobre nosotros mismos u otros. Necesitamos hablar palabras que den fruto y tener pensamientos fructíferos. Cuando hablamos palabras negativas, pueden derribar nuestra vida creativa y espiritual, y traerán esterilidad.
Dios me mostró que esta es la condición de muchas personas hoy. Hablaron sobre sí mismos o sobre alguien más y en consecuencia, se secaron sus frutos y sus dones espirituales. Dios ahora nos está dando una oportunidad para revertir esto. Necesitamos reconocer las áreas de nuestra vida que una vez florecieron pero ahora se marchitaron. Podemos hablar sobre estas áreas en oración y declarar: “¡Fructifica y nunca más te marchites!”.

Adquiriendo una mayor autoridad
Nuestros cuerpos son templos del Espíritu Santo. Note que justo después que Jesús secó la higuera y habló sobre autoridad espiritual, limpió el templo y expulsó todo lo que no era de Dios (Mateo 21:12–13). Luego fue a sanar al ciego y al paralítico. Necesitamos limpiar nuestros templos. Podemos hacer esto sanando nuestro corazón y arrepintiéndonos de todo lo contrario a la Palabra de Dios. Esto nos permitirá salir de la ceguera espiritual y ser sanos de la postración espiritual, o no seremos capaces de caminar hacia nuestro destino.

Mateo 21:22 dice: “Si ustedes creen, recibirán todo lo que pidan en oración”.

Mientras nos ocupamos de estas cosas, entraremos en un lugar de mayor autoridad en oración. Los próximos 50 días serán un tiempo asombroso que nos alineará con el destino de Dios. No debemos desalentarnos si esto no se ajusta exactamente al calendario. Dios está lleno de gracia y podemos pararnos en su poder para nuestras vidas en este punto.

¡Anímese y prepárese para entrar en un nuevo tiempo!

Bendiciones,
Doug Addison

(www.elijahlist.com)

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