Por David Lebo
El corazón de Dios siempre dejará a las noventa y nueve por la que falta. Si
cada servicio es para una persona, vale la pena. Si todos nos congregamos solo
por la apertura de una persona, vale la pena. Dios está agitando las aguas como
en el estanque de Betesda, donde el primero en saltaba dentro recibía lo que
necesitaba del Señor.
En ese momento y
ahora, Jesús sigue siendo el estanque y está aquí para todos y cada uno de
nosotros. Si saltamos hacia Jesús, recibiremos todo lo que necesitamos, porque
Dios es el mismo ayer, hoy y siempre. Él sigue siendo Jehová Rafá. Sigue siendo
Jehová Shalom. Sigue siendo El Shaddai, el Señor Todopoderoso.
La semilla que permanece
El Señor dice: “¿Habrá algo
imposible que no pueda hacer en tu vida o algo que no pueda hacer por los hijos
de Dios que creen en mi Palabra? Mi Palabra fue enviada por toda la tierra, Mis
semillas están en los campos de cosecha. Estoy buscando un lugar para plantar
mi semilla en un terreno fértil. Encontré uno así, porque tú eres una viña del
Señor, un jardín para mi deleite (Isaías 5:7). Planté mi semilla profundamente
en el terreno de tu vida algunas décadas atrás, 10, 20 o 30 años atrás. Está
tan profunda dentro de tu ser que aunque te hayas olvidado de la semilla, Dios
no se olvidó de la semilla que fue plantada en tu corazón”.
“¡Estoy buscando a alguien que
se quebrante en la tierra por lo que me quebranta a Mí! ¿Quién será quebrantado
por la apertura de una nación?”
“Hay aguas profundas que vienen para
hacer una obra profunda en el Cuerpo de Cristo. Dios está buscando a alguien en
quien poder plantar su semilla y confiarle su cuidado. Está buscando un lugar
que será cuidado, regado, fertilizado y cultivado. El terreno en tu vida estuvo
siendo arado durante muchos años y dijiste: ‘Dios, ya no puedo resistir más el
arado. Removí cada roca, toda la maleza y cada obstáculo para este momento’”.
“Envié mi fuego y quemé tu terreno hasta
las cenizas muchas veces. Comenzó a crecer. Pensaste que fue el enemigo, pero
Yo envié mi fuego. En este tiempo, lugar y estación, tu terreno quedó
carbonizado y negro, quemado por la gloria de mi Shekinah, ¡pero la semilla
permanece! La semilla que el enemigo no puede robar, porque está plantada profundamente
en tu vida. Tuve que cavar profundamente porque en este lugar, en el lugar
profundo, las aves del aire no la pueden robar. El enemigo no la podría
encontrar porque está profundamente enterrada en tu vida. Pero incluso en los
tiempos que tú te olvidaste, Yo no olvidé mis palabras de promesa hacia ti,
porque las declaré muchos años atrás”.
“En este tiempo las estoy llamando.
Están comenzando a romper el terreno. Está comenzando a brotar con un
crecimiento verde y fértil. Puedo ver miles de semillas abriendo el terreno
como plantas fértiles que comenzarán a crecer. Habrá un crecimiento
sobrenatural en este tiempo, porque lo que antes requería décadas, ocurrirá en
pocos días. Mi terreno de crecimiento milagroso estuvo profundamente dentro de
tu vida y estoy provocando la manifestación creciente de los milagros en ti. Estoy
enviando una gran cosecha porque tú, el cosechador, ¡alcanzarás al sembrador!
¿Estás oyendo mis palabras?”.
Amós 9:13 dice: “Vienen días,
afirma el Señor, en los cuales el que ara alcanzará al segador y el que pisa
las uvas, al sembrador. Los montes destilarán vino dulce, el cual correrá por
todas las colinas”.
¡Fruto acelerado, muchos hijos brillantes y una lluvia
pesada de la gloria de Dios!
“Será un tiempo de fruto pesado y
acelerado de hijos brillantes. ¡Será el amanecer de cada nuevo día, tu Lucero
brillante de la mañana! Mi gloria Shekinah brillará desde tu vida y tus campos,
oye mi Palabra, recibirás una aceleración exponencial. Muchos maldijeron el
mismo terreno donde estás caminando, pero ahora estoy revirtiendo la maldición
sobre tu vida, ¡en el Nombre de Jesús! Estoy revirtiendo todo tu entorno para
mi gloria. Estoy transformando para Mi bien todo lo que el enemigo lanzó para
dañarte. Estoy redimiendo tu tierra. Estoy redimiendo tu tiempo. Es Mi tiempo.
Es Mi temporada para plantar y cosechar”.
“¡Estás entrando en una lluvia pesada
tremenda de Mi gloria! Hoy: Lluvia pesada. Mañana: Lluvia pesada. La semana que
viene: Lluvia pesada. El año que viene: ¡Lluvia pesada, lluvia pesada, lluvia
pesada! Vivirás en la realidad de Oseas 6. El pronóstico del clima para tu vida es lluvia pesada. Por
dondequiera que vayas estarás bajo la nube de la lluvia pesada de Mi presencia,
por todo lugar donde pisen tus pies”.
“En medio de esta lluvia, el Señor está
cantando una canción de amor para recordarte su Pacto de amor y recordarte que
nunca te dejará ni te olvidará. Su presencia siempre estará contigo, incluso
hasta el fin de los tiempos. Debes ser consciente que la lluvia solo será más y
más pesada. El peso de Mi presencia o ‘kabod’, vendrá sobre tu vida y cargarás
mi gloria, un arca de Mi pacto en la tierra. Por donde camines, caminarás con
pies de gloria. Tus pies estarán encendidos en fuego por Mí. Cargarás los pies
de la gloria de Dios para llevar mi presencia por dondequiera que vayas. Dirás:
‘¡El Rey está aquí! ¡El Rey está aquí! ¡El Rey está aquí!’. En la medida que
disminuyas, Yo aumentaré”.
¡Levántense guerreros poderosos de valor!
“A mis líderes y ministros del
ministerio quíntuple: Mi Iglesia no es un edificio, ¡es gente! Levantarás una
generación, porque eres un general en Mi ejército. ¡Los levantarás! Incluso
cuando Dios llamó a Gedeón tuvo que tratar con él y le dijo: ‘Varón esforzado y
valiente’. En este día, Yo te digo, ‘¡levántense guerreros poderosos de
valor!’. En este día, Yo te digo: ‘¡Levántense, guerreros de valor!’”.
Jueces 6:15 dice: “Pero, Señor,
objetó Gedeón, ¿cómo voy a salvar a Israel? Mi clan es el más débil de la tribu
de Manasés, y yo soy el más insignificante de mi familia”.
“No pienses que eres el último en tu
familia o el más pobre en tu tribu. Eres un general en Mi ejército, llamado a
levantar una generación de ejércitos de Gedeones en esta hora. El poder no
estará en su número, sino en su unidad y pelearán como un solo hombre (ver
Jueces 6:16). Se reunirán como una nación, un ejército de gente de Dios que
oirá mi voz, será quebrantado por Mí y portará Mi fuego de gloria. ¡Esto es lo
que eres! Los llamé, ¡hombres y mujeres de valor! Levántate y toma tu lugar”. El Espíritu del Señor está
haciendo sonar el cuerno del carnero sobre su vida como una señal y una
maravilla de un día de comisión, donde Dios lo está posicionando
apostólicamente.
Cuando el joven David
se presentó ante Samuel, ese día fue establecido en su posición de autoridad. Desde
este día en adelante, deben saber que son generales de Dios establecidos por su
mano y nada los podrá mover de esa
posición. Dios
dice: “Hagan sonar trompeta en Sion, hagan sonar
la alarma en Mi monte santo, porque ustedes son mis trompetas y mis
instrumentos para declarar mis palabras en la tierra. El espíritu del Señor
tomó a Gedeón e hizo sonar la trompeta (Jueces 6:34). Hizo sonar un clamor de
guerra para reunir un ejército de creyentes con la misma mentalidad que
pelearían como un hombre, sin competir entre ellos, sin divisiones, sin orgullo
y sin celos, vaciándose de todo lo que eran. ¡Ustedes también se sumarán a un
ejército en este tiempo, porque son Mis Gedeones!”.
Un shofar para honrar al Rey
Que el Espíritu del
Señor venga sobre su vida en proporciones ilimitadas. El llamado del cuerno de
carnero está sonando sobre su vida como una voz profética de Dios para sellar
su Palabra en usted. Él está llamando una vez más la manifestación de una
palabra que fue plantada mucho tiempo atrás. Él no se olvidó de ella. En
realidad, la está trayendo a la vida.
Muchas veces la gente
se pone de pie cuando hago sonar el shofar para honrar al Rey de todos los reyes
en nuestras reuniones. Samuel no se sentó hasta que llegó el rey. El joven David
se presentó ante Samuel para recibir la unción real. Nos ponemos de pie para
honrar al Rey de reyes, el que reina y gobierna ahora en la tierra. El que
reina en la eternidad pasada, presente y futura. ¡El que reina en nuestras
vidas ahora! Yo no hago sonar al shofar porque sí. Lo hago sonar cuando Dios me
dice que lo haga. Ese es el secreto. ¡Eso es obediencia! Cuando la fe se combina con la Palabra, allí se
manifiesta el poder. Si usted hace algo solo por hacerlo, esto se
convierte en un ritual religioso que carece de poder. ¡Siempre se debe mover
con el Espíritu Santo y oír a Dios!
“En medio de esta lluvia,
el Señor está cantando una canción de amor sobre usted para recordarle su Pacto
de amor y recordarle que nunca lo dejará ni lo abandonará”
Una generación de generales como Gedeón
El Señor dice: “Estoy
levantando una generación de guerreros que conocerán mi voz y cuando les ordene
avanzar, así lo harán. Cuando les ordene ponerse de pie, así lo harán. Cuando
les diga que volteen hacia la derecha, así lo harán. Cuando les diga que volteen
hacia la izquierda, así lo harán. Oirán mi voz, el susurro detrás de ellos que
les dice: ‘Avancen por acá’. Tendrán oídos ungidos para oír el susurro. Esta es
la unción que necesitas. La unción personal que viene directamente desde el
trono como tu mandato en la tierra y para posicionarte en autoridad para lo que
Dios te llamó a hacer en la tierra”.
“Hoy estoy levantando a mis Gedeones en
la tierra. Son mis generales que tomarán su lugar en el ejército de Dios. Pensaste
que eras el último en tu familia y el más pobre de tu tribu. Dios te dice:
‘¡Levántate, guerrero de valor!’. Esto es lo que eres. Para esto fuiste
llamado. No importa cuánto haya en tu cuenta bancaria. Mateo 5:3 dice:
‘Dichosos los pobres en espíritu, porque el reino de los cielos les pertenece’”. Si pensó que era pobre y el último en su familia, está en buena compañía,
porque Dios lo está llamando a levantarse y tomar su lugar en su ejército,
haciendo sonar una trompeta en Sion y una alarma en su monte santo.
“Si hubo un día, un
tiempo o una estación donde mis Gedeones necesitan manifestarse, ¡es hoy! ¡Es
ahora!”
“Estoy buscando alguien en todas las
tribus de Israel. Alguien que llamé por su nombre, pero conocerá quién es en
Mí, sabrá a qué fue llamado y caminará en obediencia a mi Palabra. Quizá
también necesites cinco confirmaciones, pero seguirás oyendo y poniendo por
obra la palabra que te entregué. No más palabras escritas en una página. Las
escribí en las tablas de tu corazón y las imprimí profundamente dentro de ti.
Fue el lugar más seguro donde podía establecerla. El lugar más seguro donde
podía esconderla del enemigo para que no la pueda robar. Pero en este tiempo y
en los EEUU, estoy levantando a mis Gedeones para esta hora”.
¿Quién será la voz? ¿Quién será la trompeta?
El Espíritu del Señor
vino sobre Gedeón, mientras hacía sonar el cuerno de carnero para reunir un
ejército que oiría lo que el Espíritu de Dios estaba diciendo. El cuerno de
carnero representa la voz de Dios. ¿Quién
será la voz? ¿Quién será la trompeta para que pueda soplar el aliento de Dios a
través de ese vaso vacío?
El Señor dice: “Anhelo que se
vacíen, porque es lo que necesito. Deseo que te despojes de todas tus
opiniones, rechaces tus propias ideas y pensamientos, tus propios planes de
batalla y tus caminos. Debes vaciarte de todo lo que fuiste en Adán. Estoy
buscando uno. Estoy buscando uno”.
Ahora mismo, creo que
el Señor encontró a más de uno. Dios encontró una compañía de Gedeones que está
quebrantada sobre la situación de una nación y la condición de una Iglesia
desviada.
Dios dice: “Estoy buscando a
alguien en la tierra que se quebrante por lo que Yo me quebranto. ¿Quién se
quebrantará por una nación? Esto es lo que se está manifestando en este momento.
Las aguas están cayendo, las lluvias pesadas de Mi presencia, para traer una
renovación de todo lo que soy hacia un ejército que esté postrado. Esta gente fue
despojada por el enemigo, gente que está viviendo en cuevas, gente que no sabe
quiénes son, gente a quienes se les quitó su cosecha, gente que no tiene vino
en sus trapiches, donde no hay unción fluyendo en la Iglesia, gente que se
angustia por Sion, la ciudad de Dios, gente que se angustia por la situación de
la Ecclesia, la Iglesia, el Israel de nuestros días”.
Dios está buscando a
alguien que dirá “¡sí!” y será la respuesta a su propia oración. ¿Quién será
la respuesta? A veces nos quejamos por nuestra situación, pero Dios dice: “¿Serás tú la
respuesta? ¿Serás tú la voz? ¿Serás la trompeta del Dios viviente? ¿Serás tú el
vaso? Solo necesito uno y tengo toda una compañía. Tengo un ejército de
Gedeones que estoy levantando en la tierra que soplarán con un soplo poderoso,
con el mismo aliento de Dios”. La
vida de Yeshúa soplará a través de su vida. Ya no será usted soplando, será
Dios soplando a través de su vida. El mismo viento del Cielo soplará a través
de su vida como nunca antes. No podrá contener el poder de Dios que estará
soplando a través de su vida en esta hora.
El Señor dice: “Ustedes
son las trompetas del Dios viviente, el cuerno del carnero obtenido por el
sacrificio de un macho cabrío a través de la crucifixión de Cristo. Ustedes son
los sacrificios vivientes. Él compró y pagó por una unción que quiere derramar
sobre su pueblo y es todo por su gracia y su misericordia. Solo estoy buscando
a alguien en la tierra en quien pueda derramar mi Espíritu, alguien que esté
anhelando ser la respuesta a su propia oración, pero no una oración egoísta por
sí mismos, no, no, no… es por una nación, por los EEUU, Israel y la Iglesia del
Dios viviente. Este es el día y el tiempo para que los EEUU y la Iglesia se
levanten para conocer quién es y que tiene la clave para una gran liberación.
No solo para una Iglesia, no para una ciudad, ni siquiera para una región, sino
para una nación”.
Dios está buscando a
uno, pero yo sé que encontró a muchos más. Está derramando su Espíritu en
porciones ilimitadas sobre sus Gedeones en esta hora. Dios los levantará para
ser generales en su ejército para salvar a la nación de la destrucción. ¡Este
es su día de liberación! ¡Que la libertad reine en los EEUU! Que reine la
libertad en cada Iglesia desde un mar radiante hacia otro, desde el este al
oeste, desde el norte hacia el sur; cada denominación, cada tribu y cada
pueblo.
Caerá el fuego sobre las aguas
El Señor dice: “Te
estableceré sobre el fuego con mi gloria. Eres el cuerno de carnero y gritarás:
‘Por la espada del Señor y por Gedeón’. En tu palabra ya no serás más tú
gritando, será el poder del Cristo viviente en tu vida que soplará vida fresca
y el aliento de Dios con un fuego fresco. Entonces, ante tus palabras caerá el
fuego sobre mis altares de sacrificio y adoración. Una unción fresca vendrá
sobre tus palabras y no serán tus discursos, seré Yo, el Señor tu Dios. Tus
palabras cargarán el peso de la gloria de mi presencia. Caerá fuego sobre tus
palabras mientras traen convicción, fuego y avivamiento, un despertar y
arrepentimiento de pecados, injusticia y juicio”.
Dice el Señor: “Encenderán
fuegos para Mí. Llevarán el fuego del avivamiento a una nación. Estuvo seca,
pero caerán las lluvias pesadas de mi presencia. Habrá una inundación de mis
aguas y mi fuego será sobre las aguas. En lo natural, el fuego y el agua no se
mezclan, pero en el espíritu es como derramar gasolina sobre la llama. Serán
mis armas poderosas en mis manos, porque no son carnales sino poderosas. ¡Será
un arma sobrenatural de destrucción masiva contra las tinieblas! Gedeones
poderosos, ¡levántense! ¡Súmense al ejército cuyo poder no está en los números
sino en su unidad!”.
David Lebo