martes, 13 de octubre de 2020

“Así peleo mis batallas”


Por Elaine Tavolacci

Quiero compartir esta palabra que recibí un tiempo atrás, porque creo que es oportuna para este tiempo.

Una mañana, mientras oía la canción “Así peleo mis batallas”, pensaba en el pasaje de Efesios seis, sobre la armadura de Dios. El Espíritu Santo comenzó a mostrarme cómo algunas personas están peleando las batallas equivocadas. Tienen confrontaciones con la familia, los amigos y los vecinos, porque no reconocen al verdadero enemigo. Están bajo presión, pero no se dan cuenta que están respondiendo y luchando en la carne.

Vivimos en un tiempo donde el espíritu de temor y hostilidad está muy extendido. Debemos tener cuidado de no permitir que estos espíritus tomen el control de nuestra vida. No estamos peleando contra carne y sangre, sino contra los gobernadores de las tinieblas y la perversión espiritual.

2 Corintios 10:4-6 dice: “Las armas con que luchamos no son del mundo, sino que tienen el poder divino para derribar fortalezas. Destruimos argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevamos cautivo todo pensamiento para que se someta a Cristo. Y estamos dispuestos a castigar cualquier acto de desobediencia una vez que yo pueda contar con la completa obediencia de ustedes”.

“Comodidad sureña”

Están aquellos que tienen batallas en sus mentes, pero no saben cómo procesar sus pensamientos y emociones. Algunas personas están abrumadas con el temor, la ira, las preocupaciones, la confusión, la depresión y el desánimo.

Mientras escribía esto, escuché las palabras “Comodidad sureña” (southern comfort), que es una bebida alcohólica. Algunas personas luchan sus batallas contra las drogas, el alcohol y otras sustancias, sólo para afrontar y enmascarar sus problemas. Muchos están llenos de miedo y pánico por el alimento que reciben a través de las noticias y las redes sociales. Perdieron su enfoque en Jesús y perdieron su paz. Su conciencia está cauterizada y ni siquiera se dan cuenta que dejaron a su primer amor.

La batalla entre la carne y el espíritu

Para algunos de ustedes, la batalla ocurre entre su carne y su espíritu. Hay una historia en el libro de Génesis sobre Rebeca, la esposa de Isaac, quien estaba embarazada de dos gemelos llamados Jacob y Esaú. La historia sigue relatando que mientras Rebeca estaba embarazada, buscó al Señor y le preguntó por lo que estaba sintiendo, porque los gemelos se empujaban dentro de su vientre. El Señor respondió con una alegoría, diciendo que había dos naciones dentro de su vientre que terminarían separadas; el menor sería más fuerte y el mayor serviría al menor.

El Espíritu Santo me mostró que Esaú representaba la carne y Jacob representaba el espíritu. Muchos de ustedes están experimentando una lucha interior, su carne peleando contra su espíritu.

Génesis 25:22-23 dice: “Pero como los niños luchaban dentro de su seno, ella se preguntó: ‘Si esto va a seguir así, ¿para qué sigo viviendo?’. Entonces fue a consultar al Señor, y él le contestó: ‘Dos naciones hay en tu seno; dos pueblos se dividen desde tus entrañas. Uno será más fuerte que el otro, y el mayor servirá al menor’”.

El Señor dice: “Mientras experimentas esta batalla interior, no permitas que tu carne tome dominio y control. No permitas que la naturaleza de tu carne gane, mientras tu antigua naturaleza está batallando con la naturaleza divina. Nunca permitas que la carnalidad gobierne. Mientras permites que mi Espíritu te guíe y te dirija desde el interior, serás libre de esta pelea constante”.

“Cuando el desánimo trata de establecerse, debes saber que tienes la fuerza para seguir el camino del Espíritu. Usa lo que te impartí. No permitas que te controlen tus sentidos, tampoco seas controlado por tus pensamientos que están en conflicto con mi Palabra. Mientras atraviesas tiempos difíciles, búscame en oración para que pueda guiarte y dirigirte en el camino de la verdad”.

“Así como hubo rivalidad entre Jacob y Esaú, debes mantenerte firme y no abandonar tu derecho de primogenitura. No desestimes la bendición que dispuse sobre tu vida, sometiéndote a algo contrario a mi Palabra. Afírmate en el sueño que establecí dentro de tu corazón y comprende el Pacto que hice contigo”.

“No permitas que los pensamientos de temor te abrumen en los tiempos de oscuridad y nunca permitas que se pierda la provisión que ya te entregué. Mientas aprendes cómo dominar tu carne y te sometes a mi Espíritu, comenzarás a tener nuevas fuerzas cada día que elijas a quién vas a servir. Los pensamientos y las actitudes que tratan de pelear contra tu alma, se disiparán rápidamente mientras me permites guiarte y dirigirte desde adentro”, dice el Señor. 

Gálatas 5:16-17 dice: “Así que les digo: Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa. Porque ésta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren”.

Elaine Tavolacci

(www.elijahlist.com)

 

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