Por Elaine Tavolacci
Muchos de ustedes están a punto de embarcarse en el viaje más emocionante de sus vidas. Le estuviste pidiendo al Señor dirección personal para tu vida, tu familia y tu ministerio, pero aún no tienes idea de qué camino tomar. Tengo una palabra asombrosa para ti hoy. Si la recibes y corres con ella, podría cambiar la trayectoria de tu vida.
El Señor me mostró diferentes escenarios que involucran a cuatro grupos diferentes de creyentes que le estuvieron pidiendo al Señor dirección, sabiduría y discernimiento.
El primer grupo
El primer grupo que Dios me mostró, estaba compuesto por personas que cavaban tumbas en sus propios patios y enterraban cofres con tesoros. No se daban cuenta que estos cofres no tenían precio y contenían artículos valiosos. No sabían que estos eran dones muy personales del Señor y no se daban cuenta de que Él quería colocar estos dones dentro de ellos. Cristo creó cada don para la singularidad de cada uno, su personalidad e incluso su quebrantamiento.
El Señor te llama un tesoro valioso y Él quiere usarte para lograr algo asombroso. No permitas que tu entendimiento natural se interponga en el camino de lo espiritual. No te preocupes ni te preguntes cómo puede suceder esto. Fuiste llamado a una autoridad mayor, así que es tiempo de desenterrar ese cofre del tesoro y desempolvarlo. El Señor te llamó a formar parte del derramamiento de los últimos días.
Habacuc 1:5 dice: “Mirad entre las naciones, y ved, y asombraos; porque haré una obra en vuestros días, que aun cuando se os contare, no la creeréis”.
El segundo grupo
El segundo grupo que Dios me mostró, eran aquellos que estuvieron ayunando y orando en vano, tratando de agradar a Dios, pero todavía no podían oír su voz. Golpeaban la mesa con los puños, gritando: “Señor, ¿cuál es tu voluntad para mi vida?”.
El Señor quiere que
estés quieto y descanses en Él, para que puedas recuperar tu fuerza espiritual.
No hay necesidad de esforzarte para agradar a Dios. Ahora mismo te está
diciendo: “Quédate quieto y reconoce que yo soy
Dios. Yo te guiaré y te conduciré en paz”.
Simplemente necesitas sincronizarte con Jesús descansando en Él y sintonizando con sus frecuencias. Mientras esperas en Él, tu fuerza será renovada. Una rama no puede hacer nada, a menos que permanezca en la vid. No puedes dar fruto en ti mismo, a menos que permanezcas en Él. Entonces puedes pedir lo que deseas y será hecho para ti por nuestro Padre glorioso en el Cielo. Cada rama también necesita ser podada para crecer.
Juan 15:7-8 dice: “Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis así mis discípulos”.
El tercer grupo
El tercer grupo que Dios me mostró estaba compuesto por aquellos que estuvieron mirando hacia su pasado. Estuvieron recordando cómo era la vida en sus años anteriores y empezaron a murmurar y a quejarse de que estaban mejor en “Egipto”, donde siempre tenían provisiones de pan y carne. Las canciones del pasado estuvieron sonando en sus mentes, trayéndolos de vuelta a las mismas cosas de las que fueron liberados.
No permitas que estos pensamientos echen raíces o producirán frutos venenosos. El enemigo viene a robar, matar y destruir, pero las palabras del acusador de los hermanos caerán al suelo si las resistes.
El Señor les está advirtiendo a algunos de ustedes que satanás desea tamizarlos como trigo y atraparlos con las mismas cosas de las que una vez fueron liberados. No sean como los que murieron en el desierto. Olviden las cosas anteriores. El Señor está haciendo algo nuevo y tiene planes para ti que son buenos y no malos, planes para darles esperanza y un futuro.
Jeremías 29:11 dice: “Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis”.
El cuarto grupo
El cuarto grupo estaba formado por los que hacían sus maletas, las cerraban con cremallera, les ponían un candado y tiraban la llave. Estas personas habían renunciado a sus sueños y a la visión que Jesús les dio para sus vidas.
El Señor te está llamando a perseguir la visión que una vez tuviste. Quiere restaurar los sueños que puso en tu corazón. No te dejes abatir por las circunstancias adversas y no te dejes abrumar por el desánimo.
El Señor dice: “Las asignaciones enviadas por el enemigo, tenían la intención de desviar tu atención de tu propósito. Pero a medida que persigas tu sueño, tu perseverancia te catapultará hacia tu destino. Las desgracias que fueron enviadas para destruirte te fortalecerán, mientras soportas estas pruebas sin vacilar”.
Proverbios 13:12 dice: “La esperanza que se demora es tormento del corazón; pero árbol de vida es el deseo cumplido”.
Elaine Tavolacci
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