lunes, 1 de enero de 2024

“Pioneros, ¡estoy sanando sus heridas!”

Por Nate Johnston

Pioneros, diciembre y enero es un tiempo estratégico de sanidad y desintoxicación, un tiempo donde Dios está haciendo una profunda sanidad y liberación en aquellos de ustedes que estuvieron en una temporada pionera y de apertura. Estuviste en una temporada donde entraste en el campo de batalla y sentiste como si no hubieras salido, y eso te pasó la factura. Te sientes cansado de la batalla y con necesidad de una revisión interna. Muchos de ustedes sintieron que chocaron contra una pared en su espíritu y en su mente, y también físicamente. A menos que estén sanos y renovados, no serán capaces de hacer nada en el 2024.

Trauma pionero

La otra semana, mientras oraba, el Señor me dijo: “Mis pioneros necesitan saber cuándo es tiempo de parar y descansar”. Luego Él dijo: “Mis pioneros necesitan saber cuándo es una temporada para batallar y cuándo es una temporada para quedarse quietos”. Comencé a pensar en nuestro viaje y cómo fue una danza entre los dos, pero los últimos tres años fueron una batalla, y los pioneros fueron gravemente heridos en el proceso. La batalla fue feroz y las bajas fueron numerosas. Muchos pioneros que empezaron con la cara fresca y llenos de vida, ahora están agotados y lidiando con los efectos a largo plazo de un terreno continuamente duro y de las repetidas heridas del camino peligroso.

Esto comenzó a crear una mentalidad traumática en los pioneros y en sus familias. Comenzó a afectar la forma como ves y respondes a la vida y a apagar la fe y la ferocidad que necesitas para alimentar tu viaje... Pero entonces escuché al Señor que decía: “¡Pioneros, estoy sanando sus heridas!”. Jeremías 30:17: “Mas yo haré venir sanidad para ti, y sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”.

Nómadas en busca de descanso

En este momento, muchos pioneros nómades se encuentran en un lugar donde se sienten espiritual y mentalmente mareados. Estuviste en el viaje arriesgado de la fe “pagando el precio que sea”, y te llevó a muchas estaciones extrañas y oscuras que aún no tienen sentido. Fue una búsqueda inútil, donde las cosas no siempre funcionaban o encajaban, pero sabías que Dios te había guiado hasta allí. Y ahora, después de muchos años, sientes como si te hubieras bajado del carrusel y tu equilibrio espiritual quedó fuera. La cabeza te da vueltas y no sabes cómo dejar las maletas. Todo lo que siempre conociste es el “avanza”, y ahora estás en el lugar donde Dios te está llevando a un aterrizaje y eso es difícil de lograr.

Después de que tu cabeza deja de dar vueltas, ahora que te detuviste empiezas a ver todas las cosas que necesitan atención. Tu corazón necesita tiempo para estar quieto. Tu alma pide a gritos refrescarse y descansar. Pioneros nómades, elijan descansar. No corran hacia lo siguiente, antes de refrescarse.

La temporada del cuarto oscuro

Pioneros, sé que estuvieron en una temporada de cuarto oscuro. Es una temporada donde el enemigo no solo se ensañó con ustedes, también se siente como si las luces estuvieran apagadas; el cielo parece tranquilo; están soñando menos y no tienen idea de hacia dónde van. Es como si estuvieras pavimentando un nuevo camino, entonces alguien apagó las luces. Ahora no puedes ver y no tienes ninguna idea de hacia dónde vas o lo que Dios está diciendo.

Esto puede diagnosticarse fácilmente como una “temporada de fracaso”, pero ¿no es el cuarto oscuro donde se revelan las fotografías? ¿Y si este cuarto oscuro no es un callejón sin salida, sino el comienzo de un nuevo capítulo, tal vez revelador? En cualquier caso, el cuarto oscuro a menudo puede multiplicar el estado de la herida en el pionero.

La desintoxicación

Los eunucos que no hacen nada (los que no producen fruto espiritual o no dejan legado espiritual) arrastraron tu nombre por el barro, porque tu “sí” expone su desobediencia. Las Atalías te persiguieron porque eres puro de corazón y sin engaño. Jezabel te persiguió porque no se te puede comprar y no bailas con la cultura. Los saboteadores secretos cercanos a ti, crearon campañas para desacreditarte y cerrarte puertas. Y, bueno, digámoslo: Algunos familiares y amigos creen que perdiste la chaveta, por eso te estuvieron lanzando puñales y dudas todo el tiempo. Pero... ¡continuaste siendo pionero de todos modos, poderoso guerrero! ¡Vaya, qué hazaña!

Pero, seamos sinceros, te pasó la factura y ahora mismo te sientes como un boxeador el día después de un gran combate. No lo sentías hace meses, pero hoy sí, y el Señor ahora te está engordando y sanando tus heridas. Está derramando su aceite y su vino sobre ti, y restaurando tu salud total. Está rompiendo las ataduras del alma y las fortalezas que ni siquiera sabías que tenías, liberándote completamente, para que puedas ser “desatado, destrabado y liberado” para la tarea de mañana.

Regresando el Reloj: Viejos desencadenantes y respuestas a la crisis

El 1 de diciembre tuve un sueño donde revivía un recuerdo doloroso que había olvidado de mi infancia. En el sueño, Dios lo redimió y le dio nueva vida. Cuando desperté, el Señor me dijo: “Tengo que volver atrás para lanzarte hacia delante”. En este momento, muchos están sintiendo la afluencia repentina de desencadenantes, el dolor del pasado y el “stress post traumático” que surgen de la nada.

Muchos están diciendo, “¿no me había ocupado de eso?”. Pero esta es una limpieza más profunda, para crear una mayor capacidad dentro de ti para los días venideros. Hubo algunas mentalidades sutiles y saboteadoras que estuvieron aferrándose a ti desde esos recuerdos y no serás capaz de avanzar eficazmente, mientras sigas pensando de esa manera.

“Pero, ¿por qué me siento así? Es como si todo estallara dentro de mí”. Sí, todo está saliendo a la superficie en este momento, porque Dios no sólo te está sanando de tus heridas, también está recalibrando tus emociones y tu mente, y reentrenándote en cómo ves y respondes ante las cosas que te rodean.

Una temporada de batalla puede enseñarte a reaccionar de una manera no guiada por el Espíritu. Golpeas con tu espada todo lo que se acerca. Te apresuras a apagar cada fuego que ves. Fuiste maldecido y traicionado por tanta gente, que empiezas a ver a todos como enemigos. Tu corazón se quema tan a menudo que lo escondes detrás de muchas capas de autoprotección. Esencialmente, vives en un estado constante de pelea o escape. La respuesta de pelea o escape se refiere a la reacción fisiológica que se produce en presencia de una amenaza mental o físicamente aterradora.

Viviste en ese lugar el tiempo suficiente, incluso durante décadas, y el Señor te está sanando de los factores desencadenantes del pasado y las reacciones que lo causan en ti ahora. Es el modo de supervivencia en su máxima expresión, ¡y eso se debe romper antes de entrar en lo nuevo!

El umbral

Muchos pioneros estuvieron en este umbral demasiado tiempo. Es el lugar de tensión entre el nuevo día y la noche oscura del alma. Estuviste atascado, sintiéndote roto y maltratado, sabiendo que la mañana está llegando, pero inseguro de cómo llegar allí. Muchos fueron como Jacob luchando contra el ángel, y ahora el amanecer finalmente llegó, pero desencajó sus caderas y caminan con una cojera. Y aunque les cambiaron el nombre y están ante un nuevo día, deben sanarse antes de dar un paso.

No estoy solo en el fuego

Para terminar esta palabra, quiero compartir un encuentro que tuve con Jesús la semana pasada, que creo el Señor me entregó para los pioneros. Tuve una visión donde estaba de pie en un horno con Jesús, pero no estaba caliente ni daba miedo. Se sentía como el lugar más seguro donde estar. Entonces le pregunté por qué estaba allí. Él me miró, sonrió y respondió a mi pregunta: “Tú y muchos están en el fuego refinador, porque pidieron más que la mayoría”.

“¿Qué pedí?”, le pregunté, porque necesitaba saber los detalles. Me respondió: “todo de Mí y nada del mundo”. Entonces me derrumbé. Podía sentir el fuego golpeando mi corazón y mi alma. Podía sentirlo rompiendo el trauma y el cansancio que me produjo estar en la batalla durante tantos años, sin ver un final. Podía sentirlo derribando construcciones que había levantado en el desierto durante los últimos tres años, donde creí que estaba sobre mí. Podía sentir el fuego golpeando el miedo y la ansiedad que habían empezado a acumularse, haciendo que me contuviera, en lugar de adentrarme en nuevas fronteras. Podía sentir el peaje de los años nómades empezando a encenderse como una quemadura lenta, pero de la que no me había dado cuenta que necesitaba ser libre. Podía sentir de repente los golpes que recibí de los principados, pero los había ignorado. Podía sentir el fuego de muchas palabras quemándose; al principio eran sólo unas pocas, pero luego llegaron como un río sucio de maldiciones y juicios.

Mientras esto sucedía, comencé a decir: “¡Mi vida fue una larga batalla y necesito descansar!”. Entonces sucedió algo que no esperaba. Muy sencillamente y ahogado en mucha libertad, Él me dijo: “¿Qué te hace pensar que esta vida es tuya?”. Entonces el Señor comenzó a reírse a carcajadas y yo salí del encuentro.

Siento que tuve este encuentro para aquellos de nosotros que somos pioneros y lo fuimos durante algún tiempo. Este es un mensaje que está en el corazón del Señor para nosotros, mostrándonos por qué estamos en este proceso. Estamos en el fuego con Jesús; (el tipo de fuego bueno y liberador), el tipo de fuego donde las heridas se sanan, los corazones se reconectan y el camino por delante se aclara, mientras permanecemos allí.

Nate Johnston

(www.elijahlist.com)

 

No hay comentarios: